Boletín: «Este» – edición enero 2025

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Franqueo a pagar

ESTE

Periódico Valdense

Iglesias Evangélicas Valdenses del Este Uruguayo

Redactor responsable: Oscar Geymonat, Iglesia Valdense en Montevideo - 8 de octubre 3039 - 24879406 / 098644838 - secretaria.ievm@vera.com.uy | Impreso en Tintas del Yi

Siente el corazón cuando los ojos no ven

Era necesario. El correo de Iris que aparece en la contratapa de esta edición me cambió la mirada. Y más importante todavía, me demostró que la mía no es la única. Me lo dijo con tal delicadeza que no puedo menos que sonrojarme un poco.

Quién arranca la flor ¿quiere destruir la belleza o busca compartirla? Puede que sea la amorosa ilusión de atrapar lo inaprensible, de conservarlo egoístamente o de compartirlo porque de última sabe que no valemos por lo que tenemos sino por lo que somos capaces de dar. Vaya uno a saber.

La hortensia ni se lo cuestionó. Cayó el aguacero, vino el calorcito en este diciembre otoñal y ella no dio otra flor, ofreció cuatro. Quizás alguien se lleve alguna. Por lo menos esta vez tendré dudas antes de emitir un juicio, enrejar las flores o levantar paredones. Soy un poco más sabio porque sé que ignoro mucho más de lo que pensaba.

“¿Qué ves cuando me ves?” canta Divididos. “¿Me ves cuando me miras?” leo en un grafiti de personas en situación de calle. No sus-

cribo a Campoamor cuando dice que “… en el mundo traidor nada hay verdad ni mentira; todo es según el color del cristal con que se mira”. En este mundo nuestro hay verdades y hay mentiras. No son intercambiables. Lo que aprendí con el correo de Iris es que a veces no están donde las puse y que hay miles de posibilidades que ignoro. Aprendí que tengo apenas un pedacito de la verdad y que miento cuando la quiero volver absoluta. Detrás de un acto ajeno hay un montón de intenciones además de la que supongo.

Campamento Juvenil Rioplatense 2025

A fin de noviembre íbamos por la ruta camino a Maldonado para el encuentro con la comunidad valdense. Oí la bocina, vi el auto que nos pasaba y una mano saliendo por la ventanilla. “Nos saluda”, me dijo mi acompañante. Era una posibilidad absolutamente verosímil. ¿Por qué di por hecho que un toque de bocina en la ruta sumado a un ademán de mano levantada se complementa naturalmente con una diatriba que no quedaría bien reproducir aquí? Lo di por hecho y como tantas veces, volví a equivocarme. Nos saludaba. Íbamos al mismo encuentro y tuvimos la

Del 3 al 11 de enero en Palmares de la Coronilla, predio de campamentos del Presbiterio Este Uruguayo.

El cuidado de la creación será el tema central. Andrea Meynet y Juan Manuel lo abordarán desde su conocimiento del mar. Fernando Queirós y Raquel Barg desde las plantas medicinales. Javier Pioli y Yanina Velázquez guiarán desde la perspectiva bíblica la reflexión sobre la importancia de los seres humanos en ese cuidado, de los jóvenes en particular y el impacto ambiental durante “la pandemia”.

oportunidad de reímos de nosotros mismos. De pronto nos pusimos serios y empezamos a preocuparnos.

Fuimos haciendo erróneamente nuestra la convicción de que el prójimo es enemigo hasta que demuestre lo contrario. Hemos permitido que “la apariencia delictiva” nos predetermine la mirada. Hemos absorbido la violencia y la hemos dejado habitar en nosotros y volcarse sobre los demás. Hemos desvalorizado la confianza hasta considerarla ingenuidad o torpeza. Y no pocas veces, hasta con cierto orgullo nos autocalificamos de realistas cuando redujimos la mirada a su expresión más mezquina. Confieso que lo he hecho. Por eso celebro a veces quedar en ridículo, tener que admitir que he aprendido de quien tal vez pensé que no podía enseñarme.

Las hortensias siguen en flor, pasará el verano, habrá que podarlas, tendremos esquejes para plantar y para regalar. Volverán a florecer cuando sea su tiempo. Seguiremos conviviendo y habrá siempre quien nos enseñe a mirar más allá de lo que vemos. El correo de Iris me cambió la mirada. Era necesario.

Para este 2025, ESTE periódico valdense

Una aporía en estos tiempos de certidumbre

Pablo Prieto García

El sentido es positividad y negatividad. La positividad es sentido pleno, decible. La negatividad es falta de sentido, y también sentido por venir. El sentido al decirse por medio del lenguaje, es traicionado por éste en su devenir.

Hace poco supe la historia de Germán, un muchacho de 20 años que fue llevado al psicólogo por sus padres, preocupados ellos por su estilo de vida. Jugaba mucho a los videojuegos, vivía de noche y dormía en el día. Gran parte de su día lo pasaba en su habitación.

Sus padres se presentaban en sociedad como una familia de modelo, un matrimonio de muchos años, una pareja de profesionales, un hijo educado, con una buena presencia.

Según este amigo que me contó la historia, el padre de Germán tenía una doble o quizá triple vida amorosa. Su madre tenía un consumo abusivo de psicofármacos y algún intento de autoeliminación en su historia. Esta información circulaba cómo lo que popularmente se llama secreto a voces en la familia y en los alrededores.

German comenzó su proceso de atención psicológica y tal cual como lo denominó su madre, fue escurridizo al comienzo. Faltaba,

llegaba tarde, producía algún convincente argumento para irse apurado de sesión antes de hora. Con el tiempo comenzó a comprometerse con su espacio psicológico, dejó de faltar, comenzó a llegar en hora. Un día, fuera de toda predicción, asistió a su sesión semanal a pesar de que sus padres habían salido de la casa, lo habían dejado solo y sin dinero para pagar su atención.

