Sínodo de la Sinodalidad

MISSISSIPPI CATHOLIC 16 DE SEPTIEMBRE DE, 2022

SYNOD

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AUDIENCIAS PÚBLICAS EN NÚMEROS

La Diócesis de Jackson es la diócesis territorial más grande al este del río Mississippi. Hay 72 parroquias y 19 misiones repartidas en 37,643 millas cuadradas. Sin embargo, la gran huella geográfica no obstaculiza nuestra misión. Creemos firmemente en un ministerio de presencia y la presencia nos exige encontrarnos con el pueblo de Dios donde se encuentre.

Los católicos representan alrededor del dos por ciento de la población de la diócesis. Nuestro estatus de minoría claramente nos ofrece muchas oportunidades para tener conversaciones con nuestra familia, amigos y compañeros de trabajo no católicos.

Afortunadamente, la mayoría de las personas están abiertas a la conversación y se sienten cómodas haciendo preguntas sobre lo que creen los católicos. Nuestros jóvenes a menudo expresan un sentido de responsabilidad al conocer su fe para responder a sus amigos no católicos que pueden tener preguntas. Escuchamos en nuestra escucha local y afirmamos nuevamente en las sesiones de escucha regionales con el obispo Kopacz un deseo de una mejor catequesis y una mayor comprensión de las Escrituras, específicamente los estudios bíblicos.

70 Parroquias y Misiones 18 Programas de educación Religiosa en High School

Diócesis de Jackson Resumen Sínodo de la Sinodalidad INTRODUCCION Enséñanos el camino que debemos seguir y cómo debemos seguirlo. Somos débiles y pecadores; no nos dejes promover el desorden. No dejes que la ignorancia nos lleve por el camino equivocado ni que la parcialidad influya en nuestras acciones.

Estas palabras del Adsumus Sancte Spiritus (Estamos presentes, Espíritu Santo) verdaderamente formaron e informaron el trabajo de la Diócesis de Jackson mientras enfrentamos algunos desafíos únicos y no tan únicos al reunir al pueblo de Dios para orar, reflexionar y discernir hacia dónde nos conduce el Espíritu Santo.

Nos sentimos abrumados de que casi el 100 por ciento de nuestras parroquias y misiones participaron, al igual que nuestras cuatro escuelas secundarias católicas, dos ministerios en campus universitarios, dos comunidades religiosas de mujeres, varias cohortes de educación religiosa de escuelas secundarias parroquiales, nuestros seminaristas, ambas cohortes en nuestro programa de diaconado. , nuestro liderazgo del departamento de cancillería, personal y liderazgo de Caridades Católicas, y hombres de una de las prisiones en Mississippi.

Las gracias que brotaron de nuestro proceso fueron confirmadas y afirmadas en todos los grupos demográficos.

El corazón y la mente del pueblo de Dios, independientemente de su edad, etnia o antecedentes, encontraron alineación en un deseo de sanación y unidad.

LA SABIDURÍA DE LA IGLESIA JOVEN Nuestro amor por la Iglesia joven nos impulsó a buscar su sabiduría, ya que los veíamos con más para ganar que perder si este momento de Sinodalidad no se exploraba adecuadamente.

Pedimos que los estudiantes que leyeran: el Buen Samaritano a noveno grado; el Sermón del Monte a los de décimo grado y El Camino a Emaús a los de onceavo y duodécimo grado. A todos se les hicieron las mismas preguntas: (1) En tus propias palabras, ¿qué te está pidiendo Jesús que hagas? y (2) ¿Qué puede hacer nuestra Iglesia para cambiar o responder a sus necesidades como cristiano católico?

Cuando preguntamos ¿qué te está pidiendo Jesús que hagas? los adolescentes respondieron: • Servir/Ayudar a otros • Mantenga un corazón y una mente abiertos; se misericordioso • Sea inclusivo con los demás • Ver a Cristo en todos A través del proceso de oración reflexiva y discernimiento, nuestros jóvenes ven claramente su llamado a ser las manos, los pies y el corazón de Cristo en el mundo.

Expresaron la necesidad de autenticidad en la forma en que servimos, incluimos y damos la bienvenida a los demás.

Sobre la pregunta de ¿qué puede hacer o cambiar nuestra Iglesia para responder a sus necesidades como cristiano católico? Una muestra de respuestas incluye, “Sé menos intimidante”.

