Revista Familias de hoy nº03

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MARU BOTANA Cómo es un día en su vida, cuál es la fuente de tanta energía y cómo concilia familia y trabajo.

VACACIONES INOLVIDABLES Tres familias bien distintas describen sus últimas vacaciones. PATERNIDAD Y TIEMPO LIBRE Criterios para compartir el tiempo de vacaciones con nuestros hijos.


Editorial · 01

Familias de hoy Año 1 · N°3 staff editor responsable Asociación para el Fomento de la Cultura director editorial Carlos Camean Ariza directored@familiasdehoy.com.ar editora Milagros Iroz consejo editorial José Luis Gómez López Egea Eduardo Schnitzler Carlos García Alesanco María Teresa Escobar colaboradores Juan Assidio Carolina Cardozo Milagros Iroz Dolores Navarlatz departamento de diseño Josefina Bernardi

Editorial Con mucho entusiasmo y no menos esfuerzo estamos cerrando el primer año de Familias de Hoy. De distintos puntos del país, incluso de países vecinos, nos han escrito para adherir a este desafío de transmitir esperanza. Esperamos seguir creciendo en el 2011. Se acerca fin de año… época de balances, y qué mejor oportunidad que las vacaciones para replantear el rumbo del negocio más importante de la vida: nuestra familia. Invertir los mejores recursos en la convivencia con nuestros seres queridos. Lo más importante es lo que viene después del trabajo, escuché por ahí hace un tiempo. Qué gran cosa que cada miembro quiera volver al hogar… porque en casa cada uno es quién es, es querido así y puede dar lo mejor de sí. Como todo cambio, las vacaciones ofrecen una oportunidad para recomenzar… es importante aprovecharla y compartirla desde su preparación: dialogar, aunar expectativas, proyectar juntos, sortear los obstáculos con creatividad… Porque la meta es clara: descansar, sí, pero sobre todo volver a elegir nuestra familia. Recetas mágicas no existen, los mejores caminos son los que descubrimos y construimos cada uno. En las próximas páginas le ofrecemos algunas experiencias e ideas de personas que ya lo intentaron, que le pueden servir para encontrar el suyo. •

diseño gráfico y diagramación Carolina Menso colaboración diseño Sergio Rodríguez comercial comercial@familiasdehoy.com.ar Tel: 011·15 6849 1404 impresión Mundial S.A.

María Teresa Escobar

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02 · Sumario

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Punto de vista · 03

Punto de vista

Paternidad y tiempo libre Criterios para compartir el tiempo de vacaciones con nuestros hijos.

Historias de vida

Vacaciones que dejaron huella Tres familias distintas describen sus últimas vacaciones imborrables.

Nota de tapa

“Mi familia es un tesoro total” Maru Botana habla de su familia, su trabajo y su tiempo libre.

Vida cotidiana

El poder de la comida familiar Contribuye a generar chicos más sanos, más felices y más seguros.

Experiencia solidaria

La radio como agente de cambio Amplitud Solidaria busca transmitir y promover las posibilidades de la radio.

Paternidad y tiempo libre Proponemos aquí una pequeña filosofía del tiempo libre, y además, algunos criterios para compartir con provecho el tiempo de vacaciones con nuestros hijos. Por Juan Assirio

Somos seres temporales y como decía Aristóteles, vivimos en el ápice vertiginoso del tiempo: el presente. Pero somos dueños de un pasado propio y constructores de un futuro propio. Así, nuestras vidas se van haciendo biografías. Aunque somos seres temporales, es bueno advertir también que somos capaces de estar por encima del tiempo. ¿Cómo? En primer lugar, guardando la memoria del pasado. Porque en gran medida, cada uno de nosotros somos lo que hemos sido. También, cuando tratamos de que lo bueno y rescatable del propio pasado no se pierda y quede a salvo del paso inexorable del tiempo. Por último, se puede trascender el tiempo, anticipando el futuro. Como decía J. Marías, el hombre es un ser futurible. Orientamos nuestra vida hacia el futuro, proyectándonos hacia él. Pero si bien los hombres somos capaces de estar por encima del tiempo, no somos su dueño. Por eso, advierte L. Polo, que los hombres siempre estamos tratando de ganar tiempo, de tener más. Una característica del mundo actual es la rapidez o la prisa. Sin embargo, no nos es posible vivir constantemente acelerados. Nuestra vida gravita entre el trabajo y el tiempo libre, o como decían los clásicos, entre el negocio y el ocio. Pero, ¿Qué es el tiempo libre? Digamos, antes que nada, lo que no es. El tiempo libre no es inactividad, “hacer nada”. Más bien, todo lo contrario. Los clásicos lo comprendían como un tiempo libre de la necesidad y el rendimiento, un tiempo destinado al uso de la inteligencia para saborear los bienes más altos. A diferencia del trabajo, que se realiza para conseguir algo que se necesita (aunque no solo para eso), el tiempo libre es un cierto tipo de actividad que es un fin en sí misma. Pasear, cuidar el jardín, leer una novela, mirar el mar, escribir un poema, navegar, conversar sobre música, etc., las realizamos por ellas mismas. En cierta ocasión, le preguntaron a Juan Pablo II cómo hacía para “hacerse de tiempo libre” ya que su actividad diaria era muy intensa. La respuesta fue breve y contundente: “todo mi tiempo es libre”. En relación con esto, existe un estudio en donde se in-

