Tarea 2-Zeneida Victoria Ordóñez Jiménez

DESENTRAÑANDO TEJIDOS VEGETALES

ZENEIDA VICTORIA ORDOÑEZ JIMENEZ Revista digital para el curso Biología Vegetal de la UNED

Introducción Las plantas, como organismos vitales para la

las partes de la planta y mantiene su vitalidad a medida

sostenibilidad de nuestro entorno, nos brindan

que maduran. El parénquima, en contraste, se

una serie de servicios ecosistémicos esenciales,

caracteriza por tener una pared primaria delgada y por

tales como refugio, alimento y medicina, que

ser flexibles y permeables al agua. Mientras, que el

sustentan la vida en nuestro planeta (Auderisk et

esclerénquima, por último, se compone de células rígidas

al., 2017). Para comprender el funcionamiento de

y protectoras que mueren al madurar debido a la lignina

las plantas, resulta imperativo adentrarnos en el

que las rodea, lo que impide la absorción de nutrientes y

estudio de su composición.

el intercambio de gases. Sin embargo, estas células dejan

Estos seres vivos, al igual que otros organismos,

paredes gruesas que brindan soporte a la planta (Russel

están compuestos por unidades fundamentales

et al., 2020).

conocidas como células, que desempeñan un papel

Auderisk et al. (2017) destacan que el esclerénquima es

crucial en la estructura y el funcionamiento de las

un componente importante en la madera y fortalece las

plantas. A lo largo de su evolución, las plantas han

fibras del xilema, mientras que los demás tejidos del

desarrollado diversos tipos de células, cada una

sistema fundamental se encargan de llevar a cabo la

destinada a cumplir funciones específicas.

fotosíntesis en las hojas y tallos.

El primero de estos sistemas es el sistema de tejido dérmico, que se compone de la epidermis y la peridermis. La epidermis, que constituye la capa protectora externa durante el primer año de crecimiento de la planta, está formada por células cercanas que actúan como un escudo defensor (Nabors, 2006). Con el tiempo, esta epidermis evoluciona en peridermis, un tejido compuesto por células muertas de corcho, que regula el intercambio de oxígeno, dióxido de carbono y vapor de agua entre la planta y su entorno (Auderisk et al., 2017).

El tercer sistema, el sistema vascular, comprende el xilema y el floema. El xilema transporta agua y minerales en un flujo casi unidireccional y se compone de traqueidas, vasos, fibras xilemáticas y parénquima xilemático, siendo las traqueidas y los vasos los elementos conductores (Disha Experts, 2017). El floema, por otro lado, facilita la conducción de carbohidratos y otros solutos orgánicos en un flujo bidireccional y consta de siete tubos, células acompañantes, parénquima del floema y fibras del floema. Únicamente estas últimas están inactivas (Disha Experts, 2017). Estos tejidos componen los haces vasculares de las hojas y tallos (Auderisk et al., 2017).

El sistema de tejido fundamental engloba tres tipos de células: el colénquima, el parénquima y el esclerénquima, cada uno con funciones específicas.

El colénquima, por ejemplo, proporciona soporte a

Estos sistemas de tejidos son los cimientos esenciales de la anatomía de las plantas, y se pueden apreciar en profundidad mediante el uso de herramientas de observación como el Foldscope.

Desarrollo A continuación se presentan los cortes realizados a diferentes plantas y sus partes. Para ver los materiales y el Foldscope armado, ir a anexos.

Papa

(Solanum tuberosum)

Pertenece a la familia Solanaceae, es una planta herbácea, de tipo dicotiledónea. Esta tiene dos sistemas, uno aéreo y otro subterráneo de naturaleza rizomatosa, es decir, las papas producen tubérculos (Chila et al., 2017). Estos tubérculos que produce el vegetal están compuestos por parénquima de reserva, estas almacenan diversas sustancias, estas se almacenan en diferentes partes de la planta, en el caso de la papa, la sustancia que se guarda es el almidón, una sustancia ergástica que se produce en forma de granos en los amiloplastos, que pueden contener uno o más granos de almidón (Valencia, 2018).

Figura 1.

Figura 2.

Raspado de papa, con amiloplastos visibles.

Corte transversal de papa con los aminoplastos dentro de las células.

Pared celular

Amiloplastos

Amioplastos

Citoplasma

Nota: Elaboración propia (2023).

Nota: Elaboración propia (2023).