“Soy una persona científica. Necesito pruebas. Ayúdame a entender el por qué.”

"Soy gay. Ayuda a mis padres a aceptarme”.

“El buen samaritano ignoró las diferencias sociales entre él y la víctima en nombre de la misericordia. Esta es la – Continua en pág. 2 –

4 Escuelas Católicas de High School 2 Ministerios Universitarios 2 Grupo de Seminaristas

2 Grupos de Diaconado 1 Grupo de trabajadores de caridades Católicas 2 Grupos de Mujeres Religiosas

1 Prisión 15 Sesiones en Español

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2 SYNOD – Viene de pág 1 – mentalidad que deberíamos tener hoy”.

“No nos apresuremos a juzgar” Un poco más del 40 por ciento de los estudiantes de secundaria matriculados en nuestras cuatro escuelas secundarias católicas son católicos. Servimos a una gran comunidad de estudiantes no católicos. Las respuestas de los estudiantes no católicos reflejaron dos sentimientos principales: “Por favor, deja de actuar como si la religión católica fuera superior a otras religiones.”

“No soy católico, pero cambiaría la hipocresía.”

Como el Buen Samaritano, la Iglesia joven nos pide que derramemos vino y aceite en las heridas de los más necesitados de esperanza y curación.

LA NECESIDAD DE UNA MAYOR FRATERNIDAD Nuestra escucha local subrayó un llamado de atención a la unidad y la sanación. El llamado a la unidad llegó a varios niveles.

Primero, hubo un llamado a la unidad en nuestra diversidad. Hubo algunos miembros de nuestras parroquias tradicionalmente afroamericanas que pidieron la integración de las parroquias. Esas voces que abogan por la integración de las parroquias citaron que el modelo de parroquias segregadas ya no refleja las normas sociales.

Nuestra comunidad hispana se ve muy diferente de lo que era hace quince o veinte años. Atrás quedaron los días en que el ministerio hispano solo atendía las necesidades de las comunidades de inmigrantes cuando llegaban y se iban a trabajar en nuestro sector agrícola.

Muchas comunidades de la diócesis tienen congregaciones hispanas bien establecidas. Muchos de nuestros jóvenes hispanos de secundaria nacieron y se criaron en Mississippi y tienen tanto acento sureño como cualquiera de nuestros adolescentes anglosajones. La Iglesia joven hispana se ha criado al lado de sus contemporáneos afroamericanos y anglosajones. Para los hispanos mayores, según su estatus migratorio y cuánto tiempo han vivido en los EE. UU., las necesidades de las comunidades varían ampliamente.

El tenso discurso político en este país ha pasado factura a los fieles. Muchos pidieron que se sacara la política de la Iglesia. Si bien en realidad la política nunca puede eliminarse por completo de la Iglesia, es completamente posible disminuir la retórica divisiva. Sabemos que el voto católico en 2020 se dividió equitativamente entre los dos partidos principales. El desbordamiento del pensamiento divisivo, a menudo tribal, que es evidente en la vida política estadounidense, se ha derramado en nuestros santuarios.

Leemos en Marcos 3:25: “Y si una casa está dividida contra sí misma, esa casa no podrá permanecer en pie”.

Como parte del llamado a la unidad, entendemos que debemos encontrar formas en que el clero y los líderes laicos promuevan los valores y las enseñanzas de la Iglesia sin tener en cuenta las agendas conservadoras o liberales.

Escuchamos un llamado para que la Iglesia sea un lugar seguro donde diferentes puntos de vista y diferentes expresiones espirituales encuentren un hogar. La mayor barrera para la unidad es nuestra capacidad de desarmarnos de nuestras armas preferidas, ya sean palabras o acciones. Si vamos a proporcionar un gran paraguas que cubra el espectro de la espiritualidad y las perspectivas teológicas, entonces todos deben dejar espacio para los demás.

La obra de sanación requiere una consideración en oración. El dolor experimentado por la Iglesia varía de persona a persona. Las áreas de sanación van desde proporcionar un proceso más razonable para las anulaciones hasta crear un espacio para la comunidad LGBTQ, superar las divisiones raciales y étnicas y manejar las continuas consecuencias del escándalo de abuso sexual. Permitir que las personas nombren sus heridas es

extremadamente poderoso.

