transformaciones balnearias

MPAA ESTUDIOS OFICIALES DE MÁSTER Y DOCTORADO EN PROYECTOS ARQUITECTÓNICOS AVANZADOS

transformaciones balnearias baños colectivos del siglo XVIII al XXI playa, balneario, piscina, parque acuático Jordi Hernández de Gispert Itinerario de investigación jordihernandezdegispert@yahoo.es / jordihern@hotmail.com

ES Breve recorrido a través de las transformaciones en la configuración de los baños colectivos desde la industrialización hasta la actualidad. Mitos, descubrimientos, elementos y contraposición que acompañan a las estaciones balnearias, nos permiten intentar observar y analizar la transfiguración del baño colectivo de forma objetiva, dialéctica, indolente. Entendiendo playa, balneario y piscina como baños de la industrialización europea. Y entendiendo el parque acuático como el baño industrializado.

PALABRAS CLAVE: playa, balneario, piscina, parque acuático.

EN Brief tour through the transformations in public bath's configuration from the industrialisation period until now. Myths, discoveries, elements and contrapositions which go with bath resorts, allow us to intend to observe and analyse public bath's transfiguration, in an objective, dialectical and indolent manner. Understanding beach, spa and and swimming pool as the European industrialisation public baths. And understanding the water park as the industrialised bath.

KEYWORDS: beach, spa, swimming pool, water park.

INTRODUCCIÓN

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MITOS

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METAMORFOSIS

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MIEDO

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MIRADA

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DESCUBRIMIENTO

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PARAÍSO

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TURISMO

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EDUCACIÓN

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OCIO

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ELEMENTOS

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VESTUARIO

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SOL

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SALTO

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TEMPERATURA

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BORDE

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CONTRAPOSICIÓN

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ESENCIA

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RECREACIÓN

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EXHIBICIÓN

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ASOMBRO

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MÍMESIS

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INDOLENCIA

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DELIRIO

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REPRESENTACIÓN

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DESEO

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FLORACIÓN

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EMULACIÓN

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MARGEN

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ILUSTRACIONES

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BIBLIOGRAFÍA

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INTRODUCCIÓN

fig. 1 Para la decadencia del aura, dentro del seno de la producción en masa, esto es ahora lo significativo: la reproducción masiva de la imagen. (Walter Benjamin, s.f.)

La intención de esta tesis es deshilachar las transformaciones que han dado lugar a los baños colectivos característicos del periodo de industrialización europea hasta la actualidad.

Con el paso del tiempo, tanto el carácter de estos espacios colectivos como el de la gente que los habita, varía sustancialmente. A través de los distintos puntos de vista con los que se han interpretado las formas del baño observamos su paulatina transformación.

La existencia del baño se remonta prácticamente al origen de la existencia del hombre. Por tanto no existe un único y verdadero origen. Se han hallado vestigios de pilas de terracota, para practicar la ablución, en los primeros palacios de las civilizaciones de Asia Menor y del este del Mediterráneo en torno al 2000 a.C. En la Grecia Clásica encontramos el gimnasio, en la Roma Imperial, las termas romanas. Luego, mientras el Cristianismo penaliza la práctica del baño como acto impuro, éste se mantiene y modifica en Constantinopla a través de la forma del baño turco, el hammam, mientras que en el resto de Europa se pierde dicho hábito.

Diversos factores metamorfosean el espacio que conforma la playa. Podemos distinguir los mitos inherentes al baño desde la antigüedad y los mitos posteriores a la revolución industrial. Estos dos campos van a conformar los dos primeros capítulos de la tesis. De este modo, la tesis se estructura en cuatro apartados.

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Primero veremos los mitos del pasado concentrados en tres: la metamorfosis, el miedo y la mirada.

Como segundo capítulo, le sucede el descubrimiento e invención de los baños colectivos de los siglos XVIII y XIX, a través de los nuevos mitos que sustituyen y complementan a los anteriores. Se concentran también en tres: la representación del paraíso, como lugar de evasión respecto a la vida en la ciudad; la educación y el deporte, como recursos de mecanización y eficacia u optimización del tiempo-espacio-consumo; y la erradicación del turismo masificado, en constante balance por la convivencia con lo autóctono y junto a la noción terapéutica generada alrededor del culto al baño y al cuidado del cuerpo. Luego, un cuarto mito del pasado y del presente, el ocio.

Estos dos primeros capítulos toman como referencia principal el estudio de Alain Corbin sobre el descubrimiento del baño en ribera, El territorio del vacío (Alain Corbin, 1993).

El tercer apartado de la tesis, pretende exponer una serie de elementos físicos, tangibles, que forman el baño. El cuarto apartado de la tesis, establece una serie de contraposiciones entre diversos baños, en distintos contextos históricos culturales o geográficos, con la intención de invitar a la reflexión respecto a diversas formas del baño colectivo, sobre sus distintas representaciones, y sobre sus transformaciones a los largo del tiempo.

Todos estos conceptos se entremezclan constantemente en cualquier baño. Por tanto, la subdivisión en capítulos no es más que una manera de facilitar la explicación aclaratoria. Se pretende así, exponer el tema sin categorización, historicismo ni metáfora. Por otro lado, la composición del texto invita a una lectura sin orden preciso. Con esto, se pretende abordar el asunto del baño colectivo desde diversos enfoques, para poder interpretar cualquier baño a partir de los parámetros propuestos: mitos, descubrimiento, elementos y contraposiciones.

Esta exposición quisiera abrirse a tantas conclusiones como lectores haya. Sin embargo, presentar una tesis demanda un epílogo. Así, margen, revisita cuestiones tratadas sin hermetizar ningún juicio.

Se las denominará sociedades post-industriales si se pretende señalar la distancia que las separa de las sociedades de industrialización que las han precedido, y que todavía se mezclan con ellas tanto bajo su forma capitalista como bajo su forma socialista. (Alain Touraine,1969)

Dentro de este marco diremos que durante el periodo de industrialización se descubre el baño en la playa y propaga el baño en balnearios y piscinas. En cambio, en la sociedad post-industrial se difunde el disfrute del parque acuático.

Espero que la lectura que sigue invite a más reflexiones, contradicciones y dudas sobre los orígenes y futuros procesos de transformación del baño colectivo.

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MITOS

fig. 2 Encontramos entorno al baño diversos mitos desde la antigüedad. Los mitos fluctúan según lugar, momento y cultura. De entre los mitos que conforman el aura del baño colectivo destacamos tres: metamorfosis, ligada al pudor; miedo, luego deseo; y mirada, desnudo. Estos 3 mitos podemos considerarlos inherentes al baño, relacionados a la mitología y la religión. Por tanto, forman la noción arcaica del baño, sobre todo, de océano y mar.

Un cuarto mito, también existente desde la antigüedad, pero no con tanta intensidad ni con el mismo sentido que en la actualidad, es el mito del ocio. El ocio es de singular importancia ya que adquiere un valor capital dentro de los baños después del siglo XVIII, sobre todo el ocio como divertimento (otiositas) y como espacio de consumo del tiempo libre (nec-otio).

La intención de exponer los siguientes mitos o creencias, no pretende más que evidenciar los sentimientos e inquietudes que provoca el baño de una manera más intuitiva. De este modo, quizá será posible la consideración del baño desde su lógica háptica y sensorial.

Pretendemos acercarnos a las sensaciones que debía experimentar un bañista del siglo XVIII y XIX. Imaginar, para luego desprendernos de ellas.

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METAMORFOSIS

fig. 3 Cual suelen aparecer las nubes cuando el sol las hiere con sus rayos o la rosada aurora después de ocultarse las estrellas, tal pareció el rostro de Diana al verse desnuda en presencia de un hombre. [...]

Confuso, no sabe qué hacer, si emboscarse en la selva o volverse al palacio de su padre; el pudor le impide aquello y esto el temor, y en medio de esta duda le descubren sus perros. [...]

Al oírse nombrar, levanta el miserable la cabeza; ellos sienten amargamente no verle y que no asista al espectáculo de la presa; él quisiera ciertamente hallarse ausente, quisiera asistir al espectáculo, pero no ser él mismo la víctima.

Ovidio, s. III a.C. En la representación de Tiziano del baño de Diana frente a Acteón, apreciamos uno de los aspectos más importantes del baño, el pudor. En el mito de Diana y Acteón, relatado en las metamorfosis de Ovidio, Diana, ruborizada por ser vista por sorpresa mientras se baña en la ribera, transforma a Acteón en ciervo, siendo éste luego devorado por sus propios perros de caza.

Hallamos aquí una doble transformación, la del cuerpo que se desprende del ropaje, y la del hombre en ciervo. Por tanto, la metamorfosis epidérmica, y la metamorfosis del contenido. Encontramos así el hecho que hace del baño colectivo un lugar de convivencia de sensaciones contradictorias: la intimidad del cuerpo desnudo expuesto a la mirada ajena de la colectividad.

Cada sociedad va a responder de forma distinta al pudor del baño. Tanto en las primeras termas romanas como los primeros baños en la playa encontramos el conflicto sobre la desnudez. El compartir el mismo espacio y grado de desnudez para ambos sexos invoca, en cada caso y momento cultural, varias situaciones de permisividad, crítica y regulación.

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MIEDO

fig. 4 Mi razón empuñaba sin éxito el timón; la tormenta, jugando, frustraba sus esfuerzos, y mi alma, sin mástiles, como gabarra vieja, bailaba sobre un mar monstruoso y sin límites.

Charles Baudelaire, Los siete viejos Desde la Creación y el Diluvio en el Génesis, se infunde durante la Edad Media el miedo a las aguas del mar. El Génesis impone la visión del “Gran Abismo”, lugar de insondables misterios, masa líquida sin puntos de referencia, imagen de lo infinito, lo inasible, y sobre el cual, en el inicio de la Creación, flotaba el espíritu de Dios.

El mar es un reducto de las tinieblas, un medio desconocido y peligroso, habitado por monstruos y expuesto a la tempestad. Es, por tanto, el naufragio una de las situaciones más terribles de imaginar.

El océano constituye el vestigio de esa sustancia primordial indiferenciada que, para convertirse en naturaleza creada, necesita una forma. En la pintura de la balsa de la medusa, encontramos el miedo en distintas facetas: desde la desesperación del pensador frente a los cuerpos impúdicamente amontonados, a los elevados personajes visando tierra en el horizonte. (Alain Corbin, 1993) El miedo durante la Edad Media, llegó a imaginar la existencia de monstruos y mundos extraños oceánicos. Además del aspecto salvaje e incontrolable de las aguas, el agua estanca, inmóvil, puede dar lugar a la imagen de la muerte y la putrefacción. Tal es el caso de la Isla de los muertos de Arnold Böcklin 1886. Actualmente, podemos ver latente la imaginación del miedo y el deseo en películas como Tiburón o Pirañas, o Robinsoe Crusoe.

