El pasto sediento

EL PASTO SEDIENTO Una historia de confianza en la provisiรณn de Dios

En medio de un desierto crecía un pasto frecuentemente sediento.

El sol hacía que las gotas de rocío que caían, fueran efímeras cada mañana

Año tras año pasaba y el rocío era lo único que el cielo enviaba

Frustrado, el pasto, seguía anhelando tener agua en cantidades que le aseguraran sustento

Hasta que un día, una multitud sobre él se sentó, todos dispuestos a escuchar una sola voz

"No se preocupen por el mañana, por lo que han de comer o vestir, miren a la creación que yo hice, nada les falta, mi sustento es eterno; no tengan miedo, mi amor es perfecto

Miren los lirios y las flores del campo, no tejen ni tienen hilos, pero ni aún los más grandes reyes se igualan en su estilo.

Si mi Padre tiene tal cuidado de nuestra hechura, ÂżCĂłmo no les darĂĄ - junto conmigotodas las cosas?"

Al mismo tiempo que los corazones de las multitudes cobraban ánimo y encontraban El Camino, aquél pasto sediento recordó todas las veces que su semilla floreció

Año tras año con tan solo el rocío, el color verde venía a darle sentido y flores multicolores se alcanzaban a ver.

Aún desde lejos el monte se veía florecer.

El pasto por fin dejo de anhelar y en gratitud comenzรณ a cantar: ยกEres todo lo que necesito!

-el pasto clamabaTu eres mi Dios, mi provisiรณn, mi esperanza

De todo el sustento que mi tierra anhelaba Tu eres la gracia y plenitud para el maĂąana Se aleja el temor y la desconfianza

Tu eres el Cristo que me diseñó y me hizo ¡quién mejor que tu sabe lo que yo necesito!

Adiós al anhelo de tener un diluvio, pues solo tú sabes como hacer florecer con poco rocío que siempre sacia mi ser

Y aún en los días cuando vengan sequías Recuérdame siempre Señor lo que hoy escuché Que tu amor es perfecto y puedo saber, que en el tiempo correcto volverás a hacer sobre mi llover

Las lluvias tempranas y aĂşn las tardĂ­as yo en ti satisfecho esperarĂŠ

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HEBREOS 11