Ven, Espíritu Santo Si vivieses sólo en los corazones fieles, ¿cómo podría ser yo bendecido por ti? Ven, Espíritu Santo y transforma mi corazón inquieto en un corazón que se mantenga fiel.
Boletín Nª 58— mayo de 2020 Iglesia Evangélica Valdense de Colonia Belgrano
Si vivieses sólo en los corazones puros, ¿cómo podría ser yo bendecido por ti? Ven, Espíritu Santo y transforma mi corazón vanidoso en un corazón puro. Si vivieses sólo en los corazones humildes, ¿cómo podría ser yo bendecido por ti? Ven, Espíritu Santo y transforma mi corazón soberbio en un corazón servicial. Si vivieses sólo en los corazones misericordiosos, ¿cómo podría ser yo bendecido por ti? Ven, Espíritu Santo y transforma mi corazón insensible en un corazón lleno de misericordia.
Todos los creyentes estaban muy unidos y compartían sus bienes entre sí; vendían sus propiedades y todo lo que tenían, y repartían el dinero según las necesidades de cada uno. Todos los días se reunían en el templo, y en las casas partían el pan y comían juntos con alegría y sencillez de corazón. Alababan a Dios y eran estimados por todos; y cada día el Señor hacía crecer la comunidad con el número de los que él iba llamando a la salvación.
Si vivieses sólo en los corazones justos, ¿cómo podría ser yo bendecido por ti? Ven, Espíritu Santo y transforma mi corazón injusto en un corazón que ame la justicia. Si vivieses sólo en los corazones creyentes, ¿cómo podría ser yo bendecido por ti? Ven, Espíritu Santo y transforma mi corazón que duda en un corazón que confíe en ti. Espíritu Santo, si así te acercas a nuestras vidas, y las transformas, seremos bendecidos de verdad. Nuestra alegría será la de un ciego que recobra la vista, la de un sordo a quien se le abre el oído, la de un mudo que recupera el habla. ¡Hacia ti extendemos nuestras manos y te pedimos: Dios, ten piedad de nosotros! Amén Johnson Gnanabaranam (India)