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MIRADA

fig. 5 En realidad hay una desnudez y un espectador que se halla en el mismo lugar de la iluminación […] la desnudamos porque al mirarla la iluminamos, ya que nuestra mirada y la iluminación son una misma cosa.

Michel Foucault, 1971 La mirada directa de la mujer desnuda al observador en el cuadro de El baño (o Déjeuner sur l'herbe) fue motivo de rubor generalizado en el Salón de 1863 en París. Desde la antigüedad, en el arte europeo se establece la dicotomía entre desnudo y desnudez, entre Venus Celestis y Venus Naturalis. La representación del desnudo se sirve de herramientas como simetría, medida y subordinación, para deificar mediante el arte la carnalidad de la desnudez. Mientras que la desnudez, no presenta ninguna de estas características (Kenneth Clark, 1981).

El recurso que utilizó Manet para contradecir esta norma infundida por el antiguo mito del desnudo y provocar un escándalo, es la mirada. La mirada directa al espectador, de una mujer desnuda, sin facciones ni ademán celestiales, de miembros expuestos a hombres vestidos, después de un baño en ropas mojadas blanquecinas transparentes. Es decir, lo más parecido a una prostituta a mediados del siglo XIX. Es importante notar que la representación del baño y la del desnudo están estrechamente ligadas, y se repiten a lo largo de la pintura: las Venus de Boticelli, de Tiziano, de Velázquez; las tres Gracias de Rubens; la Diana de Boucher, de Tiziano; las bañistas de Ingres, de Picasso, de Renoir, de Degas de Toulouse-Lautrec; la Olympia de Manet...

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DESCUBRIMIENTO

fig. 6 Las nuevas comunicaciones ferroviarias también facilitaron el auge de nuevas formas de ocio. Llegaron muchos más turistas y visitantes, y las excursiones de fin de semana a la costa o al campo se volvieron extremadamente populares. Para los pintores impresionistas se volvieron un tema favorito, aunque Daumier puso más énfasis sobre el trauma de llegar allí en los masificados “trenes de placer”. (David Harvey, 2006) Los baños colectivos del siglo XVIII surgen como respuesta a las vicisitudes de la Revolución Industrial: crecimiento demográfico, ampliación extramuros, mejora de condiciones higiénicas y sanitarias... En consecuencia, se descubre la playa (como territorio de apreciación paisajística), se estandariza el uso de la piscina (como espacio de educación deportiva), y se propaga la construcción de balnearios (como lugar de evasión de la vida civil). Son éstas las tres formas de baño que se distinguen de los baños clásicos, por su conformación y por la manera de ser usados.

Durante el S XIX, la difusión del ferrocarril a lo largo del territorio hace posible acceder a la costa, al principio, sobre todo, para las clases más adineradas. De este modo, los primeros acercamientos a la orilla del mar con una cierta apreciación paisajística, los encontramos en el Reino Unido, luego en Francia y los Países Bajos. En estas primeras representaciones de mirada crítica, se aprecia un fuerte contraste de convivencia entre el visitante y el marinero. El viajero observa al marinero como un personaje de vida más primitiva, en contraposición al ciudadano de la metrópolis. Se considera que la dura vida de mar curte al marinero y su modo de habitar. Esta misma vida expuesta a la naturaleza y el carácter del marinero, tan pronto sereno como tempestuoso, será el que atraerá la vida turística posteriormente (Alain Corbin, 1993).

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fig.7 Del mismo modo que Proust comienza la historia de su vida con el despertar, así también toda exposición de la historia tiene que comenzar con el despertar, más aún, ella no puede tratar propiamente de ninguna otra cosa. Y así, el objeto de la presente exposición es despertar del siglo XIX. Walter Benjamin, s.f.

El visitante, es una persona de paso, un espectador contemplativo y ajeno a la vida de mar, que se protege del sol, de los malos olores y posibles peligros. Las actividades de bajamar (la recogida de 'frutos de mar', contemplar las redes secándose...) resultará tan atractivo como repulsivo para el turista. Junto a esta idea de la vida junto al mar, se empiezan a desarrollar teorías medicinales acerca de la salubridad del agua de mar y la brisa marina. Frente al termalismo tradicional aparece la corriente del termalismo terapéutico, y con ello, una multiplicidad de ensayos que prueban de explicar las propiedades del agua salada del mar, el contraste de baños fríos y calientes, la ingestión de aguas minerales, la práctica de deporte antes y después del baño (pasear y montar a caballo), y las dietas a seguir (Alain Corbin, 1993).

En Francia (París, Burdeos y Marsella) aparecen las piscina flotantes, formadas por una gran embarcación rectangular sobre la cual se instalan una serie de vestuarios. Mientras tanto, en Inglaterra (Scarborough, Bath, Brighton) se conforman grandes estaciones balnearias, con su consecuente urbanización y construcción hotelera y recreativa. En los Países Bajos, ciudades como la de Spa deviene importante por la cualidades curativas de sus aguas y las instalaciones adyacentes a éstas. Asimismo en ciudades como Barcelona o Marsella se instalan una serie de baños al borde de la orilla del mar, teniendo incluso mayor presencia los baños de pila que la propia playa.

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PARAÍSO

fig. 8 [RAE]

balneario, ria: (del lat. Balnearĭus) Perteneciente o relativo a los baños públicos, especialmente a los medicinales.

[Lar.]

balnéaire: (latin balnearius, de balneum, bain) Qui est destiné, se rapporte aux bains de mer: Station balnéaire.

Las distintas actividades generadas entorno al agua, suelen suscitar especial interés por parte de los usuarios. Se plantea este nuevo lugar como una idealización del paraíso. Un lugar delimitado que contiene un jardín, dónde se puede despreocupar de la vida estresante de la ciudad, dónde se pueden practicar deportes y juegos de cartas y apuestas, y conocer a nueva gente fuera del marco usual de amistades. La forma de baño que mejor caracteriza este despertar es el balneario.

Por otro lado, la estación balnearia, está estrechamente ligada a la ribera del río y del mar. Ya sea en forma de consumo de agua o del disfrute del baño. Varias propiedades curativas se vinculan a esta práctica. Con el tiempo, aparecen múltiples estudios que ratifican la salubridad de los contrastes de agua fría/caliente, salada/dulce, de los tiempos de reposo, digestión y ejercicio...

De esta forma, adquiere el balneario un cierto reconocimiento social deviniendo, paulatinamente, lugar de encuentro y descanso de fin de semana y vacaciones (como vemos en L'année dernière à Marienbad de Alain Resnais, o Les vacances de m. Hulot de Jacques Tati). En consecuencia, el balneario se caracteriza, no tanto por por la calidad de sus aguas, como por los espacios de relación social que lo acompañan: salón, jardín, comedor...

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fig. 9 La evasión de la ciudad hacia la naturaleza y el reencuentro del elemento primigenio como fuente de recuperación y de curación; gratificación de la experiencia del viaje; contacto con el paisaje como espectáculo sublime, es decir, estéticamente privilegiado; el tiempo libre no exento de un cierto rendimiento, es decir, combinación del ocio y el negocio (nec-otium) evidentemente el negocio de la salud […] se trata de un lugar de ocio y disciplina al mismo tiempo.

Ignasi de Solà-Morales, 1986 Dada la situación provocada de aislamiento temporal respecto de la vida en la ciudad, se acompaña al baño con diversos elementos que permiten una estancia prolongada agradable: alojamiento, capilla, casino, salón de espectáculos... La evocación y representación del paraíso resulta ineludible.

Lugar de evasión de la vida cotidiana, donde se pierde la noción del tiempo estandarizado, y sin más preocupaciones que las de comer, dormir, disfrutar. Todo ello, con la finalidad de mejorar la salud.

Observamos el balneario como representación del paraíso, como estancia de fin de semana, como ocio social y como tratamiento terapéutico. Por tanto, los principales componentes del balneario son: baños, habitaciones, salones, jardín, recinto, lago, pabellón, paseo.

Uno interpreta esta fase como un paréntesis, un breve interludio en el transcurso principal de la existencia cuyo fin viene a ser “recuperarse”, es decir: someter a un proceso de renovación y cambio al organismo que, por un estilo de vida monótono, corre el peligro o ya está a punto de oxidarse, acostumbrarse mal y volverse insensible.

Thomas Mann, 1924 13

TURISMO

fig. 12 Subproducto de la circulación de mercancías, la circulación humana considerada como un consumo, el turismo, se reduce fundamentalmente al ocio de ir a ver aquello que ha llegado a ser banal.

Guy Debord, 1967 A mediados del siglo XVIII, en Inglaterra, se encuentran las primeras manifestaciones de la contemplación de la playa como espacio de disfrute, como lugar de apreciación paisajística, como paisaje. Es a partir de este momento que podemos considerar la ribera del mar como baño colectivo, aunque el baño sea vieille comme le monde (Antoine le Bas, 2000).

Desde su descubrimiento, la playa se vincula al tiempo de ocio. En los viajes que las clases altas realizaban a la playa, encontramos un complejo juego de lecturas y actitudes entre el visitante y el habitante.

Pero con el correr de los años, esa percepción se transforma: al mismo tiempo que la verticalidad de la mirada, desaparece también la pretensión de objetividad. Es decir, entre el burgués y el marinero. El burgués observa al marineo como personaje exótico: la viveza y el amor a la danza, la pasión irrefrenada, verdadera tempestad interior, el gusto por la embriaguez, la sed de libertad, el odio por todo lo que suponga freno, la piedad, la decisión repentina caracterizan a los hombres como el océano se caracteriza por la alternancia de calma y tempestad.

Asimismo, la mujer de la vida marina, devendría un símbolo de sensualidad si no fuera por esa sencillez y distancia social que desactiva el erotismo: el exponer las piernas sin pretensión de excitar, el bronceado de su piel, su inocente fidelidad conyugal, y la ausencia de todo artificio . Ante esta desnudez ingenua y laboral, antítesis del sabio desvestimiento de la cortesana, el viajero no puede confesar conmoción alguna de su sensualidad (Alain Corbin, 1993).

