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Parroquia San Javier, Bogotá
P. Nubar Hamparzoumian Herrero-Botas, SJ
La pandemia no ha terminado y en la parroquia de San Javier nos hemos tenido que adaptar como todos. Los argumentos de “antes de la pandemia…” o “cuando podíamos reunirnos…” o los más temerosos incluso que se preguntan “cómo vamos a seguir” son frases y pensamientos que siendo sinceros solo nos paralizan y potencian el conformismo mediocre. Contra ello y por los feligreses en la parroquia nos hemos ido activando de modos creativos y diferentes al siempre se hizo así para no matar al Espíritu sino dejar que fluya de nuevo por los salones, despachos, cripta, confesionario y templo.
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Los responsables de cada grupo parroquial, junto con el párroco y sacerdotes de la parroquia, nos hemos reunido cada mes para escucharnos y juntos ver cuáles eran las mejores maneras de trabajar ahora, poniendo especial atención en cómo colaborar entre los diferentes grupos y no duplicar esfuerzos, sino más bien optimizar tiempos y recursos humanos. Aún queda mucho por avanzar, pero la
escucha orante de todos está permitiendo que muchos de los responsables se conozcan a niveles más profundos que la relación vecinal o el sencillo saludo de la misa dominical, así como el buscar juntos cómo responder a las necesidades de los feligreses.
Fijándonos en cada uno de los grupos es consolador el deseo de todos de llegar a más personas, ya sea desde el grupo de salud que visitando a enfermos y sus familias narran las necesidades de todos ellos de algo tan sencillo como alguien que les dedique tiempo para una buena conversación; o desde el grupo social que busca ir más allá de un asistencialismo para acompañar a quienes tienen necesidades más materiales; o los catequistas tanto de bautizos, familias y confirmación que finalizando el curso están pensando cómo poder dar seguimiento a quienes se han acercado a la parroquia buscando algo más que un sacramento. En esta línea, el P. Daniel Mora, SJ -antes de marcharse a su nuevo destino en El Paso- inició la reflexión junto con un grupo de personas para que pensaran cómo reactivar los grupos juveniles en la parroquia ofreciendo experiencias de comunidad más allá de sacramentos. En ello están trabajando diferentes personas de la parroquia para en el nuevo año poder arrancar de un modo renovado.
...el P. Daniel Mora, SJ (...) inició la reflexión junto con un grupo de personas para que pensaran cómo reactivar los grupos juveniles en la parroquia ofreciendo experiencias de comunidad más allá de sacramentos...
No solo los grupos son los que han continuado de modo nuevo, sino que también continúan las obras en el atrio de la parroquia, pues siguen teniendo unas goteras que impiden el uso del Salón P. Posada. Los únicos que los están usando son el grupo de venezolanos, principalmente mujeres, acompañados por Ernesto Miguens, SJ (teólogo de primer año) que los lunes por las mañanas se reúnen en torno a un tinto y unas onces para compartir cómo están sus familias y cómo poderse ayudar unos a otros para mejorar su situación. Se ha conseguido neutralizar las filtraciones de agua para que no inundaran la cripta, tan usada ésta durante el mes de noviembre por la feligresía. Pero las que están encima del salón persisten, tras varias intervenciones, siendo un quebradero de cabeza.
Aunque estas intervenciones no han paralizado a la parroquia, ni mucho menos, pues las reuniones de los grupos han pasado a los locales que están junto al templo. Incluso han inspirado a Simón Pedro Martínez, SJ (PAR) y a Hugo Marín, SJ (MEX) a motivar un retiro al mes a los coordinadores de los diferentes grupos de la parroquia. Han organizado y coordinado cuatro retiros de una jornada, cada uno pensado e inspirado en cada una de las semanas de los Ejercicios espirituales de San Ignacio, con motivo del quinto centenario de la conversión del azpeitiarra. Al no poder usar los salones grandes por las goteras, y gracias a la colaboración de la Comunidad de Formación, estos retiros se han podido desarrollar en la capilla que tiene la comunidad en el jardín, aprovechando igualmente esos espacios en los momentos del día que el tiempo permitía. Y viendo que la experiencia estaba siendo buena, también organizaron un retiro para los jóvenes que se confirmarán a finales de este año, y otro para las personas que colaboran en los diferentes coros de las eucaristías dominicales. Hugo se ha animado a la formación de acólitos los sábados por la tarde, con gran recibimiento por parte de muchos jóvenes que están viniendo a las celebraciones de las eucaristías para poner en práctica esas formaciones, lo
cual ha permitido recuperar las procesiones de entrada desde la puerta principal del templo, devolviendo así el tono de mayor festividad a las celebraciones dominicales.
En definitiva la parroquia San Javier y su feligresía están continuando con sus actividades de modos nuevos y creativos, pero sobre todo adaptándose a los tiempos pandémicos y atentos a las necesidades y búsquedas de Dios de todos. No podemos olvidar la gran colaboración que muchos de los compañeros jesuitas brindan a la parroquia principalmente los domingos en las eucaristías de la parroquia o de las Hermanas Misioneras de María Inmaculada y Santa Catalina de Siena (las Lauritas). La especial colaboración desde la Comunidad de Formación S. Francisco Javier por parte de Jorge Camacho, Luis Felipe Navarrete y Jonathan Marín, como desde el CIF con Juan Miguel (Potxi) Zaldúa, Uriel Salas y José Darío Rodríguez, así como Víctor Martínez o Andrés Rosado e incluso Carlos Eduardo Correa cuando todavía estaba por Bogotá, han permitido, entre otras cosas que Arturo Guerra como párroco vuelva a Las Brisas a celebrar eucaristías, o que durante alguna de las eucaristías de la mañana se ofrezca el sacramento de la reconciliación a lo largo de la celebración. También han echado una mano ante la petición que desde el colegio del Ave María para celebrar el sacramento de la reconciliación a los alumnos que harán este curso su primera comunión y la confirmación; aunque aprovecharon que ya estábamos por allí, para confesar también a muchos otros alumnos de otros cursos.
La programación del mes de diciembre será la siguiente:
• 5 de diciembre confirmaciones. • 8 primeras comuniones en la misa de 9 am. También habrá misa a las 12 y 6 pm.
• El día 11 será la celebración de navidad y cierre del curso con los grupos parroquiales.
• El 12 de diciembre también se celebrarán bautizos, como cada segundo domingo de mes.
• Además estarán las novenas integradas en las eucaristías de la parroquia de 7 am y 6 pm, que contaremos con la colaboración de jóvenes de la Red Juvenil Ignaciana, como también las novenas por los sectores de la parroquia a las 7.30 pm.
• La RJI también colaborará en el Hogar San Gabriel (bienestar familiar) y con el centro de Luz y Vida por las mañanas, como con los niños a las 3 pm y más tarde con los jóvenes, después de los cantos de villancicos a las 4 pm.
• El 24 las misas serán a las 7 am y 7 pm.
• El 25 a las 12 y 6 pm.
• El 31 a las 7 am y 7 pm.
• El 1 de enero serán a las 12 y 6 pm.