Figura 3.

Raspado de pera, con dos esclereidas visibles.

Pera

(Pyrus communis)

Pertenece a la familia de rosáceas y al género Pyrus, hay Esclereidas

muchas especies que se clasifican en occidentales u orientales. Tienen dos partes, la parte aérea y el aparato radical (Lalatta, 2018). Sin importar la clasificación, todas poseen esclereidas, abundantes en celulosa y lignina (The Korea Foundation, 2019).

Nota: Elaboración propia (2023).

Tomate

(Solanum lycopersicum)

El tomate es de la familia Solanaceae, con hojas dispuestas de forma alterna, sus frutos carnosos o bayas contienen muchas semillas que suelen contener agentes químicos de tipo tóxico (Nabors, 2006).

El color de tomate se relaciona con los cromoplastos, los cuales con un tipo de plastidios que no son fotosintéticamente activos y de forma variada. Su coloración se relaciona con la presencia de pigmentos del grupo de los carotenoides. Además, en el tomate los C contienen licopina y se tiñen de rojo (Fernando, 2006).

Figura 4.

Figura 5.

Corte paradermal de un tomate.

Epidermis del tomate, vista por un corte paradermal.

Pared celular Cromoplastos

Citoplasma

Nota: Elaboración propia (2023).

Nota: Elaboración propia (2023).

Clavelillo o diente de leon rojo

(Emilia sonchifolia)

Figura 6.

Corte transversal del tallo del clavelillo.

Parénquima

Asteraceae Distribución pantropical, aparentemente originario de

Colénquima

China, India y el sudeste asiático y naturalizado en África, Epidermis

Australia, América y varias islas oceánicas. Su utilización es con fines medicinales como antiflogístico y para la disentería. Además, tiene una función en el manejo El control químico puede elegir metribuzina, rometrina y bentazona (Zhenghao y Chang, 2017).

Nota: Elaboración propia (2023).

Figura 7

Remolacha

(Beta vulgaris)

Corte transversal a las hojas de remolacha.

Parénquima

La remolacha, también conocida como betabel, es una Floema

planta de raíz comestible que se cultiva en todo el mundo, pertence a la familia Amarantáceas y es originaria del sur de Europa. La remolacha es rica en antioxidantes,

Xilema

vitaminas, flavonoides y minerales, y se ha demostrado que tiene efectos beneficiosos para la salud, como la reducción de la presión arterial y la mejora de la función

Nota: Elaboración propia (2023).

cognitiva (Gomez y Cifuentes, 2018).

Cucaracha

(Tradescantia zebrina)

Figura 8.

Monocotiledónea

Corte paradermal de la planta cucaracha.

Su nombre proviene del portugués Zebra (cebra) y el sufijo “nus” a “um” es decir rayas como las cebras, comparando su Estomas

apariencia rallada. Dicha planta pertenece a la familia de commelináceas, es originaria de México y America Central.

Es una planta herbácea densa con tallos rastreros, muy común como siembro en el hogar, posee radiantes en nutos, y llegas a extenderse hasta 50 cm de largo. Tiene hojas que son

Nota: Elaboración propia (2023).

sésiles y se disponen en dos filas (Sánchez, 2020).

Apio (Apium fraveolens L.) El apio es una planta que pertenece a la familia botánica Umbeliferae, también conocida como Apiaceae. Es una planta ampliamente cultivada en regiones templadas de todo el mundo y es conocida tanto por sus tallos crujientes como por sus hojas verdes y aromáticas. Es un ingrediente popular en la cocina, utilizado en ensaladas, sopas, guisos y como guarnición debido a su sabor característico y sus propiedades nutritivas. Uno de los componentes destacados del apio es su aceite esencial, que contiene apiol, una sustancia química natural con propiedades medicinales y aromáticas. El aceite esencial de apio se utiliza en la aromaterapia y en la industria de fragancias (Berdonces et al., 2019).

Figura 9.

Figura 10.

Corte transversal del tallo del apio..

Corte transversal del tallo del un apio.

Parénquima Floema Colénquima

Xilema

Epidermis Nota: Elaboración propia (2023).

Nota: Elaboración propia (2023).

