Cuestión de Fe - enero 2016

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UNA MIRADA CRISTIANA A LA REALIDAD ACTUAL

BOLETÍN Año IV Nº 78 ENERO 2016

Iglesias Evangélicas Valdenses de COLONIA - COSMOPOLITA - ROSARIO - TARARIRAS - VALDENSE

Esa belleza que espanta

“Es una lástima que el arte se empeñe en imitar a la vida”. Tenía olvidado este lamento de Guillermo Cabrera Infante. Me vino de sopetón a la memoria cuando leí una nota sobre películas nominadas para el premio Oscar de la academi a de cine de Hollywood que se entregará en algún día de este febrero. (1) El escritor cubano defendía a la literatura en particular, y al arte en general, como el espacio capaz de liberarse de las ataduras de la realidad y soñar otra que por mencionar algunos. Ver toda esta sirva de norte. La discusión seguirá sin brutalidad no es fácil.” No puedo responderme por qué solución a la vista entre quienes quieren pensar como Cabrera Infante y quienes esa ficción que recoge lo peor de nuestra concluyen que no hay arte capaz de realidad humana se vuelve objeto de superar los aspectos menos creíbles de atracción capaz de hacernos pagar para la realidad, los más sórdidos y los más verla. Una de l as películas sublimes. ¿Quién imita a quién? He ahí la cuest ión. Es m ucho más útil sel eccionadas es Macbeth, una recreación de la tragedia de discutirla que responderla. Lo cierto, según la nota Shakespeare de principios del siglo XVII. periodística, es que las películas en Cuando el director de cine Justin Kurzel carrera por el premio de esta vez “son puso sus manos sobre esta obra, ya más que serias. Son pesadillescas. Hay cargada de violencia y muertes, sus un oso que intenta comerse a La violencia representada en los medios convoca con un hombre fuerza la mirada humana, estimula al organismo, y cortes de incrementa la circulación sanguínea y la actividad garganta en cámara cerebral. Son manifestaciones fisiológicas de los lenta, una efectos mentales de la violencia televisada: a corto adolescente plazo temor, a mediano plazo aprendizaje de secuestrada en un procedimientos eficaces para la resolución de galpón y conflictos y a largo plazo insensibilidad ante la imagen cadáveres detrás de violenta. una pared. Y eso solo «La fascinación por la violencia televisiva» Manuel Garrido Lora

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ideas eran claras: «¿Saben que haría esto mucho mejor? Más sangre». Por razones estrictamente teatrales, en la obra de Shakespeare las muertes y las batallas no ocurrían en escena. Quiero pensar que habría también algunas relacionadas con la sensibilidad. Eran referidas, no v istas. En la película todo es explícito y está en la pantalla desarrollándose de la forma más sangrienta posible, “a veces” -dice la nota- “en cámara lenta para que se pueda apreciar completamente lo que sucede cuando una hoja af i lada atraviesa una yugular”. ¿De qué manera se modela nuestra sensibilidad que es capaz de llevar lo horripilante a la categoría de lo bello? Los clásicos decían que saber del sufrimiento del héroe trágico víctima de sus propios errores, producía un efecto moderador de las pasiones. “Macbeth” es la tragedia de la ambición, no muestrario de matanzas. Me da por pensar que este exhibicionismo genera una sensibilidad anestesiada capaz de soportar la televisación de un asesinato a la hora de la cena como un espectáculo digerible aunque nos quede la duda si es realidad o ficción. Me parece una forma de trivializar la violencia, soportarla sin trauma, aceptarla como normal y por tanto no hacer nada por superarla. Y lucrar que no es poco. Cuando el dinero es el dios de nuestra vida, el arte también le rinde pleitesía. Si dejamos a Dios ser Dios, el arte que nos inspira será capaz de mej orarnos y no sepultarnos en nuestros propios males. (1)

Nota de Stephanie Merry, «The Washington Post», reproducida por “El Observador” 13 de diciembre de 2015


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