LAS VAINAS JODIDAS DE MI PUEBLO

TABLA DE CONTENIDO 1.

INTRODUCCION............................................................ 3

2.

INICIO............................................................................. 6

3.

VILLA DEL CESAR............................................................7

4.

EL ARROYO....................................................................28

5.

LA COMIDA....................................................................31

6.

EDUCACION................................................................. 33

7.

EL GUARAPO.................................................................37

8.

COSTUMBRES SANAS ..................................................38

9.

FALSAS COSTUMBRES .................................................40

10.

PROTECCION ANIMALES .......................................... 42

11.

LOS TUMBA MECHON.................................................44

12.

FIESTAS PATRONALES.................................................46

13.

FIESTAS DE DICIEMBRE..............................................50

14.

FIESTAS DE CARNAVALES........................................... 51

15.

EL MATRIMONIO......................................................... 57

16.

LA AUTORIDAD............................................................60

17.

LA SALUD.......................................................................61

18.

LOS INCENDIOS.......................................................... 62

19.

EL BAILE DEL PAJARITO.............................................. 63

20.

LOS BURROS CALLEJEROS..........................................64

21.

LA MÚSICA...................................................................65

22.

LOS DIFUNTOS.............................................................67

23.

LA COMUNICACIÓN...................................................69

24.

LOS PERSONAJES..........................................................70

INTRODUCCIÓN Recordar cosas, siempre ha sido un motivo de alegría y reflexión, que nos remonta a hermosos espacios, que provocan sentimientos diversos, con algo de nostalgia, que tratan de ser invisibilizados por las personas y el tiempo, lo cual demuestra que los años no pasan en balde.

También porque estamos acostumbrados a hablar y hablar y no nos tomamos algún tiempo en la vida para escribir, para que la necesaria nueva generación sepa de donde viene y el porqué de las cosas, para que se tengan en cuenta los errores del pasado y no repetirlos, así como también, que cosas buenas habría que imitar, las circunstancias en las cuales se movieron, Etc. Etc, máxime si en las escuelas o colegios, ya no se dan clases de historia. Quisiera tener recuerdos de mis ancestros, la infancia de mi papá o de mis abuelos, pero no hay fotos, no hay nada.

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INTRODUCCIÓN

C

uando se vienen a la mente algunos recuerdos que aún no se han borrado de la memoria y uno trata de plasmarlos en un papel, se hace difícil organizarlos por cuanto son tantos que se hace muy complicado iniciarlos y se termina en un desorden que después se hace dificultoso su ordenamiento, en tal sentido hay que comenzar por algo, antes de que se olviden.

Solamente contaré los sucesos acaecidos en la infancia y la adolescencia, haciendo reminiscencia, teniendo en cuenta que lo importante es recordar y contar cosas que se vieron antes, pero que hoy no se dan, dándole un poco de jocosidad, para no caer en monotonía. Narraré algunos acontecimientos, no contemplando pasivamente la historia, sino tocándola en sus puntos conflictivos, añorando viejos amigos y muchas cosas que hoy se extrañan, parodiando la frase “Recordar es vivir”.

Posteriormente habrá suficiente tiempo para otras cosas.

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INICIO Comienzo por el lugar y años de haber nacido. Nací en San Agustín (Bolívar) y Bautizado en Tenerife (Magd), pero como la partida de bautismo no dice donde nací, al elaborar la primera cédula, anotaron que era en Tenerife (Magd), un 19 de Marzo, día de San José, por eso me pusieron Hernando José, pero la secretaria de ese entonces escribió 20 y así quedó.

Entonces está claro, puedo cumplir dos veces al año: el 19 y el 20.

Cuando me bautizaron pusieron de madrina a Hilda Gutiérrez, hermana de Dolcey Gutiérrez, es decir, soy familia de Dolcey Gutiérrez por parte de madrina.

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LA VILLA DEL CESAR A la edad de 6 años, viajamos de Tenerife a un territorio bendecido por Dios denominado El Copey, en aquel entonces pertenecía al departamento del Magdalena, terreno escogido por habitantes provenientes del departamento de Bolívar,

entre otras cosas por el clima relativamente frío de estas tierras ubicadas en una parte del pie de monte de las estribaciones de la Sierra Nevada de Santa Marta, donde había bastante agua y espesa vegetación que nos muestra una tierra apta para la agricultura y ganadería, además que no había ningún tipo de violencia.

Fueron hombres recios y curtidos por el trabajo material en los campos, no se conocían los flojos.

Las mujeres se dedicaban a las labores del hogar, de manera especial al cuidado de sus hijos.

En este bello y pujante caserío fue donde me crié, con buenos modales, 7

producto de la práctica hermosa que se vivía en aquella época.

Nos enseñaban aún con ejemplos a ser honrados, humildes, disciplinados y respetuosos.

En ese entonces se consideraba a todo el mundo: el profesor o la "Solamente maestra (la seño, como le había una decíamos a la religión, educadora), el policía, la católica y dos partidos los mayores de edad, el sacerdote, las políticos, autoridades y de manera el conservador especial nuestros padres; y el liberal." sanas costumbres, hoy relativamente abandonadas, producto de lo que muchos llaman progreso.

No existían estufas, pululaban las hornillas, se cocinaba con leña, lo cual le daba un excelente sabor a la

comida, sin aditamentos como salsa, mostaza o mayonesa, la única salsa era el suero y al arroz se le echaba achiote.

Nos bañábamos con agua lluvia cada vez que del cielo caía este valioso líquido; buscábamos donde hubiera chorros y así nos divertíamos sanamente. En cada casa había un pozo profundo con su respectivo molino, del cual sacábamos el agua un poco salobre, para todos los servicios de la casa.

Los profesores nos castigaban fuertemente cuando cometíamos alguna falta, igualmente nuestros papás; 8

"la letra con sangre entra” nuestros papás practicaban esta frase y los profesores nos castigaban fuertemente cuando cometíamos alguna falta.

Esta actitud hacía que nos corrigiéramos, ahora no se puede porque en la vida familiar acuñaron una frase que se llama “derechos humanos”, la cual consiste en que no se puede sancionar enérgicamente, y así de esta manera no se castiga al infractor, sino a quien trata de aplicar correctivos, ya ni el policía puede tomar una actitud coercitiva porque sancionan es al agente.

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Había pobreza, pero no miseria, todo el mundo tenía para la comida y el vestido; a este respecto tío Polo decía: “Estando jacto, así sea debajo de un palo de mango”.