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fig. 13 La para mí absolutamente incompresible pasión actual por un lugar tan desolado y tan desagradable, […] y con ese paisaje tan simple y tan abstracto que no es más que dos rayas paralelas, denominado “playa”, ha llegado, sin embargo, a convertirse en uno de los mayores “yacimientos” de lucro empresarial […] Quiero decir decir sencillamente que “verano” es hoy, ya por sí mismo, uno de los más valiosos eslóganes publicitarios. (Rafael Sánchez Ferlosio, 2003) Con el tiempo, debido a la progresiva masificación del consumo del tiempo de ocio y de su accesibilidad generalizada a todas las clases, gracias al sistema ferroviario, aparece la playa como uno de los principales parajes de vacaciones. La excesiva turistificación ligada al ocio como otiositas, convierte el ocio en objeto de consumo de tiempo de ocio.

[RAE]

talasoterapia (Del gr. θάλασσα, mar, y -terapia) Uso terapéutico de los baños o del aire de mar.

Por otro lado, la proliferación del balnearismo y de los postulados relacionados con el agua de mar, favorecen la construcción de baños en la costa. En consecuencia, su exacerbada propagación se transforma en la conocida actual especulación de la costa, la construcción de hoteles, chalets y sus consecuentes servicios de ocio, a saber, discotecas, bares... Esta especulación, está vinculada al turismo y al negocio. A partir de las distintas transformaciones físicas y de consideración paisajística que sufre, la costa se ve sobre-explotada, consumida.

El urbanismo es esta toma de posesión del medio ambiente natural y humano por el capitalismo que, desarrollándose lógicamente como dominación absoluta, puede y debe ahora rehacer la totalidad del espacio como su propio decorado.

Guy Debord, 1967

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EDUCACIÓN

fig. 10

Llegar al mayor número posible, evitar las inversiones demasiado fuertes, limitar las abluciones a la limpieza estricta, todos ellos son objetivos confirmados. A ellos se debe el que la limpieza popular no pudiera escapar del establecimiento público concebido para masas. […] Los militares fueron los primeros, hacia 1860, que utilizaron la ducha característica de la hidroterapia.[...] un sistema tanto más atractivo cuanto que se adecua a la disciplina, a las filas y a los movimientos colectivos y reglamentados. Una mano exterior manipula el chorro, los soldados entran conforme a una disposición previamente convenida.

Georges Vigarello, 1988 Durante el proceso de estandarización que padece el mundo durante el siglo XIX, encontramos la estandarización del baño colectivo. Por un lado, mediante la búsqueda de la máxima eficiencia en consumo de agua y tiempo. La práctica y perfección del baño militar concluye con la invención e instauración de los baños-ducha, que se extienden posteriormente al resto de la sociedad.

A través del proceso de escolarización, junto con la consideración del deporte como parte necesaria para la educación escolar, se promueve el ejercicio de la natación. En consecuencia, aparece de forma masificada la piscina.

Sous la Restauration et la monarchie de Juillet, hiérarchie militaire et responsables de l’instruction publique s’intéressent, à plusieurs reprises, à l’enseignement de la natation; mais, malgré des instructions multiples, l’enseignement de la natation à l’armée doit se faire en rivière, faute d’équipement. C’est le milieu éducatif qui introduira les bassins de natation.

Antoine le Bas, 2000 16

fig. 11 Sous l'effet d'une ségrégation sociale croissante, et avec le progrès de sentiments tels que la pudeur, on distingue à Paris sur la Seine, à la fin de l'Ancien Régime, des bains populaires et collectifs, ainsi que que des bains individuels réservés a une société aisée. Après l'interdiction de la baignade en Seine intra-muros, la première moitié du XIXe siècle voit se multiplier des bains collectifs et des écoles de natation constituées de plusieurs nefs.

Antoine le Bas, 2000 Dado que el abastecimiento sanitario a nivel urbano se produce a lo largo del siglo XIX, la piscina y las duchas suelen juntarse en un único edificio en sus inicios, como lugar de deporte e higiene. Estas son las primeras manifestaciones del baño colectivo propio de la industrialización en un entorno urbano (G. Vigarello, 1988).

Vinculado al deporte, encontramos la competición y el espectáculo. Por un lado el perfeccionamiento de la técnica, por el otro, el consumo del espectáculo del deporte. Ésta será la reacción que sigue a los primeros establecimientos de baños colectivos. Primero como necesidad higiénica y pedagógica, luego como espectáculo.

C’est que les années quatre-vingt voient triompher de nouvelles pratiques sportives issues du commerce des loisirs. Cette prospérité du commerce des loisirs sportifs découle à la fois d’une rationalisation rigoureuse des spectacles (sports spectaculaires comme les courses, ou les acrobaties voisines du cirque), d’une rentabilité rapide et assurée par le paiement des places et la modicité des investissements (constructions précaires, athlètes sous-payés) ainsi que d’une conception du sport-spectacle où une minorité de sportifs professionnels attire une foule de spectateurs- clients.

Antoine le Bas, 2000

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OCIO

fig. 14 La imagen social del consumo del tiempo, por su parte, está exclusivamente dominada por los momentos de ocio y de vacaciones, momentos representados 'a distancia' y postulados como deseables como toda mercancía espectacular.

Guy Debord, 1967 Entre los siglos XIX y XX, aparece en EEUU el parque de atracciones al borde del mar, como instalación de atracción, o distracción, vinculada al juego y la competición, al espectáculo, como el casino o las carreras de caballos. In a laughing mirror-image of the seriousness with which the rest of the world is obsessed with Progress, Coney Island attacks the problem of Pleasure, often with the same technological means (Rem Koolhaas, 1994). Sin embargo, hasta el momento, el baño colectivo, se había mantenido al margen, como espacio adyacente, y no como continente del ocio mismo.

[RAE] Atracción: Cada una de las instalaciones recreativas, como los carruseles, casetas de tiro al blanco, toboganes, etc. que se montan en la feria de una población y que, reunidas en un lugar estable, constituyen un parque de atracciones.

En 1896, se construyen en San Francisco los Sutro Baths: el primer baño del ocio, el water park, el baño propiamente del siglo XX. Una nueva forma de baño que confunde deporte y competición, con espectáculo (Fred Gray, 2006). Fusión del parque de atracciones y el baño.

A diferencia del baño clásico (termas, gimnasio y hammam) y del de la industrialización (piscina, playa y balneario), la función capital del parque acuático es la del ocio. Desaparecen así el conjunto de mitos arcaicos (miedo, deseo, desnudo) y los mitos de industrialización (terapéutica, deporte, evasión), dando lugar a un nuevo mito, el consumo del tiempo de ocio.

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fig. 15

La especial concentración del propósito del baño en la profusión del ocio, ha producido las formas del baño actual. Cabe distinguir el concepto de ocio actual, otiositas, del ocio en la antigüedad, otium cum dignitate.

El otium antiguo, tal como se lo representa el hombre de la Luces, no es sinónimo de ociosidad; es muy diferente a ese reposo impuesto por la racionalización del tiempo, lo que nosotros llamamos vacaciones. La primacía de la intención ética incita a un otium cum dignitate, vivido como modo de construcción del propio yo. En la obra de Cicerón, el otium indica el descanso elegido, sólo reservado a los optimates deseosos de olvidarse durante algún tiempo de la labor de las magistraturas […] El otium se ejerce frecuentemente a la orilla del mar.

Alain Corbin, 1993 “Negocio” viene supuestamente del latín “nec otium” (“no ocio”). Así que cuando la industria del ocio convierte el ocio en negocio lo hace entrar en contradicción con su misma etimología. El ocio padece una violenta desnaturalización cuando se mete de por medio la utilidad de la “creación de riqueza”.

Rafael Sánchez-Ferlosio, 2003 Mientras que el mito del ocio estaba ya presente en el gimnasio o las termas romanas, adquiere un lugar central en la concepción del balneario y las piscina, y sobre todo en el descubrimiento de la playa, siendo actualmente su principal contenido. El disfrute del tiempo de ocio, en contraposición al del negocio, durante los meses de verano, opuesto al invierno.

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Fig. 16 Es sobre todo la playa la que, no sólo nace de la sociedad posterior a la revolución industrial, sino que además se vincula directamente al ocio. La piscina y el balneario se vinculan inicialmente al deporte y a la terapéutica. En cambio la playa está ligada desde su descubrimiento al turismo. Eso no impide que durante la época de mayor auge del termalismo, no se promueva la playa como modo de vida sano y terapéutico.

Sobre la noción del paso del tiempo y el tiempo cíclico: lo que llamamos hastío, pues, es consecuencia de la enfermiza sensación de brevedad del tiempo provocada por la monotonía. […] En el curso del año, las fechas concretas, como Navidades, se veían como puntos de referencia y a la vez, como una especie de “trampolines” en los que tomar impulso para saltar por encima de los intervalos vacíos. […] medir y contar el tiempo individual era cosa de los principiantes y de los que estaban de paso; los veteranos vivían al margen de toda medida, en la eternidad de cada día, en el día eternamente repetido; […] ¿Era posible que no hubiese permanecido allí, tumbado en la nieve, más que diez minutos o poco más, y que, en tan poco tiempo, hubiese inventado tantas imágenes hermosas y espantosas y pergeñando tan audaces ideas, y que la monstruosa masa de hexagonitos perfectos se hubiera disipado con la misma rapidez con que había irrumpido?

Thomas Mann, 1924 El modo de producción agrario en general, dominado por el ritmo de las estaciones, es la base del tiempo cíclico plenamente constituido. La eternidad le es interior: es aquí abajo el retorno de lo mismo. El mito es la construcción unitaria del pensamiento que garantiza el orden cósmico entero alrededor del orden que esta sociedad ya estableció de hecho dentro de sus fronteras.

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Guy Debord, 1967 ELEMENTOS

fig. 17 Varios factores componen el baño colectivo. Muchos de éstos, aunque no sean sólo pertenecientes al baño, se distinguen de otras arquitecturas por su singularidad. De este modo, encontramos: el vestuario (el traje de baño, el bathing machine); la luz (el baño de sol, el bronceado); el salto (el trampolín, la escalera y el descenso); temperatura y humedad (el baño de vapor, la ablución); el borde (rectangular absorbente de las olas en el caso de una piscina olímpica, o su indefinición en el caso de la playa).

Por tanto, bajo el nombre de elementos, vamos a observar tanto los elementos físicos arquitectónicos del baño, como lo característico de los parámetros más convencionales de la arquitectura, y su relación con ciertos aspectos sociales y culturales.