* Prof. de Filosofía

Una característica del mundo actual es la rapidez o la prisa; sin embargo, no es posible vivir constantemente acelerados. dica que un rasgo característico de la gente feliz es que no distinguen con claridad entre el trabajo y el tiempo libre. Comentando ese estudio, J. Nubiola, añade: “la gente feliz hace lo que ama y ama lo que hace”. Y señala que el tiempo libre “es el tiempo más libre”. Quién libremente disfruta de su trabajo, es capaz por consiguiente de disfrutar plenamente de su tiempo libre. Vivir las cosas a su ritmo natural, ponerse en armonía con la naturaleza, con los demás y con nosotros mismos. Las vacaciones son un tiempo especialísimo para vivir “más libremente” nuestra paternidad y maternidad. Proponemos algunos criterios: 1.Descubrir la lentitud: abandonar la prisa y recuperar la serenidad. Porque justamente, la ganancia está en demorarse. Comparta mucho tiempo con los hijos. La falacia de “lo bueno y breve, dos veces bueno” no corre para los vínculos humanos y mucho menos para el vínculo paterno/materno-filial. 2.Incrementar la experiencia: esto es consecuencia de lo anterior. Que el tiempo compartido con sus hijos sea para el enriquecimiento personal y no meramente entretenimiento y diversión. Planifique con sus hijos las próximas vacaciones. Genere tradiciones familiares. Haga participar a sus hijos en las decisiones. Use las vacaciones para que su hijo aprenda a usar eficazmente su tiempo libre. 3.Propiciar la contemplación: No solo hay que aminorar la marcha, sino detenerse. Para ser padre, es necesario reconocerse hijo. Esta es una de las grandes claves de la buena paternidad: descubrir la Paternidad para saber ejercer de padre. Ser padre o madre es para siempre. No se puede ser ex-padre. No existe un tiempo libre de paternidad o maternidad. Más bien, todo lo contrario. Las vacaciones son particularmente especiales para compartir nuestro tiempo más libre con quienes dan sentido a nuestras vidas, los hijos. •


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Vacaciones que dejaron huella Tres familias distintas recuerdan sus últimas vacaciones en la playa, la montaña y la ciudad. Por Milagros Iroz

Vacaciones. Nada más oportuno en esta época del año que hablar del descanso, el fin de los cursos, la preparación para la Navidad y la organización de las vacaciones en familia. Habrá quiénes las disfruten completas –algo así como las vacaciones soñadas–, otros que las disfruten a medias –ya sea porque parte de la familia no tiene descanso o porque no se está invirtiendo en ellas todo lo que se podría–, y habrá también quienes no se tomen vacaciones –porque este no es el tiempo elegido o porque la economía doméstica así lo indica–. En cualquier caso, creemos que es una simpática idea acercarles algunos modelos de vacaciones imborrables. Para ello, conversamos con tres familias que si bien se asemejan en su constitución –se trata de matrimonios con más o menos chicos– difieren en sus circunstancias o realidades.


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Historias de vida · 07

A Villa la Angostura y Puerto Varas con una silla de ruedas

De casa a la plaza con patineta y monopatín

“Fueron 15 días de novela, quedamos todos encantados y pensamos que será difícil superar esas vacaciones”.

Un buen plan era ir a la Feria de Mataderos donde había espectáculos, artesanías y las corridas de sortija a caballo.

Turismo aventura fue el punto de arranque para la familia Cotelo.

El objetivo de la familia Cotelo era disfrutar de unas vacaciones efectivamente familiares. Con dos chicos adolescentes, de 16 y 18 años, una niña de 15 años en silla de ruedas y el interés compartido por practicar el turismo aventura, suponían un gran desafío para Emiliano y Alexandra, los padres e impulsores de esta aventura. Todo comenzó seis meses antes cuando, habiendo definido el punto de partida –vacaciones con mucha acción en un entorno extraordinario– Alexandra comenzó a delinear esas dos semanas entre la última de enero y la primera de febrero de 2010. “Me gustaba la idea de ir al Norte de Chile. Investigué, me entusiasmé, armé carpetitas… y como a los 25 días, cuando yo ya era una experta en esa zona, saqué el tema en la mesa y noté que al resto de la familia le parecía una idea poco feliz”. Volvieron a pensar en el destino hasta que finalmente coincidieron en pasar una semana en Villa la Angostura (Argentina) y otra en Puerto Varas (Chile). “El viaje tenía un gran atractivo para los varones, Felipe y Diego, para Emiliano y para mí, y alguna dificultad para Catalina, que sufre de parálisis cerebral severa. A ella le dijimos que iba a poder hacer muchas cosas pero que había otras que no. Cuando así fuera,