Anteriormente cuando se hacía una visita a la casa en la cual había un enamorado, al ser las 9 de la noche, los padres de la joven le decían: “ya tu admirador debe irse porque ya es tarde y el trasnocho no es muy saludable”, mientras que ahora las visitas y fiestas familiares comienzan a esa hora.

Recuerdo muchas cosas curiosas, que hoy muy poco se dan: Como no había luz, por consiguiente no había licuadora, me acuerdo del raspao (hoy denominado cholado que lo mencionan así para refinarse y sentirse a la altura de los acontecimientos) y el jugo de milo que hacía Geno, con un vaso grande de aluminio, que al batirse con las manos hacía bastante espuma, la maizada de la señora Laureana, la avena del viejo Teódulo, la bolsa de manigueta (no existía el plástico).

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Varios juegos como: el tango, volar cometa, el tuche, la libertad, el trompo, tumbo y registro, la bola a uñita, la hula hula, la cuerda, la carrumba, que se hacía con una checa y un hilo; el futbol lo jugábamos con una vejiga de puerco, una bola de trapo o una pelota de caucho, después vino el balón de pitongo que cada rato se desinflaba, solamente un solo árbitro, no existían los esquineros, como decía Mogollón, el zambe en

Diciembre, lo mismo que el palito en boca, Las mujeres jugaban: la marisola, la peregrina, la penca escondía, los chismecitos (eran chismes de cocina pequeños), María Celinda. Juegos de mesa como el triqui y la dama.

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Barrer la puerta de la calle y del patio era una costumbre cotidiana en todas las casas para después quemar la basura, no existía nada de medio ambiente.

Lo diciente de esta situación es que al barrer lo hacían forzando solo una parte del cuerpo, propiciando un desequilibrio corporal que enferma en el futuro y en lugar de incendiarla por debajo, lo hacían por encima y que además para prender la basura, muy poco se tiene en cuenta la dirección del viento y por consiguiente los desechos se apagaban varias veces.

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"Como no había Luz eléctrica, de 4 de la mañana en adelante se veían los mechones."

En el pueblo no existían rateros, mariguaneros ni maricones, después fueron apareciendo poco a poco. Cuando nos comíamos un fruto, la semilla la utilizábamos sembrándola en el patio o se la regalábamos al vecino para la casa o la finca. En un principio no había casi relojes, salía uno a la puerta de la calle y como no se diera sombra para ningún lado, eran las 12 del día. Como no había luz eléctrica, de 4 de la mañana en adelante se veían los mechones, la gente moliendo maíz y tomando agua de maíz que decían era muy saludable.

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Posteriormente nos comíamos el bollo limpio y la arepa frita, mojadita con suero. No había nevera, por tanto, no existía el agua helada que enferma la garganta, tomábamos agua de la tinaja que es más saludable.

Recuerdo al señor Molina, quien fue el primero en llevar bloques de hielo, para hacer los jugos.

Por las noches, en el lindo azul del firmamento, se observaba la radiante luna con sus brillantes luceros

estrellas como las 7 que brillan y el boyero que salía todas las madrugadas a partir de las 4, Diariamente al observar la luna, nos dábamos cuenta cuando era luna llena, luna nueva, cuarto creciente o cuarto menguante y sus incidencias en la siembra; bellezas que hoy no se pueden ver por tantos bombillos y por estar el firmamento cubierto con tanta contaminación.

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"A las 9 de la noche era la hora máxima para estar en la calle."

En cada casa habían uno o varios perros que servían para cuidar la casa y para la caza de animales para la comida. Estos animales muy poco se enfermaban, no había que conseguir un veterinario. Ahora hay perros en la casa, pero son figuras decorativas, no cazan ni cuidan nada y hay que estarlos l l e v á n d o l o s constantemente donde el veterinario.

Se encuentra uno con personas que a veces no tienen ni para la

comida de ellos, pero hay que buscar la del perro.

Todos los días, a las 9 de la noche cantaban los gallos, esa era la hora máxima para estar en la calle, y si a esa hora estábamos jugando, al escuchar el sonido de las aves, todos salíamos corriendo para la casa, para que no nos castigaran.

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A la gente le daba “pena que lo vieran

bien vestido en mitad de semana por las calles, porque después le decían que era flojo.

“

Solamente después de las 4 de la tarde era que la gente se podía sentar en la puerta de la calle, como hasta las 9 de la noche. No había luz eléctrica, ni acueducto, ni alcantarillado.

Las necesidades se hacían en la cola del patio o en el cuarto en una bacinilla.

Después fue que aparecieron los excusados o letrinas.

Nos bañábamos con jabón de barra (jabón de perro), no existía el champú ni la caspa, lo que se había era bastante piojo, que se

sacaban con una peineta (era una especie de peinilla gruesa con dientes grandes de lado y lado), la cual se utilizaba cuando nos inclinaban la cabeza hacia abajo y al peinarnos iban saliendo los piojos q u e inmediatamente se mataban y sonaban bonito cuando se estrujaban entre las uñas.

Per ma ne c ía mos con pantalones cortos, después de los 12 años era que u s á b a m o s pantalones largos, ya uno se sentía un hombrecito.

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Las mujeres de cualquier edad, por las tardes estaban haciendo oficios como moler, cernir, desgranar y pilar el maíz, planchar, sacar el agua del pozo con un molino, hender la leña; de tal manera que, si algún hombre se enamoraba de una mujer, para poder conquistarla, tenía que ponerse a ayudar en esos oficios y de pronto no conquistaba la muchacha, pero si salía sudado.

Las mujeres, después de haberse desocupado de los cotidianos oficios domésticos, en su rato de esparcimiento, se ponían a tejer y de esa forma participaban en la parte económica de la familia.

Se daban algunas herramientas domésticas como el cernidor, el balay,

la romana, el parte panela o el peso elaborado con un trozo de madera, pitas y ponchera que se utilizaba para pesar el bastimento.

Las escobas para barrer el patio o la puerta de la calle, era elaborada por nosotros mismos de una planta que se denomina escobilla.

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“La parranda comenzaba los domingos por la mañana”

Posteriormente los sábados.

Con el correr de los años, se comenzó el viernes y últimamente se inicia desde el jueves, de ahí el término Juernes.

Al levantarnos escuchábamos el dulce cantar de los pajaritos y ahora lo que escuchamos es el ensordecedor ruido de los carros, botando humo.

