Cuando obtuve mi grado como Doctor en Medicina (M.D.) me sentí como un “verdadero” experto en el cuidado de la salud. No obstante, luego de haber estudiado los beneficios que brindan los complementos nutricionales a nivel de la salud y de haber establecido clínicamente la efectividad de un estilo de vida saludable, comprendí que en realidad, yo había sido sólo un “Experto en el Cuidado de las Enfermedades”. Yo estaba enfocando mis esfuerzos en el diagnóstico y tratamiento de las enfermedades. Incluso, a lo que yo hacía referencia como medicina preventiva en ese tiempo, no era más que una detección temprana de la enfermedad. Cuando yo le practicaba a un paciente un examen físico completo, yo me concentraba en detectar esas enfermedades silenciosas tales como presión arterial alta, colesterol elevado, diabetes e incluso señales leves de enfermedad cardíaca. Si no encontraba ninguna enfermedad, les decía a mis pacientes que estaban sanos y que no tendrían que verme por un período de al me