Muchas gracias: uenas tardes a todos. Antes de comenzar la exposición quería agradecer al anterior expositor, a Mark Bergman la introducción que ha hecho. Realmente sus argumentos están alineados a nuestra comisión, a los principios y temas que desarrollamos ahora en Trujillo. Quiero empezar mi exposición recordando, en primer lugar, las conclusiones propuestas durante mi presentación del año pasado. Quienes asistieron entonces recordarán que había una serie de aspectos que debería tenerse en cuenta para una planicación del crecimiento económico y social de la ciudad de Trujillo. Con esa visión soñadora nos imaginamos una ciudad de Trujillo al 2050, con una estrategia sistematizada, planicada, sostenible, que fuera participativa e integrada para alcanzar el desarrollo de una idea de posible ciudad modelo. Sin embargo, poníamos de maniesto algunos elementos que fallaban y que era urgente mejorar. Lamentablemente los hechos de los primeros meses de este año dieron un poco la razón de aquel diagnóstico. Creo ahora que es importante repasar las enseñanzas de los lamentables sucesos. En primer lugar, una escasez de medidas preventivas en la planicación, bajo nivel de resiliencia urbana. Nuestra ciudad no está preparada para adaptarse a los nuevos cambios y no estábamos preparados para estos cambios. Nuestro crecimiento por invasiones, ajeno a la planicación, creo que habla por sí mismo; zonas de quebradas de riesgo mitigables y no mitigables, que no se respetan y poblaciones que habitaban en esa zona de riesgo; comunicaciones nacionales por el norte y sur a través de una sola carretera y, además, con puntos frágiles como en el caso del puente Virú, y mencionar también el puente Moche, del cual interesa llamar la atención porque es otra infraestructura que tiene problemas. De las aguas subterráneas que se producen en la cuenca del Moche se abastece de agua potable la ciudad. Pero, el 60% del agua potable de Trujillo proviene de la planta de tratamiento de Chavimochic. Por lo demás, sabemos qué pasó con el canal de Chavimochic y, no solo problemas en el canal sino luego en la línea de conducción que hay entre la planta y la ciudad. Es decir, estuvimos dependiendo de un solo elemento, en el caso del agua potable. Esos son temas que deben irse pensando y analizando en esta planicación. Y allí tenemos el caso de las quebradas que no se tuvieron en cuenta. Una planicación pública que, si bien existe, en muchos casos está bastante desarticulada y en otros,
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Planta de Tratamiento de aguas residuales para Trujillo
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Trujillo no está preparado para adaptarse a los nuevos cambios. En realidad no estuvimos preparados ni para las desgracias naturales ni para emprender grandes transformaciones en la urbe.