Zacate

(Urochloa brizantha)

Monocotiledónea

La Brachiaria brizantha es un pasto africano naturalizado en áreas tropicales húmedas, utilizado en pastoreo y como forraje en Colombia, donde se le conoce como "braquiaria" o "pasto alambre". Su crecimiento puede ser recto o ligeramente decumbente, con unos tallos que alcanzan una altura que varía de 60-150 cm a veces hasta 2 m. Puede causar fotosensibilización en ganado debido a la esporodesmina y también puede tener hongos endófitos que pueden conferir resistencia contra hongos fitopatógenos, aunque su impacto tóxico aún no está claro (Díaz, 2010).

Figura 11.

Figura 12.

Corte transversal del tallo de zacate.

Corte transversal del tallo de zacate.

Colénquima Epidermis

Parenquima

Parenquima

Colénquima

Epidermis Has vascular

Nota: Elaboración propia (2023).

Nota: Elaboración propia (2023).

Culantro castilla

(Coriandrum sativum).

Figura 13.

Corte transversal del tallo del apio..

Floema

Xilema Parenquima

Nota: Elaboración propia (2023).

La planta de culantro (Eryngium foetidum), como señala Muñoz (2020), pertenece a la familia Apiaceae (anteriormente conocida como Umbelliferae). A pesar de considerarse una planta de estación fría, tiene la notable capacidad de adaptarse a una variedad de climas y tipos de suelos. Se cree que su origen se encuentra en la región del Mediterráneo, Asia Menor y el norte de África, y fue introducida en América durante la conquista en 1569.

Esta planta exhibe un periodo vegetativo corto, y su sistema radicular es delicado y sencillo, caracterizado por una raíz axonomorfa delgada con numerosas ramificaciones.

Las características de la planta a nivel celular, ¿Cómo son las principales células presentes en el tallo, raíz y hoja?

En el mundo de la botánica, las plantas son organismos vivos compuestos por células, y al igual que cualquier ser vivo, su crecimiento y desarrollo están estrechamente relacionados con la división celular, conocida como mitosis. Esta vital mitosis ocurre en células especializadas llamadas meristemas, que son fundamentales para la producción de nuevas células y, en consecuencia, para el crecimiento de la planta. Los meristemas se encuentran en todo tipo de plantas y son esenciales para mantener su vitalidad y capacidad de crecimiento continuo. Entre las células meristemáticas, encontramos las células iniciales, que se mantienen dentro del meristemo como una fuente constante de nuevo crecimiento. Las células meristemáticas son indiferenciadas, lo que significa que no tienen una estructura o función específica en ese momento. A medida que las células se alejan del meristemo y comienzan a desempeñar roles especializados, se convierten en células diferenciadas (Nabors, 2006).

En las plantas, existen diferentes grados de diferenciación celular, lo que implica que algunas células son más especializadas que otras. Curiosamente, en ocasiones, las células diferenciadas pueden revertir a su estado meristemático a través de un proceso inverso. Este fenómeno es particularmente evidente en el desarrollo de los meristemos laterales y en la ingeniería de tejidos en entornos de laboratorio. Volviendo a las células diferenciadas en las plantas, encontramos tres tipos fundamentales: las células del parénquima, las células del colénquima y las células del esclerénquima (Nabors, 2006).

A continuación, se presenta una tabla que resume la información esencial sobre estas tres categorías de células presentes en las plantas. Estas células se encuentran a lo largo de todas las estructuras de las plantas y son comunes en la mayoría de las muestras caseras preparadas.

Tabla 1.

Características celulares de las diferentes células presentes en el tejido simple de las plantas

Tipo de células

Características, ubicación, funciones y forma

Parénquima

1. Fotosíntesis (mesófilo): Las células parenquimatosas desempeñan un papel fundamental en la fotosíntesis al encontrarse en el mesófilo de la planta.

2. Almacenamiento: Este tejido almacena nutrientes y otras sustancias importantes.

3. Secreción: Participa en la secreción de compuestos vitales para la planta. Reparación del tejido: Las células parenquimatosas contribuyen a la reparación de tejidos dañados.

4. El tejido de parénquima se compone de células parenquimatosas, que son delgadas, flexibles y de forma variada, como esféricas, cúbicas o alargadas. Estas células permanecen vivas en el tejido maduro, dividiéndose y desempeñan funciones clave variadas. Tienen una pared celular primaria delgada y, por lo general, carecen de pared celular secundaria.

