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EL PAÍS, domingo 10 de julio de 2011
El proyecto del candidato socialista El respaldo al nuevo líder
ESPAÑA
Rubalcaba supera la prueba del liderazgo El recién proclamado cabeza de cartel levanta el ánimo de los principales cuadros del PSOE con un discurso en el que recupera las esencias socialdemócratas LUIS R. AIZPEOLEA Madrid El recién proclamado candidato socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba, levantó ayer el ánimo de la militancia, decaído por la dura derrota del 22-M, con la recuperación del discurso socialdemócrata, diluido en la difícil gestión del Gobierno de la crisis económica. El primer discurso de Rubalcaba como cabeza de cartel, pronunciado en el
recinto de los grandes eventos socialistas, el Palacio Municipal de Congresos de Madrid, marcó su propia impronta ante la plana mayor del PSOE y con unos 1.300 invitados especiales como testigos, entre los que figuraba por primera vez en un acto del partido su esposa, Pilar Goya. Ese giro ideológico fue lo más importante de la jornada, porque el veterano político Rubalcaba dejó ayer de ser el eter-
no número dos del PSOE al superar la prueba del liderazgo y demostrar que es capaz de conectar con los suyos, de presentar un proyecto y explicarlo. La acogida fue entusiasta. El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que el jueves levantó muchas expectativas sobre el discurso —“marcará un antes y un después”—, dijo ayer que “las había superado con creces”. Rubalcaba no pronunció un mitin sino una lección profesoral de algo más de una hora de duración (30 folios), a la que intentó ajustarse con miradas al reloj. Trató de buscar cercanía. Se presentó como hombre de Estado al huir de los efectismos y las frases fáciles y evitar la confrontación con el PP. Precisó en ese sentido sobre la derecha: “No son nuestros enemigos, sino nuestros adversarios”. Y como muestra no citó una sola vez a su futuro rival en las próximas generales, Mariano Rajoy. Con esa estrategia pretendió marcar un nuevo estilo de hacer política y atender a la demanda ciudadana, que aborrece la crispación. Fue el de Rubalcaba un discurso de propuestas, estructurado en cuatro apartados —em-
pleo, economía sana, igualdad y política democrática—. Algunas propuestas fueron muy aplaudidas por los asistentes, como la recuperación del impuesto para los grandes patrimonios, el retorno de los beneficios de los bancos para promover el empleo juvenil y la recuperación del control del urbanismo por el Estado para evitar la corrupción. Todo ello, como la defensa de la sanidad pública gratuita y la educación, mostraron la recu-
El candidato no pronunció un mitin, sino una lección profesoral “Nada está escrito ni decidido de antemano”, dijo sobre las elecciones peración del discurso socialdemócrata por el PSOE en un intento de reconquistar el electorado de centro-izquierda. El candidato socialista lleva días tratando de salvar la apa-
rente contradicción entre su proyecto-programa y la labor del Gobierno del que acaba de anunciar su salida. Para ello había señalado que en su discurso iba a plantear propuestas que el Ejecutivo no ha podido llevar a cabo porque los tiempos son distintos. El proyecto-programa está planteado para dentro de un año, cuando ya la economía española haya entrado, aunque lentamente, en una etapa de recuperación. Sin embargo, el Gobierno tiene aún (y sobre todo ha tenido) que poner en marcha una política de choque contra la crisis económica y una reestructuración del sistema bancario que ha impedido tomar medidas como las que ayer propuso el candidato. Rubalcaba lo escenificó ayer, con su estilo didáctico. Ante la militancia desveló cómo la noche del 9 de mayo de 2010, en la que el presidente del Gobierno tomó la decisión de congelar las pensiones y bajar el sueldo a los funcionarios para evitar una intervención de la economía española, Zapatero le confesó: “No nos puede pasar lo que le va a pasar a Grecia porque sería fatal para toda una generación de españoles”.