German había encontrado un espacio en el que poner en palabras esa compleja trama familiar, una escucha sin interpretaciones apresuradas, sin diagnósticos. Había encontrado un lugar en el que pensar esa experiencia de vida familiar.

Sus padres decidieron que dejara de ir al psicólogo, entendieron que no hubo cambios en Germán.

Una paradoja que dé forma

La barca en la que Teseo volvió de Creta a Atenas se convirtió en un símbolo de la prosperidad y hege-

Decir es el primer paso

La mujer, temblando de miedo y sabiendo lo que había pasado, fue y se arrodilló delante de Jesús y le contó toda la verdad.

Marcos 5: 33

“Entre la multitud había una mujer que desde hacía doce años estaba enferma, con derrames de sangre. Había sufrido mucho a manos de muchos médicos, y había gastado todo lo que tenía sin que le hubiera servido de nada”.

No tiene nombre. Mateo, Marcos y Lucas la recuerdan como parte de la multitud que sigue a Jesús tal vez con más curiosidad que convenci-

miento. Seguramente así se contó el episodio como relato sostenido oralmente por las comunidades hasta que fue escrito. Jairo, “uno de los jefes de la sinagoga” le ha pedido que vaya a su casa: “mi hija se está muriendo; ven a poner tus manos sobre ella para que sane y viva”. La mujer abrigaba una callada esperanza que seguramente la avergonzaba: “tan solo con que llegue a tocar su capa, quedaré sana”.

monía de la ciudad en sus tiempos. La barca fue preservada por los atenienses que al paso del tiempo reparaban su desgaste cambiando las piezas deterioradas. Con el tiempo, cada pieza de la barca había sido sustituida. Frente a ello el filósofo Plutarco se preguntó, si esa barca al cabo de los siglos seguía siendo la barca de Teseo.

Hace pocos días escuchaba en un programa de radio un debate entre representantes de los bloques políticos enfrentados de cara al balotaje. Uno de ellos mencionaba que el partido opositor era lo que había sido siempre a pesar de la renovación de sus políticos, mientras que el otro representante hacía referencia a que el partido que enfrentaba ya no era lo que había sido porque habían cambiado sus figuras representativas.

Cuántos, como Germán, se perderán en el descarte de la lógica que impone una verdad sobre un partido, un sistema político, la familia, la identidad. Por ahora nos conformamos con el protagonista de esta historia.

Germán fue detenido en el acto de enunciar su historia, un acto de habilitación subjetiva, identitaria, que podría ser un acto político, si no fue así.

Jesús busca darle voz: “¿Quién me ha tocado la ropa?”. Pero aquí también hay un silencio que protege “el interés en preservar” una realidad que no deja “lugar a lo nuevo que podría surgir como crítica, cómo cuestionamiento, como autonomía.” Los discípulos aparecen como los defensores del silencio, guardianes de esa realidad llamada a permanecer: “Ves que la gente te oprime por todos lados y preguntas, ¿quién me ha tocado?”

La mujer logra contar “toda la verdad”. Entonces es posible su sanación. No son los demás quienes hablan por ella. La realidad, transformada en verdad absoluta para que resulte explicable y otorgue castigos y merecimientos según los

El espacio en el que podía enunciar su experiencia de vida no era funcional a los intereses de sus padres. El interés en preservar una idea de familia a los ojos de otros no dejaba lugar a lo nuevo que podría surgir como crítica, cómo cuestionamiento, como autonomía.

La paradoja de la barca de Teseo nos ubica rápidamente en un polo; argumentamos por qué se trata de su balsa, o argumentamos por qué no. Pero, paradoja significa “más allá de la opinión”. Y más allá de la opinión se encuentra eso de lo que no se sabe, ese resto que cae del cierre del argumento lógico. Un resto del saber que se pierde en el argumento y que por esa razón tampoco podemos alienar, llenar de discurso, describir, capturar, detener.

Puede que Germán tenga algo de ese resto que alienado en el discurso de quienes hablan por él, hace síntoma, hace lo que puede.

Hay quien dice: suerte que ese psicólogo no propició los cambios que los padres esperaban ver en Germán. Hay quien dice que Germán tendría que recibir otro tipo de tratamiento. German, hoy, no está pudiendo decir nada.

criterios de quienes manejan los cerrojos, hace un quiebre a partir de la palabra que pudo ser dicha.

Es necesaria la insistencia frente al silencio que custodia el armado de la realidad. “Jesús seguía mirando a su alrededor para ver quién lo había tocado.” Descubrir un canal para dar voz a quienes no tienen voz es absolutamente necesario como anuncio del Evangelio. Es la vocación a la que se nos llama. Implica oír lo que no se puede oír, lo que a veces ni siquiera quisiéramos oír. Es necesario ver lo que a los ojos se oculta.

Cuando decimos que Jesús es el camino, es porque reconocemos que tras sus pasos deben ir los nuestros.

Edmondo De Amicis y los valdenses

Una lectura frecuente de nuestra infancia era Corazón, sobre todo el capítulo “De los Apeninos a los Andes” que narra las peripecias de Marco, un chico de 13 años que emprende un viaje de Italia a Argentina en busca de su madre. La historia tuvo su versión en una serie de dibujos animados. ¿Recuerdan el autor? Edmondo De Amicis.

Pero De Amicis es también autor de otros textos entre ellos Alle porte d’Italia que escribió en 1884. En este libro compila una serie de artículos que conforman un panorama del Piemonte de aquella época. Basta leer cualquier fragmento al azar, para disfrutar de un estilo lleno de imágenes y alusiones diferentes, plagado del romanticismo que imperaba en esos tiempos.

sas, en este rincón de Italia donde se ha sufrido tanto y tanto se ha luchado, y que yo querría hacer conocer y amar a todos...”.

