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PUBLI REPORTAJE
Jueves 8 de marzo de 2012, Punta Arenas
Magallánicas cuentan su experiencia:
Las mujeres y su aporte a la nueva minería del carbón
En los próximos días más mujeres se integrarán por primera vez a un proyecto carbonífero en Isla Riesco.
Manejar maquinaria pesada y de alta tecnología, liderar faenas mineras, capacitar sobre el cuidado del medio ambiente y la prevención son algunas de las tareas de las magallánicas del siglo XXI. Labios sutilmente pintados y un suave maquillaje, en un look donde destacan el casco blanco, los zapatos de seguridad, los lentes y el traje de protección son la alerta para la pequeña Anubis: “Mamá, ¿hoy vas a la mina?”. La escena se repite cada vez que la egresada de Técnico en Prevención de la Umag, Natalia Domínguez, sale a terreno a capacitar a trabajadores y controlar el cumplimiento de medidas de seguridad en el proyecto Mina Invierno, ubicado en isla Riesco. Entonces, la pregunta queda flotando en el aire y el tiempo. Una década atrás la interpelación sonaría anacrónica, incluso para la imaginación de una niña de cuatro años. “Anubis, ya ve con naturalidad que la mamá trabaje en una mina de carbón. Generacionalmente la percepción ha cambiado mucho, ella está contenta de mi trabajo, igual que mi marido, Patricio. Tengo el apoyo familiar y la suerte de poder mostrar mis capacidades en una empresa que apuesta por la innovación y la igualdad”, explica Natalia Domínguez, quien no disimula el orgullo de ser unas las mujeres que le está cambiando el rostro al prejuicio. Natalia, a sus 27 años, goza de una experiencia tan vasta que la conocen en más de 150 empresas que ha asesorado en materias de prevención. “Me costó tomar la decisión de cambiar de trabajo, pero no me arrepiento. En Mina Invierno, la prevención no se hace porque la Ley obliga, hay una política de la empresa de ir más allá. El cuidado medio ambiental es una tarea que se asume desde antes incluso que el trabajador asume su rol laboral”, señala. Pero no es fácil ganarle al prejuicio. Cada día hay una batalla para abrir conciencia y construir una sociedad más igualitaria en lo que a género se refiere. Así lo sabe bien Patricia Valenzuela, 43 años, secretaria de Mina Invierno. Separada hace tres años, tiene la responsabilidad de
cuidar y dar una mejor vida a sus dos hijas (12 y 7 años). “Después de muchos años como trabajadora subcontratada y a honorario, en distintas empresas, por fin tengo un contrato indefinido, quizás pueda no ser importante para otras personas, pero me siento orgullosa de haber competido con más de 400 postulantes y que mi experiencia y competencias se hayan valorado”, señala. Nunca ha parado de trabajar y tampoco de organizar las tareas del hogar. “Comencé a los 18 años, en una pesquera y a los 25 estudié secretariado. Ahí se me dieron otras oportunidades, no siempre es fácil abrirse camino, creo que hay que seguir otorgando oportunidades a las mujeres en áreas no tradicionales, sólo así crece y mejora la sociedad”, manifiesta Valenzuela. Según cifras oficiales aún falta integrar a miles de trabajadoras al sector minero, un área que tiene espacio para aportar empleos de calidad y largo plazo. Para lograrlo, los ministerios del Trabajo y Previsión Social y el de Minería, junto al Sence, elaboraron el “Programa de Capacitación Mujer Minera” con el fin de apoyar a las mujeres en un rubro donde los sueldos están por sobre otras industrias. El programa anunciado para marzo en las regiones de Tarapacá, Atacama y Coquimbo, se espera que llegue también en los meses siguientes a Antofagasta, Valparaíso, la Metropolitana, Biobío y Magallanes. Pero la iniciativa enfocada a mujeres no es nueva en Magallanes. Hace dos años que Mina Invierno realiza capacitaciones a hombres y mujeres en el área industrial. La iniciativa fue realizada con la Umag e Inacap indistintamente y más de 200 personas participaron de los cursos. “El rol de la mujer en el mundo laboral está creciendo y profesionalizándose cada día más, y en Mina Invierno queremos ser un ejemplo de que la mujer puede
“Después de muchos años como trabajadora subcontratada y a honorario, en distintas empresas, por fin tengo un contrato indefinido, quizás pueda no ser importante para otras personas, pero me siento orgullosa de haber competido con más de 400 postulantes y que mi experiencia y competencias se hayan valorado”. Patricia Valenzuela
Innovar en lo tradicional
desempeñarse perfectamente en rubros no convencionales. Creo que hasta hace unos años pensar en mujeres mineras era un imposible, hoy es una realidad”, explica Isabel Muñoz, jefa de Desarrollo de Recursos Humanos de Mina Invierno La profesional llegó a Mina invierno hace tres meses, “me encontraba trabajando en una multinacional en Santiago y me reclutaron por mi experiencia y por supuesto por ser magallánica, al conocer el proyecto no tuve dudas y estoy feliz con la decisión, porque el ambiente laboral y convicción con la que se están haciendo las cosas es fantástico. Un lugar donde existe respeto, oportunidades y exigencias independientes del género”, explica Muñoz.
