Granados_Iravik_analisis reflexivo

UNIVERSIDAD DE PANAMÁ FACULTAD CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN PROFESORADO EN DOCENCIA MEDIA DIVERSIFICADA

TEMA: ANÁLISIS SOBRE LA COMUNICACIÓN DIDÁCTICA

ELABORADO POR: IRAVIK YABEL GRANADOS GONZÁLEZ 8-847-1374

TUTOR: EMA TAPIA

AÑO LECTIVO 2021 II SEMESTRE

Introducción

La comunicación es el acto que consiste en el intercambio de mensajes (información) entre un emisor que es quien envía la información y un receptor, quien la recibe. En este acto participan varios factores como lo son el código (idioma o lenguaje empleado), el contexto (lugar donde se lleva a cabo el cato comunicativo) e, incluso, el canal por el cual se transmite la información que debe considerar el contexto y así adecuar el canal para una comunicación efectiva.

Este trabajo tiene como objetivo analizar todos los aspectos que intervienen en el proceso comunicativo, especialmente en la comunicación didáctica, cuyo escenario son las aulas de clases virtuales y presenciales. Además, reflexionaremos sobre la repercusión de la comunicación en el proceso didáctico, especialmente en la actualidad donde la mayor parte de los escenarios académicos han sido virtuales, como consecuencia del confinamiento por la pandemia.

Por último, analizaremos los escenarios escolares donde existen ciertos ruidos en el proceso comunicativo y cómo estos pueden afectar el proceso de aprendizaje en los alumnos. Asimismo, propondremos sugerencias que permitan al docente mejorar el acto comunicativo y estrategias que le permitan continuar el proceso de aprendizaje en sus alumnos, aun cuando las interferencias sean técnicas y pareciera que no hay solución.

Concepto de comunicación

Siempre recuerdo, cuando estaba en el nivel Medio de educación, cómo la profesora Biología nos persuadía con palabras que estábamos acostumbrados a escuchar, pero en la clase de Español. Y es que ella empezaba diciendo que, para poder comprender todas las virtudes y beneficios de la ciencia teníamos que manejar el mismo código, de lo contrario, ni nosotros la entenderíamos ni ella a nosotros cuando intentáramos formular una pregunta sobre el tema. No había terminado de dar su discurso, cuando ya adivinábamos lo que nos venía bajando: una larga lista de vocabulario, cuyos significados debíamos buscar en una enciclopedia. Suena algo chistoso, pero tenía mucha razón, pues para una comunicación sea efectiva, ambos deben dominar el mismo código, tanto el emisor como el receptor.

La Real Academia Española define comunicación como el trato o correspondencia entre dos o más persona. Otras de sus acepciones nos dicen que es la transmisión de señales mediante un código común al emisor y al receptor. En otras palabras, la comunicación es el acto que consiste en el intercambio de mensajes (información) entre un emisor que es quien envía la información y un receptor, quien la recibe. En este acto participan varios factores como lo son el código (idioma o lenguaje empleado), el contexto (lugar donde se lleva a cabo el cato comunicativo) e, incluso, el canal por el cual se transmite la información que debe considerar el contexto y así adecuar el canal para una comunicación efectiva.

Para ejemplificar la definición anterior, podemos ubicarnos en un salón de clases, pues es uno de los escenarios afines a la especialidad que estamos cursando actualmente en educación. Entonces, si consideramos tal contexto, podríamos suponer que quien lleva el curso del discurso por explicar, sería la profesora y, por tanto, el emisor.

Sus estudiantes serían los receptores, ya que son quienes reciben esa información.

Ahora bien, ambos roles son intercambiados en un acto comunicativo, ya que cuando sea el estudiante quien tenga una consulta, entonces se convertirá en el emisor y su docente en el receptor. Asimismo, el contexto sería el salón de clases y el canal

empleado podrían ser tanto la voz usada para explicar como algún otro material que emplee el maestro en su metodología (video, PowerPoint, imágenes…).

