especial de comunión donde la palabra no es lo central sino la presencia en el encuentro compartido. Hablamos de los hijos, les cuento que tengo dos hijos y ella inmediatamente me dice algo que la intérprete traduce: Que Dios los proteja. Por un instante me quedé perpleja. Luego, me doy cuenta que ella ha iniciado un diálogo interreligioso. Me hizo recordar la enseñanza del profesor José Severino Croatto. No hay dioses y Dios con minúscula y mayúscula. Todos son Dios para su pueblo ¿Quién soy yo para definir cuál es el verdadero? No me corresponde. Ella desde su fe está pidiendo protección para mis hijos. Ellos que llegan del desamparo y el desarraigo. Oriente regresa por un rato en el aroma de las especias Llega el mediodía y el olor que sale de la cocina mantiene despierta las emociones en ese intento de cuidar la memoria histórica con el paladar. Ya en el comedor, prontos para el almuerzo pasamos a saludar al grupo. Ni bien ingresamos, el mayor del grupo se para y nos hace gestos para que nos sentemos a la mesa a comer con ellos. No estaba previsto en nuestra agenda. Pero sin dudas era una invitación a la comunión. El compartir las mesas. Nutrirnos de un pan en común. Al despedirnos Javier Miranda y Graciela Jorge de la Secretaría de Derechos Humanos de Presidencia nos dicen: ¡Gracias! Nos han reconfortado el alma. Somos privilegiados al ser parte de esto. Nosotros también decimos gracias, gracias al Dios de la vida que renueva su promesa en cada generación y nos hace parte de esta caminata. Somos parte de este proyecto gracias a la Secretaría de Derechos Humanos de Presidencia que convocó a las iglesias evangélicas a participar. Gracias a la Federación de Iglesias Evangélicas del Uruguay que nos convidó con la invitación recibida. Gracias a la Iglesia Valdense en Italia que apoya el proyecto con fondos del Ocho por Mil de manera urgente. Gracias a las empresas que nos proveen los materiales haciendo importantes descuentos y respondiendo de manera rápida para presupuestar, entregar todo en tiempo y forma. Nos acompañaron en la visita por la FIEU su presidente el Pastor Hugo Armand Pilon y Haigazum Moumdjian. En febrero llegará el resto del grupo y continuaremos acercando nuestras colaboraciones y estableciendo lazos. Varias familias se radicarán en Juan Lacaze, donde ya estamos en contacto a través de la iglesia local para continuar el vínculo. Carola Tron -Mesa Valdense Secretaría de Comunicaciones (VB)
Teléfonos de contacto: 4570 5002 – 4575 2133. José G. Artigas s/n. Colonia Miguelete. Dpto. Colonia. Uruguay. Teléf.: 4575 2020. Diagramación e impresión: Cecilia Michelin Salomon. Editor responsable: el Consistorio. Correo electrónico del Consistorio: miguelete.consistorio@gmail.com. Cuenta Caja de Ahorro BROU: 084 11409. Iglesia Evangélica Valdense de Miguelete.
“Unidos en Cristo” Boletín de las comunidades valdenses de Colonia Miguelete, Colonia Larrañaga, Cardona y Santa Catalina Nº 58 Noviembre 2014
Yo estoy entre ustedes, como el que sirve (Lucas 22:27)
Al presentarse como servidor, Jesús transforma el sentido de la vida, las relaciones, los vínculos. Servir no es simplemente dar o cumplir una obligación religiosa. Es proponer en actos y conductas el sentido de la nueva humanidad que el Evangelio nos trae. El 30 de noviembre comienza el tiempo del Adviento, es elinicio del calendario litúrgico y etapa de preparación para recibir de nuevo, al niño Jesús. Y antes de esa fecha hemos de culminar otro ejercicio eclesiástico de actividades. Prepararnos para recibir a Jesús nos sitúa en el corazón mismo de uno de los temas que define eso que denominamos “misión de la iglesia”: el servicio cristiano. Por ello,en octubre y noviembre evaluamos nuestras prácticas, nuestros gestos, actitudes como miembros de la comunidad de fe. ¿cómo han sido nuestros testimonios , solidaridad, acompañamiento, escucha de nuestro prójimo? Nuestras iglesias en sus Informes y Memorias, darán cuenta de cómo han trabajado el Consistorio, la Liga, los Jóvenes, el pastor. Y claro: ¿cómo andan nuestras finanzas? Pero el servicio cristiano es un aspecto central de nuestra predicación, y de la evangelización de la cual siempre hablamos. Es “la cara visible” de nuestra identidad como cristianos. El servicio jamás será perfecto, y siempre estará expuesto a las dificultades, contradicciones, caminos difíciles y tentaciones (incluyendo la tentación de transformar el servicio en poder). Pero al servir a los demás, recibimos la bendición de Dios que nos permite amar concretamente en la persona, el rosto del hermano o hermana que está ante nosotros y que da alguna manera queremos ver como la imagen de Jesús en este mundo. Miguel Ángel Cabrera