Percibimos que, si bien es posible que estemos operando de una manera más transparente, aún debemos brindar oportunidades para que se escuche a los heridos por la Iglesia. Una petición que se mencionaba a menudo era que la Iglesia se hiciera cargo de sus errores.

La Iglesia puede verse circunscrita fácilmente por litigios en curso, pero tan pronto como sea posible debemos hacer el esfuerzo de reconocer nuestros errores, disculparnos con aquellos afectados por nuestras acciones y hacer todo lo posible para brindar reconciliación y justicia restaurativa.

PROYECTANDO NUESTROS SUEÑOS Let Us Dream (Soñemos) del Papa Francisco fue la inspiración para el proceso que desarrollamos para las diez sesiones regionales de escucha que nuestro obispo realizó en toda la diócesis. Visitamos cada uno de los seis decanatos con sesiones de escucha en inglés y llevamos a cabo cuatro sesiones adicionales en español en lugares clave con una alta presencia hispana.

Pedimos ideas concretas; pedimos a los fieles que definan mejor la visión. Todos queremos unidad; todos queremos retener a la Iglesia joven; todos queremos la reconciliación racial. La pregunta que hicimos es ¿cómo se ve eso? A veces, la parte más importante de una conversación es hacer preguntas. Tal vez el verdadero trabajo comenzará cuando nos reunamos intencionalmente una y otra vez en diferentes foros y lugares para rebatir las cosas que nos dividen, desinflan y derrotan.

Sin duda, existe un abismo entre los católicos más tradicionales, incluidos algunos adultos jóvenes, y la comunidad más progresista. Escuchamos un llamado para preservar la Misa en latín y levantar las reglas del celibato para que los hombres casados puedan convertirse en sacerdotes y para que los sacerdotes puedan casarse.

También se planteó la ampliación del papel de las mujeres como diáconos y sacerdotes.

Profundamente arraigado en los puntos de vista apasionados de ambas comunidades y de todos los que están en el medio, existe un deseo genuino de una Iglesia mejor. También escuchamos un llamado para una mejor comprensión de las Escrituras, para una mejor formación de adultos y para una expansión de la formación formal de los laicos para los roles ministeriales dentro de la Iglesia.

Claramente fuimos testigos de las muchas corrientes que estaban alimentando los momentos de desbordamiento provocados por el proceso del sínodo. Todavía están formando, fluyendo y dirigiendo la misión de la diócesis; el trabajo de la Sinodalidad nunca termina.

Sinodalidad es que no tenemos que esperar un documento de Roma o, en realidad, una carta pastoral de nuestro Obispo para comenzar el trabajo de la Sinodalidad. Este proceso de escucha profunda nos ha recordado que debemos ser más intencionales.

Uno de los primeros pasos para convertirse en una Iglesia sinodal es un verdadero esfuerzo por reconstruir un sentido de comunidad. El centro de esta misión es continuar reuniéndose para el diálogo. Uno de los grupos más interesantes que compartieron juntos el proceso del sínodo fue el liderazgo de la cancillería. Nuestra conversación fue sólida mientras buscábamos formas de animar la fe en el Cuerpo de Cristo en nuestra diócesis.

Lo que todos vimos fue nuestra necesidad de salir: estar presentes en nuestras escuelas y parroquias y reunirnos para hablar, intercambiar ideas y, sí, soñar.

Algunas cosas que escuchamos y que entendimos fácilmente se examinan en niveles más altos de la jerarquía. En otras cosas puede influir la diócesis, mientras que otras son cuestiones locales que buscan soluciones locales. Escuchamos un llamado a una mejor formación de los adultos. Esta es un área de asociación entre la diócesis y las comunidades locales.

Otro tema que escuchamos de muchos participantes fue un llamado a una mejor catequesis y comprensión de la Eucaristía. Nuestras celebraciones y actividades a lo largo del año subrayan nuestro compromiso de escuchar lo que el pueblo de Dios necesita de la Iglesia.

Estamos buscando la forma o formas de re-imaginar la transmisión de nuestra fe católica en la Diócesis de Jackson que honre nuestra profunda tradición y pasado, pero que también busque brindar un futuro más inclusivo como uno.