Nos referimos a un paseo a la orilla del mar, una situación que Hans Castorp siempre rememoraba con el más profundo cariño, pues, como ya sabemos, la vida en la nieve le recordaba a menudo y muy gratamente los paisajes de dunas de su tierra. Esperamos que la experiencia y los recuerdos del lector nos sirvan de base para evocar ahora esa maravillosa sensación de estar perdido del mundo.

Thomas Mann, 1924

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VESTUARIO

fig. 18 El vestuario es el elemento de transición entre el espacio urbano y el del baño.

En la playa, en caso de existir vestuario, resulta ser un cuerpo (o serie de cuerpos) exento. En la mayoría de ocasiones, por cuestiones de eficacia, se organizan en relación ortogonal a la costa, es decir, paralelo o perpendicular, no muy distinto a la posición de un campamento romano.

Encontramos sobre todo la forma de cabaña de madera (con posición fija, semielevada del terreno arenoso, estanca, con ventilación...) o de tela (desmontable, recambiable, ligera, extensible...). El vestuario en la playa, se presenta actualmente como elemento arcaico debido a la transformación del sentido del pudor dentro del marco de costumbres y modales socialmente aceptados. Así, este objeto ha desaparecido de muchas playas. Sin embargo, subsiste en lugares como Porto, Gijón, Zarautz...

[RAE]

hábito: (Del lat. Habĭtus) 1. m. Vestido o traje que cada persona usa según su estado, ministerio o nación, y especialmente el que usan los religiosos y religiosas.

2. m. Modo especial de proceder o conducirse adquirido por repetición de actos iguales o semejantes, u originado por tendencias instintivas.

[Larousse]

habitude: (latin habitudo, -inis, manière d'être, de habere, être) Manière ordinaire, habituelle d'agir, de penser, de sentir, propre à quelqu'un ou à un groupe de personnes.

[Larousse]

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habit: (latin habitus, manière d'être, tenue) Tenue particulière à une activité, une fonction; costume.

figs. 19a, 19b En fotografías de los años 20, vemos gentes en la playa vestidas igual que para pasear o para asistir a un espectáculo de cabaret. Es el hábito de conservar el mismo vestuario que se utiliza en la ciudad.

Curiosamente, con el tiempo se ha invertido la costumbre. En los alrededores de la playa en ciudad, no es extraño ver gentes exhibidas en traje de baño. Así se anota en la XV Plenary Session, Pastoral Issues Concerning Sea-Tourism en la página web del Vaticano www.vatican.va: As to the way of dressing up, the “beach-tourist” tends to use less clothes as possible, both within and outside the resort. His normal way of dressing changes. This brings about some difficulties when he visits churches and holy places. In hotels, in some areas and restaurants, restrictions are also made and tourists are not allowed to enter wearing swimming suits. When they go sunbathing, both men and women alike, they are as scantily dressed as possible. Occasionally, there is a reserved area for nudists, but this is not the normal case. Such casual way of dressing is being accepted as normal, even by local communities who used to be scandalized and would not accept it.

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figs. 20a, 20b En las playas británicas de Scarborough aparece en la década de 1730 el bathing machine: vestuario móvil de madera, con ruedas y asas como un carro, escaleras en ambos extremos, en uno una puerta, en el opuesto, un toldo extensible. Éste sirve para ser trasladado sin mancharse los pies y poder tirarse directamente al agua sin ser visto durante el descenso. Este elemento arcaico es el primer símbolo de la privatización del baño en la ribera de la playa. Desaparece hacia 1930.

Image to yourself a small, snug, wooden chamber, fixed upon a wheel-carriage, having a door at each end, and on each side a little window above, a bench below – The bather, ascending into this apartment by wooden steps, shuts himself in, and begins to undress, while the attendant yokes a horse to the end next the sea, and draws the carriage forwards, till the surface of the water is on a level with the floor of the dressing-room, and then he moves and fixes the horse to the other end – The person within being stripped, opens the door to the sea-ward, where he finds the guide ready, and plunges headlong into the water – After having bathed, he re-ascends into the apartment, by the steps which had been shifted for that purpose, and puts on his clothes at his leisure, while the carriage is drawn back again upon the dry land; so that he has nothing further to do, but to open the door, and come down as he went up.

Fred Gray, 2006

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fig. 21 Frente a la nostálgica representación de este aparato, ahora más parecido a una antigua cámara fotográfica que a un vestuario, se esconde un instrumento para regular y controlar el baño en la costa, para privatizar la naturaleza, es decir regular el consumo de la naturaleza (Fred Gray, 2006).

En Inglaterra, desde el descubrimiento de la playa como lugar de consumo del tiempo de ocio, se extendió y obligó el uso del bathing machine, favoreciendo así la exclusividad del baño para la aristocracia. Por tanto, al descubrimiento de la playa le sucede la regulación su uso y comportamiento. La apropiación, la privatización.

En las playas muy concurridas, el bañista debe esperar la llegada de su cabina en una inconfortable barraca; lo que aviva la ansiedad de los timoratos que temen la llegada del momento de “meterse en el agua”. El confort de las cabinas de baño varía según los modelos. Todas están provistas de una banqueta, a menudo tapizada de terciopelo. Dentro, hay toallas, un traje de baño seco y a veces una bata o albornoz, para uso del bañista, que penetra en la cabina por una pequeña escalerilla adosada a la parte de atrás. Suele haber también un cepillo para friccionarse, un calzador y un espejo, que completan el equipo. La cabina avanza por el agua hasta una profundidad de veinte centímetros. A veces, los “bañeros” despliegan una especie de toldilla de dril para proteger a sus clientes de un sol demasiado ardiente o de indiscretos anteojos; a continuación le ayudan a descender los peldaños de la escalerilla, tomándole después de la mano. Concluido el baño, y de vuelta en la traqueteante cabina, el bañista, tras secarse y friccionarse, procede a un rápido tocado personal.

Alain Corbin, 1993

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figs. 22a, 22b Aunque durante mucho tiempo predominen los atavíos personales, finalmente el traje de baño acabará uniformándose en función de tres imperativos: moral, terapéutico y gimnástico. La historia del traje de baño sigue esa acentuación de las normas de pudor que, según Norbert Elias, se produciría paralelamente al proceso de civilización. (Alain Corbin, 1993) Si intentamos provocar un choque frontal contra el pasado mediante el presente (Walter Benjamin, s.f.) a través del desnudo, nos encontramos con dos desnudos idénticos situados en contextos muy distintos: el primero, el lanzamiento propagandístico de un modelo de traje de baño para el consumo masivo, entendido como provocación, el bikini, en 1945; en segundo lugar, encontramos a una persona con un traje muy similar pero ubicada en el siglo II a.C y practicando deporte de forma habitual en el gimnasio (gymnasion, que viene del griego γυμνός , que significa desnudo). La manera de cubrir el cuerpo, es prácticamente invariable. Lo que distingue estas dos composturas es el conjunto de aliños que las envuelve, es decir, su entramado social. El desnudo es lo único que con el tiempo no puede variar ni cambiar (François Jullien, 2000).

Por otro lado, los vestuarios en piscinas forman parte de un recorrido controlado y más acotado. No se da el grado de complejidad o ambigüedad que puede ocasionar el baño en la playa. Debido a normativas y cuestiones de funcionalidad, el vestuario se suele encontrar segregado dentro de un recorrido. Sin embargo, en diversos baños del siglo XIX, los vestuarios se colocan alrededor del vaso central a veces elevados accesibles desde pasarelas (piscinas Moliteur, Samaritaine...).

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SOL

fig. 23a, 23b Broncearse artificialmente, lo cual favorecía mucho a las jovencitas y a las menos jovencitas y daba a los hombres un aspecto de deportistas conquistadores aunque se pasasen el día en posición horizontal. (Thomas Mann, 1924) ...las empresas dedicadas al consumo femenino concentraron un alto grado de atención sobre la playa, tanto como lugar de nacimiento, de elaboración y de exhibición y de despliegue del ya sobradamente consagrado canon de belleza de la piel bronceada... (Rafael Sánchez-Ferlosio, 2003) La luz (o su ausencia) interviene en cualquier consideración arquitectónica. Sin embargo, a través de la playa como plataforma de exhibición de máxima exposición a la radiación del sol, aparece el baño solar. Deviene el bronceado símbolo y demostración del disfrute del tiempo de vacaciones, y por tanto, de belleza. Broncearse, en inglés sunbathing, baño de sol.

[RAE]

baño: (Del lat. balnĕum) Acción y efecto de someter el cuerpo o parte de él al influjo intenso o prolongado de un agente físico, ya sea calor, frío, vapor, sol, lodo, etc. balneario, ria: (Del lat. Balnearĭus) Perteneciente o relativo a los baños públicos, especialmente a los medicinales

La luz del hammam adquiere especial significación. En una pieza oscura, la luz cenital a través de los hoyos de luz, que sirven simultáneamente de control para la ventilación. De cómo se bañaban los árabes: de día, bajo estrellas de sol, de noche, bajo estrellas de luna. (Elías Torres, 2004) Al pretender una finalidad, la práctica del baño solar genera una disposición territorial organizada, en relación al movimiento del sol, y por tanto, mecanizada.

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fig. 24a, 24b, 24c, 24d Frente al bronceado, la protecciĂłn contra el sol. De sombra, sombrilla y sombrero, asombra y sombrajo. En sus innumerables variables, el elemento sombreador puede constar de una tela sujeta mediante bastidores, mediante un Ăşnico sustento, sea un bastĂłn o la propia cabeza del portador, o colgante. El interĂŠs reside en los reflejos y tamices reformulados en su interior, sea el colorido, el dibujo de una malla o motivo, o su recogimiento.

Parasol en vertical, deviene protecciĂłn de viento, por tanto, paravientos.

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SALTO

fig. 25a, 25b, 25c No es que el pasado arroje luz sobre lo presente, o lo presente sobre lo pasado, sino que imagen es aquello en donde lo que ha sido se une como un relámpago al ahora con una constelación.

Walter Benjamin, s.f.

Relacionado al primitivo miedo al mar, debido a los mitos que lo acompañan, junto con el hecho de que hasta principios del siglo XX, no era práctica usual saber nadar, aparecen una serie de andamiajes invadiendo los primeros metros de la orilla. Construcción generalmente en madera y acompañada de cuerdas, para evitar ser arrastrado por las olas.

El salto implica una toma de posición de cierta altura, la tensión del momento entre el equilibrio de la estabilidad del suelo y la tensión del medio acuático, supone un espectáculo, una demostración de atrevimiento. En estas construcciones, el trampolín se eleva desde la planeidad de las arena, hacia las profundidades del mar.

El salto puede implicar atrevimiento, competición, composición artística, la perfección de una técnica, o la representación simbólica de un momento determinado.