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No había casetas, y los bailes los hacíamos con radiolitas de pila y caperuzas, en casa de una mujer que tuviera varias hijas que, en compañía de las vecinas, formaban la fiesta, especialmente días santos como San Martín de Loba, sagrado Corazón, la ascensión, 8 de Diciembre o la Navidad.

Era utilizado el mecanismo de pedir barato, el cual consistía en que estando una pareja bailando, otro hombre, en la mitad de la pieza que se bailaba le

quitaba la muchacha a su parejo, bailaba con ella, esta acción se iba repitiendo y la joven bailaba hasta con diez personas durante el desarrollo de una canción.

Bailando, únicamente se movían los brazos, las piernas, las manos y los pies, ahora lo que mas se mueve es la cintura con tendencia hacia la vulgaridad.

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“En medio de la parranda se recitaban estas lindas poesías que enriquecían el ambiente”.

El lenguaje, dialecto o jerga, estaba compuesto por divertidas palabras que lo enriquecían como la jeringonza o la charada. La genta no era tan estudiada, pero se conversaba haciendo énfasis en poetas como Vargas Vila o Julio Flórez, con hermosas poesías como Flores Negras, Tú no sabes Amar o Porque se mató Silva; en medio de la parranda se recitaban estas lindas poesías que enriquecían el medio

ambiente, daba gusto escuchar a los mayores.

Se leían los paquitos de Tarzan, Superman y otros.

También se leían novelas con fotografías, redactadas por Corín Tellado y otras de pura letra de Marcial Lafuente Estefanía. Las películas que preferíamos eran las mejicanas especialmente las de Cantinflas y otros protagonistas como Jorge Negrete, Toni Aguilar o Pedro Infante.

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No conocíamos el wiski, tomábamos Ron Caña del Magdalena. Tres Esquinas de Bolívar y Ron Blanco (Fala) del Atlántico.

Asimismo, existían las loterías: Libertador del Magdalena, Atlántico del Atlántico y Bolívar de Bolívar.

Posteriormente apareció La Vallenata del Cesar.

Todas estas loterías y licores desaparecieron, lo cual demuestra que los costeños hemos sido malos administradores.

caballo, con apuestas todos los domingos.

Daba gusto ver la alegría de la gente haciendo fuerzas y gritando por el caballo de su gusto en medio del polvorín originado por los cascos de las bestias.

Siendo estudiantes, las vacaciones las pasábamos en las fincas de nuestros papás o las de los vecinos.

En la calle central (la que va desde el inicio del pueblo llegando por Alejandría, hasta la casa que era de Dilia Toro, junto a la carretera), se daban carreras de 24

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Que alegría se sentía al respirar aire libre, bañándonos en los riachuelos, encaramándonos en los árboles y meciéndonos en los bejucos, montándonos en las bestias, levantándonos a las 4 de la mañana a enrejar los terneros y tomar la espuma de la ubre de la vaca, no importando la edad, todo el mundo aprendiendo a trabajar desde niño.

En las casas de las parcelas, encima de las tirantas, se colocaban unas varas resistentes o tablas, lo cual se denominaba saxo, que permitían la postura de cualquier fruto que se encontraba en el camino como papayas, guineos, patillas, guayaba, batata, melón u otro parecido, para que se madurara y posteriormente comerlos, en esta forma no nos daba gastritis ni fatiga, siempre había comida saludable.

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En los patios había gallinas ponedoras criollas, no existía la gallina ni los huevos Purina. Del cerro brotaban chorros de agua fría y potable, en donde la gente se aglomeraba recogiendo el necesario líquido, indispensable para la vida, esto en época de invierno.

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El Arroyo El arroyo se crecía todos los años, especialmente en el mes de Octubre, pero se iba aumentando poco a poco, progresivamente, hasta alcanzar su máximo desarrollo, producto de una parte del equilibrio de la sabia naturaleza, quiere decir, no existía la devastación que existe hoy, la selva estaba totalmente cubierta por la capa natural de vegetación y las precipitaciones se iban dando en forma gradual, no como ahora que el agua cae y se va regando en forma súbita y no hay tiempo de salvaguardar los enseres, la creciente se lleva todo; ; los arroyos o manantiales se secan más pronto de lo previsto, ya que no queda el preciado líquido que anteriormente se reservaba en los bancos de agua.

"Pasado el invierno, por casi tres meses duraba LA POSA con agua suficiente para nadar"

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Después de haberse terminado el invierno, aproximadamente 3 meses duraba la poza con agua suficiente para nadar, ubicada al lado de la raíz de un frondoso árbol ubicado en la parte trasera de una bella casa de la distinguida dama Rut de Guevara.

Igualmente pasaba con los pozos de la quebrada que aún se encuentran en la parte ubicada en la entrada al pueblo, cuando se llega de los cerros; casi todo el año nos podíamos bañar con bastante agua en Piedras Azules.

En el arroyo p e s c á b a m o s : moncholos, anguillas, barbul y coroncoro, la ropa era lavada en la quebrada, ponían una tabla inclinada sobre unas piedras y las mujeres de mayor edad se fumaban una calilla (tabaco largo y bien delgadito) y muchas veces se metían la candela por dentro de la boca.

“La ropa era tendida con almidón para posteriormente ser planchada.

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Arbol de Copey 30

La Comida

En la mesa de la sala-comedor ponían una olla bien grande de sopa, un pedazo grande de queso, varios trozos de carne, bastante bastimento, una cafetera de chocolate o café con leche y uno mismo se servía y no terminaba hasta que eructara, es

decir, quedara bien lleno; en aquella ocasión era mala educación comer embutido, y esto se hacía por cuanto con tanta comida en la mesa, uno quería comérsela y acabar rápido, pero hoy, c o m i e n d o salchichitas, pan, e s p a g u e t i ,

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guineíto, carne molida o quesito rayado, quien va a eructar o comer embutido, ahora lo que hay es hambre y si comes bastante te puedes infartar, ya que no haces los ejercicios necesarios para quemar la grasa que consumes; la sopa, que se hacía con leña, era más sabrosa, se tomaba con cuchara de palo.

En las comidas se incluía la mazamorra, el mote y el arroz con leche. Ya no se come una comida de puxo como antes. La leche que se consumía cuando salía inmediatamente de la vaca con espuma y que no le hacía daño a nadie es cambiada por leche deslactosada, el café es descafeinado y la arepa de huevo va a ser desguevonada.