Nuestro deseo de unidad solo se logrará si trabajamos para ser uno.

Derribar las barreras hechas por el hombre que nos dividen no será fácil.

Fuerzas dentro y fuera de la Iglesia han trabajado incansablemente para dividir a la gente; reconocer que la Iglesia es lo suficientemente grande como para dar cabida a todos es lo único que nos salvará de una mayor fractura.

Todos somos uno en Cristo Jesús, el Camino, la Verdad y la Vida. La verdad de nuestra fe es hermosa. Nos damos cuenta de que antes de que podamos hablar con otros sobre esa belleza, primero debemos verla en nosotros mismos: nuestro yo desordenado, diverso y complicado.

(Este es un resumen del informe presentado a la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos (USCCB). Para el texto completo visite www.jacksondiocese.org/ synod)

CONCLUSIONES Hubo tres temas principales que surgieron de nuestro discernimiento.

Escuchamos un llamado abrumador para 1. Sanación y Unidad, 2. Formación de adultos para la evangelización, y 3. Educación de Niños y Jóvenes También escuchamos un llamado a un mayor liderazgo laico en la Iglesia y educación/formación de líderes laicos; formación de fe para adultos centrada en las Escrituras, la Eucaristía y las enseñanzas básicas de la Iglesia; evangelización de adultos y jóvenes para aprender a compartir la fe; programas juveniles activos para alcanzar y retener a la Iglesia joven; y continuar reconstruyendo la confianza y aumentando la transparencia.

Hemos dicho muchas veces que JACKSON – En Misa especial, el obispo Joseph Kopacz abrió el Sínola buena noticia del Sínodo sobre la do de la Sinodalidad, el 24 de octubre del 2021 (Foto de Tereza Ma)

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Perspectiva Hispana de las audiencias Públicas

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Sínodo: Audiencia Pública de Obispo Kopacz con feligreses

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parroquianos que tomaron la palabra coincidieron en que hay que identificar a los líderes que estén listos a ayudar a los Por Berta Mexidor y Joanna King demás “por amor a Dios,” dijo uno de ellos.

JACKSON – Católicos Hispanos y anSt. Jude Pearl gloparlantes han compartido con el ObisOlinsser y Nadya Villafranca son mexpo Joseph Kopacz sus opiniones y espericanos y líderes de la comunidad Hispana, anzas en el cambio para bien de toda la después que se unieran a Ismael y Nadia comunidad y la Iglesia. El Obispo Kopacz Garcia en su sueño de fortalecer la comuparticipó en diez sesiones de escucha, nidad católica que asiste a la parroquia. desde el 21 de marzo al 19 de abril, a El matrimonio Villafranca estuvo pretravés de toda la diócesis para recibir las sente en la sesión de escucha el martes 29 sugerencias de soluciones a varios de los de marzo y allí le expresaron al obispo su cambios y retos de la Iglesia para el futuro. mayor preocupación para el futuro de la Las cuatro audiencias públicas con la Iglesia: la educación y formación de los comunidad Hispana fueron conducidas jóvenes, concentrada en el punto #3 de por el diácono permanente Carlos A. Solá, la agenda. de St .James Tupelo. El diácono Sola tiene Nadya resume que la sesión “... fue una 31 años al servicio del pueblo Santo de Dios y comenzó a servir en la parroquia TUPELO – Una audiencia de Hispanos, de todas las parroquias del Decanato buena oportunidad para dirigirse directade St. James Tupelo en noviembre 2021. V, intercambió con el Obispo Kopacz el 5 de abril en St. James Tupelo, en mente a la Diócesis,” cuando en la audiLas audiencias públicas regionales son reunión donde los jóvenes fueron muy activos. (Foto cortesía de Danna John- encia habían católicos de muchos años en Mississippi y otros que solo tienen tres o el paso posterior a las discusiones en cada son) cuatro meses y andan en busca de seguir parroquia de los objetivos del Sínodo de nacional para presentar al Papa. A continuación, Missu tradición católica, “ me llamo mucho la la Sinodalidad, propuesto por el Papa Francisco, para sissippi Católico ofrece un resumen de cada una de las atención la disponibilidad del Obispo para acercarse a responder a interrogantes que tienen los católicos alresesiones. toda la comunidad y como al final de la misma, continuó dedor del mundo. Los puntos que resumen todas las inSt. Michael Forest conversando con varios de los presentes,” concluyó Natervenciones en las parroquias y que fueron analizados El jueves 24 de marzo, en la parroquia de St. Mi- dya. en las audiencias públicas regionales son tres: chael, Forest, el obispo Joseph Kopacz asistió a una audiSt. Francis Greenwood 1. Sanación y Unidad encia pública con parroquianos de la región.

