Mi madre es experta bordadora y a mí me encanta la fotografía, en el confinamiento me acerque más a ella aprendiendo el bordado para utilizarlo en fotos impresas que había tomado en años anteriores, al verlas reconozco posibilidades de intervenirlas con el bordado intuitivamente sin ideas preconcebidas, son decisiones espontáneas; el bordado me da la posibilidad de resignificar las fotos o ampliar su historia, bien sea para resaltar la narrativa de la foto o para darle otra connotación, cambiando su narrativa, reafirmándola, exagerándola y llevándola a otros estados imaginativos.