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La Educación "En esa época, el niño se enviaba a la escuela, cuando hubiese cumplido los 7 años"

Se suponía que a esa edad era que tenía uso de razón. En esos momentos ya uno se sabía persignar, el padre nuestro, el ave María, el credo. Y en el entorno se encontraban frases sabias como: Amar a Dios sobre todas las cosas, honrar a padre y madre y ama a tu prójimo como a ti mismo. En las casas se veían fotos de la virgen del Carmen o del Sagrado Corazón de Jesús y se daban los escapularios y las estampitas.

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El que sumaba y estaba estudiando la cartilla No 1, Charry o Alegría de leer, se creía que estaba en primero, recuerdo que a uno le preguntaban: ¿En qué cartilla estás tú?

El que restaba y trabajaba con la cartilla No 2, estaba en segundo, el que multiplicaba y estudiaba la cartilla No 3, era de tercero y el que dividía y estaba con la cartilla No 4, cursaba cuarto. Ya en quinto, hacía copias, resolvía

problemas y veía n o c i o n e s preliminares de números quebrados.

Cada uno con una bolsa de tela guindada en el hombro; de acuerdo al grueso y al peso de la bolsa, era considerado en que grado se ubicaba.

Los libritos FTD: Urbanidad de C a r r e ñ o , Instrucción Cívica, estaban al orden del día. También se daba Historia Sagrada.

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Cuando llegaba a la casa de la escuela, mi mamá me estaba esperando con una tártara llena de dulces para vender en las calles. Se hacía de todo: almojábanas, enyucao, gofios, pandero, merengue, cara tapá o panocha, casadilla, keki, cuajadera, arropila, dulce de leche, galletas de soda, que le gustaban mucho al Negro Sierra.

El cuarto y Quinto, lo hice en el Liceo El Copey con un profesor muy especial, de nombre Alfonso E. Gonzalez Marriaga (Cienaguero).

Con su método no había que estudiar, ni que pasar en limpio. Cada palabra la escribía correctamente en el tablero y al mismo tiempo explicaba su contenido.

Ejemplo: Tal cosa quedó a la intemperie, escribía la palabra en el tablero y repetía: antes de P se escribe M, Luego decía a la “intemperie” quiere decir que no está cubierta, no está protegida, y así eran todas las cosas, quedaban bien claras, mientras que ahora los educadores cuando están dictando alguna parte de un área, van recitando sin ninguna explicación y después el alumno debe salir a investigar el contenido y la escritura de cada palabra, haciéndose complicado el aprendizaje.

Lo que nos enseñaron en aquel entonces lo recordamos, teníamos el interés de aprender, es decir, tener conocimiento de algo para poder ponerlo en práctica en el futuro, ahora lo que interesa es la nota.

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Cuando un niño se encontraba en estado de atraso con relación a otros compañeros, tanto el educador como sus compañeros de estudios, trataban de ayudarlo para que se superaraa.

Siempre el instructor estaba pendiente de que sus educandos aprendieran lo suficiente y muchas veces dedicaba parte de su tiempo libre para que el joven avanzara. Ahora el compañero educador en la mayoría de los casos está pendiente es de cumplir con el horario y de que le cancelen lo que devenga y los alumnos que se defiendan como puedan. La educación se daba como un servicio, ahora es un negocio.

Mi abuelo decía que para vivir y ser feliz se conseguía con saber leer y escribir únicamente, posteriormente se argumentaba que con saberse las 4 operaciones era suficiente.

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El GUARAPO Cada niño llevaba un tarro con agua de panela para la escuela, con el objetivo de tomársela cuando se sintiera fatigado o en el recreo, pero algunos vivos no llevábamos refresco.

Sucede que inicialmente con Luis Villalba y después con José Luis Sierra, distraíamos a algunos alumnos y les robábamos el agua de panela y nos la tomábamos. El vivo vive del bobo.

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COSTUMBRES SANAS

Casi en cada casa había una máquina de coser marca Singer, con la cual se hacían los remiendos de la ropa vieja.

Ahora si se rompe una camisa, así esté nueva, no se remienda y se coge para bajar la olla o hacer aseo. A este respecto el señor Eurípides Araujo decía: “las mujeres ahora valen más y sirven menos”.

Periódicamente, para que no nos enfermáramos, como

medicina preventiva, se usaba el famoso purgante de sal, compuesto por sal de grober, sal de Epson y ruibarbo, para el humor; también tomábamos, antibil (desparasitante), Laxol y Aceite de Ricino para la gripa y Bromoquinina para que no nos diera fiebre.

Existía el Cholagogue indio para el paludismo, la Zarzaparrilla y el amargo sulfuroso para purificar la 38

sangre, también limón, manzanilla, parche poroso, ron de de contra, para la picada de insectos incluida la culebra, la caraña para extraer espinas, eucalipto y anamú para la gripa, al igual que el extracto de hígado de bacalao Wampole y el jarabe de tolú e ipecacuana. Nos purgaban con paico y después de habernos tomado el purgante, salíamos directo para el monte con maretira en mano.

Los patios eran todos grandes, regularmente en cada cuadra habían 8 casas, una en cada esquina y 4 en el medio.

Casi en cada casa había una especie de huerta casera con matas curativas como, la

verbena, el orégano, la malva, para la ronquera, la sábila, el toronjil, la albahaca, la hierba buena, hierba santa, hierba de limón, acompañadas de unas matas de guandú y otras de cebolla en rama.

En la parte delante de la casa (no existían las terrazas ni rejas como ahora), estaba el jardín, compuesto por c a p a c h o s , margaritas, azucena y una que otra camelia.

En los patios había árboles frondosos y frutales de todo tipo, lo cual servía para mitigar el hambre, regalarle a los vecinos, dar s o m b r a refrescante y oxigenar el medio ambiente. Hoy lo que se ve es puro c e m e n t o contaminante.

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FALSAS COSTUMBRES

En estos tiempos, por falta de una formación adecuada, cometíamos toda clase de actos dañinos, matábamos lobos, iguanas, pajaritos.

Tumbábamos los paracos de avispa y nos chupábamos la deliciosa miel. Andábamos con una honda en el cuello y

una mochila llena de piedras y levantábamos a piedra cualquier cosa, no obstante, ya esto no se puede hacer por cuanto el algodón destruyó la flora y la fauna, desapareciendo la selva, quedaron muy pocos pájaros y muy poca vegetación fértil.

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A uno tenían que invitarlos a todas las fiestas y si no lo hacían, nos robábamos las presas del sancocho o regábamos en el suelo de la sala, unas hojitas de una planta que había en el cerro que se llamaba desbarata baile, que tenía un mal olor y hasta aquí llegó la fiesta.

madurando y superando estos actos vandálicos.

