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Multiplicaciones

vean Pensemos en gente que no tiene mucho para perder, que empezó a caminar movida por un rumor, que llegó hasta ahí, y bueno Ya veremos

Imaginen que esa gente, esa masa sin orden ni forma empieza de a poco a sentarse en círculos, en grupos Miren cómo lentamente se organizan, y al sentarse ven mejor. Ya no está la señora grandota ni ese muchacho a caballito del señor que obstruyen la visión ¡Entonces ven! Ven a Jesús dando gracias por la comida, partiendo el pan, haciendo algo que parecería absurdo cuando tan poco hay

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En la escuela bíblica, solemos pedirle a lxs niñxs que dibujen los panes y los peces de aquella vez Curiosamente, casi siempre dibujan pancitos iguales y peces idénticos Les decimos multiplicación y ellos piensan en clonación Son peces que parecen calcados Pero ¿y si esos cinco panes y dos peces venían de manos diferentes? ¿serían iguales? ¿y si la gente también sumó algo? ¿Y si otras cosas fueron apareciendo? ¿Habrían sido todos los peces iguales, pescados de la misma manera? ¿Todos los panes tenían la misma receta, forma y sabor? Seguro alguien habrá sumado unos dátiles, un poco de queso, un fondo de vino o unos higos secos ¿Habrán intercambiado recetas? ¿Qué historias se contaron?

Me juego, con mente, estómago y corazón, que esa vez el milagro no fue el de unos panes y peces clonados El milagro en sentido amplio, fue el de la gente reunida conversando, comiendo y charlando, conociéndose y cocinando historias Me gusta imaginar que en esas mesas improvisadas sobre el pasto, la gente comió y la comida la acercó Me gusta pensar que, si al llegar andaban como extraviados, al volver a casa llevaron mucho más que la sensación de una panza llena

Está bueno recordar que el milagro de Jesús no fue una tarea de mago multiplicador. Fue algo en lo que todas las personas tuvieron parte Ningún título haría justicia a un gesto tan grande Es el milagro de panes y

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