5. Ubicación: En todo el vegetal, pero es más fácil de encontrar en las hojas y los tallos jóvenes.

Colenquima

1. Funciones: Brindar sostén, este es un sostén estructural maleable y elástico.

2. Este apoya el rápido crecimiento de las plantas.

3. La pectina es un polisacárido, presente en las células que le da flexibilidad a su pared principal, la cual se ensancha al colindar con tres o más células.

4. Sus células son alargadas y con varias caras.

5. Las células colenquimatosas están vivas en su madurez, pero en general no pueden dividirse.

6. Ubicación: Se encuentran en todas las plantas nuevas, no leñosas, en los tallos y en los pedicelos de las hojas. También se encuentra, en las plantas, cerca del tejido vascular y a lo largo del sistema nervios primario en algunas hojas. En los tallos de apio, se encuentra en sus peciolos y bandas de sostén asociadas al tejido vascular.

Esclerenqui ma

1. El tejido colenquimatoso brinda sostén, siendo maleable y elástico.

2. Apoya el rápido crecimiento de las plantas.

3. La pectina en las células le proporciona flexibilidad a la pared principal, que se ensancha al tocar tres o más células.

4. Sus células son alargadas y con múltiples caras.

5. A pesar de estar vivas en la madurez, las células colenquimatosas generalmente no pueden dividirse.

6. Ubicación: es menos común en plantas pequeñas. Sus fibras se encuentran en los tallos, mientras que las esclereidas pueden hallarse en huesos y frutos, como en la textura granulosa de la pera.

Nota: Fuentes empleadas en el cuadro son: Auderisk et al. (2017), Solomon et al. (2013), Starr et al., (2018) y Nabors (2006).

¿Qué características y funciones tienen los tejidos presentes en los órganos estudiados?

El tejido vascular en las plantas es esencial para el transporte de agua, nutrientes y sustancias orgánicas a lo largo de la estructura vegetal. Se compone de dos componentes principales: el xilema y el floema. Estos tejidos desempeñan un papel crucial en el crecimiento, desarrollo y funcionamiento de las plantas.

El xilema es un tejido clave en las plantas, y se compone de varios tipos de células especializadas. Las traqueidas y elementos de vaso son responsables de la conducción de agua y minerales nutrientes, además de proporcionar soporte estructural. Las células parenquimatosas de xilema tienen un papel en el almacenamiento de nutrientes, mientras que las fibras, también conocidas como células esclerenquimatosas, desempeñan un papel fundamental en el soporte y refuerzo de la planta. Estas células son comunes tanto en angiospermas como en gimnospermas, a excepción de los elementos vasculares, que son menos comunes en las gimnospermas. El xilema es esencial para el transporte y la estructura en plantas vasculares (Solomon et al., 2018).

El floema, otro tejido crucial en las plantas, está compuesto por varios tipos de células especializadas. Los elementos de tubo criboso son responsables de la conducción de azúcar en disolución, al tiempo que proporcionan soporte estructural. Las células acompañantes tienen la capacidad de controlar el funcionamiento y cargar azúcar en los tubos cribosos. Las células parenquimatosas de floema tienen un papel en el almacenamiento de sustancias. Por otro lado, las fibras, también conocidas como células esclerenquimatosas, desempeñan un papel importante en el soporte y el refuerzo del tejido. El floema se encuentra distribuido a lo largo de la planta tanto en angiospermas como en gimnospermas, desempeñando un papel fundamental en el transporte de nutrientes y en el funcionamiento general de la planta (Auderisk et al., 2017).

El tejido epidérmico en las plantas comprende dos componentes principales: la epidermis y la peridermis. La epidermis está compuesta por células epidérmicas, que forman una cubierta protectora en la superficie de la planta, y células guardia, que regulan la apertura y cierre de los estomas, con tricomas que cumplen diversas funciones. Este tejido se encuentra en las capas exteriores de todo el cuerpo vegetal primario. Por otro lado, la peridermis, que reemplaza a la epidermis en tallos leñosos y raíces, está formada por células de corcho que proporcionan una cubierta protectora, y células de cambium de corcho, que son meristemáticas y generan nuevas células, así como células de parénquima de corcho, destinadas al almacenamiento. La peridermis es una capa externa esencial en estas partes de la planta (Nabors, 2006).