Los días feos, los Brites interpretaban distintos personajes.

tendría algún otro plan en el hotel”, cuenta Alexandra con naturalidad y evidente sabiduría. Kayak en Argentina, rafting en Chile, snorkel y cabalgatas fueron algunas de las actividades que hicieron. ¿Qué hacía Catalina entre tanto? Qué no hizo Catalina… Algo de suerte –porque se toparon con instructores entrenados para tratar con niños discapacitados–, padres audaces –que sabían lo que cada miembro de la familia podía dar de sí y, muy importante, sabían cómo actuar en caso de necesidad–, y dos hermanos de complexión grande que maniobraban esa estructura rígida a la que Catalina estaba aferrada. Además, cualquiera de ellos la conoce lo suficiente como saber hasta dónde disfrutaba. “Fueron 15 días de novela, valió absolutamente la pena, quedamos todos encantados y pensamos que será difícil superar esas vacaciones”, reconoce Alexandra quien adelanta que este año el destino será La Pedrera (Uruguay) donde alquilaron una casa con cuatriciclos, cancha de volley y ping pong.

Las vacaciones de los Brites fueron al mejor estilo “manada de patos”, según les decía la hermana de Estanislao y cuñada de Isolina. “Esas vacaciones no nos movimos mucho, todo era en la zona. Mi cuñada me cargaba y decía que parecíamos patos porque andábamos poco y siempre dábamos la vuelta en el mismo lugar”. Y algo de razón tenía, porque los planes variaban entre ir a una plaza u otra, almorzar en casa o hacer picnic, cocinar, dibujar y disfrazarse, y, cuando hacía mal tiempo, ver películas y dormir la siesta. Tuviera o no razón la tía, los chicos la pasaron “bomba” como ellos mismos lo describían. Isolina recuerda con emoción cuando le preguntó a Mauricio (9), su hijo mayor, qué fue lo que más disfrutó de las vacaciones y su respuesta fue: “Lo que más me gustó fue despertarme todas las mañanas y que estuvieras vos en casa, que desayunáramos todos juntos”. Moisés, de cinco años, no fue tan profundo y dijo que lo que más le gustó fue “aprender a andar en monopatín”. También Mauricio anduvo sobre ruedas, pero en su caso, en patineta. Fueron regalos de Navidad que entre caídas y golpes aprendieron a usar durante las vacaciones.

“A veces íbamos a la plaza grande, a cinco cuadras de casa, donde hay hamacas y juegos de hierro, y otras veces a una plaza más cerca y más chica donde había pistas para andar en patineta o monopatín. Los días que no hacíamos picnic salíamos temprano en la tarde con el mate y la merienda, y volvíamos cuando oscurecía”. Los víveres para el té los hacían ellos mismos y alternaban entre galletitas y budín de Navidad con frutas que ella traía del mercado de Liniers. Otro programa era pasar la tarde en casa de unas tías de Isolina que por mensaje de texto le avisaban que estaban llenando la pileta de lona. El fin de semana, cuando el padre se sumaba al descanso, la familia se animaba a ir un poco más lejos. “No a lugares caros, baratitos pero divertidos”. Un buen plan era ir a la Feria de Mataderos donde había espectáculos, artesanías, bailes y desfiles, y las divertidas corridas de sortija a caballo. Este año el programa es similar aunque con algo más de presupuesto. “Antes estábamos ahorrando para ir a Paraguay y ahora no tenemos un viaje previsto; podemos gastar un poco más. Pensamos ir al Parque de la Costa o algo así. Es más caro pero hay posibilidades”. Lo importante, concluye Isolina, es “tener paz interior y ganas de pasarla bien, en cualquier lugar; no hace falta ir tan lejos para pasarla bien”.


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De Salta a Pinamar con cinco varones

“Nosotros somos muy tranquilos y nos divertimos sin necesidad de hacer ‘grandes’ planes”.

En Pinamar, los Peñalba encontraron sol, paseos y vida agreste .