De acuerdo con lo anterior, es importante resaltar la repercusión de la comunicación en el proceso didáctico, ya que si tomamos como modelo el ejemplo antes señalado, cuyo escenario fuese un aula de clases, es vital que ese proceso comunicativo sea efectivo para que el propósito didáctico se cumpla y los alumnos, realmente, puedan aprender. De hecho, en el plano actual escolar esa es una de las problemáticas vigentes, pues tanto docentes como estudiantes y padres de familia se preguntan por qué el alumno no entiende ciertos contenidos o por qué no comprende lo que se explica. Por supuesto que son muchos los factores que pueden intervenir, pero uno de los más importantes es la comprensión del código que se emplee para hacer llegar el mensaje.

Esto nos lleva a reflexionar sobre el dominio del vocabulario que deben tener los estudiantes y, si se carece de ello, entonces se debe acudir a la adecuación de ese código, como estrategia para que el alumnado comprenda. De lo contrario, solo parte o, en muchos casos, la mayoría de los estudiantes irán “avanzando” de grado en grado con

lagunas que interfieren en el engranaje académico requerido al final de cada etapa escolar.

Evidencia del argumento anterior se da, constantemente, en la asignatura de Literatura. Por ejemplo, antes de iniciar la lectura de una novela, el docente hace un primer acercamiento de la obra literaria, ya sea conociendo ciertos aspectos relevantes del autor, especialmente si estos tienen alguna cercanía con el contenido de la novela.

También, se estudia un poco sobre el contexto en el cual se desarrolla la obra y, por último, el docente invita a la búsqueda del significado de ciertas palabras con las cuales el estudiante tendrá contacto a lo largo de la lectura, por tanto, se hace necesario el conocimiento de ellas. Entonces, la pregunta es por qué el docente hace este previo acercamiento y la respuesta sería que estas actividades, por simples que parezcan, ayudarán al proceso comunicativo que se llevará a cabo entre el lector (estudiante) y el autor de la obra. Es más, está probado que cuando no entendemos algo, hasta el interés perdemos por ello, así que ese proceso de aprendizaje no escapa de esa realidad. Lo que nuestros estudiantes desconozcan, de seguro que no imprimirán el mayor esfuerzo Otros de los aspectos importantes en la comunicación es el canal empleado para la difusión del mensaje. Este debe ser el adecuado, considerando el contexto donde se llevará a cabo el acto comunicativo (si es un lugar silencioso, ruidoso, el tipo de clima…).

Además, se debe considerar el tipo de receptor al cual nos enfrentaremos, si es un público infante, si es adolescente, si es joven o si son adultos. De acuerdo con la edad y madurez del receptor, así mismo serán las herramientas (canales) empleadas y el tipo de código que se usará. Por tanto, es evidente que, si alguno de estos factores necesarios en la comunicación no está presente, entonces el proceso no será efectivo y, si lo que buscamos como formadores es contribuir con la educación de este país, ya que es la base del desarrollo, entonces, debemos empezar abrazando estos simples consejos que, pareciera, está ligado a un cambio de actitud especialmente de los docentes, pero que también incluye a los estudiantes y sus acudientes. Corrigiendo estos señalamientos, contribuiremos con el mejoramiento de la educación en todos sus niveles, tal cual comenta la Dra. Inés Aguerredondo, ex ministra de Cultura y Educación de Argentina cuando dice: “todo esto es una cuestión, por un lado, de valores; por el otro,

un tema de actitudes y capacidades, y ambos enmarcando un problema de conocimiento (La Educación. 0EA, p. 102).

Los ruidos, en el proceso comunicativo se pueden definir como toda interferencia que menoscaba el intercambio en el mensaje. Esto significa que cuando hay cierta injerencia en el acto comunicativo, el mensaje se ve afectado. Ahora bien, si llevamos esta situación al campo educativo, es evidente que existen ruidos que pueden dificultar ese proceso de enseñanza que llevamos a cabo en el aula de clases. Estos ruidos van, desde la incomprensión de la información debido al desconocimiento de las palabras que emplea el docente, hasta la interferencia que puede ser producida por fallas en los aparatos que empleamos para transmitir la clase. Por ejemplo, en tiempos de pandemia el uso de las plataformas virtuales ha sido el escenario más usado para impartir las clases y todos, tanto docentes como estudiantes han experimentado estas fallas, ya sea por la fluctuación del internet o por la ausencia del fluido eléctrico.