Dentro de las estructuras estudiadas, algunas de ellas no han sido previamente mencionadas en cuanto a su función y su relación con el sistema en el que se encuentran o son controladas. Un ejemplo de esto son las células oclusivas o estomas, que son reguladas por el sistema epidérmico y desempeñan un papel crucial en el intercambio de gases. Los estomas son poros ubicados en la superficie de las hojas y están controlados por dos células oclusivas. En su mayoría, se encuentran en el envés de las hojas (Raven et al., 2013). Esta ubicación los protege del polvo y las altas temperaturas. Los estomas permiten la entrada de dióxido de carbono en las hojas para llevar a cabo la fotosíntesis, al mismo tiempo que permiten la liberación de vapor de agua y oxígeno en cantidades significativas (Nabors, 2006).

Otras estructuras no mencionadas previamente son los bulbos y los frutos, ambas examinadas en este estudio. Los bulbos tienen múltiples funciones, incluyendo la anclaje de la planta al suelo y la absorción de minerales (Starr et al., 2017). En el caso de la raíz, aunque no se realizó ningún corte en este análisis, esta posee un sistema vascular que facilita sus funciones de transporte de agua y nutrientes del suelo, así como la presencia de parénquima. Con respecto al único fruto estudiado, ya se mencionó que contiene esclereidas, células que le otorgan su característica textura granulosa a la pera.

Tipo de crecimiento de la planta y cómo se relaciona con la distribución de los tejidos en tallo, raíz y hoja en una planta adulta.

Las plantas experimentan dos tipos de crecimiento relacionados con los meristemos. El crecimiento primario implica el alargamiento de la raíz y el tallo a través de los meristemos apicales, que son pequeñas estructuras en forma de cúpula en las puntas de las raíces y los vástagos (hojas y tallos). Estos meristemos apicales se dividen, lo que da lugar al crecimiento celular y forma el cuerpo vegetal primario. El meristemo apical del tallo es responsable del alargamiento del vástago y la producción de hojas, que se originan en estructuras llamadas primordios foliares. Un fino pecíolo conecta la hoja al tallo en un punto conocido como nudo (Nabors, 2006).

Figura 14.

Esquema de la división del meristemo apical.

Sistemas primarios Meristemo primario Protodermis

Epidermis (Sistema de tejido dérmico)

Meristemo

Meristemo

apical

fundamental

Tejidos fundamentales (Parénquima, colénquima y esclerénquima y Sistema de tejido fundamental).

Procámbium Nota: Fuente Nabors (2006), p. 75.

Xilema primario y floema primario (sistema de tejido vascular)

Los meristemos apicales desempeñan un papel fundamental en la generación de tejido primario, lo que se refleja en la formación del cuerpo vegetal primario a partir de la división de los meristemos apicales de la raíz y del vástago. Esto da origen a los meristemos primarios conocidos como protodermis, procámbium y meristemo fundamental (Nabors, 2006). Estas células producidas por los meristemos primarios se alargan y se diferencian para constituir el tejido primario (Nabors, 2006).

En lo que respecta al crecimiento secundario, este se lleva a cabo en meristemas laterales, y tanto árboles como arbustos experimentan ambos tipos de crecimiento. Mientras el crecimiento primario impulsa el alargamiento, el crecimiento secundario aumenta la circunferencia de las plantas debido a divisiones celulares en meristemas laterales. Estos meristemas se extienden a lo largo de tallos y raíces, excepto en las puntas (Solomon et al., 2013).

Dos meristemos laterales clave en el crecimiento secundario son el cámbium vascular y el cámbium de corcho.

El cámbium vascular se encuentra entre la madera y la corteza en plantas leñosas y, a través de divisiones celulares, añade células al xilema secundario y al floema secundario. El cámbium de corcho, ubicado en la corteza exterior, produce corcho hacia el exterior y almacena en una o dos capas subyacentes de células de parénquima (Solomon et al., 2013). La peridermis, que conocemos como la cubierta protectora, en realidad es una combinación de células de corcho, cámbium de corcho y parénquima de corcho. La corteza, en cambio, es la capa más externa en los tallos y raíces leñosos, que abarca todo lo que se encuentra fuera del cámbium vascular, compuesta por una corteza interior viva (floema secundario) y una corteza exterior en gran medida muerta (peridermis) (Solomon et al., 2013).