Los Peñalba partieron en auto

de su casa en Salta, hicieron una escala en Buenos Aires para visitar a los abuelos maternos y una vez estirado el cuerpo, retomaron la ruta hasta Pinamar. Clara, Sergio y los cinco chicos –Manuel, Juan, Joaquín, Felipe y Marcos– se acomodaron para disfrutar de diez días de diciembre en la costa, gracias al ofrecimiento de un cliente y amigo que les prestó la casa. “Era una casa simple, cómoda y en una zona muy linda. Nos reíamos porque mientras las casas vecinas tenían unos jardines impecables, esta tenía una selva adentro”, recuerda Clara, entre risas, y reconociendo el atractivo que tenía para los chicos el treparse a las ramas, recoger piñas y pasar horas en ese hábitat agreste. “Nosotros somos muy tranquilos y nos divertimos sin necesidad de hacer ‘grandes’ planes”, cuenta Clara al describir el día a día de las vacaciones. “Nos levantábamos, desayunábamos todos juntos, después Sergio se iba a trabajar un rato al centro y nosotros aprovechábamos para ordenar la casa, organizar el almuerzo y escaparnos a la playa donde hacíamos caminatas, castillos en la arena y hasta llegamos a barrenar casi todos. Por la tarde los planes variaban. Visitamos Mundo

Marino, Mar de las Pampas y Mar del Plata, donde quisimos sorprender a un tío que no solo no estaba sino que nunca apareció”, se divierte Clara. Otros planes fueron armar el pesebre, salir a tomar helado, probar la flamante 4x4 –motivo de risa hasta el día de hoy porque quedó empantanada y tuvieron que acudir los lugareños a sacarla, antes de que se la llevara el mar–, leer el libro que cada uno había llevado y pasar tardes lluviosas entretenidos con juegos de mesa. “Un programa fijo era rezar el Rosario en familia –a veces en la playa y otras en casa–, y otro el ir a misa por la tarde que además nos permitió conocer distintas parroquias y ciudades porque, como estábamos fuera de temporada, la celebración iba cambiando de lugar”. Coronaron las vacaciones pasando la Navidad con los primos y abuelos de Buenos Aires, que poco ven durante el año. • •


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Entrevista a Maru Botana

“Mi familia es un tesoro total” “Nunca imaginé tener algo tan lindo en mi vida”, dice Maru Botana de su marido y sus seis hijos. Cómo es un día en su vida, cuál es la fuente de tanta energía, cómo concilia familia y trabajo, y cómo disfruta de su tiempo libre. Por Milagros Iroz

¿Cómo es un día típico en tu vida? Me levanto muy temprano, a las 6.15 de la mañana o incluso antes porque el bebe se levanta antes; le doy de mamar, levanto a los chicos, los ayudo a cambiarse, los llevo al cole y voy a entrenar. Entreno todos los días con una personal trainer y juego al tenis una vez por semana. A media mañana me voy al canal, grabo el programa y cuando termino paso por mis locales; depende del tiempo que tenga, paso por uno o por dos locales. A la tarde grabo alguna publicidad, hago una


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“Nos organizamos para comer todos

“A mí mis hijos me miman mucho; llego

juntos y charlar un rato, pero rapidito

de trabajar y es ‘Mamá, mamá… Mamá,

porque después me dicen: ‘Mamá

mamá’, eso me da energía y mucha

leénos un cuento…’”.

alegría”.

Perfil Fecha y lugar de nacimiento 17 de agosto de 1969 Belgrano, Capital Federal. Edad 41 años.

¿Cómo definirías a tu familia? Ahhh qué difícil… Un tesoro total. Nunca imaginé tener algo tan lindo en mi vida, lo disfruto horrores. Mi objetivo es, y le pongo toda la garra, que sean personas de bien, con valores; hablo mucho con ellos, analizo mucho el día, lo más lindo, lo más feo.

¿Cómo es el momento de la cena? ¿Cuáles son los temas de conversación? Ceno con ellos porque mi marido está en el campo o llega un poco más tarde. Nos organizamos para comer todos juntos y charlar un rato, pero rapidito porque después me dicen: “¡Mamá, leénos un cuento!”. En la comida conversamos de todo un poco pero sobre todo les gusta mucho recordar cuando eran chiquitos, quieren que yo les cuente cosas. A veces después de comer vemos un ratito de tele todos juntos, o hacemos algún otro programa que surja. Ahora que el tiempo está más lindo salimos después de cenar a dar una vuelta en bici o en rollers y nos divertimos mucho; siempre hay alguno que se queda atrás, que pide que lo esperemos... Es un poco lío pero les encanta, es un plan muy divertido para ellos; y la verdad es que me pongo las pilas y lo hago.

¿Qué valores te inculcaron en tu casa que te gustaría transmitirles a tus hijos? Está todo muy bravo y la verdad es que me encanta que tengan respeto por el prójimo, que sean solidarios, que tengan amor y pasión por lo que hacen. También que sean responsables, que puedan encarar un trabajo y cumplirlo bien; que no busquen siempre la viveza o picardía en las cosas. A veces me impresiona cómo uno no se da cuenta pero lo mucho que se enseña con el ejemplo.