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Fig. 26a, 26b, 26c Una variante del salto en trampolín, exacerbado hacia la función del ocio como motivo principal, es el tobogán.

[RAE] tobogán: (Del ingl. toboggan).

1. m. Deslizadero artificial en declive por el que las personas, sentadas o tendidas, se dejan resbalar por diversión.

2. m. Especie de trineo bajo formado por una armadura de acero montada sobre dos patines largos y cubierta por una tabla o plancha acolchada.

Caracteriza por tanto, al salto, su carácter súbito y su posición instantánea entre dos medios: secohúmedo, frío caliente.

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fig. 27a, 27b, 27c

La otra manera de introducirse en el baño por ablución, además del salto, es la inmersión progresiva, mediante la escalera.

En la piscina suele encontrarse: bien la escalera de gato de acero o madera, donde se produce una inmersión/emersión vertical, el peldaño puede incorporarse a la barandilla o en la pared del vaso de la piscina donde se apoya; bien una serie de plataformas como prolongación del suelo, produciendo un movimiento frontal en descenso.

Como vemos en la pintura de Hockney, el borde de la piscina puede devenir un abismo.

Pintar ondas de agua y de sol. Luz cenital vista desde arriba de interior transparente.

Elías Torres, 2004

En ambos casos, el elemento que asoma del agua es la barandilla, como cristalización del momento de inmersión, sea por miedo, por seguridad o por ergonomía.

En el libro Made in Tokio, se incluye una forma muy específica de inmersión. Torre de bucéo, un edificio destinado sólo al ejercicio de la inmersión en un medio urbano.

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TEMPERATURA

fig. 28a, 28b [RAE]

termas: (del lat. thermae, y este del gr. θερμά) Baños de aguas minerales calientes.

[Lar.]

thermes: (latin thermae, du grec thermos, chaud) Nom de certains établissements où l'on fait une cure thermale.

Suele confundirse al término “baño” con con de “ablución”. Es decir, suele entenderse por baño el hecho de sumergirse en el agua, por ser ésta la práctica más difundida. Sin embargo, existen otras modalidades de baño, como puede ser el de la sauna, contraste de baño caliente y seco, con el posterior baño húmedo y frío.

Los baños donde mejor se refleja esta característica es en el hammam, dentro de la serie de baños que componen el spa, y en los baños termales.

La temperatura, humedad y presión son parámetros con los que cualificar cualquier espacio arquitectónico, al ser los parámetros climáticos. Sin embargo, en el baño se producen en un alto contraste. Así, baño de vapor, baño de sol... Podríamos decir que en unas cascadas se recibe un baño de vapor, o que en agosto, las corrientes de aire caliente provenientes del norte de África, bañan la península ibérica de calor.

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BORDE

figs. 29a, 19b, 29c

Una de las formas más directas de definir el baño, sobre todo el baño de pila, es mediante sus límites.

Su borde.

En diversas playas vemos la respuesta inmediata de construir un malecón o paseo paralelo a la costa, tanto en Inglaterra en el siglo XIX, como en la Habana durante el siglo XX o en Copacabana.

En todos los casos se trata de un trazado fijo, un límite entre suelo urbanizado duro y el comienzo de la arena de playa.

Por otro lado, Robert Smithson traza la Spiral Jetty como un malecón espiral de piedras y tierra, que sirve de acumulación de depósitos metálicos. En este caso, en cierta manera, se desdibuja el límite claro entre agua del movimiento propio del lago, y el agua mecánicamente controlada y depositada.

En el caso de la sauna de la Villa Mairea, la piscina está limitada por un borde sinusoidal, como charco depósito de gotas de agua por el paso del tiempo. Como dice S. Giedion en relación al proyecto de Oulu de 1943, esto corresponde a una antigua costumbre de los finlandeses; empezar con la pequeña cabaña de la sauna antes de construir la vivienda. El contraste entre baño caliente y frío, se produce a través de una plataforma que indica la dirección del salto hacia la piscina, sobre la que reposa una escalera de gato.

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Fig. 30 [RAE]

borde: (Del fr. bord, y este del franco bord, lado de la nave) Extremo u orilla de algo / bordo bordo (‖ costado de la nave).

[Lar.]

bord: (francique *bord, bord d'un vaisseau) Partie de terre ferme contiguë à une étendue d'eau naturelle et qui en constitue la limite; côte, rivage; berge; rive.

En una piscina olímpica, el borde actúa de recogida de aguas y de amortiguación de las olas. La forma rectangular, con medidas, temperatura y orientación reguladas, responde a la mecanización de la piscina como competición de natación.

En el caso del balneario, como medio de protección del recinto que representa el paraíso temporal, encontramos el límite claro de propiedades. No sólo el muro físico, sino latente incluso en el modo hermético de habitarlo. Ya que el balneario debe ser capaz de ofrecer todos aquellos recursos que permitan olvidar cualquier clase de necesidad que se tenga que satisfacer fuera de los límites donde el balneario establece su ámbito de existencia (Ignasi de Solà-Morales, 1986).

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Fig. 31 Frente al grado de indefinición de los límites entre tierra y mar, una posible respuesta es el diálogo entre roca y mar.

La intervención urbanística-paisajística normalmente regulado por el ministerio de medio ambiente y el de medio rural y marino, perfila la desnaturalización del movimiento y depósito de tierras sobre la costa. Así define, más o menos, los límites entre mar y tierra mediante espigones y dragados.

En cualquier caso, la apropiación del suelo de la costa, implica una delimitación. Entonces obliga en algún punto a trazar un limite perpendicular a ésta, y volver a caer en la misma piedra que hicieron los baños del siglo XVIII. Vemos un ejemplo en los baños San Sebastián de Barcelona hacia 1960, con una valla que se hunde en el mar. Igual ocurre ahora en las piscinas Marés de Álvaro Siza..

Paul Armand Gette y Ralph Gibson, a través de la indolencia hacia la apreciación estética del paisaje y a través del desnudo, cuestionan el grado de indefinición, del permanente movimiento entre agua y tierra.

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CONTRASTES

fig. 32a

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fig. 32b

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ESENCIA Comparando las Termas de Vals con las termas romanas de Bañuelo y con el hammam de Çemberlitas, observamos varias analogías: el tratamiento de la luz y de la oscuridad, la generación de cualidades atmosféricas, la continuidad de espacios de distintas intensidades de humedad separados por oquedades, la ablución por descenso o rocío, el calentamiento de aguas y aire mediante cámaras subterráneas (hypocaustum), la pesantez de la piedra...

Las aportaciones de las Termas de Vals son: la precisión técnica; la incorporación de iluminación cenital lineal; el recorrido a modo de espectáculo o función teatral, desde las fuentes de acceso que emanan chorretones oxidados sobre el muro, pasando por los vestuarios acortinados revestidos en negro brillante, hasta el baño y sus recorridos interiores alternativos; la contemplación y encuadre del paisaje, según los tiempos y zonas de reposo, de relación o de relajación; la poética aplicada a la configuración de los materiales, proporciones y atmósferas en relación al mismo baño y con el entorno. sur le mur amont duquel cinq tuyaux en laiton laissent ruisseler de I'eau chaude tandis que le mur aval est pointue de cinq embrasures de porte. En diagonale par rapport à celles-ci, à I'autre bout des cabines des vestiaires habillées de bois sombre et brillant, une autre embrasure de porte, fermée par un Iourd rideau de cuir noir, sépare et relie les domaines, et l'acte de se changer devient événement théâtral au plus tard lorsque le rideau s'ouvre, entrée en scène où nous sommes simultanément acteurs et spectateurs, débouchant sur un long balcon étroit, qui offre une vue sur le niveau des bains situé en dessous, montre des murs et des blocs qui, s'ils permettent au regard d'entrapercevoir, oblitèrent aussi bien la vue directe sur l'extérieur, tandis que l’augmentation de la lumière du jour sur les pierres promet une ouverture vers le dehors.

(Peter Zumthor, 2008) Por tanto, podríamos decir que las termas de vals suponen un grado de perfeccionamiento, de definición técnica y de las sensaciones a través del confort, respecto a los baños arcaicos. Sin embargo, respecto a la definición de la actividad del baño, mantiene los mismos rasgos y formas de la antigüedad.

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fig. 33a, 33b, 33c

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RECREACIÓN En el proyecto de Leça de Palmeira, Alvaro Siza reconsidera la conformación de oquedades de la roca y arena preexistentes, generando, a través de la implantación de muros que las interconectan, nuevas plataformas y piscinas frente al mar.

Frente a una fotografía de la playa de Scarborough de 1920, se observa una cierta sintonía entre ambas. La principal diferencia radica en la privatización del espacio público a través del recurso ya utilizado en diversos baños del siglo XIX, es decir, el baño privatizado frente al mar. A diferencia de estos últimos, Siza no se impone brutalmente sobre la ribera existente, sino que pronuncia sus formas y las aprovecha para dialogar y generar nuevos usos: embalses de agua entre piedra y hormigón y atractivos aterrazamientos.

Las piscinas de Leça da Palmeira, un obra de 1961, demuestra ya una gran madurez. De nuevo nos encontramos ante esta capacidad de sacar provecho del encuentro de los opuestos, entendiendo como tales el medio natural y el agitado océano, por un lado, y el artificio de lo construido, el reposado recinto en que se produce el baño, por otro. El océano queda representado en las rocas – que algo tienen de fósiles olas – , en tanto que las piscinas se apoyan en todo un sistema de muros verticales que da lugar a la creación de un mar artificial, de un Atlántico cautivo que permite el baño al haber conseguido aislar y apaciguar una porción del mismo. [...] Es en este nuevo territorio horizontal donde se produce el encuentro de opuestos del que hablábamos, y que en esta ocasión da lugar a la aparición de la vida social.

Rafael Moneo, 2004 Cabe destacar la existencia de los baños de la playa de Ilfracombe, los Tunnel Baths, realizados en Inglaterra en 1823. De igual estrategia para la recreación de piscinas renovadas por la agitación de las olas, pero sin una consideración práctica para el vestuario, si es que se considera éste necesario.

On the rocky shoreline of Ilfracombe, an isolated resort on the north coast of Devon, for example, the Tunnel Beaches featured bathing pools – one for women, the other for men – constructed in 1823 ‘by building up walls to connect various rocks’, thereby retaining sea water at each high tide and creating permanent bathing areas. Elsewhere in the south-west of England there were similar primitive tidal pools.