En sus últimos párrafos el autor medita contemplando el paisaje al caer de la noche. “Pienso en estas montañas que han visto tantas co-

Dedica dos capítulos del libro a los valdenses. Relata su paso por los Valles Valdenses fundiendo de manera exquisita la geografía con la historia. No cabe duda que De Amicis conocía esta historia y su manera de contarla hace que la lectura nos lleve a esas épocas.

Es una iglesia, si querés pasá

Marina Rodríguez

Me lo dice una nena cuando me ve llegar y mirar la capilla en la Obra Ecuménica Barrio Borro. No sólo me compró, me conmovió. Y ratificó lo que pienso: lo importante de que las iglesias protestantes sigamos presentes en el barrio, como hace tanto, tanto tiempo.

Hace años que formo parte del Consejo Asesor de la Fundación Pablo de Tarso. En más de una reunión intercambiamos ideas, argumentos, pesares, sobre la poca presencia evangélica que tenemos allí. Como laicos comprometidos (digamos), representando a cada una de las cuatro iglesias que sostienen “la ecuménica” como se la llama coloquialmente en el barrio, nos desvela que no haya una capellanía, una pastoral, un acompa-

ñamiento… pero también reafirmamos (tal vez recurso de tontos) que las iglesias están ahí y siguen estando ahí porque sigue habiendo laicos que sostenemos la parte formal de lo que requiere una organización civil que recibe fondos. Tampoco podemos dejar de mencionar a Octavio y ahora a Daniela, pastores de la Iglesia Luterana Unida que visitan y tratan de poner esa perspectiva cristiana allí. Dios sigue manifestándose de esa manera tan maravillosa que como dice en el evangelio de Lucas: si calláramos, las piedras clamarían.

La convicción de que un mundo mejor es posible, que la justicia social se realiza con acciones pequeñas pero que transforman, es el mensaje que día a día trasmi-

Estos capítulos son “La Ginevra Italiana” y “Le Termopili valdesi”. En este último una imagen nos hace valorar la educación que los niños valdenses recibían desde temprana edad y que marcaba notable diferencia en una Italia con un alto porcentaje de analfabetismo en aquellos años.

Al pasar frente al templo de Pra del Torno a Edmondo De Amicis le llama la atención. “Y todo alrededor, ni un ruido, ni una forma, ni una voz humana. Sólo había una niña de doce o trece años, una pequeña pastora, descalza, con un deslucido vestido, sentada en el suelo frente al templo, leyendo un libro. Miré el título: era una Historia de la Iglesia Valdense; un volumen de gran formato y elegante, impreso en París. Lo anoté con gusto en mi cuaderno. Era la primera niña campesina italiana que veía leyendo.”

Quien tenga interés por este libro lo puede encontrar de manera online en su versión original (en italiano, no encontré una versión en español), puede comunicarse con la redacción de ESTE. Con gusto le pasará el link para descargarlo.

1 “Termópila” es un término que proviene del griego “Thermopylai”. Se traduce como “puertas calientes”. Se refiere a un estrecho paso montañoso en Grecia, famoso por la Batalla de las Termópilas que tuvo lugar en 480 a.C. durante las Guerras Médicas entre las fuerzas griegas, lideradas por el rey espartano Leónidas I, y el ejército persa de Jerjes I. El lugar es conocido por su terreno angosto, que favoreció a los griegos, permitiéndoles resistir durante varios días el avance del ejército persa, a pesar de estar en desventaja numérica. La batalla es recordada como un símbolo de heroísmo y sacrificio en la lucha por la libertad. Además, el término “termópilas” se ha utilizado en contextos literarios y culturales para referirse a cualquier situación en la que un pequeño grupo se enfrenta a un enemigo mucho más grande.

ten quienes trabajan en la Obra. Lo vivenciamos en la celebración de la Navidad del Consejo de Iglesias Cristianas del Uruguay (CICU) el viernes 13 de diciembre. En el juego que compartimos, bailamos alrededor de una ronda de sillas. Niños, adultas y abuelas pudimos sentarnos siempre, porque ésa era la consigna. Todos ganamos porque nos divertimos, porque aquella a quién no conocía se sentó en mi falda, porque la risa circulaba y qué mejor manera de esperar el nacimiento de ese niñito Jesús que con alegría y cooperación.

Agradezco al CICU por elegirnos y desafiarnos a realizar la actividad en la Obra. Eso renueva nuestras ganas como comisión y nos interpela a seguir pensando cómo estar más allí, llevando la Buena Nueva, que gracias a abuelos y abuelas conocemos desde nuestra infancia: que nos ha nacido un Salvador.

Imagen generada por IA

ESTE enero en Montevideo

Cultos:

En el templo los domingos a las 10 de la mañana.

De la economía comunitaria

Las iglesias de nuestro Presbiterio vienen cumpliendo con su aporte al presupuesto de la Iglesia en Uruguay y Argentina, también con los compromisos locales. Esto es sin duda motivo de gratitud y llamado a renovar ese compromiso y posibilidad que se nos ofrece de ser parte de la construcción comunitaria. La ofrenda libre y agradecida es una oportunidad que tenemos de dar testimonio de agradecimiento, de valoración por lo que hemos recibido, de amor por los demás, de libertad en la disposición de nuestros bienes. “Dios ama al dador alegre” dice el Apóstol Pablo, de quien siente la alegría del privilegio de dar. Y sumar nuestra contribución a la de otras personas nos hermana también.

En esta época de individualismo muy marcado, de sensación de que sólo el dinero da valor a las cosas y a las personas, la ofrenda adquiere un valor muy importante como testimonio de otra concepción de la vida. Ese testimonio es la vida de la iglesia.

Parecido a vacaciones

Este mes no tendremos encuentros en Libertad ni en Maldonado.