El crecimiento del tallo es especialmente complejo, ya que debe producir hojas y ramas axiales. Los meristemos apicales desencadenan la formación de primordios foliares y yemas axilares sucesivamente, lo que se traduce en protuberancias que se desarrollan, crecen y se diferencian en hojas. Las yemas axilares, por otro lado, se convierten en ramas con sus propios meristemos apicales. Un solo vegetal puede tener múltiples meristemos apicales, dependiendo de la cantidad de ramas que desarrollen. Estos meristemos pueden cambiar su función de producción de hojas a producción de flores (Nabors, 2006).

El análisis de la composición de las plantas revela una organización celular fundamental.

El botánico Matthias Schleiden, en 1838, identificó que todas las estructuras vegetales están compuestas por células eucariotas con núcleo. Estas células vegetales se caracterizan por sus paredes celulares, que facilitan la visualización de sus límites (Auderisk et al., 2017). Las plantas han desarrollado diversos tipos de células especializadas, que se agrupan en tejidos. Existen tres tipos de sistemas de tejidos vegetales: el tejido simple, que consiste en un solo tipo de célula, y los tejidos complejos, como el dérmico y el vascular, que contienen dos o más tipos de células (Solomon et al., 2013).

El tejido fundamental, que ocupa la mayor parte de la planta, desempeña múltiples funciones, como la fotosíntesis, el almacenamiento y el soporte estructural. Se compone de tres tejidos: parénquima, colénquima y esclerénquima. El parénquima es versátil, almacena proteínas, almidón, aceites y agua, y sus células continúan vivas en la madurez, manteniendo la capacidad de dividirse. El colénquima proporciona soporte estructural flexible a las partes de la planta en crecimiento, y sus células también persisten en su madurez. Por último, el esclerénquima está formado por células que mueren después de madurar y tienen paredes celulares gruesas ricas en polímeros duraderos como la celulosa y la lignina (Starr et al., 2018).

El sistema vascular, un intrincado sistema de conducción, se encarga del transporte de agua, minerales y nutrientes en la planta, además de proporcionar soporte. El sistema epidérmico cubre la superficie de la planta (Solomon et al., 2013).

El conjunto, estos tejidos forman los órganos de la planta, como raíces, tallos, hojas, partes florales y frutos, y cada uno de estos órganos contiene los tres sistemas de tejidos. Además, estos sistemas de tejidos están interconectados a lo largo de la planta, permitiendo, por ejemplo, la continuidad del sistema vascular desde la raíz hasta la hoja (Starr et al., 2018).

Auderisk et al. (2017) detallan que el cuerpo de una planta terrestre consta de sistemas de raíces y brotes. Las raíces, siempre subterráneas, anclan la planta al sustrato y absorben agua y minerales. Además, almacenan los productos excedentes de la fotosíntesis, transportan diversas sustancias y pueden establecer relaciones simbióticas con hongos y bacterias. Por otro lado, los brotes, que se encuentran sobre el suelo, incluyen tallos, yemas, hojas, flores y frutos. Sus funciones abarcan la fotosíntesis, el transporte de materiales, la reproducción y la síntesis de hormonas.

Conclusiones Trabajar con diversos cortes utilizando una herramienta tan valiosa como el microscopio de papel nos ha proporcionado una visión profunda de la compleja composición de las plantas. Hemos descubierto que cada uno de sus órganos está compuesto por sistemas especializados, con células adaptadas a funciones vitales. Las plantas presentan tres sistemas fundamentales: el sistema fundamental, el dérmico y el vascular, siendo este último exclusivo de las plantas vasculares. El uso de microscopios, aunque sin una ampliación específica conocida, desvela su importancia en el trabajo de campo, donde los microscopios tradicionales no son viables debido a la falta de energía. Estos dispositivos permiten la observación de estructuras que serían inaccesibles al ojo humano sin instrumentos, como las células vegetales y las células oclusivas de los estomas.

El análisis de las muestras presentadas en este trabajo arroja luz sobre la gran cantidad de información aún por descubrir en la descripción de la composición de las plantas. A medida que continuamos investigando y explorando, es esencial reconocer la importancia de las herramientas, como el microscopio de papel, que nos ayudan a desentrañar los misterios de la biología vegetal. Este trabajo subraya la complejidad y la riqueza de la estructura de las plantas, lo que nos anima a seguir profundizando en este campo de estudio y a apreciar la diversidad y la belleza de la vida vegetal que nos rodea.

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Anexos:: Figura 15.

Foldscope armado y heramientas.

Nota: Elaboración propia (2023).

Figura 16.

Materiales a observar en cortes.

Nota: Elaboración propia (2023).