Recuerdo que una vez a Guillermito Sánchez, le querían quitar una presa que se había robado y cuando se dio cuenta que lo perseguían, la escupió y hasta ahí llegó el asedio.

Sin embargo, esto fue superado con el correr de los años, por los regaños que recibíamos y al comenzar a analizar las cosas de manera correcta, es decir, con el transcurso del tiempo fuimos

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PROTECCIÓN DE ANIMALES

Posteriormente, en el rol en el cual uno se movía, sucedieron muchas cosas particulares: Dentro de esos diversos temas, sucede que a la gente se le da por encerrar pajaritos en jaulas, para divertirse cuando cantaban y a mí me regalaron un azulejo (12 años aproximadamente) y en primera instancia no me pareció bien ver un animal encerrado y lo solté porque me dio dolor la prisión. Además, le comenté a los compañeros y les expresé que iba a soltar los que estuvieran por ahí. Esta noticia se regó y la gente se previno conmigo.

Lo diciente de este caso es que para esa época no existía sociedad protectora de animales y nada que tenga que ver con el medio ambiente, pero se estaba planteando esta inquietud.

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LOS TUMBA MECHON Como no había luz eléctrica, el inspector de policía utilizaba un instrumento denominado bando, se trata de un decreto que al compás de una tambora lo iba leyendo a pie por las calles de la población, en donde anunciaba que en todas las casas se debía poner un mechón para que con este mecanismo se alumbraran las calles, expresando además que la persona que se reusara a cumplir con este mandato, sería multada. De tal manera que la gente juiciosamente, iba colocando en la puerta de su casa su respectivo mechón.

Nunca se multó alguien por esta situación. pero, contrario a los buenos deseos del mandatario, algunos jóvenes entre de los cuales recuerdo a Pacho Pumarejo, Carlitos Olivella, Toñito y Carlos hazbún, Joaco Nuñez, Escobarito, con honda y piedras en mano íbamos tumbando de uno en uno todos los mechones que los dueños de casa iban reponiendo nuevamente y esta actitud grotesca la festejábamos.

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LAS FIESTAS PATRONALES

En el mes de Agosto, al igual que hoy, se celebraban las fiestas patronales con su corraleja, la procesión, las casetas, la vaca loca, la puerca pelá, la vara de premio, el castillo, la misa. Las fotografías las sacaban con un trípode que en la parte superior estaba adherida una manga que mas

bien parecía una boca pierna de pantalón, le quitaban una tapita que tenía y aparecía la foto en blanco y negro, mas feas no se podían, nada que ver con el celular de Cristian.

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Cuando se invitaba para participar en un baile, las muchachas, muy divinas por cierto, la una con la otra, se peinaban y se arreglaban las uñas entre ellas mismas, ahora debe ir al salón de belleza y hacerse cuantas ofertas tengan los salones de belleza: keratina, corte de cabello, peinados, rayitos, secado, abuchado, tintes, repolarización, cera fría, encerado, balayage, depilación con cera, cejas, boxos, cepillado, uñas y cuanta cosa inventen los dueños del salón; cada año aparece una nueva vaina.

En esa época las mujeres no trabajaban y lo que ganaba el marido alcanzaba para todos los gastos, ahora la mujer trabaja, descuidando la crianza de sus hijos y los dos se ven apurados para cubrir los gastos, por tanta vanidad, producto del desarrollismo imperante.

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LAS FIESTAS DE DICIEMBRE Los juguetes de la navidad eran artesanales, los hacíamos nosotros mismos.

“Partíamos un totumo por la mitad, le poníamos unas estacas encima y se formaban

dos burros de totumo"

Los juguetes de la navidad eran artesanales, los hacíamos nosotros mismos. Las muñecas de trapo, con pedazos de tela vieja y el arbolito de navidad con árboles pequeños que arrancábamos en los alrededores del pueblo. El totumo, el guácimo y el algodón silvestre, eran los preferidos.

Partíamos un totumo por la mitad, le poníamos unas estacas encima y se formaban dos burros de totumo. Con tablas viejas fabricábamos el carrito. También hacíamos barquitos y aviones de papel y los trompos también lo hacíamos de totumo: un clavo en

el medio, unos machetazos a los lados, le dejábamos la perilla y listo para ponerlo a zumbar.

Con el pedúnculo del papayo hacíamos una especie de flauta, haciéndole una muesca en una punta y unos cortes en el centro y daba un buen sonido, le decíamos el pito de papaya.

Lo relevante del caso es que las fiestas de D i c i e m b r e comenzaban el 7 por la noche, no como ahora que comienzan desde Noviembre, es decir ahora hay más gastos, todo se ha vuelto sociedad de consumo.

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FIESTAS DE CARNAVALES Inicialmente, en algunos barrios populares, se presentaban varias candidatas, las cuales salían de casa en casa vendiendo votos y la que vendiera mas votos, esa ganaba en ese barrio y en consecuencia era la candidata que después se convertía en reina. El voto consistía en que la candidata

llevaba una lista en donde iba anotando las donaciones. Lógicamente, la más bonita, con más carisma, de familia más reconocida, ganaba la contienda. Inicialmente fue así, posteriormente fueron apareciendo reinas sin la utilización del voto.

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El número de reinas no era exacto. Eso dependía de la cantidad de barrios que quisieran concursas.

Regularmente eran dos, pero podían ser una, tres, máximo cuatro.

Era una cosa muy bonita, espectacular. Cada reina tenía su cortejo de seguridad: los negros, los soldados y los edecanes, que la cuidaban de la intención maléfica de cualquier intruso. Entre las cosas fabulosas de este carnaval se daba el día de la coronación el cual se efectuaba el sábado de carnaval.

Era un acto solemne, había de todo: El Himno, los discursos de la reina y de un personaje que la homenajeaba y la coronaba, es decir le colocaba una hermosa corona en la cabeza, sobraban los aplausos y los

abrazos con las virreinas, los familiares y el rey momo.

Todos los días, a la reina la ubicaban en su hermoso trono, de mañana, de tarde y de noche, es decir todo el día, al sonar de un Pic up, como se le decía en ese entonces y a sudar bailando. Alrededor de la casa había cualquier cantidad de carritos de raspao, que se vendían a tutiplén para mitigar la sed, recuerden que no había luz eléctrica, de tal manera que no se podían utilizar ventiladores, solamente unos abanicos que se fabricaban con hojas de palma de vino para echarse fresco o en su defecto cualquier cartón y los pañuelos inundados de sudor. Cualquier persona podía bailar con la reina, pero debía pagar y así se financiaba.