También estarán de receso los grupos de Liga Femenina, coro y no tendremos reunión del Consistorio. Un tiempo bastante parecido a vacaciones. Necesario y oportuno para pensar en lo desafíos para el año que miramos como un camino que se abre. Lo nuestro es caminar.

Pero no todo es quietud

Sigue subiendo. A paso lento, como suele ser en quien conoce que el camino es largo, siguen ingresando las ofrendas destinadas a la colocación de un ascensor en el bloque parroquial lo que le daría una accesibilidad necesaria que hoy no tiene. Son cuatro pisos, digamos que hemos subido uno y medio hasta ahora, pero confiamos en que cada pasito acerca a la meta. La Comisión de Obras nombrada por el Consistorio sigue trabajando a buen ritmo tanto en la recolección de fondos como en los trámites y estudios arquitectónicos necesarios. Confía en que 2025 tendrá novedades importantes. Si podemos sumar nuestro granito de arena, será muy agradecido. Siempre libremente, con gratitud y la alegría de contribuir comunitariamente. Como dice la milonga: “la arena es montoncito, pero hay montañas de arena”.

Secretaría

Atención: Daiana Fernández, miércoles y viernes de 14 a 18. Teléfono 2487 9406 | Celular 098 604 153 Correo electrónico: secretaria.ievm@vera.com.uy

Cuentas bancarias de la iglesia en BROU

Caja de ahorro en pesos: 001575169 – 00001 Caja de ahorro en dólares: 001575169 – 00002

Ofrendas por débito automático: llamar a secretaría

Facebook: Iglesia Evangélica Valdense de Montevideo Comisión local de comunicaciones: comunicaciones.ievm@gmail.com

Tuvimos un lugar en este mesón

Le confieso que celebrar Navidad en una comunidad valdense en el corazón de Punta del Este, frente a “los dedos”, llamaba la atención cuando lo anunciábamos. La comunidad de Maldonado no tiene un lugar propio de reunión. Gracias a Dios no puede ser en una casa porque no cabemos. Por esas cosas que también tenemos para agradecer, alguien que no nos conoce, nos cedió un lugar que no imaginamos para nuestro encuentro de Navidad. Esas cosas, que no son poca cosa. Allí nos encontramos el viernes 20. Entre la delegación de Montevideo y la comunidad de Maldonado andábamos en las cincuenta personas.

También en Montevideo y Libertad

En nuestro templo la celebración de Navidad fue el sábado 21 y en el grupo de Libertad el domingo 22 en la noche. Distintas, pero reunidas en un mismo espíritu que remarca la esperanza y el compromiso al que nos llama la mayor demostración de amor que podemos imaginar, la de Dios por el mundo. “Dios amó tanto al mundo que a dado a su Hijo para que todo quien crea en él no se pierda, sino que tenga vida eterna”, dice el Evangelio de Juan en esa frase que lo resume todo.

Fue presentada el 4 de diciembre pasado la nueva Diplomatura en Diaconía, fundamentos bíblicos-teológicos que se habilita en 2025. Comienza el 9 de abril y finaliza el 25 de junio. Las inscripciones serán durante febrero y marzo.

Es una propuesta académica pensada para profundizar la acción de servicio en las comunidades de fe y en el ámbito social. Forma parte del programa Diaconía para la misión y es ofrecida por la Red Ecuménica de Educación Teológica (REET).

Por más información: secretariareetg@mail.com

Año nuevo, propuesta nueva Asamblea Sinodal Rioplatense

Con el lema “Con la mirada en Jesús, en perseverancia caminemos”, el 30 de enero dará comienzo este encuentro anual de delegados de las iglesias valdense de Uruguay y Argentina. El Sínodo es la autoridad administrativa de la Iglesia.

El culto de apertura será dirigido por Presbiterio Colonia Sur con la coordinación de la pastora Carola Tron.

El encuentro finalizará con el culto a mediodía el domingo 2 de febrero.

Culto en red: Los domingos el Presbiterio Este Uruguayo comparte un culto a través de las redes sociales y el canal de YouToube: @ESTEperiodicovaldense al cual es posible suscribirse gratuitamente.

ESTE dice: Podcast semanal, los miércoles, también por Youtube.

Escanea el código QR y accede a los contenidos del canal de Youtube de ESTE periódico valdense.

ESTE por el Este

Asamblea del Presbiterio

Fue la tercera del año y se realizó en Palmares de la Coronilla el 30 de noviembre y el domingo 1° de diciembre pasados. Como es habitual participaron, delegados de Montevideo, Maldonado, Alférez-Lascano en representación de las comunidades y de las comisiones presbiteriales y como es habitual también el espacio y el tiempo permitieron no sólo el trabajo estrictamente sino también el encuentro, la charla rodeando el fogón, la caminata a la playa, que a la hora de construir comunidad es importante.

Campamentos

Pintura y arreglos necesarios se hicieron en el predio a la espera del verano. Esto gracias a los fondos de la comisión respectiva y campamentos de trabajo que la comunidad ha podido organizar.

Del 3 al 11 de enero será el encuentro juvenil rioplatense.

Del 13 al 18 el campamento de niños.

Para febrero está en conversación uno de familias.

Gira pastoral de diciembre

La Paloma y Lascano fueron los lugares de encuentro del fin de semana del 13 al 15 de ese mes. En Lascano fue el cierre de la actividad del año de la Escuela Bíblica y la celebración de Navidad con la comunidad y la participación de la coral lascanense Roberto Introini. Les agradecemos especialmente porque no pudo estar todo el grupo, pero fue muy apreciado, no pudo estar el director, pero hubo quien dirigió. Es muy valioso.

El pic nic en Alférez el domingo no pudo ser, la lluvia nos mantuvo en indecisión hasta lo último. Celebramos el culto y el almuerzo en Lascano.

