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Desplazamiento forzado, un problema mundial
Por: S. Jorge Arturo Capistrán Hernández, SJ
Hace algunos días, dieron la vuelta al mundo varias imágenes donde la policía reprime a cientos de personas de nacionalidad hondureña, que trataban de cruzar la frontera con Guatemala para dirigirse a los Estados Unidos. Desde mi experiencia de trabajo con personas migrantes en México y ahora en Colombia, puedo decir que, cada vez es mayor el número de personas que se ven obligadas a salir de sus países de origen, así como los retos y dificultades que representa esta lamentable situación. En décadas pasadas se hablaba mucho del “sueño americano”, se hacía referencia a las personas que se iban a Estados Unidos de manera irregular, con la intención de ganar dólares y tener una mejor estabilidad económica. Se puede decir que en esa época la mayoría de las personas que migraba hacia el país del norte, lo hacía por mejorar su calidad de vida. Hoy en día el famoso “sueño americano” ha cambiado notablemente. La mayoría de las personas que migran hacia Estados Unidos, u otros destinos,
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no lo hacen por un incremento a su estabilidad económica, lo hacen porque la vida en sus países se ha vuelto insostenible; acceder a recursos tan elementales como trabajo, salario, salud, educación y vivienda digna, es casi imposible.
La caravana de más de 9.000 personas que fue reprimida en Guatemala es la expresión de un país azotado por la violencia, pobreza y falta de empleo, además de las consecuencias mundiales de la pandemia que vivimos. Las personas que se ven obligadas a migrar de sus países son víctimas de gobiernos que no han sabido responder a las diferentes necesidades de los sectores más desfavorecidos1 .

Al igual que las personas de Centroamérica y México que se ven obligadas a buscar mejores condiciones de vida en Estados Unidos, en Colombia somos testigos del éxodo de miles de venezolanos que buscan nuevas oportunidades y un horizonte donde puedan vivir una vida digna, semejante a la que todos aspiramos.
1 Radio Progreso. Caravanas de migrantes. Una mirada desde dentro. Consultado en: https://radioprogresohn.net/especiales/caravanas-de-migrantes-una-mirada-desde-dentro/

S. Jorge Capistrán, SJ
Si bien, los gobiernos son los responsables de crear condiciones para que sus ciudadanos puedan desarrollarse en todas sus dimensiones, es necesario también la colaboración de la sociedad para que esto pueda darse. No ayudamos y defendemos los derechos de los migrantes porque sean buenas personas, los apoyamos porque somos testigos de lo que padecen, porque se encuentran en situaciones de vulnerabilidad y es de humanos ayudar al que lo necesita. Como sociedad, estamos a llamados a velar por los intereses colectivos y no solo por lo individuales. Estamos convencidos de que con pequeñas acciones podemos transformar el mundo o, por lo menos, el mundo de las personas a las que apoyamos.
Migrar es un derecho y es parte de la condición humana; somos personas que difícilmente estamos sujetas a un determinado lugar. Ojalá que la migración llegue a darse solo por gusto y decisión propia y no obligados por querer sobrevivir o por huir de la violencia.