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Así pasaban los años en absoluta paz, pero como es natural, florecieron otras ideas no muy altruistas, en cabeza de personas impetuosas como Hilde Pertuz, Guillermito Sánchez y Lito Gonzalez, no recuerdo otros nombres, y a estos compañeros se le sumó mucha gente. Se trata de que inventaron una figura que se llamó la Patota, que consistía en que a la reina le robaban la corona que después se la vendían a la propia reina o a su contendora y de esta manera se financiaba la parranda; pero esto es apenas la puntica, a través de los días y años, la Patota fue cogiendo fuerza, ya no solamente era la corona, sino que se fueron inventado más cosas, cualquier objeto que apareciera en el trono era visto como potencial para ser hurtado y posteriormente vendido. Ya la gente no hallaba que robarse, después

de la corona, se llegó a secuestrar la misma reina, los soldados, los negros no porque quien se iba a empatar de tizne. Me acuerdo de una vez que se robaron a Julio Moreno que era el rey Momo y después de pasados los carnavales le siguieron diciendo el Momo.

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¿Cómo le robaban la corona a una Reina? que se llamaba cachito, el cual estaba lleno de hormigas, le daban un golpe y comenzaban a picarle las hormigas. Los compañeros que se habían robado la corona, al tratar de negociar, metían al compañero amarrado para que lo soltaran, el cual debía bañarse con ron de contra para que se le quitara la picazón.

Una persona de las más hábiles se iba acercando poco a poco, pegaba un salto, le arrebataba la corona a la reina, inmediatamente la tiraba a un lugar donde estaban sus compinches y así se la llevaban. Posteriormente a la persona infractora la amarraban a un árbol seco

La última vez que se dio (no recuerdo la fecha), la Patota violentamente se robó el trono, lo destrozó y hasta aquí los reinados.

Recuerdo que la primera reina que conocí era una jovencita de El Guamo, le decíamos Nola primera y la última reina fue la de Corea, a la cual le desbarataron el trono, se llamaba Céntola Daza.

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“Al otro año ya la gente estaba prevenida. Unos dispuestos a romper camisas y otros a no dejarse.”

Otro hecho que también incidió en que las fiestas se desmejoraran es que una vez, a la salida de la cazeta, una persona le rompió la camisa a su compañero, como eran varios, esto se multiplicó y a todo el que se encontraban le rompían la camisa.

Hubo peleas, puños y la cosa no pasó a mayores.

Al otro año ya la gente estaba prevenida.

Unos dispuestos a romper camisas y otros a no dejarse. Fue así que ya no esperaban que la caseta se terminara, sino que al inicio comenzó el desorden, el resto imagínenselo.

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EL MATRIMONIO Cuando se efectuaba una unión religiosa de parejas, se iniciaba el sábado por la noche con la boda y el domingo a las 8 de la mañana comenzaba el matrimonio con misa a bordo.

En el cuarto principal había una cama bien arreglada con un sobrecama encima, ahí se iban colocando los regalos que llegaban.

Recuerdo que Toño Serge, siempre regalaba una bacinilla y la gente se reía.

Cuando el personal llegaba de la iglesia, se encontraba con que cada mesa que se hallaba en el patio, estaba cubierta con un mantel y encima de cada mantel se encontraba un plato con galleta de soda y queso y al lado del plato un pocillo con una cafetera llena de chocolate de maíz cariaco, y en la cola del patio se estaba alistando el sancocho para el almuerzo y por la tarde cada uno cogía su camino para la casa, teniendo en cuenta que ya a esas horas, se estaba acabando la plata destinada para el Ron Caña.

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“La luna de miel no era tan lejos, los novios se quedaban en el pueblo o

viajaban en caballo o en burro para una finca cercana."

Los gastos de la familia no eran tan onerosos, se utilizaba una hamaca, un catre, una estera, una cama de tijeras y lona o una cama de cedro con tolúa que duraba toda una vida, algunas veces ni se compraba, se usaba la que se heredaba de los abuelos, una mesa y un juego de taburetes (6), que además de estar en la mesa de comedor, se utilizaban por las tardes para sentarse en la puerta de la calle adornada por una par de palos de matarratón. Ahora lo que hay es un círculo vicioso, los seres humanos se la pasan todo el tiempo cambiando las camas, los muebles de sala y comedor, las estufas, los celulares, los televisores, las cortinas y la casa hay pintarla todos los

años, por lo que la plata no alcanza, los aprovechados son los pago diario, con su 10 y 20% El vestido de la novia es parecido al de hoy, ha sufrido muy pocas modificaciones.

El vestido del novio era una camisa blanca primavera y un pantalón azul turquí, planchados con almidón, con una plancha a carbón, algunas veces se utilizaba una corbata negra.

En una ocasión a un amigo se le ocurrió presentarse con un saco blanco, pero mí ni ma ment e manchado, tirando un poco hacia el amarillo, cuando se le insinuó para que lo cambiara, porque no lucía muy bien, r e s p o n d i ó : “solamente tiene tres posturas, mi abuelo, mi papá y ahora yo”.

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La casa ni se pintaba porque eran de bahareque y bien frescas, no se usaban ventiladores ni aire acondicionado, solamente se abrían las ventanas al principio de la noche y por la madrugada se tenían que cerrar por exceso de frío, aunque tío Juancho no utilizaba sábana, se metía las manos entre las piernas y listo, se le quitaba el frío, durmiendo en una cama de lona o en una hamaca.

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LA AUTORIDAD Inicialmente, siendo El Copey corregimiento, lo que había como autoridad era un comisario, recuerdo que estaba nombrado el señor Epimelio Gamarra. No había inspector de policía ni policía alguno. Posteriormente fue que nombraron un Inspector de policía.

La única oficina del pueblo era la de la Inspección, compuesta por una mesa pequeña y dos taburetes, uno para el inspector y otro para el acusado.

"Primera vez en la vida que a Don Toba le sucede Lo llevan a la oficina por culpa de las mujeres."

Cualquier evento de contradicción entre personas, era resuelto en la oficina del comisario o inspector.

Las peleas eran a las trompadas y Quintín Sierra se las ganaba todas, después fue que fueron apareciendo los cachacos con navaja en mano, me acuerdo de un verso que compuso Tobías E. Pumarejo, por lo que le había pasado.

