QUINTO DOMINGO DESPUÉS DE PENTECOSTÉS I. APERTURA Preludio Saludo: Nuestra ayuda es en el nombre de Dios que nos creó y nos salva en Jesucristo, nuestra esperanza. Amén. Canto Salmo 42: 1-5. Oración: Te alabamos, Señor, porque en tu bondad has querido ser nuestro Salvador y nuestro Dios. Cuando estamos sin fuerzas y nos sentimos abatidos, tú nos permites mirar a Cristo, que dio su vida para que nuestra existencia fuera liberada y reconducida a ti. Gracias Señor, porque en él hiciste todas las cosas nuevas, nos diste una vida nueva. Para esta vida queremos prepararnos en este culto. Tu Espíritu obra en nosotros a fin de que podamos buscarte y encontrarte, esperar en ti y sostenernos unos a otros con las fuerzas que de ti recibimos. En el nombre de nuestro Salvador, Jesucristo. Amén. Canto Confesión de pecado: La Palabra del Señor nos invita a cambiar nuestro comportamiento: Sean ustedes compasivos, como también su Padre es compasivo. »No juzguen a otros, y Dios no los juzgará a ustedes. No condenen a otros, y Dios no los condenará a ustedes. Perdonen, y Dios los perdonará. Lucas 6: 36-37. Frente a esta invitación, confesamos nuestro pecado, primeramente en silencio y luego en una oración conjunta. Confesión silenciosa Oración: Señor, tú sabes rescatar nuestra vida con tu misericordia. Si nos centramos en nosotros mismos nos sentimos partícipes de un mundo en el que los juicios despiadados destruyen a las personas; el perdón es con frecuencia únicamente una indulgencia que no nos exige responsabilidad; la transformación es en ocasiones, un agravante que acentúa la injusticia y reduce la libertad. Te confesamos que ante el error de un hermano o una hermana preferimos cerrar los ojos y no compartir con él o con ella, el peso del pecado; preferimos criticar en vez de invocar junto a quien se equivocó, la corrección que sólo tu misericordia puede operar. Señor, como tú nos guardas, nos liberas y nos renuevas con tu misericordia, haz que sepamos encontrar a nuestro prójimo para asistirlo, respetarlo y alentarlo. En el nombre de Jesús. Amén. Canto Anuncio del perdón: Dios nos libró del poder de las tinieblas y nos llevó al reino de su amado Hijo, por quien tenemos la liberación y el perdón de los pecados.Colosenses 1:1314. Este anuncio es para ustedes, hermanos y hermanas, para ustedes que invocan la misericordia de Dios. En Cristo somos perdonados y a la vez, capacitados para perdonar. Vivamos en la atmósfera de esta gracia. Amén. Canto