En el camino
Cruce 234. 23 de agosto de 2004
Judith Ortega
Derecho
Se inauguró la Maestría en Derecho Constitucional y Amparo La planta de docentes está formada por prestigiados catedráticos del occidente del país y por académicos del IIJ de la UNAM Nayeli Zaragoza
México y la región Occidente requieren cada vez más abogados “ansiosos de superar su nivel académico, pero también dispuestos a proponer los cambios sustantivos en nuestra legislación, que respondan de manera eficaz a los distintos fenómenos sociojurídicos que se presentan por las enormes lagunas en nuestra rutina legal”, declaró el rector Héctor Acuña SJ durante la inauguración de la Maestría en Derecho Constitucional y Amparo, el 13 de agosto. La maestría se creó en colaboración con el Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y la Universidad Iberoamericana León, cuyo Las universidades jesuitas director del Departa- tienen el compromiso mento de Ciencias Jurídicas, Germán Estrada, de aportar universitarios comentó que este pro- con actuación solidaria, grama académico se inserta en un momento dijo el Rector de transición democrática que vive el país, que es un tiempo de cambio, de crisis y de purificación; contexto al que no es ajeno el derecho, que “es directamente responsable de aportar elementos racionales, que velen por el bien común de la nación”. El Rector de esta Casa de Estudios señaló que las universidades jesuitas tienen “el compromiso innegable de aportar a la nación universitarios con excelencia académica no sólo por su amplio y sano saber jurídico, sino porque donde quiera que estén se reconozcan por su actuación solidaria, responsable, guiada por el valor más alto al que aspira el ser humano: la justicia”. La planta de docentes de la maestría está formada por prestigiados catedráticos del occidente del país y por académicos del IIJ, considerado como el centro de investigación jurídica más importante de América Latina y cuenta con el
Se realizó una ceremonia de entrega de títulos a egresados Cincuenta y siete egresados del Primer Taller Intensivo para la Reflexión de la Experiencia Laboral recibieron sus títulos profesionales en una ceremonia efectuada el 13 de agosto. Raúl Mora SJ, integrante del Consejo Académico, tomó protesta a los licenciados. Héctor Acuña SJ, rector del ITESO, deseó a los titulados que la etapa que concluyó con la entrega de los documentos “se vea coronada con los frutos que conduce una vida de servicio y atención constante a la familia, a la sociedad y, por qué no, a las necesidades de la humanidad”. En la foto, un itesiano enseña su título a sus familiares. Ecología
Una visión integral para el desarrollo sustentable Any Castro
“Se necesita de una visión integral, intervenir en espacios donde varios confluyen, involucrarse en los diferentes ámbitos (ecológico, económico, social, político y cultural)”, declaró Eduardo Santana Castellón, profesor e investigador de la Universidad de Guadalajara, al referirse al logro de un desarrollo sustentable en México, el 18 de agosto en el ITESO. Santana dictó la conferencia “La conservación de la naturaleza, ¿es relevante para el desarrollo socioeconómico?” y subrayó como “verdaderos causantes” del problema ambiental al consumo en exceso de recursos por sociedades industrializadas, el crecimiento poblacional, la falta de comprensión ecológica, la avaricia, la falta de solidaridad y de ética ambiental, la pobreza y las desigualdades sociales. La disminución del uso excesivo de recursos naturales mediante una mayor eficiencia, el control del crecimiento poblacional, la protección y mejoramiento de los ecosistemas naturales y el manejo de ecosistemas naturales de reemplazo con el fin de sostener una mayor diversidad biológica, son las propuestas mencionadas por Santana para la conservación de la vida silvestre.
El niño que no quería crecer Priscila Tamariz
El tambor de hojalata / Die Blechtrommel Volker Schlöndorff 830. SCH
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En la época nazi, en una casa de clase media de una familia poco convencional, se narra la historia de un niño de tres años llamado Oskar Matzerath, quien decide dejar de crecer como protesta al mundo adulto, en la misma época en que los nazis toman el poder en Alemania. El filme está basado en la novela homónima, del escritor premio Nóbel Günter Grass, quien en respuesta al problema de la Segunda Guerra Mundial, crea a Oskar como la representación de la antítesis del superhombre anhelado por Hitler y el pensamiento ario.
Al gritar es capaz de romper vidrios y muchas veces expresa pensamientos tan profundos que nos hace cuestionarnos si en realidad no se trata de un adulto pequeño, reflejo de la idiosincrasia social. El día de su cumpleaños, Oskar recibe como regalo un tambor de hojalata, que será su compañero y objeto de desahogo. Al paso del tiempo, al llegar a sus 21 años, decide empezar a crecer, pues se ha dado cuenta de que finalmente él es parte del sistema que tanto ha criticado en su niñez.