El diácono Solá califica la reunión, de alrededor de 2. Formación de Adultos para la Evangelización Junto a los presentes, en el salón de la iglesia, estu- 30 personas y los padres capuchinos, de buena y en 3. Educación: Niños y Jóvenes vieron los padres Adolfo Suárez, párroco de San Miguel donde sobresalió el deseo de aprender la palabra de Al recoger todas estas impresiones, el Obispo someForest y Padre Marco Antonio Sánchez, ST, párroco de Dios, manejo de la Biblia y la oportunidad de crecer en terá un informe Diocesano a la Conferencia de Obispos St. Anne Carthage y conocidos líderes de toda la comuni- la espiritualidad con contenidos sólidos de la fe católica. de Estados Unidos (USCCB), que elaborará un resumen dad católica como Blanca Peralta St. James Tupelo de Sacred Heart, Canton y Fredy Danna Johnson, quien es Ministra Eclesial Laica del Orozco líder en la comunidad Inmaculado Corazón de María en Houston, resumió la de Forest y quienes, resumiendo audiencia como “muy positiva y donde la gente estaba muchos años de servicio a sus dispuesta a compartir con espíritu de fe, sus opiniones comunidades, dieron también sus con el obispo.” Parroquianos de todo el decanato V parimpresiones al obispo. El padre ticiparon en la misma. Allí la participación de jóvenes fue Adolfo instó a todos los presentes impresionante y sus intervenciones versaron acerca de la a decir en que forma la parro- Formación de adultos y jóvenes, donde pidieron retiros y quia y la diócesis puede ayudar a encuentros para conocerse mejor y la preocupación por los adultos, principalmente a los aquellos que se van y no regresan. padres de familia.

Sínodo al Futuro Una parroquiana dijo que la Ahora que las sesiones del sínodo regional están mejor forma para la sanación completas, el Consejo Asesor del Sínodo y el obispo Koy unidad de las comunidades, pacz compilarán un informe de 10 páginas para el 30 problema básicamente relacio- de junio. Luego, el informe entra en una "fase de síntesis nado con la diversidad de cul- nacional", que se enviará al Vaticano a fines de agosto. turas que hay en la parroquia, Fran Lavelle, a cargo del Departamento Formación FOREST– Fredy Orozco, líder en la comunidad de Forest por más de diez sería el aprendizaje del inglés, de Fe de la Diócesis, dice que mientras tanto “no tenaños, reparte el material con los puntos a debatir en audiencia pública el como lenguaje común para pod- emos que esperar un documento de Roma, podemos 24 de marzo en el salón de St. Michael. (Foto de Berta Mexidor) er transmitir tradiciones y fe. Los comenzar a marcar la diferencia hoy.”

SYNOD TIMELINE Año 1-2021 SApertura del proceso Sinodal/ Fase Diocesana

Año 2- 2022 Fase Diocesana/ Fase Conferencia Episcopal

Año 3 – 2023 Fases Continental & Universal Sínodo de Obispos

El camino sinodal se abrió con el Papa Francisco y los obispos de todo el mundo con un tiempo de reflexión sobre el documento preparatorio del Sínodo sobre la Sinodalidad

Se llevaron a cabo sesiones de escucha y se presentó el informe de síntesis de la diócesis a la USCCB. La síntesis (Instrumentum Laboris) se presentó luego a la Asamblea Continental el 31 de agosto de 2022.

Las asambleas continentales se reúnen y presentan el Instrumentum Laboris 2 (síntesis) a Roma antes del 31 de marzo de 2023. El Sínodo de los Obispos revisa y publica el informe final.

