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autorretrato de granell, un compostelano nacido en a coruña

Granell había nacido en A Coruña en 1912, aunque la mayor parte de su infancia se desarrolló en Santiago. Su primera vocación artística no fue la pintura, sino la música. Avezado violinista, comenzó sus estudios en Compostela, para después continuarlos en Madrid, a partir de 1928. En la capital, Granell se suma a las tertulias artísticas, literarias y políticas de la época. Acude con regularidad a cafés de nombre mítico como La Granja, El Henar, El Molinero o Negresco, donde conoce a algunos de los principales intelectuales gallegos desplazados a Madrid y a representantes de las principales corrientes artísticas.

Afiliado al Partido Obrero de Unificación Marxista, en 1935 entra en contacto con el movimiento surrealista, que marcará su vida, a través del sociólogo Pierre Naville. Con el estallido de la Guerra Civil, en 1936, Granell se incorpora a las milicias republicanas. Perseguido tanto por los vencedores como por los comunistas (que no veían bien su militancia trotskista), en 1939 marcha al exilio, primero a Francia y después a la República Dominicana.

Es aquí, en 1944, cuando Granell pinta el Autorretrato que acompaña estas líneas y que forma parte de la colección Fundación Granell en Santiago. En él aparecen algunos elementos puramente surrealistas: el ojo atravesado por un imperdible, el reloj de arena… En ese momento, el pintor se encontraba instalado con su futura esposa, Amparo, en Santo Domingo, entonces rebautizada como Ciudad Trujillo

English translation on page 95 en honor del dictador que regía con mano de hierro los destinos de los dominicanos. El gallego se integró en el ambiente vanguardista del país, colaborando con la La Poesía Sorprendida, en la que participaron también grandes nombres como Juan Ramón Jiménez, Guillén y Salinas. Granell era para entonces un surrealista de pleno derecho. En 1941 había conocido y entrevistado al líder indiscutido del movimiento, André Breton, y participado con obras muy influenciadas por la corriente en exposiciones colectivas en la Galería Nacional de Bellas Artes dominicana. No duró demasiado la estancia de Granell en Santo Domingo. Tras negarse a firmar una carta de adhesión al régimen de Trujillo, se trasladó a Guatemala, donde continuó su actividad en pro del surrealismo, para después escapar de las purgas estalinistas hacia Puerto Rico y Estados Unidos. ᴥ