Tres sombreros de copa El texto Tres sombreros de copa es una pieza teatral perteneciente a la literatura contemporánea. Es una muestra del teatro humorístico de posguerra. Fue estrenada en 1952. Un joven empleado, Dionisio, llega a un pequeño hotel de provincia la noche antes de su boda con una muchacha del lugar. Tienen siete años de noviazgo y el piensa que esa boda le dará estabilidad a su vida. Esa noche también están en el hotel los integrantes de una revista musical que se presentaran en el teatro al día siguiente. Los miembros de la compañía de teatro irrumpe en la habitación de Dionisio y lo arrastran a su fiesta nocturna. Entre las bailarinas esta, Paula, quien ya esta cansada de la vida del teatro. Dionisio y Paula se enamoran. Este olvida por un momento su boda y quiere irse con los del teatro a vivir en libertad. Al amanecer, Dionisio vuelve a su mundo y Paula al suyo. La acción del primer acto ocurre en un único espacio, en una sola noche, en el hotel de don Rosario, donde Dionisio ocupa una habitación. El título de la obra conduce a la unión de dos mundos: el sombrero de copa, parte del traje de etiqueta de un caballero, el cual se refleja en la vida de Dionisio; y como tocado de las bailarinas de music hall o instrumento en los números de magia, lo que se refleja en la vida de Paula. En este fragmento, Dionisio y don Rosario, dueño de la posada, hacen un reconocimiento del la habitación que ocupara la noche antes de la boda.
Acto primero En la habitación de un hotel de segundo orden en una capital de provincia… (Al levantarse el telón, la escena está sola y oscura hasta que, por la puerta del foro, entran Dionisio y don Rosario, que enciende la luz del centro. Dionisio, de calle, con sombrero, gabán y bufanda, trae en la mano una sombrerera parecida a las que hay en escena. Don rosario es ese viejecito tan buenos de las largas barbas blancas.) Don Rosario: pase usted don Dionisio. Aquí, en esta habitación, le hemos puesto el equipaje. Dionisio: pues es una habitación muy mona, don Rosario. Don Rosario: Es la mejor habitación, don Dionisio. Y la más sana. El balcón da al mar. Y la vista es hermosa. (Yendo hacia el balcón).