Fred Gray, 2006

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fig. 34a, 34b, 34c

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EXHIBICIÓN Entre las piscinas Badeschiff (Berlín, 2004), y los baños la Samaritaine (París, 1923) observamos una mimesis formal respecto a la estrategia de proyecto, la piscina flotante sobre el río.

En los baños Samaritaine se incorporan los vestuarios entorno a la playa de piscina, a modo de atrio, generando un volumen cerrado que conserva la intimidad respecto a la vida de la ciudad. Este volumen sirve simultáneamente de cartel publicitario de los mismos baños. Por otro lado, el agua de la piscina es la misma que discurre por el río, de ahí el salto de altura entre la playa de piscina y el agua corriente del río. Una pasarela de acceso entre malecón y embarcación salva la diferencia de nivel con el río.

L’assemblage de quelques embarcations détermine un bassin rectangulaire protégé des regards extérieurs par une palissade, et ceint d’une galerie intérieure portée par de fines colonnes de bois. Tous ces établissements proposent cabines de des habillage, rotonde a usage de salon, et des services divers (restaurant, salon de massage, coiffeur...)

Antoine Le Bas, 2000 En cambio, la triple plataforma de los Badenschiff sobre el río Spree, supone una total abertura de los aterrazamientos para el consumo de refrescos y baño solar. Entre la segunda y tercera plataformas se produce un salto hacia el vaso de la piscina flotante. En este caso la piscina es una embarcación rellena de agua dulce. Este vaso rebasa agua hasta el borde.

Entre estos dos baños, aparentemente de igual estrategia, se aprecian grandes diferencias de consideración hacia la cuestión del pudor, y hacia el espacio de relación social, debido al momento en que fueron concebidas. Una, en París a principios del siglo XX, como respuesta económica a una necesidad pedagógica, sanitaria y lúdica. La otra, en Berlín del 2004, como respuesta a una demanda de ocio veraniego. La primera, de vestuarios y salones encerrados alrededor de la piscina central, ensimismada, intimidada de la mirada de la ciudad. La segunda, con los vestuarios exentos en un pabellón, aprovechando terrazas abiertas e impúdicas para el baño solar, y la piscina realmente flotante sin contagiarse del río, al borde de su mismo abismo.

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fig. 35a, 35b, 35c

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ASOMBRO El asombro que asalta en la sauna de la Villa Mairea y en el mirador de las cataratas de Iguazú son opuestos.

Mientras que en la sauna de la villa Mairea, el claro en el bosque descubre una construcción dialéctica con el entorno, como baño de sensaciones de contraste, la perversa representación que ofrece Olivo Barbieri de las cataratas de Iguazú, refleja la observación del fenómeno natural como espectáculo. Debido a la gran diversión que produce la caída del agua, el vapor y ruido que genera a su alrededor.

Prepárense, pues no podremos oír ni nuestras propias voces. El agua caía con un ruido ensordecedor que parecía amalgamar todos los ruidos ensordecedores y sonoridades del mundo. […] casi hacía perder el sentido […] envueltos en el vapor de agua, con los oídos saturados […] contemplaron aquel imponente espectáculo de la naturaleza, aquella catástrofe perpetua de agua y ruido, […] creían oír gritos de amenaza, trompetas y violentas voces de hombres a sus espaldas, por encima de ellos, por todas partes.

Thomas Mann, 1924 Intervenciones semejantes pero distintas: plataforma al borde de un abismo, sea bosque o cascada, frente a contrastes de sensaciones opuestas, de calor seco a frío húmedo, tanto en la sauna como en las cataratas. Por un lado la Villa Mairea provoca la regeneración del cuerpo a través del baño en un recorrido interior, por otro, las cataratas invitan a la contemplación de un espectáculo sublime dentro de un recorrido, como en los jardines sublime del siglo XVIII. Una atracción acuática.

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fig. 36a, 36b

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MÍMESIS La mimesis entre estas dos fotografías de Coney Island y de Barcelona, ambas de mediados de siglo XX, revela la simultaneidad de condiciones que caracterizan el espacio de la playa en un momento determinado.

En ambos casos, la abrumadora masificación del espacio colectivo, uniforma la contemplación del paseo como riada de gente, masas de cabezas humanas. El consumo del tiempo de ocio se evidencia con la incorporación de atracciones, propaganda y toboganes. En este caso, el tomar altura, el movimiento mecanizado, domina la construcción que invade el frente marino, y traza un limite entre ciudad y costa. La incorporación de pérgolas, sombrillas y kioskos, acompaña a las masas.

Una gran avenida paralela al mar genera en ambos casos la gran plataforma que linda el suelo duro urbanizado, y el suelo blando de la playa, igualmente urbanizado. En un caso la avenida es de madera, delimitada por parapetos, en el otro, son dos pérgolas paralelas entre sí y con la costa, generando espacios reducidos a la sombra de mayor intimidad para el consumo de refrescos y comida. Las diferencia un cierto grado de permeabilidad.

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fig. 37a, 37b

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INDOLENCIA Dos representaciones dentro, fuera y al borde de mar y playa, reflejan cierta lejanía.

Por un lado, Paul-Armand Gette, en su viaje a la costa de Malmö, proponía distanciarse de la apreciación paisajística implícita en la contemplación del mar. El acto de pararse en cualquier paraje de la costa, no necesariamente considerado bello o turístico, y pronunciar la imprecisión de la definición de sus límites fluctuantes, a través de la lejanía. Cuestiona, por un lado, la interpretación de la belleza del paisaje, y por otro, la imposición del límite, del punto de partida de la separación entre tierra y mar. Todo ello, sostenido por una mujer vestida de negro en la playa en escorzo, sin siquiera mirar a la cámara.

En la viñeta del Roto, vemos reaparecer el mito del miedo a través del sarcasmo. El miedo encarnado por el tiburón, reflejo y crítica del sistema económico y el naufragio como desastre, la crisis. El grado de lejanía, nuestra risa producida por la catarsis.

La indolencia del baño. La imposibilidad de sus límites. Su autocontemplación enajenada.

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Fig. 38a, 38b

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DELIRIO En estos dos ejemplos, representados dentro de un discurso teórico, encontramos la concentración de diversos baños en un solo edificio.

En el caso del Downtown Athletic Club (Rem Koolhaas, 1978), se trata de un edificio de 38 plantas que provoca la transformación del baño en altura. Las primeras plantas con usos convencionales (piscina, sauna...), pasando por situaciones intermedias paranoicas (campo de golf interior), hasta llegar a una cafetería-vestuario donde se comen ostras con guantes de boxeo.

En el segundo edificio, el Bath Building de Made in Tokyo (Kaijima-Kuroda-Tsukamoto, 2006), el número 24 de los edificios da-me, no-good architecture, calificado como ejemplo de 'amusement packages into a single building'. En este edificio de tres plantas, conviven baños públicos, sauna, y lavandería, con la residencia del propietario y un supermercado 24h.

Moscow, 1923 At school one day, a student designed a floating swimming pool.

It was thus a truly dialectical room, used for physical exercise, artificial sunbathing and socialising between the almost naked swimmers. [...]

One day they discovered that if they swam in unison – in regular synchronised laps from one end of the pool to another – the pool would begin to move slowly in the opposite direction.

In a secret meeting, the architects/lifeguards decided to use the pool as a vehicle for the escape of freedom.

New York, 1976 After 40 years of crossing the Atlantic, the architects/lifegards reach their destination. the architects/swimmers/lifeguards were shocked at the uniformity (dress, behaviour) of their visitors […]

Had communism reached America while they were crossing the Atlantic?

The New Yorkers did not hesitate to criticize the design of the pool.

The New Yorkers decided to give their so-called colleagues a collective medal at a discreet waterside ceremony.

Rem Koolhaas, 1994 If we consciously consider the abounding pet sized objects of Tokyo as an interface between the city and the human body, then our urban environment can become more and more comfortable.

Kaijima-Kuroda-Tsukamoto, 2006 Cada ejemplo forma parte de un relato discursivo, en un caso, como parte de un manifiesto retroactivo que concluye con una piscina flotante en movimiento, gracias a la inercia de sus nadadores. En el segundo caso, como parte de un catálogo de edificios con diversas funciones considerados mala-arquitectura por los arquitectos, el cual permite el descubrimiento de la petarchitecture.

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fig. 39a, 39b

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REPRESENTACIÓN En esta contraposición de imágenes vemos dos ejemplos de la continuidad de la representación.

A pesar de todo, Hans Castorp amaba aquella vida en la nieve. Pensaba que, en muchos aspectos,se parecía a la vida en la playa, pues la monotonía sempiterna del paisaje era común a las dos esferas […] uno se sacudía de los zapatos y de la ropa aquel polvo blanco […] caminar por la nieve era igual de fatigoso que un paseo por las dunas.

Thomas Mann, 1924 En la viñeta de Máximo, 'Evocación del mar', un hombre solitario en una vasta extensión desértica de fondo montañoso, evoca frente a una bandada de aves, un encuadre del mar. Dos paisajes opuestos, tan parecidos en sus trazos, que se confunden.

En la fotografía, vemos a Sorolla pintando uno de sus cuadros, 'Instantánea' en Biarritz, en el cual aparece una mujer de blanco sentada, cabizbaja, mirando al objetivo de sus cámara instantánea, a punto de reflejar un paisaje marino, en lugar de disfrutar de su presencia.

La para mí absolutamente incompresible pasión actual por un lugar tan desolado y tan desagradable, por cuyo blando y movedizo piso, sea que vayas descalzo, sea calzado, no puedes siquiera andar, y con ese paisaje tan simple y tan abstracto que no es más que dos rayas paralelas, denominado “playa”, ha llegado, sin embargo, a convertirse en uno de los mayores “yacimientos” de lucro empresarial.

Rafael Sánchez-Ferlosio, 2003 Por tanto, tenemos 2 retratos especulares, primero, en Máximo, la evocación del paisaje del mar por asociación de características, y por su ausencia. El desierto evoca al mar. En segundo lugar, la fotografía de Sorolla pintando a una persona que está tirando una fotografía de un paisaje, el océano.

Es decir, una cadena de representaciones que podría dar lugar a varias preguntas ¿porqué se hace representar Sorolla? ¿porqué mira la mujer a su cámara? ¿qué pinta la niña de atrás? o mejor aún, ¿dónde se ubica el espectador dentro del juego de miradas y representaciones? Así la presencia del mar parece ser un mero pretexto de juego para la representación especular subordinada. Podríamos estar delante del mar, de la torre Eiffel, o en un paisaje interior.

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fig. 40a, 40b

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DESEO En estas imágenes vemos, después de un siglo, al hombre impresionado por los mismos juegos.

