OCTUBRE 2023
Nº172
Año XIV
Espacio de comunicación del Presbiterio Colonia Sur de la Iglesia Evangélica Valdense del Río de la Plata
H
Rosario | Tarariras Colonia Valdense · La Paz Playas · Colonia Española · Sauce Colonia del Sacramento · San Pedro La Barra · El General · Riachuelo Colonia Cosmopolita · J. Lacaze El Encuentro · Barker
De cantos e idiosincracias
ace poco más de un año fui parte de una de esas conversaciones que te envuelven y te trasladan. Teníamos la excusa para reunirnos en Cosmopolita, una tarde de sol calcinante, bajo unos árboles que alguien alguna vez plantó soñando con las charlas que esa sombra podría albergar. Yo tenía que hacer una nota para La Diaria sobre el libro Historias Chuecas de Carlos Delmonte. En esa excusa entraron plácidamente Silvia y Susana, pero la charla, como suele ocurrir, fue mucho más allá del libro. Ellas pasearon con la memoria por todos los rincones de Cosmopolita: del templo al almacén, de la escuela a la antigua casa pastoral, del club Wanderers hasta el puente ferroviario de la ruta 1. Aunque Historias Chuecas nombra todos estos lugares, nuestra charla se salió del guión y terminamos hablando de un tema que para Silvia y Susana son como un eje en la vida cotidiana. Por alguna razón que podrá investigar una antropóloga o un buen sociólogo, el canto es una parte fundamental de nuestra experiencia comunitaria. Sea en la escuelita, el coro, el campamento o el fogón improvisado, el canto está ahí, latiendo, esperando ser. Y no en todos lados puede verse eso. Canto popular que se inviste de una profunda espiritualidad. Himnos centenarios que se actualizan en la voz de gente común, que canta con su presente, sus ritmos y cadencias. El canto es algo que circula, es un bien cultural, pero también es una experiencia de espiritualidad. Quien ha cantado en comunidad seguramente comprenda conmigo esa sensación de trascenderse a uno mismo y
amalgamarse en la voz de los demás. Cantando nos fundimos sin perder nuestra particularidad, somos uno y a la vez parte valiosa del todo. Cantado juntas/os aprendemos a no tener miedo de nuestra propia voz, a permitirnos el error, a recostarnos en la firmeza de alguien más. Cantar es sentir que el soplo de Dios no es una cosa ajena que sale de los libros viejos, sino una realidad palpable. Es ahí cuando Dios sopla y nos muestra una nueva realidad. Iba a empezar este texto enumerando las razones por las que la medicina recomienda cantar. Que mejora la postura y la respiración, que reduce el cortisol, que alarga la vida y combate la depresión. Pero me di cuenta de que no necesitamos esa justificación. Antes de que la ciencia lo descubriera, ya nos juntábamos a cantar.
Terapia, Música y Biblia En este número: E
p. 2 | Información del Presbiterio. p. 3 | Los Salmos de la Reforma. p. 4 y 5 | Cartelera. p. 6 | El Enganche: las Iglesias Cuentan. p. 7 | El canto de los andamios. p. 8 | Cantar en la escuela. p. 8 | El Nono
l desafío de escribir sobre música podría ser similar a describir con palabras el amor, o contarle a alguien una experiencia con lo divino. Muchas veces será reducir a ciertas frases un misterio que nos sobrepasa, otras veces es un sentimiento compartido, una vivencia comunitaria, un ensamble donde sucede la música y produce en quienes interpretan o en quienes escuchan efectos impredecibles. Serán estas líneas un intento de ponerle palabra a aquello que sentimos, y que acompaña la vida desde distintas culturas, desde tiempos inmemoriales. (sigue en pag. 2)
LA LU Z R ES P LAN DEC E E N LAS T I N I E B LAs - Juan 1:5