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kandinski en la fundación maría josé jove

Un trabajo de madurez, creado en circunstancias difíciles. ‘Rampant’, de Vasili Kandinski, es una de las obras más emblemáticas de la colección de arte de la coruñesa Fundación María José Jove. Su autor la pintó en el exilio, perseguido por los nazis, en el tramo final de una vida que supuso un vuelco para la historia del arte.

Hay quien considera a Kandinski el padre de la abstracción como forma de arte. Nació en Moscú en 1866 y fue un pintor tardío: criado en una familia acomodada, estudió derecho y economía y no fue hasta cumplir los treinta años que decidió dedicarse plenamente al arte. Una exposición de los impresionistas, visitada en Moscú, fue la desencadenante de su elección, que lo llevó a marchar a Alemania e instalarse en Múnich.

Su obra tomó pronto un cariz abstracto, basado en la simplicidad formal y en el color puro. En la década de los años 10 comenzó a producir series que cambiaron la forma de ver el arte en todo el mundo, integrado en el grupo Der Blaue Reiter. Tras un regreso a Rusia con motivo de la Primera Guerra Mundial, en 1921 volvió a Alemania, ya como pintor reconocido. Rampant es una creación de 1934. Fueron estos años convulsos para todo el mundo, y también para Kandinski, que probablemente ejemplifique bien la situación por la que estaban pasando cientos de intelectuales en toda Europa. Después de diez años como profesor en la Bauhaus, la fundamental escuela de arquitectura fundada por Walter Gropius en Weimar, Kandinski se vio en la calle con la llegada de los nazis al poder, en 1933. Más aún: meses después, tras haber sido incluida su obra en el catálogo de «arte degenerado» del nuevo gobierno, tuvo que exiliarse en Francia, donde se relacionó con otros artistas como Miró, Brancusi, Mondrian o Arp.

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Instalado en Neully, en las afueras de París, esta es una de las primeras obras de ese período. La influencia de los surrealistas, a los que comenzó a frecuentar, se deja ver ligeramente en esta obra, realizada sobre papel con tinta y acuarela. Este último material permitió a Kandinski graduar el color y crear masas semitransparentes. En Rampant se mezclan elementos geométricos, más propios de la disciplinada escuela de la Bauhaus, con otros orgánicos, que el pintor introdujo a partir de aquí en su obra.

Al tiempo que realizaba creaciones como estas, Kandinski contemplaba en la distancia cómo en Alemania su obra era confiscada y criticada por el nazismo. Cuadros suyos formaron parte de la exposición itinerante sobre «arte degenerado», que circuló por varias ciudades germanas, acompañados por creaciones de Chagall, Picasso, Modigliani, De Chirico, Matisse, Klee, Monet... A Kandinski le faltarían años de vida para ver cómo el nazismo era derrotado. Falleció en Neully en 1944, con 78 años de edad, después de haber obtenido la ciudadanía francesa.

Rampant es una de las obras que que se pueden visitar en la colección permanente de la institución. El catálogo comienza en el romanticismo español y cuenta con obras destacadas del XX: Pablo Picasso, Joan Miró, Maruja Mallo, Salvador Dalí o Léger; los contemporáneos Barceló, Baselitz o Kiefer; y los gallegos Seoane, Colmeiro, Laxeiro o Lugrís cuentan con representación en sus salas. ᴥ