*Imágenes y diagramación solo para propósitos de presentación.
A propósito de propósitos... Existen muchos estudios sicológicos que han demostrado que el bienestar, la felicidad y la salud mental de las personas están estrechamente ligados con el hecho de identificar y ejercer el propósito de vida de cada quien. El poder encontrar la propia vocación es quizás uno de los secretos más terapéuticos para una vida emocionalmente plena y equilibrada. "Me pregunto si las estrellas brillan con el fin de que cada uno algún día encuentre la suya". El Principito. ¿Qué hubiera sido de la salud mental de Gabriel García Márquez si, en vez de seguir su propósito de vida como escritor, se hubiera dedicado a ser abogado o ingeniero? ¿Qué habría sucedido con la estabilidad emocional de Manuel Elkin Patarroyo si quizás este, en vez de seguir su vocación de encontrar la vacuna contra la malaria, hubiera dedicado su vida a seguir otro camino profesional diferente al que le dictaba su corazón? Si bien las anteriores son preguntas hipotéticas que necesitarían de una “bola de cristal” o de una máquina del tiempo para develar esos posibles caminos alternativos de la historia de estos personajes, lo cierto del caso es que muy probablemente ellos hubieran acabado con algún sentimiento de vacío e infelicidad en sus vidas. Y no hay que remitirnos precisamente a ejemplos de personas famosas o de grandes epopeyas u odiseas. Cuando se trata de la búsqueda del propósito de vida personal no existen comparativos que valgan, es decir, cada persona cuenta con una serie de rasgos de personalidad y deseos íntimos que hacen que su búsqueda sea única, no importa el oficio, arte o actividad o si se quiere ser astronauta, presidente, carpintero o zapatero. Uno de los grandes problemas con este tema de la búsqueda (o reconocimiento) de la propia vocación de vida es que vivimos en una sociedad llena de idolatrías impuestas, poco verdadero conocimiento personal (autoconocimiento), poca introspección o análisis y un constante bombardeo mediático y de marketing cuyo único fin pareciera ser el de “lavar cerebros” para incitarlos a dejar de lado sus verdaderos sueños personales por otros socialmente más “cool” o más “rentables”.