En La Paloma nos alegró muchísimo encontrarnos como comunidad en formación. Esa alegría y la necesidad de compartir la Palabra que nos alimenta, alientan

De sopa, dos platos

El 15 de febrero del año pasado se estrenó la primera temporada de La ley de Lidia Poët. Seis episodios que miramos con decreciente interés.

En la edición de Cuestión de fe de noviembre de 2021 contábamos con entusiasmo que había comenzado en Turín una filmación sobre la vida de la primera mujer abogada de Italia, la segunda con título universitario, de familia valdense, celebrada luchadora por los derechos de las mujeres y rechazada por la misma causa. Se recibió en 1881 pero recién en 1920 fue admi-

Es. Urge que no siga siendo

Las autoridades de Afganistán pretenden prohibir que las mujeres estudien en institutos de formación sanitaria como obstetricia, una de las pocas disciplinas permitidas por el régimen talibán.

Desde que recuperaron el control del país en 2021, los talibanes han impuesto reglas que violan sistemáticamente los derechos de las mujeres y las niñas en la mayoría de los aspectos de sus vidas, educación, movimiento, expresión, trabajo, participación en la vida pública, acceso a la atención sanitaria. Las mujeres y las niñas ni siquiera pueden ir al gimnasio o caminar por el parque. En setiembre de 2021

la esperanza de un nuevo grupo Rocha-La Paloma. Éramos once y podemos ser más. Buena noticia para empezar otro año.

tida en el colegio de abogados.

Movido por cierta compulsión identitaria, miré ahora la segunda temporada, también seis episodios. Si “nunca segundas partes fueron buenas,” hoy le diría a Sansón Carrasco, que siempre pueden ser peores.

Si casi nada de su historia encontramos en la primera temporada, como decíamos en la edición de abril de 2023 de ESTE periódico valdense, algo menos hallamos en ésta, o más de lo mismo. Es posible que le hayamos pedido peras al olmo. Seguramente la producción buscaba éxito comercial y no rigor histórico. Si es así, felicitaciones. Además, debo admitir que como serie detectivesca me

resultó atractiva aunque por momentos demasiado telenovelesca. De adolescente supe devorar novelas de Agatha Christie y ahora me pareció encontrar en Lidia Poët una versión femenina del famoso detective Hércules Poirot. Más que abogados, ella y su hermano Enrico son, en la serie, avezados policías de investigaciones que desentrañan misteriosos asesinatos a partir de mínimos detalles.

“Uno es escribir como poeta y otro como historiador”, reflexiona Sansón Carrasco cuando vuelto de Salamanca “hecho bachiller” le trae a don Quijote la noticia de que su historia “andaba ya en libros”. Con más poesía que historia fue hecho este guion cinematográfico, y demasiadas licencias.

En una nota de Riforma de febrero de 2023 Clara Bounous señalaba que “una de las grandes omisio-

los talibanes prohibieron a las jóvenes ir a la escuela secundaria, en diciembre de 2022 les prohibieron acceder a la educación superior.

Voceros de Médicos Sin Fronteras dijeron que el decreto tendrá graves repercusiones en la salud de las mujeres afganas. El país ya tiene una de las tasas de mortalidad materna más altas del mundo. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en promedio mueren 620 madres por cada 100.000 nacidos vivos.

Catherine Russell, directora general del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, dijo que “… esto sería otro golpe devastador a los derechos de las mujeres y las niñas en ese país, continuando una tendencia de exclusión y negación de oportunidades para la mitad de la población”.

Tomado de Riforma newletter 10 de diciembre de 2024

nes de la ficción fue la identidad protestante de Lidia Poët”. En esta segunda serie, en uno de los casos policiales a resolver está involucrado un sacerdote católico y Lidia afirma que como valdense tiene problemas con la confesión como sacramento. Fue el único indicio que encontré. Evidentemente el interés de quien produjo la serie no fue poner de relieve esa identidad. De todos modos, coincido con Clara Bounous cuando dice que, no obstante estas omisiones, es importante que el nombre de Lidia Poët esté presente en el gran público y la serie de Netflix hace su contribución. “Examínenlo todo, retengan lo bueno”. El consejo del apóstol Pablo sigue vigente.

Está anunciada la tercera temporada que comenzaría a emitirse a finales de 2025. Para ese entonces la tentación seguramente me resultará poco tentadora.

El libro me vino al encuentro

Oscar Geymonat

Un quiosco como tantos, una esquina como hay muchas. Encontrar allí un libro de 560 páginas dedicadas a Julio Nin y Silva (1) no podía menos que sorprenderme.

Viví 14 años en relación muy cercana con la Colonia Puntas de Arroyo Negro en Paysandú originalmente llamada Nin y Silva. Celedonio Nin y Silva era dueño de la estancia que loteada en chacras fue poblada por colonos valdenses en la década de 1920.

Me lo llevé. Está escrito por Antonio Turnes, médico, “biógrafo de médicos”, me dijo unos días después Gustavo Maggi en Colonia Valdense.

Julio Nin y Silvia fue un destacado cirujano uruguayo en la primera mitad del siglo XX. Nacido en Trinidad, entonces Porongos, en 1887, murió en Montevideo en 1980. Era el hermano menor de Celedonio, abogado. La relación de esta familia con el mundo valdense viene por el liceo Daniel Armand Ugón.

Turnes cita a Jorge Nin Vivó, hijo de Julio, quien recuerda que éste llegó a Colonia Valdense “…con 12 años en 1900 unos meses después de quedar huérfano al morir su padre Celedonio Nin Pons”. “Salió de Porongos a caballo acompañando una tropa de vacunos conducida por unos troperos porongueros. Llegados los vacunos a destino siguió solo hacia Colonia Valdense donde sería recibido por su hermano mayor, Celedonio Nin y Silva que era uno de los profesores del liceo. De esa etapa en el anecdotario aparecía siempre la figura de Daniel Armand Ugon (el pastor, padre de Víctor). Me resulta imposible encontrar las palabras adecuadas que puedan expresar todo lo que sentía por esa figura: agradecimiento, afecto, admiración. Y evidentemente en un momento muy especial de su vida, sintió que era comprendido y protegido por esa persona que luchaba por mejorar a toda la comunidad, pero tenía tiempo para cuidar las carencias de ese adolescente.”

