CUARTO DOMINGO DESPUÉS DE EPIFANÍA I. APERTURA Preludio Saludo: Dios es quien sustenta nuestra vida; él quiere que todos los hombres y las mujeres sean salvados y alcancen el conocimiento de la verdad. Amén. Señor, tú nos conoces y nos liberas: tú eres el Padre. Nos iluminas y nos salvas: tú eres el Cristo. Nos consuelas y nos fortaleces: tú eres el Espíritu. Padre, Hijo y Espíritu Santo, tú eres nuestro Dios. Nos convocas en tu iglesia, y aquí estamos reunidos para escuchar tu Palabra, para rendirte adoración y dirigirte nuestras oraciones. Amén. Canto Salmo 97: 1, 6, 10-12. Oración: Te alabamos y te bendecimos, Señor, porque tu amor ha renovado y renueva la vida de la humanidad; tu evangelio es anunciado en toda la tierra, y la semilla de tu reino, que sembraste entre nosotros en la vida de tu Hijo Jesús, sigue naciendo y produciendo frutos de justicia y de paz. Por esto, en medio de las dificultades y de las contradicciones de este mundo, nosotros vivimos alegres e iluminados en la espera confiada del cumplimiento de todas tus promesas. Recibe nuestra alabanza en Jesucristo, nuestro redentor. Amén. Canto Confesión de pecado: Nos preparamos para confesar nuestro pecado, escuchando cómo nos habla el Señor: Mateo 5: 44-48. Ante la enseñanza que nos da el Señor, confesemos nuestro pecado, primero en silencio y luego en oración comunitaria. Confesión silenciosa Oración: Señor, Dios omnipotente, nosotros podemos llamarte Padre. Venimos a ti en silencio, porque hemos pecado: no hemos reflejado tu imagen, no hemos actuado entre los seres humanos y en la naturaleza de acuerdo con la responsabilidad que tú nos has confiado; no supimos reflejar tu amor y tu misericordia; no hemos sido artífices de reconciliación. Con todo, Padre, por cuanto queremos serte fieles, te suplicamos: enséñanos tú mismo cómo vivir tu amor, guíanos con tu justicia. No nos quites, oh Señor, tu Espíritu y haz resplandecer en nosotros la imagen de tu hijo Jesucristo. Amén. Canto Anuncio del perdón: A todos ustedes que se arrepienten y buscan el perdón, anunciamos: “Dios nos libró del poder de la oscuridad y nos llevó al Reino de su amado Hijo, por quien nos salvó y nos perdonó nuestros pecados.” Amén. (Colosenses 1: 13-14) Canto II. LITURGIA DE LA PALABRA Oración: Como el niño recibe el pan, / como el pájaro recibe el espacio y el grano de alpiste, / como el amigo recibe al amigo, / como la noche recibe a la aurora y al sol, / como la tierra recibe a la semilla, / como la savia sube por las ramas y produce frutos, así, oh Señor, danos el recibir tu Palabra. Amén. Lectura bíblica (Antes de la lectura): Escuchemos la Palabra de Dios, leyendo (indicación del texto). (Después de la lectura): Oh Dios, santifícanos en tu verdad: tu palabra es verdad. Interludio Predicación Canto Confesión de fe