vida
S e t i e mb re 2 0 1 8 AÑO LV N°510
de la Iglesia Evangélica Valdense de Montevideo y Libertad En su sexagésimo sexto aniversario y Quincuagésimo año de la dedicación del Templo “Quien tenga sed, venga y beba gratuitamente del agua de la vida” (Apocalipsis 22,17)
Entre lo “evangélico” y los derechos Ya hace varios años que se viene colando en distintos lugares del debate público la autodenominada “bancada evangelista” la cual quebrantando de cierta manera la laicidad del Estado uruguayo, se impone en la labor parlamentaria sosteniendo un supuesto discurso “evangélico”. Personalmente no he tenido el gusto de ser consultado acerca de cuáles son aquellas leyes que, a mi criterio, irían en consonancia o en disonancia con lo anunciado en el evangelio, ni tampoco conozco personas que hayan sido consultadas. Curioso, no? Parece ser que el primer corte que se realiza sobre lo que es evangélico y lo que no está dejando bastante gente afuera (y evangélicos precisamente). En Argentina hace algunos días la FAIE (Federación Argentina de Iglesias Evangélicas) tuvo algunas rispideces con la ACIERA (Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas de la República Argentina) respecto a este tema. Parece que en el debate sobre la continuidad del aborto bajo la lógica de la clandestinidad o su paso a la órbita legal y tutelada por el Estado, la ACIERA dijo cuál era la visión de las Iglesias Evangélicas, ignorando toda posible disonancia y
estableciendo una postura como verdadera y única plausible para el cristianismo evangélico. Una afirmación que parece un tanto arriesgada, ¿no? Allá Argentina, podría una o uno decir. Sin embargo, esta actitud casi dogmática de afirmar posturas como verdades reveladas no está tan lejos de nuestra realidad uruguaya. Hace ya un par de años viene siendo discutida en Uruguay la llamada Ley Integral para Personas Trans. A un nivel bastante básico, y sin entrar en aspectos formales de la ley (cuyo texto está disponible en internet), se plantea un abordaje de la población trans para que no sean discriminadas y discriminados en torno a cómo se perciben, y lograr reconocerlas y reconocerlos en su diversidad. Sin embargo, han salido diversos grupos que responden a la “bancada evangélica”, nombrada al comienzo del texto, a marchar en contra de una ley que tan solo pretende reconocer a una población históricamente vulnerada y otorgarle los derechos que merecen como cualquier otra persona. Frases del tipo “tu estilo de vida trans, pagatelo vos” han resonado en carteles, negando la identidad con la