ropa. La ira se le instala en el pensamiento y lo lleva a buscar lo que ha hecho que EL GENIO DE LA ENVIDIA Por Jp nieto
tropiece, con la intensión de darle una patada y mandarlo a la luna. Pero al notar que ello es una lámpara se detiene y prefiere recogerla del piso. La lámpara está bastante sucia, así que empieza a limpiarla con unas servilletas de papel que llevaba en
Teatro mundo ediciones Cuentan por ahí que un día un tipo caminaba por la calle con las manos en los bolsillos. Un tipo cualquiera, en una calle cualquiera de una ciudad cualquiera, en un mundo cualquiera. Iba bastante distraído pensando talvez en algo importante o, talvez simplemente en algo fútil. El tipo tropieza con algo que hay en el piso y cae de bruces. Se incorpora rápidamente y se sacude la
un bolsillo. Logra sacarle todo el polvo después de un rato. Luego, pensando que talvez podría obtener algún beneficio económico, con un extremo de la camisa empieza a frotarla para tratar de sacarle brillo. De repente de la lámpara emerge un enorme tipo musculoso y calvo de tez trigueña, y con una especie de remolino de humo por piernas. Este le dice al tipo: Hola, soy el gran genio de la lámpara, imagino que sabrás que por haberme liberado estoy en la obligación de concederte un deseo. El tipo le pregunta: