Milo

Milo

Benjamín Carrasco, Constanza Soto, Josefa Flores y Javier Díaz

Érase una vez, un perro llamado Milo, el cual debido a un accidente que tuvo cuando era pequeño perdió una de sus patas, pero esto no le impidió seguir siendo un perro muy feliz.

Él vive junto a su familia con la cual se lleva muy bien, esto hasta que un día llega un nuevo cachorro a su hogar y al ser un perro sano y de raza, Milo pasa a un segundo plano en su hogar

Siendo molestado constantemente por su familia. Un día Milo se cansó de todo y decidió escaparse de su hogar.

Milo, muy triste por lo sucedido, comenzó a vagar por las calles, hasta que se encuentra con un refugio, donde decide quedarse por un tiempo.

El solo comía basura y restos de comida, sin esperanzas de encontrar nuevamente cariño y compañía.

Hasta que un día, mientras descansaba, se despierta bruscamente por el ruido de una camioneta.

De la camioneta se baja un hombre, quien va hacia Milo y se lo lleva al vehículo, el cual tiene como destino la perrera.

Ya dentro de la camioneta, Milo se fija que hay muchos perros y decide hacerle una pregunta a uno de ellos.

-¿Hacia dónde nos dirigimos?, pregunta Milo, entonces un perro viejo y orejón llamado Toto, le responde con una voz cansada, -Nos llevan a la perrera, pasaremos mucho tiempo allí amigo.

Milo al escuchar la respuesta de Toto se entristece y comienza a llorar.

El perro viejo, Toto, le comenta que los perros que llegan a la perrera no pueden salir nunca, pero por alguna razón, Milo no le creyó.

Luego de un rato en la camioneta, llegaron al lugar donde Toto mencionaba, que era la perrera, en donde Milo fue encerrado en una jaula junto a Toto, y este le dijo:

-Prepárate Milo porque pasaremos aquí un buen tiempo.

-No Toto, nos iremos y seremos felices con nuestra nueva familia, ten Fe.

Pasan las semanas y ellos siguen en la perrera, poco a poco Milo empieza a perder la fe, pero esto cambia cuando un niño pasa por la puerta del recinto junto a su familia.

El niño pequeño dice: ¡Mira mami, hay 2 perritos juntos!, son tán tiernos.. y su madre con cariño le responde: sí hijo, son muy lindos

Milo se sintió muy conmovido por las palabras del niño y su madre, que sin importarle sus defectos como su pata y sus manchas extrañas, lograron ver belleza en él.

Mientras el niño seguía mirándolos con los ojos brillosos, la madre se acercó a su marido para contarle sobre los perros que su pequeño niño había visto con tanta emoción.

Acto seguido, el padre comenzó a hablar con la recepcionista para empezar el papeleo para adoptar a Milo y Toto

Luego de un par de minutos, uno de los hombres que trabaja en la perrera se acerca a abrir su jaula, por fin habían sido adoptados. Muy emocionados, Milo y Toto se suben al auto de la familia con rumbo hacia su nuevo hogar.

Al llegar se dan cuenta que por fin pueden estar tranquilos y sin preocuparse por lo que les podría llegar a pasar.

Luego de unas semanas con su nueva familia, Milo entendió que la vida tiene momentos difíciles, tristes y también felices, se convirtió en un perro muy fuerte que jamás se rindió, superando cada obstáculo que le presentó la vida.

A Milo le esperan muchos años de felicidad, amor y tranquilidad junto a sus nuevos seres queridos, junto a su nueva familia.

FíN