Refiriéndose a la vida de la comunidad, Turnes cita a Ricardo Pou Ferrari que al describir los inicios del liceo destaca que la mayoría

de los alumnos provenía de lugares alejados y por lo tanto era necesario prever su alojamiento. “La Comisión Directiva no creyó conveniente abrir un internado por creer que hay más conveniencia para los alumnos en hospedarse en casas particulares de esta colonia y alrededores. Cada uno puede encontrar colocación según lo desee o lo permitan sus recursos. Se dio así un fenómeno pedagógico peculiar, ya que los alumnos convivían en la casa de algún profesor, de modo que se fue creando una relación algo más que las de profesor-alumno, como aconteciera con el doctor Emilio Barbaroux, con los Nin y Silva, Mussio Fournier, Pérez Fontana, entre otros.”

Nin Vivó destaca que el pastor Daniel Armand Ugon era el padre de Víctor, porque Julio Nin y Silva tuvo con él una amistad de por vida.

La casualidad es un disfraz

No puedo decir que “los astros se alinearon”, no sintonizo con la astrología. Pero me intrigan ciertas casualidades. Me aferro más a aquello que una vez me dijo René Krüger y que después un amigo me lo mencionó citando al escritor norteamericano Tom Wolfe: “la casualidad es el disfraz de Dios para conservar el anonimato”.

Dos o tres días después del hallazgo de este libro, Gustavo Maggi me cuenta en Colonia Valdense que de niño acompañó a su padre, el pastor Elio Maggi Pasquet, en sus giras por las comunidades valdenses del norte uruguayo y pasó alguna noche, con sus días, en el casco de la estancia Nin y Silva. Y no sólo eso. Esa misma mañana el pastor Carlos Delmonte me mostró un libro recién aparecido del doctor Jorge Nin Vivó, hijo de Julio Nin y Silva, sobre Víctor Armand Ugon Rivoir, el destacado cirujano amigo de su padre, uno de los cinco hijos médicos, mujeres y varones, del pastor Daniel Armand Ugon.

Y para que tenga de yapa, Margarita, hija de Carlitos, me contó enseguida que en 1958 a su padre lo operó, luego de un grave accidente, Esteban Nin Vivó, hermano de

Jorge. “Así que ese recuerdo está en la cara de papi”, me dijo.

¿Por qué tenía que aparecer todo esto ahora así, como de la nada? No sé, pero como dice un amigo columnista de este periódico, a estas casualidades las miro reojo, por si las moscas.

(1) Turnes, Antonio. Julio Nin y Silva, cirujano y productor. Ediciones Granada, Montevideo, 2022, 560 pp.

Pasó casi un siglo

En 1927, en Francia, se organizaban peregrinaciones a Palestina. Los hijos (del pastor Daniel Armand Ugon) le regalaron a Daniel, ya retirado, el viaje que él aceptó emocionado. En Tierra Santa contempla el fanatismo religioso: judío, cristianos y musulmanes se disputan los lugares considerados santos. Sobre Hebrón, ciudad particularmente fanática, donde solo pueden entrar a su mezquita los musulmanes, relata la siguiente anécdota: un árabe se me acerca y me tira de la barba, me defendí y después supe que eso era un signo de respeto hacia un anciano.

Recorre Jerusalén en asno y siente que el combate decisivo entre el cristianismo y el islam no ha sido librado todavía, y que la batalla vendrá algún día.

Uno de esos episodios tal vez periféricos pero cuyo recuerdo me parece hoy significativo.

ESTE lee

Víctor Armand Ugon, maestro de la cirugía torácica

Aun para quienes, como yo, totalmente ajenos a la profesión médica, ignorantes absolutos de su léxico específico, incapaces de sostener siquiera la descripción de una cirugía sin un amago de desmayo, el libro del doctor Nin Vivó, resulta interesante.

En el prólogo, el doctor Jorge Rodolfo Talice se pregunta por la validez hoy de los conocimientos médicos que aportan las contribuciones, absolutamente revolucionarias en su momento, del doctor Armand Ugon. Y se responde que “el saber de lo vivido, premisa inocultable en cualquier acción humana y, al mismo tiempo, su

acicate, no deja nunca de irradiar los reflejos propios del pasado”.

Para quienes poco tenemos para opinar al respecto, resulta atrapante el relato de una vida y de una vocación que surge de una historia que el doctor Nin Vivó se ocupa de reconocer y se proyecta más allá de la propia existencia. Y de esa historia, encontramos en el libro, episodios muy significativos, que no conocíamos.

Nin Vivó, Jorge Víctor Armand Ugon, maestro de la cirugía torácica Ed. de autor, Montevideo, 2024, 330 pp.

Algunos trámites burocráticos faltan para que Gimena Román Romillo reciba el título de Profesora de Historia en el Centro Regional de Profesores (CERP) de Colonia. En noviembre 2024 aprobó el seminario “Historia del Uruguay, de 1930 a nuestros días” dirigido por la profesora Juanita Bertinat Davyt. Como trabajo final elaboró una monografía titulada La memoria colectiva construida desde el interior del país. Ombúes de Lavalle, el régimen autoritario y las instituciones sociales. Conversar con ella fue un interés que nos nació ni bien conocimos el trabajo.

Cartas sobre la mesa

Estimado Jorge:

La historia que somos

ESTE: Cuando hablas de “régimen autoritario” te refieres al que sucedió al golpe de estado del 27 de junio de 1973. ¿Por qué te interesó especialmente este período y en Ombúes de Lavalle?