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Perspectiva Hispana de las audiencias Públicas

Por Por Diácono Carlos a los niños, comenzando con celebraciones eucarísticas diseñadas Solá La espiritualidad sinodal nos obliga a ver a los demás como dignos compañeros en nuestro camino, independientemente de su género, nacionalidad, etnia, condición económica o creencias religiosas o políticas. Es importante que todos aprendamos a ser oyentes activos, y nuestro obispo es un modelo a seguir para eso. Mientras recorre las parroquias para encontrarse con los demás, se sienta a escuchar, preside caritativamente la comunidad de fe, acepta comentarios, observaciones -incluso críticas- y las asume en su afán de encontrar el bien que pueda haber en ellas, ciertamente podemos hacer lo mismo.

Lo que más me resuena de lo que escuché a través de las cuatro sesiones en las que participé fue que comenzaron hablando de la necesidad de enfocarse en la familia, fortaleciendo a las parejas ya que en ellas recae la responsabilidad de la educación de sus hijos.

Pidieron una escuela para padres que les ayude a entender a esta generación de jóvenes que también enfrentan grandes desafíos; que pudieran apoyarlos con la educación de sus hijos.

No hay razón para creer que nuestros niños, niñas, adolescentes y jóvenes se encuentran en condiciones similares a otras generaciones; están en medio de una transformación monumental que cambia la forma de entenderlo todo. También pidieron a la parroquia que preste más atención

específicamente para niños y sus padres.

También pidieron que los adolescentes y jóvenes tengan formas más activas de participación en todo lo relacionado con la liturgia, incluyendo experiencias como obras de teatro y otras formas de arte, tanto dentro como fuera de la liturgia dominical. ¡Quieren más formación en la fe para la vida!

El tema “Enfocar la acción de la Iglesia en la pareja y la familia” resonó mucho en las comunidades, así como la formación humana, pisco-histórico-espiritual. La atención puesta en la salud emocional y mental de las personas fue relevante, según se compartió en las reuniones; más aún considerando lo que ha estado sucediendo recientemente en los Estados Unidos.

También solicitaron clases de inglés para personas mayores.

También hubo solicitudes de educación bíblica básica y avanzada para todos. Asimismo, solicitaron la oportunidad para quienes deseen continuar estudios avanzados en Teología, Pastoral, Liturgia y Espiritualidad, entre otros temas.

Toda formación debe orientarse a la formación de testigos y evangelizadores que incluya capacitación para ayudar a la comunidad católica a llegar a otros, que no son miembros de nuestra comunidad de fe y con quienes podemos compartir nuestra experiencia de Dios.

Insistieron en promover diferentes movimientos dentro de

la Iglesia de manera que faciliten la oportunidad de asentimiento y conversión.

Para sanar las divisiones éticas, se realizaron reuniones comunitarias; estas fueron una oportunidad para celebrar y reconocer la diversidad cultural y su contribución a la comunidad. Se podrían realizar festivales o salidas comunitarias como una forma de compartir la diversidad de nuestra expresión cultural para el disfrute de los demás.

En una de las comunidades hay un grupo de hermanos y hermanas que se reúnen periódicamente para conocerse y compartir experiencias que viven en su contexto interracial y proponerse como un espacio de encuentro intercultural para toda la diócesis.

En temas político-partidarios, se dijo que “La Iglesia no debe meterse en política, pero al mismo tiempo debe defender los derechos de los no nacidos y denunciar el pecado”. Hay grandes desafíos en las divisiones partidistas y me sorprendió que no se ofrecieran suficientes alternativas.

Las personas buscan una experiencia de fe que les ayude en la vida, y este punto me parece especialmente importante: si la fe no nos ayuda a vivir, ¿para qué sirve?

La iglesia debe ser ese espacio donde los hermanos y hermanas deben encontrar el camino para vivir con intensidad y alegría, al estilo de Jesús, Camino, Verdad y Vida; nuestra búsqueda debe ir por ese camino.

Preguntamos a estudiantes "si pudieras hacerle una pregunta al Papa Francisco, ¿cuál sería?" Nuestras respuestas favoritas: "¿Qué haces con tu tiempo personal?"

"Papa Francisco, ¿crees que los jóvenes son importantes para la Iglesia?" "¿Cuál es tu estación favorita?"