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LA SALUD Era costumbre que a cada persona siendo joven, le debían sobrevenir algunas enfermedades como el sarampión, la viruela, la papera, la tos ferina. Estos padecimientos se presentaban por determinadas épocas y la gente cuando las pasaban se sentían felices por haber superado tal situación.

El señor Andrés Pereira Bustamante regaló un terreno en donde funciona hoy el hospital. En aquel entonces se comenzó la construcción de un pequeño puesto de salud.

Como no había cercas ni paredillas, los primeros materiales para comenzar la construcción fueron tirados al aire libre.

En la población no existía puesto de salud ni médico, la seño Dora era la enfermera que atendía de todo: partos, heridos, enfermos, posteriormente apareció el Dr. Orozco.

Recuerdo que la primera persona que inició a trabajar en esa labor de cuidar esos bienes fue un señor bien adulto con un sombrero concha e’ jobo, una rula y unas abarcas; la gente decía: pusieron un cuidandero.

Posteriormente, cuando ya estaban los primeros muros, montaron otra persona que ya tenía una escopeta de un solo tiro y zapatos, a este lo mencionaban como el celador.

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LOS INCENDIOS Como la mayoría de las casas eran de palma, se presentaban muchos incendios y la gente salía corriendo a tratar de apagarlo. La primera persona que se daba cuenta del incidente corría gritando: fuego, fuego, fuego y esta voz se iba multiplicando, mientras se corría para la iglesia a sonar las campanas, se formaba una algarabía en toda la población.

Los aludidos corrían para todas partes: el pozo, el arroyo, lo poco que hubiera en cualquier enser como los tanques de 12

latas, hasta que el fuego era extinguido.

Además, que cuando se presentaba esta situación, surgía el efecto dominó, es decir, se quemaban otras casas de los vecinos.

Si se daban cuenta del suceso a tiempo, solamente se quemaba una parte de la casa, después quedaban los comentarios que algunos utilizaban en los carnavales para contar sus letanías.

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EL BAILE DEL PAJARITO

El pajarito era un baile que se daba desde los primeros días de diciembre hasta la navidad.

Todas las noches en la plaza, en cualquier esquina o la puerta de la casa, unos señores con tambora y flauta de millo, entonaban canciones parecidas a la cumbia y también improvisaban versos costumbristas.

Comenzaban a tocar y cantar y alrededor de los músicos la gente bailaba con las espermas en las manos, al igual que el fandango.

Era algo muy bonito, traído por compañeros del departamento de Bolívar, comenzaba a partir de las siete y terminaba como a las nueve de la noche; a esa hora todo el mundo fatigado por calor del clima, el de las espermas y el del ron caña.

Recuerdo una estrofa de uno de los versos del baile del pajarito: He visto volar un toche de la rama de un caimito (el solista) Volá, volá, volá mi pajarito (los coristas)

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LOS BURROS CALLEJEROS En El Copey casi no había vehículo automotor, ni carros ni motos, uno que otro carrito viejo, y si muchos burros que deambulaban por todas partes y si había un patio enmontado, ahí se quedaban a pastorear, situación que los hacía presa fácil de quien los quisiera coger.

Esta situación es aprovechada para atraparlos en forma individual y amarrarles en la cola unos tarros livianos de hoja lata y al soltarlos comenzaba la fiesta, los animales salían corriendo

por todo el pueblo haciendo ruido, los potes sonaban y sonaban y no dejaban de hacerlo hasta que se les quitaba la última caldereta.

Ya la gente tenía ubicado quienes eran las personas que hacían este brutal acto.

Algunas veces se convertía en un problema, cuando el cuatro patas en su loca carrera se llevaba algo por delante. Los reclamos no se hacían esperar y los resultados no eran los mejores. Una limpia nos esperaba por parte de los papás.

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LA MÚSICA LAS COSTUMBRES DE MI PUEBLO (canción) Las costumbres de mi pueblo se han perdido Ya no bravan los terneros en los corrales (bis) No se quieren como antes los compadres Ni respetan los ahijados a los padrinos (bis) Ya no se sabe, hay ya no se sabe Ya no se sabe cual es el padre o el hijo (bis) Se acabaron esas noches de vigilia Ya no salen aparatos en los caminos (bis) Ya no existen los amores escondidos Ni se roban los besitos en las esquinas (bis) Mejor yo sigo, hay mejor yo sigo Mejor yo sigo con mis costumbres perdidas (bis) Ya no brillan como antes los luceros Ya no ahuyan los perros en las madrugadas (bis) No se bañan los niños en los aguaceros Ni le cantan bonito a la enamorada (bis) Mejor me quedo, hay mejor me quedo Mejor me quedo con mis costumbres pasadas (bis)

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Anteriormente, la música que mas se escuchaba era la ranchera mejicana, encabezada por Jorge Negrete, Pedro Infante, Luis Aguilar, José Alfredo Jimenez, Lucha Moreno, también se escuchaba algo del porro sabanero, de salsa y boleros, melodías de Noel Petro (conocido como el torero cantor o el burro mocho) y Pacho Galán con su merecumbé; vallenato con acordeón muy poco se oía, más gustaba el vallenato con guitarra, con Buitrago, Bovea y Montaño, escasamente por la radio y en las fiestas se escuchaban las melodías de Alejandro Durán, Luis Enrique Martínez, Abel Antonio Villa, Juancho Polo, Enrique Díaz, es más, el vallenato muy poco se bailaba, era para escucharlo en las parrandas. Posteriormente, con la aparición de los corraleros

de Majagual, en cabeza de acordeoneros como Alfredo Gutiérrez, Calixto Ochoa, Lisandro Mesa y Cesar Castro, le fuimos cogiendo amor al vallenato.

Luego con el surgimiento de cantantes como Jorge Oñate, Poncho Zuleta y Diomedes Díaz, la ranchera fue desplazada por el Vallenato. De aquí en adelante, esta música opacó las demás, quedando la música Vallenata en el primer lugar.

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LOS DIFUNTOS Al morirse alguna persona, se efectuaba un velorio de 9 noches, todos los días se recitaban oraciones por el alma del difunto, situación que es aprovechada por mucha gente para tomarlo como una especie de fiesta, el personal estaba pendiente de los chistes, el reparto del calentillo y cualquier comestible que algunas veces repartían como galleticas y los enamorados aprovechan esta situación para verse y hablar durante el desarrollo de este evento.

