SEGUNDO DOMINGO DESPUÉS DE PASCUA I. APERTURA Preludio Saludo: El Señor, Padre, Hijo y Espíritu Santo nos encuentra y nos llama a servirlo. Su presencia nos guía, su Palabra nos libera, su amor nos ilumina. Amén Canto Texto de apertura: Salmo 33:5-9 y 2-4 Oración: Te alabamos, oh Dios, por tu fidelidad en favor de toda la creación y de todo ser humano. Te alabamos por tu gracia, con la cual te acercas a nosotros, bendices nuestras vidas, nos perdonas y nos salvas. Te alabamos por el amor que nos manifiestas por medio de tu Hijo Jesucristo, el buen Pastor, quién sufrió para reconciliarnos contigo y para reintegrarnos a nuestra dignidad de hijos e hijas tuyos. Te alabamos porque nos has tratado con bondad, buscándonos, encontrándonos, y levantándonos tantas veces como el pecado nos había vencido. A ti, nuestra Consolación, sea la gloria para siempre. Amén Canto Confesión de pecados: Nos preparamos, hermanos y hermanas, a confesar nuestra infidelidad, escuchando la Palabra del Señor: I Juan 1:8. Hermanos y hermanas, el Señor nos recibe, pero delante de él no podemos considerarnos mejores que los demás y debemos abandonar la ilusión de sentirnos separados del resto de la humanidad. En la solidaridad con todos los seres humanos, confesamos al Señor nuestro pecado. Confesión silenciosa Oración: Señor, te pedimos perdón por nuestro orgullo y por todo lo que nos aleja de ti. Danos la fuerza de desviar nuestras miradas de nuestras cosas pequeñas, de nuestros modestos éxitos, de los cuales nos es fácil sentirnos orgullosos; ayúdanos a ver, en nuestra difícil realidad, la trágica situación del mundo donde se manifiestan nuestras derrotas como creyentes y como iglesia, porque en las injusticias de nuestra sociedad nosotros también tenemos nuestra cuota parte. Conscientes de ello, te pedimos de hacernos nuevamente comprender qué cosa significa ser tus hijos y tus hijas, qué cosa significa ser testigos de la verdad respondiendo el mal con el bien. Haznos fieles; haz que podamos decirte cada día ¡SÍ! en nuestra forma de vivir; ¡SÍ! en el volver permanentemente a ti, porque en ti está el significado de lo que somos y de lo que hacemos. Escúchanos, en el nombre de Cristo Jesús. Amén. Canto Anuncio del perdón: El Señor afirma: Juan 10:11a y 27-28a. Canto II. LITURGIA DE LA PALABRA. Oración: Señor y Padre nuestro, sentimos la alegría de poder ponernos delante de ti para renovarte nuestra confianza y expresarte nuestro amor. Pero para ello necesitamos estar anclados en tu Palabra, de recibir a manos llenas tu mensaje de vida. Haz que tu Palabra nos enseñe a ser tenaces en la fe y audaces en la esperanza, de manera de estar más firmes contra las tempestades de la vida, hasta el día que llagará la paz y nuestra esperanza se volverá realidad eterna. En el nombre de Cristo. Amén. Lectura bíblica Escuchamos la Palabra de Dios leyendo..... Oh Dios, santifícanos en la verdad, tu Palabra es verdad. Interludio Predicación Canto Confesión de fe