En primer lugar, el primer parque acuático instalado en San Francisco en 1896, Sutro Baths. Una fusión entre la diversión y el deporte, de insensible implantación, al borde de un abismo entre roca y océano. A modo de nave industrial y con varias piscinas, escenarios, graderías y toboganes.

En segundo lugar, una de las últimas intervenciones del baño en Japón. Se trata de de la reproducción artificial del paisaje de una playa en el interior de una gran nave descapotable. Este recurso permite, estando frente al océano, disfrutar en cualquier época del año, de la representación del baño en la ribera del mar, y divertirse al mismo tiempo.

El tercer ejemplo, se trata de una antigua nave de fabricación de zeppelines en las afueras de Berlín, reformada como parque acuático cubierto. En este caso vemos como, además de los anteriores usos, el mismo usuario puede hacer turismo tropical interior.

En cualquiera de los casos, estamos ante la intención del dominio y control de las fuerzas indómitas de la naturaleza, bajo la forma de una pretendida representación del paraíso. El paraíso del consumo controlado, sin temor. El sueño real, así como el negocio del ocio.

La conciencia del deseo y el deseo de la conciencia conforman por igual este proyecto que, bajo su forma negativa, pretende la abolición de las clases, es decir la posesión directa de los trabajadores de todos los momentos de su actividad.

Su contrario es la sociedad del espectáculo, donde la mercancía se contempla a sí misma en el mundo que ha creado.

Guy Debord, 1967

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fig. 41a,41b, 41c

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FLORACIÓN Colocando estas tres pasarelas, prolongación del terreno hacia la invasión del mar, observamos una progresiva expansión y desinhibición, de escala, de forma, de contenido. Una floración.

La primera imagen. En una primera intervención de 1863-66, el malecón de Brighton, elevaba una plataforma lineal perpendicular a la costa, para suspender un pabellón de motivo oriental. En 1891-99 se realiza una segunda plataforma en paralelo a la primera de contenido lúdico. En 2003, el primer malecón sufre un incendio y se mantiene su estructura metálica como ruina turística. Se discute actualmente su posible reconstrucción.

Seaside Orientalism became endlessly adaptable. Inmuted form, as the ubiquitous bungalow, it dressed the domestic dwelling. It migrated to Europe to disguise hotels and villas and journeyed to the United States to dress buildings ranging from attractions in Coney Island’s early twentieth century amusement parks to, on the west coast, the 1912 bathhouse at Venice Beach and the Santa Cruz Beach Casino of 1904.

Fred Gray, 2006 En el segundo proyecto, el muelle de Scheveningen en Holanda, construido en 1901, destruido durante la segunda Guerra Mundial, y reconstruido en 1959. Contrasta, respecto a los muelles ingleses, la complejidad plástica y sobre todo, el esparcimiento que sigue después del gesto de cruzar perpendicularmente el borde, los indefinidos límites entre tierra y mar. Sin embargo, como se aprecia en la fotografías, la prolongación y escala de proyecto son similares al malecón de la primera imagen (340m, 536m, 382m).

El tercer caso, Palm Jumeirah, es uno de los proyectos palmera en Dubai, actualmente en construcción. Se trata de una intervención de expansión de 520km lineales de costa, una invasión de 5km de diámetro al mar. Esta actuación urbanística, debido a su tamaño, tiempo de ejecución y desfachatez, es incomparable con las anteriores. El grado de sublimidad de esta actuación no permite su valoración objetiva ni espectacular. Dentro de lo comparable, su aspecto formal, podríamos interpretar una segunda derivada de la floritura de Scheveningen. La linealidad transfigurada hacia la incipiente ramificación, deviene ahora circunvalación, introspección, concentración hacia sí mismo. La autocontemplación. Otra posible variante de la representación del paraíso.

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fig. 42a, 42b, 42c

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EMULACIÓN En este juego de consola, el jugador de visión omnipresente, tiene la misión de atraer a clientes para ampliar el negocio de su estación balnearia: construyendo hoteles, piscinas, discotecas... atracciones turísticas, distracciones acuáticas.

Mientras que el consumo del tiempo cíclico en las sociedades antiguas estaba en consonancia con el trabajo real de estas sociedades, el consumo seudocíclico de la economía desarrollada se encuentra en contradicción con el tiempo irreversible abstracto de su producción. En tanto que el tiempo cíclico era tiempo de la ilusión inmóvil, vivido realmente, el tiempo espectacular es el tiempo de la realidad que se transforma, vivido ilusoriamente.

Guy Debord, 1967 De este modo, la representación interactiva del baño depende del jugador, el consumidor real de su propio tiempo de ocio en la inversión económica imaginaria del consumo del tiempo de ocio. El consumo retroalimentado, retroactivo, consumido. Una fuerte contradicción entre realidad física e imaginación. Un arma de recreación, estimulación, sueño. Emulación.

La inocente diversión de la evocación del tiempo de ocio, entorno al baño en colectividad, detrás del monitor, solo.

58

fig. 43a,b,c

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MARGEN - Sí, más acá de lo natural es lo mismo que más allá, como más allá del espacio es lo mismo que más acá de él. ¿Ves esta línea? -Y trazó una línea en un papel-. Prolóngala por uno y otro extremo al infinito y los extremos se encontrarán, cerrarán en el infinito, donde se encuentra todo y todo se lía. Toda recta es curva de una circunferencia de radio infinito y en el infinito cierra. Luego lo mismo da lo de más acá de lo natural que lo de más allá. ¿No está claro?

- No; está oscurísmo, muy oscuro.

Miguel de Unamuno, Niebla.

Bajo distintas formas, hemos vivido el miedo, el pudor, la transfiguración, la pedagogía, la deportividad, el espectáculo, la masificación, la turistificación, la evocación, la contradicción, la indolencia, la mímesis, el delirio, la emulación, el temperamento y la esencia del baño.

Si algo pudiéramos afirmar, esperando que este margen no sea conclusivo sino expansivo y fértil, es que el ocio aborda gran medida del baño. Aunque ocio haya devenido negocio, masiva reproducción, espectáculo de autocontemplación hasta el hastío, el interés del baño colectivo perdura.

El baño en sí, es inherente a la existencia del ser humano. El baño, como práctica, en sus distintas variantes, poco ha cambiado. Como mucho, sus recursos y técnicas se han depurado. Esto asegura que el baño exista, de una forma u otra, hasta la extinción del hombre. Por tanto, podremos seguir preguntándonos cuáles serán los baños que nos acompañarán. Si seguirán siendo los mismos pero con distinta forma, repitiendo la misma práctica una y otra vez como quien dibuja, cocina o lanza una y otra vez una jabalina hacia una misma dirección variablemente constante. O si por el contrario, cambiarán tan radicalmente los baños, que apenas podremos relacionarlos con los baños arcaicos.

Sin ir más lejos, en contraposición al baño individual el baño colectivo presenta y despierta cada vez que se evoca, toda la serie de curiosidades y contradicciones de las que hemos disfrutado y sufrido por este camino.

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ILUSTRACIONES FIG. 1

Colita. 1987-88. Platja de la Barceloneta, bcn003405. www.afb.accon.com

FIG. 2

Cranach, Lucas. 1546. Der Jungbrunnen [detalle]. www.wikipedia.com

FIG. 3

Tiziano. 1556-59. Diana y Acteón [detalle]. Extraído de: Azúa, Félix de: Cortocircuitos.

Imágenes mudas. Madrid, Abada, 2003.

FIG. 4

Gericault, Théodore. 1818-19. Le Radeau de la Méduse. www.wikipedia.com

FIG. 5

Manet, Edouard. 1862-63. Déjeuner sur l'herbe ou Le Bain [detalle]. Extraído de: Foucault, Michel: La pintura de Manet [1971], Barcelona, Ed. Alpha Decay. 2005.

FIG. 6

Daumier, Honoré, 1808-1879. Les trains de plaisir - Quand après dix assauts infructueux on arrive enfin à conquérir une place dans un wagon on éprouve un premier et bien vif plaisir [detalle]. http://bir.brandeis.edu/handle/10192/3720

FIG. 7

Turner, Joseph Mallord William. 1810. Scarborough Town and Castle: Morning: Boys Catching Crabs [detalle]. www.arthistory.about.com

FIG. 8

Baños de Sant Telm en Sant Feliu de Guíxols (Col. E. Massana). Extraído de: SolàMorales, Ignasi de. Arquitectura balneària a Catalunya. Barcelona, Ed. Ketres, 1986.

FIG. 9

Scarborough Sands, Showing “imps” [detalle]. Sin fecha. http://www.flickr.com/photos/trainsandstuff/4960618690/sizes/l/in/photostream/

FIG. 10

La hidroterapia, de L'Illustration, 1868. Extraído de: Vigarello, Georges. « Higiene e intimidad del baño. Las formas de la limpieza corporal », A&V nº14, pp. 25-32, 1988.

FIG. 11

Sagarra, Josep Maria. Banys de Sant Sebastià, bcn002298. 1935. www.afb.accon.com

FIG. 12

Leech, John. 1852. Romance and Reality. Beautiful Being (who is all soul). “how grand, how solemn, dear Frederick, this is ! I really think the ocean is more beautiful under this aspect than under any other!” frederick (who has about as much poetry in him as a Codfish), “Hm – Ah! Yes, per-waps. By the way, Blanche – there's a fella swimping, s'pose we ask him if he can get us some pwawns for bweakfast to-mowaw morning?” - [detalle]. http://www.john-leech archive.org.uk/1852/romance-andreality.htm

FIG. 13

Hotel ilegal "El Algarrobico" en el municipio de Carboneras (Cabo de Gata-Níjar) [detalle]. 2006. Extraído de www.wikipedia.com el 27/08/2011.

FIG. 14

Blaisdell, Marilyn. 1980s. The Shoot. (San Franciscana Photographs of Sutro Baths.) http://www.outsidelands.org/sutro_baths.php

FIG. 15

Daumier, Honoré. 1858. Les bains à quatre sous. http://www.oldbookillustrations.com/references-documents/honore-daumier-8/

FIG. 16

Tati, Jacques. 1953. Les vacances de Monsieur Hulot [detalle de fotograma]

FIG. 17

Visconti, Luchino. 1971. Morte a Venezia [detalle de fotograma].

FIG. 18

Puig, Esteve. 1910-20. Banys de Sant Sebastià, bcn003194. www.afb.accon.com

FIG. 19a

Ballell, Frederic. 1916. Descans i converses a la platja de la Barceloneta, bcn003581. www.afb.accon.com

FIG. 19b

Català-Roca, F. / Miserachs, X. Extraído de: Regàs, Rosa. Memòries de la Costa Brava. Lupita Books, Barcelona. 2006.