¿Quién cocina y cómo comen en casa de Maru? Entre semana, si hay algún plato que la persona que trabaja en casa no se anima a hacer, lo hago yo pero trato de enseñarles. Intento que el menú sea variado y la comida es bastante sana; me gusta que coman sano en la semana. Si un día hay milanesas, que les encanta, trato de que al día siguiente haya un plato más sano. De tarde me gusta que coman pan –que les traigo de los locales– y tostadas.

¿Cómo estar siempre llena de vida y con energía pese a las dificultades –grandes pero también cotidianas– que enfrenta una madre en el día a día? A mí mis hijos me miman mucho. Llego de trabajar y es “Mamá, mamá… Mamá, mamá”. Eso me da energía y mucha alegría. Lo mismo cuando se levantan a la mañana. El “Mama, mamá…” es como si me premiaran todos los días. Caritas, abrazos, mimos, se me tiran encima… el fin de semana estamos uno arriba del otro, hacemos sándwich… y todo eso la verdad es que me llena de alegría y energía. Realmente me dan mucha, mucha energía. Es algo muy fuerte para mí, y no lo veo en todas las mamás. Ellos siempre están ahí atrás, como acompañándome. Por otro lado, el hecho de que Bernardo [su marido] viaje mucho al campo los hace muy unidos a mí. Cuando fue lo de Facundo [su hijo que falleció de muerte

súbita a los seis meses], era mirarlos a ellos y disparárseme la energía. Me acompañaron en todo momento con una energía, un compañerismo, entendiendo lo que pasaba… Era impresionante porque eran muy chiquitos.

Estado civil Casada con Bernardo Solá y madre de seis hijos: Agustín (11), Lucía (9), Matías (6), Sofía (5), Santiago (3) y Juan Ignacio (7 meses).

Pero habrá días que estarás realmente cansada, ¿cómo lo manejás? Les cuento. Les digo: “Chicos, estoy agooootaaaada, no puedo más”. Prefiero decirles porque a veces pasa que uno llega realmente cansada y ellos lo sienten. Cuando me pasa eso les digo que estoy cansada, que bajen un cambio y que por favor me ayuden. Y se ponen las pilas. Son como muy compañeros en todo lo que yo les transmito; ellos me escuchan mucho y eso me encanta. Y me preguntan, y les cuento, y trato de explicarles de forma que lo entiendan. La verdad es que tengo mucha comunicación con ellos; no sé si está bien o no pero les cuento mucho. No estoy de acuerdo con esa idea de “no, no les digas nada, son chicos”. Tienen que vivir las cosas que le pasan a la familia. Porque si uno está cruzado por algo, el chico la pasa mal y creo que está bien poder decirles “estoy mal porque me pasa tal cosa”. No todo es lindo y divertido y eso es parte del aprendizaje. Ellos tienen que aprender a poner primera y salir adelante.

Profesión Chef y conductora; licenciada en Administración de Empresas.

Expertos en matrimonio y familia recalcan la importancia de cuidar y alimentar la relación de pareja. ¿Cómo es el caso de ustedes, buscan ratos para estar solos? Sí, salimos solos y también somos muy amigueros. Aunque sea una horita, vamos, comemos cualquier cosa y volvemos. Esos ratos los buscamos mucho. Además, a veces hacemos escapadas de fin de semana con los chicos y el estar más relajados y en otro ambiente, nos permite estar un poco más tranquilos.

Otras actividades Revista Maru, cuatro locales de atención al público y catering (tres en Belgrano y uno en Retiro), publicación de libros, actividades y eventos solidarios, publicidades.

Fotos: Cortesía Revista Maru

sesión de fotos, alguna actividad solidaria… Pero a las cinco, cuando los chicos vienen del colegio, trato de estar en casa. El resto de la tarde los chicos tienen muchas actividades y si bien tratamos de compartir algunas, volvemos a estar todos juntos recién a la noche. Entre semana siempre alguna corrida hay, entre el colegio, los deportes, los médicos…


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“El domingo viene toda mi familia a

“La prioridad es mi familia y eso lo

“Pienso que la gente supo sacarme de

“A veces me paro y pienso qué es lo que

almorzar, Bernie hace el asado y lo

tengo clarísimo; en el trabajo lo saben

la pantalla; quizá por lo natural, porque

hice, qué es lo que estoy haciendo y por

disfrutamos mucho”.

y si no lo digo”.

les llego”.

qué la gente me busca”.

