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EL RELOJ VERDE DE HUBLOT Y NESPRESSO

Nunca ha sido más necesaria que ahora la conciencia de que los recursos de nuestro planeta son finitos y de que el reciclaje y la reutilización son la única vía que nos queda para conservar el medio ambiente. Sabedoras de ello, dos de las marcas suizas más célebres, Hublot y Nespresso, han unido fuerzas para crear un reloj inconfundible y consciente: el Big Bang Nespresso Origin, en el que se utilizan componentes reciclados de las cápsulas de café más famosas del mundo.

Nespresso es veterana en el campo del reciclaje: sus cápsulas se reutilizan desde su concepción, en 1991, por la facilidad que ofrecen para separar sus componentes. Así es posible la creación de Hublot, todo un tour de force del que sus ingenieros salen victoriosos.

Los posos del café que quedan en las cápsulas se emplean en la fabricación de las correas del nuevo Big Bang Unico Nespresso Origin. Hublot los combina con materiales como el caucho o el poliéster reciclado para conseguir una textura y una consistencia acordes con las exigencias de calidad de la marca relojera.

Mientras, es el aluminio reciclado de las cápsulas el que se utiliza en parte para la caja, la corona, el bisel y el pulsador de esta obra de arte. Construir estas piezas es un trabajo intenso: la caja lleva un anodizado verde vivo que luego se satina y pule, y se recubre de titanio (también reciclado) para garantizar la máxima durabilidad del producto.

Hublot no ha ahorrado detalles para honrar esta colaboración, desde el logotipo de la marca cafetera grabado en la corona hasta el inconfundible color, tomado de uno de los productos más emblemáticos de Nespresso, la cápsula Master Origins Perú Organic.

Ni siquiera la caja en la que se entrega el Hublot Big Bang Unico Nepresso Origin se sustrae al espíritu ecológico de la pieza. Está fabricada en roble (bisagras incluidas) procedente de maderas rastreables.

Ambas marcas colaboran en una pieza fabricada en parte con cápsulas de café recicladas

fotografía: texto: fotografía: texto: filomena dorrego y sara fraga