FIG. 20a

Dreesen, Wilhelm. 1893. Badekarre.

FIG. 20b

William Heath. 1829. Mermaids at Brighton. Extraído de: Gray, Fred: Designing the seaside, London, Reaktion Books, Ltd., 2006.

FIG. 21

Rowlandson, Thomas. 1813. Summer Amusement at Margate, or A Peep at The Mermaids. Extraído de: Gray, Fred: Designing the seaside, London. Reaktion. 2006.

FIG. 22a

Réard, Louis.1946. Bikini, Michele Bernardini.

FIG. 22b

A.d. s. IV a.C. Sala delle Dieci Ragazze. Villa Rumana dû Casali. www.wikipedia.com

FIG. 23a

Cifra Gráfica. s.f. Al sol de Torremolinos.

FIG. 23b

Playa de Torremolinos. 2011 Google – Imágenes 2011 DigitalGlobe, GoeEye, Instituto de Cartografía de Andalucía, Datos de mapa 2011 Tele Atlas.

FIG. 24a

Autor y fecha desconocidos. The Beach, St Mildred's Bay - Westgate on Sea [detalle] http://www.flickr.com/photos/trainsandstuff/4959963837/

FIG. 24b

Sitges. Extraído de: Bator, Juan Pedro. Paraísos perdidos. Madrid. ed. Saga. 2009.

FIG. 24c

Sorolla, Joaquín. 1910. Bajo el toldo, playa de Zarauz. http://museosorolla.mcu.es/contenido/p_inv.887.htm

FIG. 24d

Masriera, Lluis. 1920. Ombres projectades. Extraído de: VV.AA.: A la playa. El mar como tema de la modernidad en la pintura española, 1870-1936, Madrid, Fundación Cultural Mapfre Vida, 2000.

FIG. 25a

Català-Roca, F. / Miserachs, X. Extraído de: Regàs, Rosa. Memòries de la Costa Brava. Lupita Books, Barcelona. 2006.

FIG. 25b

Fargas, Carles. 1914. Combinación de tres saltadores al Club Natació Barcelona.

Extraído de: Xocolata, ciutat i pantorrilles (1912-1938). Barcelona. Prames. 2011.

FIG. 25c

Doisneau. 1945. Le plongeur du Pont d'Iena, Paris. www.robert-doisneau.com

FIG. 26a

Kertesz, Andre. 1928. Jambes ; [plongeur à la piscine]. http://www.mediatheque-patrimoine.culture.gouv.fr/

FIG. 26 b

Séeberger frères. 1923-31. Bains Samaritaine, Pont neuf, Paris. http://www.mediatheque-patrimoine.culture.gouv.fr/

FIG. 26 c

Ki-duk, Kim. 2006. Time [portada].

FIG. 27a

Binet, Hélène. 2005-2006.

Extraído de: Zumthor, Peter. Therme Vals, Zurich, Scheidegger & Spiess, 2008.

FIG. 27b

Hockney, David. 1972. Portrait of an Artist (Pool with two figures). www.hockneypictures.com

FIG. 27c

Ness, Glenn. Fading Of June.

FIG. 28a

Müller, Gerhard P. Extraído de: Zumthor, Peter. Therme Vals, Zurich, Scheidegger & Spiess, 2008.

FIG. 28b

Levy & Neurdein Réunis. 1903-1920. 118 Vichy – Interieur de l'etablissement thermal .

Service des femmes – douche et massage. http://www.culture.gouv.fr/Wave/image/joconde/carpo/0003/m500201_001255_p.jpg

FIG. 29a

The Beach, St Mildred's Bay - Westgate on Sea. http://www.flickr.com/photos/trainsandstuff/4959963837/

FIG. 29b

Smithson, Robert. 1970. Spiral Jetty. http://allaroundmeblog.blogspot.com/2011/07/spiral-jetty-by-robert-smithson.html

FIG. 29c

Aalto, Alvar. 1938-1939. Villa Mairea. http://www.mcah.columbia.edu/dbcourses/publicportfolio.cgi?view=936#

FIG. 30a

Concurso de Navidad en el Reial Club Marítim.

Extraído de: Xocolata, ciutat i pantorrilles (1912-1938). Barcelona. Prames. 2011.

FIG. 30b

Balneario de Vichy Catalán (B.C.C. Barcelona). Extraído de: Solà-Morales, Ignasi de.

Arquitectura balneària a Catalunya. Barcelona, Ed. Ketres, 1986.

FIG. 31a

Regeneración de la playa de El palo, Málaga. Planta de las obras. Extraído de: VVAA. Actuaciones en la costa, 1988-90. Madrid. Min. de Obras Públicas y Urbanismo. 1991.

FIG. 31b

Archivo de Alcalá. Década 1960. Playa de la Barceloneta.

Extraído de: Bator, Juan Pedro. Paraísos perdidos. Madrid. ed. Saga. 2009.

FIG. 31c

Gibson, Ralph. 1963-66 LA. http://www.ralphgibson.com/

FIG. 32a

Binet, Hélène. 2005-2006.

Extraído de: Zumthor, Peter. Therme Vals, Zurich, Scheidegger & Spiess, 2008.

FIG. 32b

Happy Magic Water Cube. 2008. PTW Architects. http://www.architizer.com/en_us/ projects/pictures/happy-magic-water-cube/28064/239452/

FIG. 33a

Binet, Hélène. 2005-2006.

Extraído de: Zumthor, Peter. Therme Vals, Zurich, Scheidegger & Spiess, 2008.

FIG. 33b

Bañuelo Extraído de: Baños árabes. Vílchez, Carlos. Diputación de Granada. 2001.

FIG. 33c

Sinan, Mimar. 1584. Hammam Çemberlitas.

Extraído de:Yilmazkaya, Orhan. Turkish baths. Çitlembik. Istambul. 2005.

FIG. 34a

Siza, Alvaro. 1961-1966. Piscinas de Leça de Palmeira. http://1.bp.blogspot.com/_FWqGkJcxinw/TLul_POxvII/AAAAAAAAAAQ/1IjPIRv7YU/s1600/392604.jpg

FIG. 34b

Playa de Ilfracombe, Tunnel Baths, Devon, Inglaterra. 1823. http://www.flickr.com/photos/amoebaswarm/3802044904/

FIG. 34c

Playa de Scarborough. At the Seaside, 1920s. http://www.flickr.com/photos/davewebster14/2545448266/

FIG. 35a

AMP arquitectos. 2004. Badeschiff. http://hr.profimedia.com/fotografie/badeschiffkupanje-brod-javni-bazen-rijeka-spree/0078912767/

FIG. 35b

«École flottante de natation réalisée à Bordeaux: projet de l’architecte J. Lafargue, 1844 », Revue générale de l’architecture et des travaux publics, vol. 5, pl. 25- 26.

FIG. 35c

Séeberger frères. 1923-31. Bains Samaritaine, Pont neuf, Paris. http://www.mediatheque-patrimoine.culture.gouv.fr/

FIG. 36a

Aalto, Alvar. 1938-1939. Villa Mairea. http://www.stepienybarno.es/blog/wpcontent/uploads/2009/10/20.-VILLA-MAIREA-ALVAR-AALTO-500-.jpg

FIG. 36b

Barbieri, Olivo. 2007. Iguazu. Brasil/Argentina. Extraído de: The Waterfall project.

Damiani. 2008.

FIG. 37a

Coney Island. 1950. Parachute Jump Ride. http://davidkendall.tumblr.com/post/ 546603228/a-photo-of-coney-island-circa-1950-from-the

FIG. 37b

Rozas, Pérez de. 1963. Platges i piscines plenes un diumenge, bcn000766. www.afb.accon.com

FIG. 38a

Paul Armand-Gette, 0m. Extraído de: Garraud, Colette: L'idee de nature dans l'art contemporain, (La création contemporaine), Paris, Flammarion, 1994.

FIG. 38b

viñeta de el roto. El país. 2011/02/17

FIG. 39a

A machine for metropolitan bachelors... Extraído de: Koolhaas, Rem: Delirious New York, Nueva York, The Monacelli Press Inc., 1994. p. 159.

FIG. 39a

Bath tour building. Extraído de: MA, Momoyo; KURODA, Junzo; TSUKAMOTO, Yoshiharu: Made in Tokyo, Tokyo, Kaijima Institute Publishing Co., 2006. Pg. 89.

FIG. 40a

viñeta de Máximo, El país, 2002/08/23

FIG. 40b

Sorolla, Joaquín. 1906. Instantánea, playa de Biarritz. Extraído de: VV.AA.: A la playa.

El mar como tema de la modernidad en la pintura española, 1870-1936, Madrid, Fundación Cultural Mapfre Vida, 2000.

FIG. 40c

Joaquín Sorolla pintando Instantánea. 1906. Extraído de: VV.AA.: A la playa. El mar como tema de la modernidad en la pintura española, 1870-1936, Madrid, Fundación Cultural Mapfre Vida, 2000.

FIG. 41a

Blaisdell, Marilyn. 1980s. Sutro Baths. (San Franciscana Photographs of Sutro Baths.) http://www.outsidelands.org/sutro_baths.php

FIG. 41b

Seagaia Ocean Dome. Kyūshū, Miyazaki. 1993. Grupo Mitsubishi. http://blicu.net/playa-artifical-en-japon-ocean-dome/

FIG. 41c

Tropical Islands Resort. Berlín. 2004. http://www.rodrigostoledo.com/2008/04/tropical-islands-um-antigo-hangar-dedirigiveis-que-virou-um-paraiso-tropical/ http://adaptivereuse.info/tag/berlin/

FIG. 42a

muelle de la costa oeste de Brighton, Inglaterra. Fotografía aérea. http://www.philbrace.com/Aerial%20Pics%20Web%20Site/ESgallery.html

FIG. 42b

muelle de Scheveningen, la Haya. Fotografía aérea. http://www.bedandbreakfast.com/inns/the-hague-netherlands-bb-lodgingambassadearenaaparthotel.jpg

FIG. 42c

Palm Jumeirah 2001-2009. Dubai. Fotografía aérea. http://www.worldcitypics.com/dubai-nakheel-properties/

FIG. 43

Videjuego: Beach Life. 2002. Deep Red Games. [screenshots] http://www.gamershell.com/pc/beach_life/screenshots.html

BIBLIOGRAFÍA

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DICCIONARIOS

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