En relación con este tema, es muy común ver que matrimonios jóvenes flaquean y llegan incluso a separarse. ¿Qué mensaje les darías como mujer, esposa y madre? “¡No largues la toalla, no largues la toalla!”. Creo que hay cero espíritu de aguante, de sacrificio, de pelearla. En todo sentido; en lo sentimental, lo familiar, lo profesional. La gente se rinde. La esperanza es lo primero que pierden cuando debería ser lo último. En situaciones difíciles, siempre hay que estar esperanzado. Es verdad que hay momentos en los que a uno le dan ganas de tirar la toalla pero de a poquito se sale y a la larga se puede. Yo en temas de familia sí que no largo la toalla ni a palos, me parece fundamental.

con el bebé. Ellas hacen gimnasia deportiva, a veces vamos a almorzar a algún lado, o a comprar alguna cosa que falta. Después nos juntamos en casa y hacemos un plan todos juntos. Invitamos a amiguitos, cocinan y después comen lo que hacen. O cocino con las chicas y preparamos un rico té. El sábado a la tarde me gusta cocinar en casa, hacer cosas ricas… Además, el domingo viene toda mi familia a almorzar. Bernie hace el asado y lo disfrutamos mucho, es como algo ya instaurado. A la tarde o nos tiramos un rato o nos vamos a andar en rollers o en bici, o algo así como final del domingo. Después revisamos los cuadernos y lo que tengamos para la semana. Pero el fin de semana lo compartimos mucho.

me siento feliz con lo que hice. Me gusta como ejemplo para mis hijos y para mí misma. Empecé a trabajar a los 12 años y nunca dejé de estar en actividad. Me acuerdo cuando no teníamos nada, lo poco que teníamos era alquilado, no teníamos auto y me gané uno. Tuve esa sensación de “qué bueno…”.

¿Cómo llevás la conciliación familia y trabajo? ¿Te resulta sencillo establecer prioridades o también es fácil –sin querer– quitarle tiempo a la familia? La prioridad es mi familia y eso lo tengo clarísimo. En el trabajo lo saben y si no lo digo; saben que a las cinco de la tarde tengo que volver y si no yo empiezo a meter presión. Incluso en vacaciones de invierno me quise tomar unos días, lo dije en el canal y no hubo problema. Siento que hoy, que estoy como un escaloncito más arriba, lo puedo plantear. Pero hubo momentos en los que no sabía cómo meterlo. Si hay algo que realmente interfiere en esos tiempos que son nuestros, lo manifiesto. Y la mayoría de las veces no tengo problema. Por otro lado, si hay alguna actividad o evento fuera de mi horario de trabajo y tiene sentido que los lleve, los llevo.

Cualquiera que intente describirte diría que sos natural, espontánea, “familiera”, trabajadora… pero hoy en día son más bien pocas las personas que en el medio televisivo tienen esa imagen. ¿Cómo creés que lograste “imponer” tu perfil y mantenerlo? La verdad es que nunca planeé nada de esto. Sí me propuse una meta y un estilo de vida que me encanta y lo voy logrando. Pero a veces me paro y pienso qué es lo que hice, qué es lo que estoy haciendo y por qué la gente me busca. Creo que tiene mucho que ver con la educación que recibí. Unos padres muy presentes que me educaron con muchos valores y entonces, a la hora de caminar y hacer mi camino –que nunca imaginé que iba a avanzar así–, lo que sobresale es el respeto, la solidaridad, la responsabilidad, el buscar el bien de los demás. A veces miro al de al lado y me da pena ver que no es así. Y no hablo de chicos jóvenes, hablo de gente como yo o camadas anteriores a mí que son poco responsables en el trabajo, que directamente no les importa, que prefieren trabajar poco y ganar bien… No sé si está bien o no ser así; yo nunca fui así y

¿Cómo les gusta disfrutar el tiempo libre? ¿Qué tipo de actividades hacen el fin de semana? El sábado Bernie se dedica a los varones y a todas las actividades de ellos, rugby, fútbol... Yo me quedo con las nenas y

Como si alguien los estuviera recompensando. Yo creo que es un poco así. Como si la vida te fuera premiando de acuerdo a lo que vos hiciste. ¿Por qué creés que la gente te quiere tanto? Ahhh te juro que me impresiona. Es muy lindo pero es muy fuerte también. Te moviliza mucho y te hace analizar un montón de cosas. Pienso que la gente supo sacarme de la pantalla; quizá por lo natural, porque les llego, porque me paran en la calle y les hablo. El amor que me demostró la gente cuando sucedió lo de Facu a mí me impresionó. Y colegas del medio me decían: “¿Pero no te das cuenta que la gente te quiere?”. Sí, decía yo, pero nunca pensé que tanto. Para mí fue muy fuerte esa movilización. Por otro lado, creo que la gente rescata que en este ambiente de la televisión y el espectáculo, donde está todo muy jorobado y donde todo lo que se muestra es muy raro, hay alguien más normal, más natural, con una familia y que lucha por otros ideales. Leí que te gustaría escribir un libro de tu vida. ¿Seguís con esa idea? Sí. Me tengo que poner (risas). •