"Si pudieras cambiar de profesión, ¿qué te gustaría ser?" "...Cuando vayamos a una vida diferente, ¿será la misma vida que tengo ahora, pero diferentes escenarios?" "¿Cuál es la parte más difícil de ser el Papa?" "¿Crees que tu posición como Papa te acerca a Dios?" "¿Qué te hizo decidir ser fiel a ser católico?" "¿Qué tipo de coche tienes?" y varias versiones de "¿qué hiciste para ser Papa?"

Más allá de un proceso sinodal a una iglesia sinodal…

By Fran Lavelle

He estado llamando a una revolución laica durante años. Antes de que alguien llame al Vaticano para que me arresten por incitar a una insurrección contra la iglesia, permítanme ser muy claro sobre lo que quiero decir.

No estoy pidiendo una revolución laica contra la iglesia; más bien uno dentro de la iglesia en colaboración con los ordenados y consagrados.

Durante generaciones y generaciones, Hermanas y Hermanos religiosos catequizaron a nuestros hijos, el Padre hizo visitas por enfermedad al hospital y a los hogares de ancianos. El Padre dio instrucciones para aquellos que buscaban entrar a la iglesia. También preparó parejas para el matrimonio. Los laicos tenían roles como cocineros, amas de casa y conserjes, pero el trabajo pesado del ministerio lo realizaban el clero y los religiosos.

En los últimos casi 60 años desde el Vaticano II, hemos visto una fuerte disminución en el número de clérigos y religiosos que sirven a la iglesia. Tal vez los laicos no hayan sido empoderados o alentados a hacerlo, pero el Sínodo dejó en claro que todos deben participar en la realización del trabajo de la iglesia.

Los ordenados y los religiosos ya no pueden asumir esa responsabilidad solos. La revolución laica de la que estoy hablando es para nosotros, los laicos, dar un paso al frente y asumir la responsabilidad de nuestra fe y los

ministerios de la iglesia de una manera transformadora.

Hemos mirado al liderazgo de la iglesia para que nos diga qué hacer.

Las sesiones de escucha de nuestro Sínodo demostraron que nosotros, los laicos, sabemos lo que se necesita para ir más allá de una fe transaccional. Las personas de esta diócesis pidieron una mejor formación en la fe de jóvenes y adultos, pidieron el fin de la política partidista, pidieron una mayor unidad y pidieron sanación.

Usted pidió que hiciéramos un mejor trabajo manteniendo a la iglesia joven comprometida y activa. Todo lo que escuchamos, todo lo que buscan los fieles está a nuestro alcance. Hay más programas, podcasts, series de videos, sitios web y recursos de los que uno podría haber imaginado.

No necesitamos mejores recursos. No necesitamos un mejor libro de texto para educar a nuestros hijos en la fe. Necesitamos invocar al Espíritu Santo para que nos llene de pasión para usar los recursos y las herramientas que se nos han dado y convertirnos en líderes dentro de nuestras parroquias y comunidades.

Lo que necesitamos son hacedores de la Palabra.

Necesitamos personas que digan en serio: “Aquí estoy Señor, vengo a hacer tu voluntad.” ¿Cómo te conviertes en un líder transformador en la

iglesia?

Si ve una necesidad, hable con otros en su comunidad sobre lo que ven. Obtenga información de personas que no se parecen a usted ni piensan como usted. Si es válida la necesidad, desarrolle un plan para presentar al consejo parroquial o a tu párroco/LEM. A menudo, los feligreses acuden a la oficina de la iglesia para plantear una necesidad al párroco, pero no tienen ideas constructivas sobre cómo abordar el problema. No estoy abogando por que todos actuemos como vaqueros urbanos y destrocemos la oficina del pastor empeñados en hacer lo que queremos. Sugiero que cuando veamos una necesidad, desarrollemos soluciones, busquemos aportes, escuchemos a los demás y presentemos un plan bien formado para abordar el problema.

Nos hemos aferrado a nuestras perlas durante demasiado tiempo. Hemos recurrido al clero o a otra persona para abordar los problemas que enfrenta la iglesia.

Tengo una placa en mi oficina que dice. “El trabajo en equipo divide la tarea y multiplica el éxito. “ Si queremos comunidades de fe vibrantes y dinámicas, tenemos que ser personas de fe dinámicas y vibrantes. Multiplique el éxito de su comunidad parroquial. Sé parte de la solución. Aumenta. Esté presente.

Comparte el viaje.

(Fran Lavelle es directora de Formación de Fe.)