Los resultados, en caso de intervenir interferencias o ruidos son desfavorables tanto para los docentes quienes son responsables de que ese mensaje (contenido) llegue al estudiantado, como para los alumnos. En primer lugar, el docente no alcanzaría los objetivos planificados y, en segundo, los estudiantes entenderían a medias y, quizá, nada de lo que se intenta explicar. Se han visto muchos casos en los que los alumnos quedan frustrados y hasta con temor, por miedo a que ese desconocimiento de la información los afecte en su evaluación.

Las interferencias o ruidos son desfavorables tanto para los estudiantes como para los docentes.

Algunas sugerencias para evitar estos ruidos que muchas veces se escapan de las manos como, por ejemplo, las inclemencias climáticas cuando hay un fuerte aguacero (muy común en nuestro país) y se va el fluido eléctrico o el internet. Entonces, cada docente debe considerar un plan B. Es decir, siempre tener una alternativa. Si está en clases presenciales y no funciona el proyector o el audio, entonces el docente debe emplear el tablero, el uso de alguna ilustración a través de una cartulina, alguna discusión en grupo, la búsqueda de significados en diccionarios y jamás detener ese proceso de aprendizaje.

Ahora bien, si este docente se encuentra en clases virtuales, pues deberá tener material disponible en su espacio virtual (Teams, Classroom, o cualquier otra plataforma que use para el propósito académico), de tal manera de que los estudiantes puedan avanzar ya sea leyendo, elaborando algún resumen, en fin, gestionando su aprendizaje, pues como sabemos los docentes somos facilitadores y orientadores del aprendizaje, especialmente en esta época donde los estudiantes cuentan con tanto material e información en la web. Además, este último tipo de estrategia está a la vanguardia con las exigencias del mundo actual, donde se debe gestionar lo que se quiere y se debe aprender. Tal cual como comenta la magíster Carniola Garcés, Decana de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Panamá, “se necesita una formación más profunda y coherente con las exigencias del mundo actual y de las necesidades particulares de nuestro país”.

Las sugerencias anteriores corresponden a los ruidos técnicos, pero supongamos que el ruido es semántico, entonces el docente debe estudiar a sus alumnos con una diagnóstica e incluso, con una formativa y validar cuánto vocabulario dominan.

Igualmente, se puede emplear un vocabulario elevado, siempre que el profesor, paralelamente, vaya explicando qué significa. Personalmente creo que esta es una de las fallas más comunes y graves que tiene la educación y, en muchas ocasiones, pasa como inofensiva con la excusa de “ellos deben saber eso”. Un completo error, pues si lo que se busca es que los estudiantes aprendas, entonces debemos abrazar todas las estrategias posibles que faciliten la transmisión de ese conocimiento.

En la actualidad, contamos con muchos avances tecnológicos que permiten subsanar situaciones cuando las fallas correspondan a los ruidos fisiológicos o estructurales. Por ejemplo, existen aparatos que facilitan la audición en los estudiantes que la hayan perdido o la tengan parcialmente. Incluso, hay fundaciones en nuestro país que los dan como ayuda social, solo habría que orientar al padre de familia. Asimismo, el docente debe asegurarse de elegir correctamente la estructura o formato para la emisión eficaz del mensaje, especialmente si su público estudiantil corresponde a una edad infante y adolescente donde requieren más guía y orientaciones.

Conclusión

Después de haber analizado el proceso comunicativo, especialmente en el campo académico, se concluye lo siguiente: De la misma manera en que cada parte del cuerpo es importante y cumple con una función específica por pequeña que parezca para que así se conduzca y funcione adecuadamente, así mismo en el acto comunicativo intervienen muchos factores y cada uno es indispensable para que el mensaje se entregue con eficacia y haya aprendizaje que, al final, es parte de los objetivos de cada docente.

Es necesario que los profesionales de la educación conozcan acerca de este tema, ya que su objetivo principal es establecer un puente comunicativo con sus alumnos y transmitirles los conocimientos necesarios de la manera más adecuada, respetando sus diferencias y sus distintas formas de aprender.

Por último, los docentes no deben ignorar los posibles ruidos que pueden interferir en ese proceso de aprendizaje, cuyas repercusiones influyen directamente en el aprendizaje de sus estudiantes y, como muchas veces no se puede tener control de ellos, especialmente cuando se trate de ruidos técnicos producidos por las condiciones atmosféricas, se debe tener a mano un segundo plan o estrategia, de tal manera que ese puente comunicativo jamás se vea afectado.