Hoy, 1° de febrero de 2022 nos encontramos, como lo están haciendo tantas otras organizaciones sociales y políticas, organizaciones de defensa de los Derechos Humanos, como tantos otros sindicatos, agrupaciones feministas, y personas autoconvocadas, a lo largo y ancho de nuestro país, para reclamar una transformación, muy necesaria y urgente, del sistema judicial y de la corporación en la que se ha convertido la Corte Suprema de Justicia de la Nación. El Pueblo Argentino, tan diverso, se une hoy para denunciar decisiones de la Corte Suprema de (In)Justicia que estamos cansades de tolerar: ● Las demoras de tantos largos e inmerecidos años en la resolución de los juicios por delitos de Lesa Humanidad, que significa la impunidad para muchos genocidas y responsables civiles de los atroces crímenes cometidos por el terrorismo de Estado. Los Pueblos no olvidan y nosotres recordamos que esta Corte intentó aplicar el 2X1 para genocidas, que significaba la liberación de numerosos criminales condenados, y si se evitó fue por la memoria, que salió a las calles en forma de masivas movilizaciones populares y por el consenso de las fuerzas políticas en el Congreso. ● Esta Corte es, también, responsable por la desidia o negligencia en contestar los recursos extraordinarios presentados por las defensas de los y las actuales presos y presas políticas. Un claro ejemplo es el de la compañera Milagro Sala, referenta de la Tupac Amaru, que aún no recuperó su libertad. No podemos ni queremos seguir sosteniendo una Corte que persiga al pueblo trabajador ni sus representantes. Hace años que la Corte Suprema defiende sus propios intereses para sostener su anquilosado poder, que tan poco tiene que ver con las demandas y necesidades actuales del Pueblo, y la única forma de lograr su verdadera transformación es con la democratización de todo el Sistema Judicial. Democratización en la que es vital la incorporación de perspectiva de género y de Derechos Humanos, a lo largo de toda la carrera judicial, y que obligue a dar respuestas en tiempos adecuados a las presentaciones y recursos extraordinarios presentados por la ciudadanía. La persecución a entidades gremiales y sus dirigentes es una muestra de la existencia de un plan sistemático de criminalización del movimiento de les trabajadores. Un actor fundamental en la ejecución de estas prácticas fue la “mesa judicial”, y de eso quedó hasta registro fílmico. Esto expone cómo