Gimena Román: El interés me llegó por dos caminos. Juanita nos insistió siempre en la importancia de la historia local. Cuando vayamos a trabajar a un liceo tenemos que conocer a la comunidad en la que está inserto, esa historia local que está resguardada.

ESTE: ¿Resguardada?

GR: Sí, los libros hablan de la dictadura como un fenómeno nacional pero es muy difícil que encuentres información sobre cómo se vivió en pueblos del interior. Lo que pretendo con este trabajo es que esa memoria colectiva se construya desde allí y no se diga que acá no

Debí saber que la palabra es creadora. Desde que pude oír me contaron el relato mítico de Génesis 1. Dios dice y el mundo se hace. Empecé a entenderlo mucho después incluso de haber leído el Evangelio según san Juan: “en el principio era la Palabra” y “por ella fueron hechas todas las cosas”.

El lenguaje es creador. No podemos pensar sin él. Para reírnos de esa convicción, en el liceo le decía a los alumnos: “es imposible tener un pensamiento frondoso con un lenguaje esmirriado y estítico”.

Tres años de escuela primaria fue la formación académica de mi padre. Lo oí cantar: “el helado cierzo a ratos arreciaba incompasivo”. Sabía lo que decía. Él y su generación escuchaban a Antonio Tormo en la radio. “Arquetipo inconfundible de tartufos que disfrazan…”, cantor popular sabedor de que “mi palabra es el alcázar de mi reina la ilusión”.

Si hablo de la actual decadencia del lenguaje no hago apología del pasado. ¿Imaginas la retórica de Antonio Tormo en un programa televisivo en horario central? ¿Y qué decir de discursos presidenciales, pródigos en vacuas consignas altisonantes apoyadas en gestos de puño levantado y una artillería de insultos procaces y nada originales? ¿Y del lenguaje religioso cargado de lugares comunes?

La pregunta me persigue. La violencia con la que convivimos sin sorpresa, ¿no es en parte expresión de lo que no tenemos palabras para expresar?

Oscar Geymonat

Apreciado Oscar:

pasa nada. Elegí el liceo y la iglesia valdense como instituciones por su importancia en la localidad y porque tengo muchas historias de que en ese momento la iglesia fue un lugar de apertura. Hay otras por supuesto que pueden analizarse y ampliarán la perspectiva.

ESTE: Y mencionabas un segundo camino por el que llegó ese interés.

GR: Sí, lo que escuché en mi familia. Mi madre dice que desde chiquita fui muy preguntona y en mi casa siempre se habló. Escuché historias familiares que me despertaron curiosidad. Después, en el liceo la profesora Nancy Pontet nos motivó a conocer más.

ESTE: Soy valdense y de Ombúes de Lavalle. Viví ese tiempo en ese lugar. Me interesa particularmente tu visión sobre la iglesia.

Sí, la palabra es creadora. Se ha dicho que las promesas y los juramentos son verdaderos hechos a partir de los cuales no hay vuelta atrás. Aunque, como bien sabes, a veces no se cumplen y todo queda como quedan las casas sin terminar o las novelas a medio hacer, por lo que preguntaría si el espíritu de Dios aletea hoy sobre la superficie de las aguas. ¿Qué ocurre o qué es lo que debería ocurrir en esta tierra caótica y vacía, abismo cubierto de tinieblas? ¿Estamos ciegos, querido pastor o, aunque los ojos ven el corazón no siente?

El discurso, como las casas sin la terminación del albañil, el mensaje sin ideas, el razonamiento hecho sólo en torno a cosas y hechos, el sentimiento que hay que adivinar porque no da con la expresión adecuada, todo eso que oímos ¿acaso no es tributo que se pierde en el aire, agua tirada al mar?

Lo que tan bien observas, los medios con que pretendemos llegar al otro, las palabras secas y estreñidas, carecen hoy de lo que buscamos. Más allá de los buenos augurios, que nos llegan a baldes, sabemos o presentimos cómo van a ser las cosas. Conocemos mucho de lo que nos depara el destino, y la consigna pasa sólo por alimentar la inteligencia, la cultura, la persona, única esperanza: sencillamente, ser como tu padre. Hay que despejar las tinieblas que cubren la tierra, la violencia que, como bien presientes, se esconde tras lo que no sabemos expresar.

Jorge Liberati Profesor de Literatura, redactor de la revista Relaciones

GR: Me sorprendí con las entrevistas. Yo pensaba que la iglesia había sido sólo un lugar de encuentro. Pero me decían que en las conversaciones del grupo de jóvenes, en las clases de catecismo, se encontraba la forma de ayudar a pensar, a cuestionar, a ver otras posibilidades de vida, a hablar sobre libertad desde los relatos bíblicos. Pienso, ¿qué otra institución asumía ese riesgo? En ese momento era muy comprometedor. Debe haber abierto la cabeza y dado posibilidades de pensar a varios adolescentes. Una de las personas entrevistadas me decía que en la casa no podía hablar nada de esto, lo que se le decía era que todo estaba bien. En esa etapa de ser rebelde, de cuestionar todo, que una institución le dé ese lugar es espléndido. Las tres personas entrevistadas mencionan como un referente en esa línea al pastor David Baret.

ESTE: Sí, lo vi y puedo dar fe de eso. David me acercó literatura en ese entonces muy valiosa, me quedó marcada La ciudad y los perros de Mario Vargas Llosa. Yo no tenía idea de quién era y esa novela en ese momento me resultó impactante.

GR: Los testimonios sobre él son muy significativos aún de quien no era miembro de la iglesia.

Conozco los campamentos de la iglesia en Conchillas, he participado. Cuando me contaste que había quien los consideraba un lugar de adoctrinamiento de la izquierda, me pareció delirante. Una de mis entrevistadas me decía que muchos años después entendió por qué de adolescente le gustaba tanto lo que se hablaba allí. Era un soplo de aire libre. La iglesia lo fue.