usa en la gran minería mundial. “Trabajé mucho tiempo encerrada en un pabellón quirúrgico. Y lo que lo que hago ahora es trabajar al aire libre, en medio de la tranquilidad, y la naturaleza lo que me hace ser aún más responsable con el cuidado del entorno. Ahí también las mujeres tenemos mucho que aportar”, explica Mónica Carrera, casada y operadora de equipos de Mina Invierno. Asegura que no es fácil avanzar en trabajos que históricamente han sido para hombres, de ahí que el apoyo de la familia, sobre todo de la pareja es fundamental. “Todos me apoyan y eso me da
mucho que aportar al desarrollo laboral del país. La minería y el manejo de maquinaria pesada son perfectamente realizables por mujeres, y pone su experiencia como ejemplo. “En mina invierno, estamos convencidos que no existe diferencias entre hombres y mujeres y eso se ve reflejado en el esfuerzo que se está haciendo por capacitar y contratar mujeres sin experiencia, sólo con las ganas de sacar adelante sus familias y demostrar que no existe diferencia alguna para el desempeño de las funciones para las que son contratadas. En relación al interés
más fuerza para seguir adelante. Me dieron la oportunidad como mujer, aquí tuve la posibilidad de iniciarme y aprender el manejo de maquinaria pesada”. Precisó que las mujeres tienen
de las mujeres por trabajar en el rubro minero, puedo decir que es alto y eso se refleja en la cantidad de postulaciones que hay en nuestra base de datos”, explica Isabel Muñoz.
Mujeres en faena Si bien, en el repaso de la historia (década del cuarenta) de los campamentos carboníferos de mina Elena, Josefina, y Chilenita habían mujeres, sus trabajos estaban supeditados a entregar pensiones de alimentación o acompañar a los maridos. De ahí que manejar maquinaria pesada y de alta tecnología es una tarea nueva para la mujer pero no desconocida en la región, al menos en los últimos cinco años. Una de las operadoras contratadas es Mónica Carrera, quien se está capacitando en la operación de la más moderna maquinaria que se
“Es importante el respeto, cuando te escuchan, valoran tu opinión, sin importar en que parte del organigrama de una empresa te ubicas. Tengo confianza que en el futuro cercano el tema de la mujer va a ser algo normal, no van a existir límites en ninguna área”. Fabiola Hernández
Lo que sí argumentan las mujeres entrevistadas es que incluso en lo tradicional hay que innovar, poner un sello distinto. Fabiola Hernández, 38 años, es la primera mujer que entró a Mina Invierno. No sólo ordenó papeles, organizó agendas de gerentes, también le dio un toque a las relaciones públicas con su opinión, propuestas o posando para la primera folletería que sacó la empresa. “Es importante el respeto, cuando te escuchan, valoran tu opinión, sin importar en que parte del organigrama de una empresa te ubicas. Tengo confianza que en el futuro cercano el tema de la mujer va a ser algo normal, no van a existir límites en ninguna área”, señala. La trabajadora social de Mina Invierno, Vilma Catepillán, 33 años, valora la integración de las mujeres en la gran minería, pero asegura que es tal cuando existe un acompañamiento real de la familia. “La familia es el sostén principal de la mujer, gran parte de su desarrollo personal se da cuando se cumplen las expectativas de su entorno. El axioma es: el trabajador está bien, si su familia está bien”. Asegura que la mujer también ha cambiado en el rol tradicional, la dueña de casa actual es más activa y tiene una gran participación incluso para la mejora de productividad de la empresa. “Hace poco uno de los trabajadores tuvo su primer hijo y creímos que como empresa había que acompañarlo. Y ahí estuvimos junto a su mujer”, explica. Así como Natalia, Mónica, Isabel, Vilma, Fabiola, Patricia, las mujeres cada día ocupan más jefaturas, combinan la familia y el trabajo y entienden que hay nuevo horizonte claro y transparente. Y demuestran con su trabajo que es un mito las limitaciones laborales y sociales. Un mito de principio a fin que nace en el ojo intolerante de una sociedad que no siempre entiende que la diversidad es la gran riqueza.
“Hace poco uno de los trabajadores tuvo su primer hijo y creímos que como empresa había que acompañarlo. Y ahí estuvimos junto a su mujer”. Vilma Catepillán