Cuando se iba a dar el entierro, antes de llegar al cementerio, llevaban el cadáver a la iglesia para que el cura lo bendijera y le

diera el último adiós con una oración; lo curioso de esta situación es que en esta población, los hombres no acostumbran a ir a la iglesia, esto es cosa de mujeres, de tal manera que los adultos masculinos que llevaban el féretro, lo entraban a la iglesia y lo dejaban al frente del altar y se salían de la iglesia, luego cuando se terminaba la misa, le avisaban al personal, para que nuevamente entraran y se llevaban el cadáver, así se hacía, sin que los hombres escucharan las palabras del sacerdote.

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Hay un dato diciente y es que una vez un personal de una vereda trajo a la iglesia un cadáver para la respectiva ceremonia y como los dolientes no tenían dinero con que pagar la misa, el cura les manifestó que tenían que cancelar para proceder a cargar el cadáver, ante lo cual los amigos del difunto le respondieron que no tenían plata y si era así, el sacerdote que se quedara con el difunto y procedieron a salir de la iglesia, dejando el muerto en el altar, pero el padre comprendió la vaina y procedió a decirle a los familiares que se llevaran los restos mortales.

Pregunta:

¿Que tal un

Muerto en una iglesia por determinado tiempo,

por falta de dinero, de parte de los dolientes?

LA COMUNICACIÓN La comunicación era muy deficiente, existía el telégrafo eléctrico, el cual funcionaba con unos postes de madera y unos cables de cobre que muchas veces se robaban, mediante el sistema morse, el cual producía un telegrama o marconi, el cual debía ser de poco contenido por cuestiones de costos y rapidez al elaborarlo. También existía Adpostal, era un procedimiento de entrega de sobres o cartas, que se demoraba bastante por el sistema de transporte, con carreteras en mal estado y vehículos lentos y en malas condiciones, a veces funcionaba en caballo o en burro. De igual manera se utilizaban las emisoras,

especialmente radio Libertad, que era la de mayor cobertura en la región. Se daban casos como este: “Avísenle a Pedro en Alejandría que saquen los burros el día 25 a las nueve de la mañana sin falta” Este mensaje lo repetían varias veces, así funcionaban las cosas en ese entonces.

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LOS PERSONAJES "los padres le ofrecía un patrimonio para no casarse"

Cada pueblo, independiente de la región donde se encuentre, siempre tiene sus De otra parte, tenemos al adinerado especial, este posee mucha capacidad financiera y siempre está multiplicando lo que produce. Además, es muy garañón, es decir anda siempre detrás de las mujeres más bonitas del pueblo.

En esa época existía algo que se denominada dote.

Cuando el semental seducía a la novia, a los

padres le ofrecía un patrimonio para no casarse y con esta actitud reponía su falta, a c t u a l m e n t e desapareció esta costumbre por acá, pero dentro de algunos indígenas, todavía persiste. personajes: locos, embusteros, mendigos, políticos, culebreros, músicos, deportistas, acaparadores, opulentos, religiosos, Etc.

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Esta vez me refiero a los ricos, los cuales se manifestaban de dos maneras: El rico cují, la persona que siempre está dispuesta a amasar dinero de cualquier manera, mientras que por el otro lado nunca se gasta un peso, da más una cauchera de alambre, no se toman una gaseosa por no eructarla.

En aquella etapa de la vida, el novio cualquier noche se evadía con la novia y se le presentaban estas opciones: se casaba por la iglesia o le daba un

dote, que consistía en darle en especie algún material que tuviera algún valor como una casa, varias novillas o una finca.

“

Algunas veces el novio se casaba, otras veces le daba una prenda y otras veces se volaba para otra región, dejando a la novia plantada

“

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AQUELLOS TIEMPOS (canción) Hay La vida era mas bonita en aquellos tiempo la vida era mas bonita en aquellos tiempos cuando peleaban los hombres a las trompá había un corral de ganado en medio del pueblo y se veían los fogones de madrugá.

Los hombre no se mataban, morían de viejos porque no existía esta guerra ni la maldad. para los enamorados había una moda que a veces llegaban a visitar la novia y nos ponían a moler, pilar, o buscar agua. los hombre salían de aquí a trabajar a zona y las mujeres tenían que quedarse sola esperando que volvieran en navidad.

En aquellos tiempos, el hombre era caballero se hacía un compromiso para montar una dama no mas tenía que pensar en comprar la cama la mesa con unos cuatro asientos de cuero los platos, par de perol y las dos tinajas la lámpara de petróleo y el tinajero.

Demando este tiempo compadre y creo que no vuelva jamás era lindo vivir en paz y no en este baño de sangre de aquí salía uno tranquilo para Manaure o Atanques para las fiestas de San Isidro Podía sin tener paseo en el rio badillo Sin temor a que nadie pueda molestarte Se veía el ganado suelto por todas partes Y el campesino sembraba el cerro e Murillo. y se marchó ese tiempo compadre 72

Y yo creo que no vuelva jamás Era lindo vivir en paz Y no en este baño de sangre.

La historia guarda celosa que yo recuerdo En las goteras del valle crecía el arroz Las parejas se juraban amor eterno y el niño crecía teniendo temor de Dios.

Los padres quedaban tristes cuando sus hijos se iban a estudiar en el Liceo Celedón llegaban las vacaciones y a su regreso cuando iban entrando al valle les latía el pecho mirando las gotas blancas del algodón aquí venían los arhuacos montados en buelles si alguno como excepción infringía las leyes tenía que pagar panóstico en el mamón.

En aquellos tiempo, como el profesor pegaba aprendía el muchacho, así era la educación la leche en Semana Santa la regalaban a nadie se le negaba un trago de ron los hombres en carnavales se disfrazaban Jamás escondía su cara en un capuchón.

Demando este tiempo compadre y creo que no vuelva jamás era lindo vivir en paz y no en este baño de sangre.

El niño tenía que hacer su propio juguete muchos hombres se morían de mal de amor todavía no había llegado la corrupción a nadie se sobornaba con un billete como había poco se dinero se usaba el trueque para comprar o vender y así era mejor.

Y se marchó este tiempo compadre y creo que no vuelva jamás

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AGRADECIMIENTOS Jeisson Gutiérrez John Fredy Ospino “El Gato” Juan Moisés Reales Jimmy Chavarro Javier Sierra Villalba Daniel King Pumarejo Maria Margarita Garcia Nino Fadurango Leila Sierra Andrade Luis Rengifo Araujo

DISEÑO Y DIAGRAMACIÓN Sierra |Creative Studio

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