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El poder de la comida familiar Compartir la mesa en familia contribuye a criar chicos más sanos, más felices y más seguros de sí mismos, tienen mejores modales y habilidades discursivas. Por Dolores Navarlatz Reunirse en la mesa es el mejor plan que se puede hacer cada día en familia. Aunque cueste conciliar los horarios es importante buscar un tiempo al acabar la jornada para conversar de lo que cada uno ha hecho durante el día. En ella se comparte el alimento y se comunica la alegría de encontrarse con las personas queridas. Actualmente, el ritmo de vida, las largas jornadas laborales, las actividades después del colegio se interponen a menudo en estos ratos familiares. Hay menos tiempo para cocinar y se recurre más a la comida preparada con ingredientes que favorecen el sobrepeso. Los medios de comunicación y las tecnologías han ingresado en el hogar y a veces llevan a los adolescentes a preferir comer frente al televisor, el teléfono o la computadora. Todos estos factores hacen que coincidir en la mesa se haga dificultoso y que poco a poco se pierda esta costumbre. Por ello es importante redescubrir y rescatar de la vorágine diaria, el valor de la comida familiar.

Sus beneficios “¡¡Vamos, vengan a la mesa que se enfría la comida!!”, exclama suplicante la madre. Pero no sólo comer el plato caliente es el motivo de acercarse a la mesa. Hay mucho más en este encuentro: Alentar al diálogo. La familia es fuente de afecto, sostén y sentimiento de pertenencia. La mesa familiar funciona además como prevención de adicciones y de trastornos alimen-


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“En las comidas se aprende a mantener una conversación, a escuchar y a contar; a estar atentos a las necesidades de los demás, a ser generosos…”.

tarios, porque se sabe que los niños que hablan fluidamente con sus padres crean una conexión más estrecha con ellos y sortean mejor los retos propios de la adolescencia. Transmisión de virtudes. Desde la infancia los chicos aprenden con el ejemplo de sus padres y así adquieren hábitos. Aprenden a mantener una conversación, a escuchar y a contar; a estar atentos a las necesidades de los demás, levantar el ánimo con una anécdota divertida, ser generosos también con la comida dejando a otro la mejor porción. Incluso es una ocasión de ayudar en la preparación de la comida, a la hora de quitar la mesa o lavar los platos, aprender a servir a los demás. Rendimiento escolar. Entre otros beneficios, diversos estudios sobre el tema coinciden en que los chicos mejoran el vocabulario y el rendimiento en la escuela. A través de las historias que los padres o los abuelos comparten con los chicos mientras comen, se les ayuda a construir su vocabulario y se estima que estos niños aprenden a leer más rápido y mejor. Dieta equilibrada. Un informe reciente de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico advierte que en 1980 la obesidad afectaba al 10% de las personas, hoy en cambio llega al 16% de la población mundial. Comer con la familia es aprender a alimentarse. Contribuye a mejorar la calidad de la dieta y a generar hábitos sanos de alimentación. Cuando se come en familia, se digieren mejor los alimentos, se ingieren menos grasas e hidratos, se consumen más frutas y verduras y se recurre menos a las comidas preparadas o fast foods, con lo cual disminuye el riesgo de cualquier tipo de desorden de alimentación. En la mesa es donde los chicos aprenden a comer y a probar diferentes tipos de alimentos. The Family Dinner (La cena familiar) es un libro publicado recientemente por la estadounidense Laurie David. Se trata de un compendio de 75 recetas (de la cocinera Kirstin Uhrenholdt), juegos y consejos que buscan promover la comida familiar. El objetivo del libro es promover la cena familiar y

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Comer con la familia es aprender a alimentarse, contribuye a mejorar la calidad de la dieta y a generar hábitos sanos de alimentación.

lograr que las familias consideren ese momento como el centro de toda su relación. Para David, este es el único espacio posible para que los padres, comida a comida, se conecten con sus hijos. Además, dice que es el lugar número uno para transmitir las historias familiares.

Mini test

¿Y por casa cómo andamos? Cinco preguntas para que padres y chicos vean si van por buen camino. ¡Ánimo y adelante! Siempre es un buen día para empezar. 1 ¿Procuro comer en familia al menos una vez a la semana? 2 ¿Intento que la cena sea siempre a la misma hora? 3 Durante la comida ¿está encendida la TV? ¿Se habla por teléfono o celular? 4 ¿Me quedo en la mesa hasta que todos terminan de comer? 5 ¿Colaboro yendo al supermercado, preparando la comida u ocupándome de la mesa?

