Libro Manzana

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¡Cómete la manzana!

-Señora Gertrudis, su hijo necesita las vitaminas de las manzanas-comentó el doctor a una madre preocupada por su hijo.

-Sé que es una buena madre, sé que encontrará la manera de dárselo- dijo el doctor mientras le abría la puerta.

-Lo intento, pero cada vez que le muestro una manzana huye de mí, no sin antes comer todos los dulces de la cocina.-dijo la señora Gertrudis preocupada.

Al día siguiente, la señora Gertrudis compró las manzanas más grandes y sabrosas para hacer que su hijo tuviera una buena alimentación de una vez por todas. Cuando este regresó de la escuela, ella hizo su primer intento.

-Carlitos, ¿te gustaría este juguete nuevo? -le preguntó la señora Gertrudis -¡Wow , está increíble, ¿qué debo hacer para tenerlo? -preguntó Carlitos muy emocionado.

-Échale un vistazo a la etiqueta para que veas lo que cuesta.

Carlitos volteo el juguete para poder ver la etiqueta, al verlo en vez de tener escrito un precio en números, estaba dibujada una manzana.

Carlitos puso una cara seria, entendió de inmediato las intenciones de su mamá, haciendo que tirara el juguete y se dirigiera a su cuarto.

-Ni que estuviera tan bueno el juguete -dijo Carlitos mientras subía las escaleras

Al día siguiente la señora Gertrudis hizo su segundo intento. Ella sabía que a su hijo le encantan los superhéroes, por eso contrató a una persona que se disfrazara de su superhéroes favorito.

--¿Qué pasa mamá?-dijo Carlitos -Que tal chico, ¿no te gustaría repartir justicia conmigo? -dijo Justice Man -¡Justice Man!, es igualito al de la tele, claro que me gustaría salir contigo-comentó Carlitos emocionado-pero no tengo un traje. -No te preocupes, aquí tengo uno a la medida para ti-comentó Justice Man -!Muchas gracias¡- dijo Carlitos con una sonrisa

Carlitos, hay una persona que quiere saludarte. Mientras se lo ponía carlitos estaba muy emocionado, todo iba bien hasta que empezó a sentir algo incómodo en la parte del cierre que se encontraba en la espalda, ahí había una etiqueta con una manzana dibujada al igual que en el juguete. Carlitos supo de inmediato lo que su mamá tramaba.

-De todas maneras los superhéroes ya pasaron de moda-dijo Carlitos mientras tiraba el traje y subía las escaleras.

-¡No me rendiré hasta que vea una manzana en tu boca!- grito por segunda vez la señora Gertrudis.

Los días pasaron y los intentos de la señora Gertrudis seguían fallando, haciendo que esta se desesperara y tuviera que tomar medidas cada vez más drásticas.

-Buenos días hijo-comentó la madre para despertar a Carlitos

-Porque no me puedo mover-dijo Carlitos con preocupación

-Dale un vistazo a tus manos y pies.

Carlitos al ver sus extremidades, se dio cuenta de que estaban amarradas, haciéndole imposible moverse y levantarse de la cama. Carlitos forcejeo para poder escapar, esto sin ningún éxito.

-¿Porque no le echas otro vistazo a las cuerdas?-comentó la señora Gertrudis

Carlitos le hizo caso y volvió a mirar las cuerdas, esta vez noto algo que no había visto la primera vez, era una etiqueta pegada a la cuerda, en esta estaba dibujado una manzana.

-¡Esto ya es demasiado, no importa lo que hagas, nunca lo comeré!- gritó su hijo a su madre mientras intentaba liberarse.

-Es por tu bien-comentó la madre con una cara tenebrosa, mientras intentaba abrirle la boca a su hijo para que comiera la manzana. La madre lo intentó durante varias horas, desafortunadamente no logró su cometido, haciendo que abandonara la habitación, no sin antes liberar a su hijo.

Con los ánimos por el suelo se dirigió hacia la cocina, ahí descargó toda su rabia con los dulces de su hijo, los puso todos un un traste y los metió al horno y los derritió para que ya no fueran comestibles.

Sin darse cuenta había creado un líquido espeso, de un color dorado que atrapaba la mirada.

-¿Qué es esto, sabrá bien?- se preguntó a sí misma mientras lo probaba. -¡Deliciosos!-dijo alegremente la madre mientras seguía comiendo.

En ese instante, a la madre se le ocurrió una forma para que su hijo comiera de una vez por todas una manzana. La mañana siguiente antes que Carlitos se fuera a la escuela, la señora Gertrudis le dio su creación.

-¿Qué es esto?-preguntó Carlitos -Es mi disculpa por lo de ayer, yo lo llamo esfera dorada -comentó la señora Gertrudis mientras observaba como su hijo le daba una mordida.

-¡Delicioso!, lo de afuera sabe a caramelo-dijo carlitos mientras seguía comiendo¿qué es lo de adentro?

-Una buena chef nunca revela sus secretos, ahora vete que se te hará tarde para la escuela.

La señora Gertrudis

estaba muy feliz , por fin había logrado su objetivo.

Después de la emoción, le dio mucho sueño, puesto que había estado toda la noche preparando las esferas doradas.

-Por fin logre que Carlitos comiera una manzana, ahora debo ver como hacer que las coma sin usar montones de azúcares en el proceso, pero bueno eso ya será para otro día, un pasito a la vez-comentó la señora Gertrudis mientras se acostaba en su cama.

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