Abordar la formación histórica de un territorio debe significa, ante todo, buscar las bases materiales, sociales y económicas, que expliquen el uso y la función que cumple en la actualidad. Para ello, nada mejor que definir cortes históricos, que expresen acontecimientos claves en su formación, y cuyas manifestaciones estén presentes en esa realidad, o que, en cualquier caso, se alcen como responsables de la misma.Dichos cortes históricos los planteamos en una vertiente diacrónica, es decir, estableciendo lo que han aportado, los hechos y fenómenos que se enmarcan en los mismos, en la construcción del territorio actual, así como considerando su condición de generadores básicos sobre los que se sustentan sucesivos hechos que van a continuar ejerciendo influencias decisivas en la construcción del citado territorio.