UNA AVENTURA CABEÑA
La familia se prepara para un emocionante viaje en bote por el océano. Cargan todo lo necesario y parten hacia el mar.
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La familia se prepara para un emocionante viaje en bote por el océano. Cargan todo lo necesario y parten hacia el mar.
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Escrito por: Jimena Soto González
Ilustrado por: Jimena Soto González
Editorial Almadía, S. A. de C.V.
Primera Edición e impresión
Fecha de publicación 10 de marzo de 2023
La familia Soto se prepara para un emocionante viaje en bote por el océano.
¡Vamonos!
Cargan todo lo necesario y parten hacia el aeropuerto.
Toman un avión hacia Los Cabos, Baja California Sur
¡Estoy muy emocionada!
Ya quiero llegar
Embarcan en un bote para tener la gran aventura marina que tanto ansiaban, en especial las más pequeñas del hogar, Ivanna y Regina.
¡Listos para zarpar!
Snorkelear...
Pescar...
¡AAAHHHH!
¡Estaban haciendo muchísimas actividades super divertidas! Brincar...
Cuando de pronto, la familia se encuentra con un grupo de mantarrayas que nadan a su lado. Los niños se emocionan y se asoman por la borda para intentar tocarlas.
El padre les explica que deben tener cuidado, ya que algunas pueden ser peligrosas. Mientras tanto, la madre toma asiento en el borde del bote cuando de repente se esucha un grito....
Conforme pasaba el tiempo, los Soto sin darse cuenta, se alejaban cada vez más de la orilla y de la costa, y de pronto...
¡Escuchan un sonido peligroso!
De repente, un enorme lobo marino sale de la nada y empieza a mordisquear en el aire.
Todos quieren pararlo, pero ninguno sabe cómo ni qué hacer... Entonces Angel pensó...
A lo mejor solamente está hambiento y busca que le den comida
Debatieron sobre que pescado darle, pues habían pescado dos especies y no sabían cual sería buena para el animal.
Compartió su idea con los demás, y todos estuvieron de acuerdo.
A pesar de que habían más barcos a su alrededor, el lobo marino no se bajaba de su barco, pero ellos aún no sabían que darle. Fue entonces, cuando vieron a la distancia a una lancha que vendía carnada viva, y rápido les llamaron para comprarle alguna.
¡¡¡Hey!!!
¿Así son siempre estos animales?
El vendedor le dijo a el papá que los lobos marinos están acostumbrados a que los turistas les den pescados, por eso se ponen así de insistentes cuando huelen que tu has ido de pesca, para que les compartas. También dijo que no lastiman y no hacen daño, pero es normal que su tamaño y sonidos asusten.
¡¡Ya vamos!! Aguarden la calma
Después de un rato, se pudo apreciar el atardecer y todos lo admiraron un momento
De vuelta a casa
La noche se avecinaba, por lo que al padre le pareció peligroso seguir a oscuras en el océano, así que tomo la decisión de regresar al puerto.
Me encantó este paseo, ¿Y a ti hermana?
También, ojalá regresemos pronto
Ya de regreso al puerto, la familia comenta emocionada todo lo que vivieron en su viaje.
La mía ver muchos peces
Vamos por tacos
Mi parte favorita fueron las mantarrayas
¡Estoy ansiosa por contarle a nuestros amigos sobre el lobo marino!
Antes de desembarcar, la mamá grito:
¡UNA FOTO PARA EL RECUERDO TODOS!
Muy hamrientos todos, hicieron una parada rápida a los tacos
¡Adiós Cabo!
La familia regresó muy cansada pero muy feliz de su aventura
A descansar, te extrañé Lola
¡Muchas gracias por el viaje papá!