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NUEVO CAPÍTULO EN EL LEGADO DEL BULGARI OCTO ROMA

Pocos productos de moda han conseguido en un decenio el estatus de clásicos del diseño. Es el caso del reloj Octo Roma de Bulgari: basado en el arte antiguo, ha sabido labrarse una imagen de contemporaneidad y sofisticación moderna. Ahora, una nueva colección actualiza un modelo que ha definido el siglo XXI.

El octógono es una figura utilizada a lo largo de la historia del arte, aunque no demasiado. Aparece en obras como la basílica de Majencio (s. IV), el Panteón romano o las creaciones de Leonardo da Vinci. Sin embargo, ese camino entre la forma redonda y el cuadrado conserva un magnetismo misterioso que Bulgari ha elevado a la categoría de icono del siglo XXI. El Octo Roma nació en 2012 y se ha convertido en el favorito de quienes quieren llevar en su muñeca un reloj elegante pero versátil.

La nueva colección incluye varios modelos que dan una vuelta de tuerca más a un diseño inconfundible. El

Octo Roma Automatic está impulsado por el Calibre BVL 191 de fabricación interna, con una reserva de marcha de 42 horas. Una de sus características estéticas más relevantes es su acabado Clous de Paris, basado en finísimas incisiones geométricas. Mientras, el Octo Roma Chronograph debuta dentro de la colección propulsado por un calibre BVL 399 mecánico de fabricación suiza, que funciona a una frecuencia de 28.800 vibraciones por hora. Es, en sí, un hallazgo estético, pues el montaje del movimiento y las intrincadas decoraciones son visibles a través de la caja trasera de zafiro.

Además, Bulgari ha lanzado en los últimos meses los modelos exclusivos Octo Roma Striking Papillon Tourbillon y Striking Tourbillon Saphir. Bulgari ha decidido colocar esta complicación de alta relojería, cuya patente se registró en 1801, en una posición preeminente en la caja, haciéndola protagonista en el resultado final.

La colección se renueva con nuevos modelos de cronógrafo e impactantes tourbillon texto: martiño suárez fotografía: adolfo enríquez

Con más de veinte años de trabajo a sus espaldas, Celso Barrios Ceide (Lugo, 1973) y Manuel Carbajo Capeáns (Santiago, 1973) han ganado enorme visibilidad gracias a obras tan destacadas en la trama urbana de Compostela como el premiado Espacio Residencial Cornes, en la salida sur de la ciudad; el edificio Metrovacesa, en el mismo barrio; o las también galardonadas viviendas Trece Rosas, en Santa Marta. Siguen siendo, explican, un estudio pequeño. Y en estas dimensiones se quieren mantener, combinando la necesaria rentabilidad de los proyectos con la responsabilidad de dar algo más a una ciudad, Santiago, a la que ven algo apagada.