Frantumi_0.1

Francesca D’Alfonso

FRANTUMI 0.1

Escultura cerámica 2015 / 2020

Francesca D’Alfonso

FRANTUMI 0.1

Escultura cerámica 2015 / 2020

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JORDI GARRIDO

FRANTUMI

De necesidad, vacío y poesía

Cuando nacemos somos antiguos En cuanto nos lavan perdemos la antigüedad.

La ardiente necesidad de quedar mudo para siempre, eso es la poesía.

Angélica Liddell. Una Costilla Sobre la Mesa (2018)

1- Fernández-Mallo, Agustín. Teoría General de la Basura. Barcelona (Cultura, apropiación complejidad).

Barcelona: Galaxia Gutenberg, 2018, p. 351

Francesca D’Alfonso plantea, con sus fósiles, un simulacro de paleontología: las cáscaras, los huesos - de aspecto vertebral - devienen objetos que se han separado de la línea temporal que habitamos.

Silentes, en su pequeño altar, son intocables y extrañados: los fósiles de D’Alfonso verdaderamente parecen haber albergado vida, a pesar de que ésta los abandonó hace mucho a través de sus gruesos poros, en ocasiones dejando cicatrices de su salida, en otras, solamente dejando una cáscara corrompida por el paso del tiempo.

Hay algo en las piezas de Francesca D’Alfonso que nos remite a la pasión enciclopédica de los museos de historia natural decimonónicos: el rigor y la taxonomía de las pequeñas variaciones biológicas se da la mano con lo extravagante, lo espectacular y lo extraño: lo único.

Del mismo modo que sucede con su serie Indissolubili, - quizás más evidente en la referencia a esos almacenes repletos criaturas en formol - los fósiles que la italiana presenta en

Frantumi plantean una enciclopedia inexistente de una realidad inventada: restos de seres y objetos que nunca han llegado a ser.

Los fragmentos (frantumi) cerámicos simulan huesos, cortezas, estructuras biomórficas de seres que, a pesar de no haber existido, han dejado su huella en el tiempo. En los fósiles de la artista italiana encontramos una nostalgia de un origen impoluto, incontaminado, en el que el Tiempo era menos hostil para con la vida.

A la postre, lo que podemos ver a través de los poros y agujeros vertebrales de las cerámicas de D’Alfonso no es otra cosa que una naturaleza muerta. Un still life, si se prefiere, que nos recuerda que nuestro paso por el mundo es transitorio, y el avance del paso del tiempo, inevitable e inmisericorde.

De hecho, podemos convenir que, en el momento en que la artista florentina decide construir estas piezas y exponerlas, las convierte en ruinas.

Según el escritor Agustín Fernández Mallo, la ruina es “aquello intocable,

separado del uso, puro espectáculo y objeto extrañado”1, y así lo son los fósiles de D’Alfonso: devienen puro espectáculo, objeto de observación separado de cualquier uso y tacto.

El silencio de talante sacro que envuelve las piezas las convierte en catalizadores de pensamiento, una suerte de reliquias que detonan el pensamiento, una reflexión contenida, el recogimiento del que se sabe finito y perecedero. En la observación de las esculturas de D’Alfonso se entrevé una analogía con los versos de Angélica Liddell: los fósiles nacen antiguos pero, a diferencia de los humanos, a ellos no se les limpia la pátina de su nacimiento, al contrario; se les añade una antigüedad forzosa que provoca la afasia necesaria para crear el vacío que el pensamiento debe llenar. La ardiente necesidad de la que Liddell nos habla es la misma a la que Francesca D’Alfonso apela con Frantumi: la ardiente necesidad de una poética que dote de sentido a la vida, aunque sea por contraposición al propio fin.

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Fósil_032 Barro refractario blanco con óxidos varios h 28 x 25 x 21 cm [ 2020 ]

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Fósil_027 Barro refractario negro con óxido de zinc h 20 x 15 x 17 cm [ 2020 ]

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Barro refractario blanco con óxido de zinc h 40 x 30 x 34 cm [ 2020 ]

Barro refractario negro con óxido de manganeso h 16 x 17 x 20 cm [ 2020 ]

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Fósil_025 Barro refractario negro con óxido de manganeso h 40 x 28 x 12 cm [ 2019 ]

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Barro refractario negro con óxido de zinc 13 x 117 x 11 cm [ 2019 ]

Barro refractario negro con óxido varios h 40 x 29 x 13 cm [ 2020 ]

Barro refractario blanco con óxidos varios h 60 x 27 x 17 cm [ 2020 ]

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Fósil_023 Barro refractario blanco con óxido varios h 42 x 24 x 12 cm [ 2019 ]

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Fósil_024 Barro refractario negro con óxido varios 46 x 31 x 17 cm [ 2019 ]

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Fósil_015 Barro refractario blanco con óxido de zinc h 59 x 30 x 8 cm [ 2017 ]

Fósil_021 Barro refractario negro con óxidos varios h 58 x 26 x 13 cm [ 2019 ]

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Fósil_022 Barro refractario negro con óxido varios h 26 x 19 x 10 cm [ 2019 ]

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Fósil_08 Barro refractario blanco con óxido de zinc h 44 x 30 x 19 cm [ 2015 ]

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Fósil_09 Barro refractario blanco con óxido de zinc h 54 x 33 x 9 cm [ 2015 ]

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Barro refractario blanco con óxido de zinc h 32 x 10 x 9 cm [ 2016 ]

Barro refractario blanco con óxido de zinc h 38 x 27 x 13 cm [ 2017 ]

Barro refractario negro con óxido de manganeso h 54 x 44 x 20 cm [ 2017 ]

Barro refractario negro con óxido de manganeso h 48 x 26 x 6 cm [ 2018 ]

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Fósil_014 Barro refractario blanco con óxidos varios h 190 x 90 x 50 cm [ 2017 ]

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Barcelona 2020 Diseño gráfico: fraduepunti.com Fotografías Raul Lobo Baroja Impresión: La Imprenta CG (Paterna - Valencia)