Mutando a sombra

Page 1

Mutando a sombra… Por Jesús Benítez www.jesusbenitez.com

Página 1


www.jesusbenitez.com

Página 2


Mutando a sombra… Por Jesús Benítez Es absurdo dejar migas de pan por el camino, pensando que algún día vendrán a buscarnos si estamos perdidos. El rastro más atrayente que nos impide caer en el olvido, es la sombra alargada de nuestro actos o recursos. La fidelidad es un valor idealista, casi utópico, poco tangible, de imposible implantación en sociedades materialistas, deshumanizadas, con carencias éticas y morales. Buscamos afecto, complicidad, el apoyo y la aprobación de nuestros semejantes, sin analizar el escenario en el que predicamos, ignorando si éste ha sido abonado o no, para la condescendencia y la reciprocidad. Al movernos en ambientes hipócritas, resulta siempre más productivo caer en la ignorancia del prójimo, pues ayuda a ganarse así el cielo en la tierra. Puede ocurrir que, al echar la vista atrás, recordemos a personajes que deambularon por nuestro tránsito existencial y no ofrecen síntomas vitales ¿Qué habrá sido de ellos? ¿Nos recordarán? ¿Por qué nunca volvieron a dar señales de vida, o a interesarse por la nuestra? ¿Qué les lleva a ese silencio? Hay un millón de preguntas y de respuestas posibles, pero la distancia y la indiferencia, descubren, en muchos casos, la naturaleza y personalidad real de aquellos en los que un día confiamos y que, con el paso del tiempo, han optado por mostrarse ausentes, cual si la tierra nos hubiera tragado. Es una experiencia dura, triste y lamentable que, como única vertiente positiva, aporta una visión madura de las relaciones humanas, la ingenuidad y el interés intrínseco u oportunista que hay en todas ellas. La desgracia, es no poder dar marcha atrás, ni revertir la mentira o la infamia de quienes no nos merecían y devoraron nuestro corazón. www.jesusbenitez.com

Página 3


Cuestionarse sobre los que antaño fueron compañeros de viaje, no es una cuestión melancólica o nostálgica, se trata de una exploración lógica que el individuo hace de su trayectoria vital, para justificar o no su soledad, o para reforzar su decidido aislamiento ante un mundo que considera mezquino y falso. Por lo general, la frustrante experiencia de caer en el olvido, es decepcionante, incluso trágica, vislumbra un panorama decepcionante de la humanidad, que se traduce en pena. Sí, en una infinita piedad. Cómo justificar, si no, que haya seres tan miserables que te sacan de sus vidas porque piensan que les pedirás algo a cambio de lo que un día hiciste por ellos. Pena, sí, mucha pena.

No hay antídoto para neutralizar el dolor del olvido, es una consecuencia más de haber nacido. Existe, eso sí, una terapia o fórmula para despejar las dudas sobre quiénes nos merecieron y quiénes no, a lo largo de la vida. Tan sólo hay que abrir de par en par los armarios, retroceder varios pasos y observar que, durante años y décadas, hemos acumulado demasiada ropa, de forma superflua e idiota. Al adquirirla, pensábamos que la usaríamos asiduamente, cuando, en realidad, sólo pretendíamos causar buena impresión, gustar a los demás, dar la imagen que, tal vez, no nos identificaba. Seguro que el pijama y las zapatillas que nos ponemos a diario y nadie ve, por muy informales o impopulares que resulten, serán los más fieles aliados de nuestra autoestima y descanso, convertidos en utensilios de bienestar que nunca pasan de moda, ni se exhiben en ninguna pasarela. Vivir, es un estado de permanente desnudez, interior y exterior, que no precisa atuendo, ni visto bueno, ni contemplación piadosa o impertinente. Aquellos indiferentes, que nos evitan, ignoran o se esconden a nuestros ojos u oídos, siempre irán vestidos, de cuerpo y alma, acumulando mucha ropa en sus armarios y usando, cada día, una camisa o chaqueta distinta. Con el paso de los años, vamos mutando hacia una sombra, que nadie toca o palpa, si no está realmente a nuestro lado, en el origen de ese reflejo, espectro, fantasma o recuerdo que se proyecta. © Jesús Benítez – Enero de 2011 www.jesusbenitez.com

www.jesusbenitez.com

Página 4


www.jesusbenitez.com

Página 5


Posdata:

Acuse de recibo Dame una lección, que deje huella, o marque a fuego. Y así, habré aprendido otra más. Envíame un mensaje, un e-mail o una carta. Y creo que el tiempo me permitirá ayudarte, o besarte, o tal vez, no habrá respuesta. © Jesús Benítez

Prohibido publicar o el uso de estos contenidos, inscritos en el Registro de la Propiedad Intelectual, sin el previo permiso del autor: www.jesusbenitez.com

www.jesusbenitez.com

Página 6


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.