“Inmersos en relaciones de poder asimétricas, los grupos subordinados desarrollan formas ocultas de acción, creando y defendiendo un espacio social propio en una “trastienda” donde expresan su disidencia del discurso de la dominación.” Jelín, Elizabeth

Cultura, política y sociedad. Perspectivas latinoamericanas. Exclusión, memorias y luchas políticas. CLACSO, Buenos Aires, 2005

DES – ARRAIGOS,

una invitación a detenerse

Hasta el día de hoy recuerdo cómo fue dejar mi país, familia y recuerdos. Los sentimientos se me mezclaron y con todo el dolor de mi alma tuve que emigrar. Los recuerdos los llevo en mi corazón. Hoy en día llevo mi cabeza en alto por todo lo que he vivido y superado, con nuevos y viejos recuerdos.

Katty, 17 años

Mi hija fue estudiante de comunicación social. Ella sí fue víctima de xenofobia de sus profesores de clase. Le decían claramente “la venezolana no habla”. “Me molesta tu acento”. Se fue de Uruguay, no pudo. Pensar que la migración iba a ser siempre así, pues, que donde llegaras te iban a odiar. Entonces ella se fue.

La mayoría de la gente no sabe que está discriminando, no sabe. O sabe, pero no cree que discrimina. Si pudiésemos pensar, unos segundos es suficiente, unos segundos antes de reaccionar, me parece que el mundo sería un poco mejor.

Sunny

Hay más. Son testimonios de migrantes en Uruguay. El 11 de diciembre pasado en el edificio central de la Intendencia de Montevideo se inauguró una fotogalería que por unos días estuvo expuesta en el hall central. Trasmite el trabajo hecho a través del proyecto IntegrARTE llevado adelante por el Servicio Ecuménico para la Dignidad Humana (SEDHU) y que contó con el apoyo económico de la Iglesia Valdense a través del fondo Otto per mille de Italia.

“La idea nació hace dos años en el área social del SEDHU”, dijo a Coordinadora General Clara Aguirre en el acto de apertura. Cuando se vive atendiendo urgencias, los dos años que lleva el proceso de consecución de fondos, parece una eternidad. Pero nuestras eternidades son un pedacito de tiempo.

Durante 2024, en Parroquia Universitaria de la Iglesia Católica, se desarrollaron talleres que mediante expresiones artísticas buscaron promover el conocimiento y la valoración de la diversidad cultu-

ral para favorecer la integración e inclusión de personas refugiadas y migrantes en sus comunidades.

La directora del proyecto, Ana Saravia, se emocionó al mencionar a un niño que se detuvo a mirar las fotos ni bien quedaron instaladas. En esa mirada anida la esperanza, en esa actitud de detenerse un segundo y preguntarse sorprendido qué es eso, “unos segundos es suficiente” “…el mundo sería un poco mejor”.

Alejandra es adolescente. Con una mezcla de nervios y una emoción contagiosa fue la voz migrante en el acto de apertura. Sus años son muy pocos para contener tantas experiencias fuertes de despedidas, encuentros, sorpresas, logros, frustraciones, aceptación, rechazos, pérdidas grandes y pequeñas ganancias…

Me quedó dando vueltas su afirmación de que toda persona migrante vive con el sueño de volver; muchas veces durante toda la vida y se queda en sueño. Mientras lucha por ser recibida en el lugar al

Salud en familia

Trasmitiendo juntos el amor de Cristo a través del Servicio a la comunidad

que llega, sueña con volver al lugar que la expulsa. No es fácil una vida así tironeada. Alejandra no lo dijo con queja, al contrario, tuvo espacio para agradecer la posibilidad de conocer otras sociedades, otras culturas. Pero a veces me da por pensar que León Gieco tiene más razón de lo que yo quisiera cuando

Correo de lectores

Muchas gracias. Me encantó el articulo “libres para predicar...” (ESTE diciembre 2024). Es un mini compendio del legado de Valdo y sus seguidores, o continuadores, de su visión.

Andrés Garibotti Colonia

A propósito del reojo por Zylas Mozkas sobre qué es el arte (ESTE diciembre 2024), puedo decir que estudiando intensamente y durante años El arte poética de Aristóteles, tuve una especie de iluminación que me acompaña, insisto, desde hace mucho tiempo: arte es toda creación humana realizada con el objetivo de generar catarsis tanto en el receptor cuanto en el emisor.

Un atardecer, por ejemplo, por maravilloso que sea no es arte. Un inodoro o una banana, no es arte.

canta, “desahuciado está el que tiene que marchar // a vivir una cultura diferente”. Vive con esa herida. Puede que hasta llegue a quererla.

¿Y nosotros? Por lo menos hagamos como el niño, si nos detenemos a mirar, nos preguntaremos sorprendidos qué es lo que vemos.

Acabo de leer el artículo de las hortensias (ESTE diciembre 2024) y te comparto algo que nos pasó en estos días en el Chuy. Habíamos cantado con “Voces del arroyo”, el coro de Velázquez. Salimos del salón en el que nos habían ofrecido un refrigerio y cuando vamos rumbo al micro, un muchacho cuidachoches le entregó a una compañera un jazmín de esos blancos que florecen ahora. Ella le agradeció. Se sintió muy emocionada por esa actitud. Todas comenzamos a participar de su alegría. Entonces él sacó, no sabemos de qué jardín, una flor para cada una. El micro se llenó de un perfume intenso. Me acordé de tus hortensias. Tal vez quien te cortó las flores se las tenía que dar a una persona querida, pienso en una abuela porque soy abuela y me gusta que mis nietos me traigan flores. Entonces el destrozo no fue tanto, seguramente quiso compartir la belleza de tus hortensias con alguien.

Eso sí, el artículo me encantó.

Iris Gonnet Alférez - Rocha

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