Cómo favorecer el encuentro Son muchos los factores que dificultan el encuentro familiar en la mesa, pero hay varias actividades vinculadas que ayudan a esta práctica: desde comprar los alimentos, preparar la comida, hasta finalmente sentarse a la mesa. Una manera práctica de incentivar las reuniones en la mesa y las comidas hechas en casa es concurrir con alguno de los chicos al supermercado y elegir con ellos los productos para una receta en particular. Comprar frutas y verduras que les gusten para compartirlas en la mesa. Una vez en casa, animarles a que ayuden a cocinar porque los chicos que participan en la preparación de las comidas, prueban más los alimentos que aquellos a los que simplemente se les sirve lo que van a comer. Enseñar a los niños a cocinar y a comer puede ayudarles a mejorar sus hábitos alimentarios, lo cual requiere esfuerzo. Annie Garat, asesora familiar del IEEA, Instituto Europeo de Estudios de la Educación Argentina, comenta: “Seríamos utópicos si pensáramos que de un día para otro empezaremos a comer juntos. Pero una vez en la semana es posible. Todos pueden coincidir en un momento si descubren los beneficios que la comida familiar encierra. De cara al verano, donde existe más tiempo sin exigencias, se puede pensar en encargar a los miembros de la familia actividades en relación a la mesa para que la comida familiar resulte divertida. Incluso se pueden preparar temas para tratar o invitar a alguien de interés general. Nunca es tarde para empezar”.

Miriam Weinstein: “No es algo que hayamos de reinventar todos los días, algo que nos exija empeño; es algo que prácticamente cualquiera puede hacer”. Recuerdos que permanecen Miriam Weinstein, autora del libro “El asombroso poder de las comidas familiares: Cómo nos hacemos más inteligentes, fuertes, sanos y felices comiendo juntos” dice: “No es algo que hayamos de reinventar todos los días, algo que nos exija empeño para que sea un tiempo de convivencia familiar con calidad; es algo que prácticamente cualquiera puede hacer”. La autora afirma que la comida familiar saca partido de necesidades biológicas y sociales básicas porque permite realizar aquello en que consiste ser una familia: cuidar unos de otros, compartir cosas, recorrer juntos el camino de la vida y esta intimidad natural es la base sobre la que luego se levanta la calidad. “Los investigadores descubren que nuestros más significativos recuerdos de la infancia no son grandes acontecimientos, sino más bien el cariño mutuo, el compartir, el pasar tiempo juntos”, rescata Weinstein. •

“Son momentos que quedan grabados de felicidad” Ana Beramendi, madre de siete hijos que hoy tienen entre 6 y 27 años. Para que a todos les guste el momento, intento que la comida esté preparada muy rica y que esté bien presentada. Esto es fundamental para que haya interés por comer en la casa de uno. Además, que el lugar donde nos vamos a sentar sea acogedor. Apagamos el televisor y no atendemos el teléfono porque se rompería ese espacio familiar. El horario conviene que sea siempre el mismo, así todos saben que a esa hora tu familia te espera. Es el momento en el que se reportan todos y si alguno no puede, manda un mensajito para decir dónde está porque sabe que a esa hora lo estamos esperando. Es como una “radiografía” porque es ahí donde les vemos la cara a todos y nos enteramos de cómo están y cómo los trató el día. La mesa es una oportunidad que tienen para pasar un aviso. Cuando estamos todos reunidos puede suceder que alguno esté con mala cara o cansado, entonces le pido que durante este ratito haga un esfuerzo y ponga lo mejor de sí. Para eso es bueno tener pensado un tema como disparador. La comida familiar es un momento de distensión en el que cada uno responde espontáneamente y es una buena oportunidad para saber realmente cómo piensan. También invitamos mucho a amigos de los chicos a comer. Hoy que no todos están en casa cuando llega el horario de la cena [tres de los siete hijos se independizaron y no viven con sus padres], extraño a los que faltan porque nos veíamos la familia completa; por eso es que terminada la comida los llamamos por teléfono para tener noticias del día. Las comidas en familia son momentos y recuerdos que van quedando grabados de felicidad.


20 · Experiencias solidarias

Experiencias solidarias · 21

La radio como agente de cambio Amplitud solidaria, más allá de la función informativa Por Carolina Cardozo

Amplitud Solidaria trabaja para que muchas comunidades del país encuentren a través de la radio aquello que las define y las hace únicas: su identidad, sus valores y su propia voz. “Amplitud Solidaria” es un proyecto que surge a partir de la iniciativa de un grupo de profesores, profesionales y estudiantes de la Facultad de Comunicación de la Universidad Austral, convencidos del inmenso valor social y educativo que hay más allá de la función informativa de los medios. Además, propone brindar asistencia académica y, en la medida de lo posible, apoyar con recursos técnicos a emisoras rurales, educativas, comunitarias y de frontera del país para construir comunidades integradas y potenciar sus riquezas culturales. En forma anecdótica, Francisco Tezanos Pinto, director de Amplitud Solidaria (AS), cuenta que el proyecto surgió al ter-

minar de cursar las materias de radio en la facultad, y luego de asistir a un congreso en la provincia de Tucumán donde se encontraron con la situación de las radios rurales. “Con esta realidad en la cabeza, en el verano de 2007 emprendimos un viaje hacia el Sur y en el kilómetro 400 (localidad de Daireaux) pinchamos una rueda del auto. Aprovechamos para recorrer el lugar, conocimos a la directora de la escuela, que precisamente tenía una radio, y charlamos acerca de su funcionamiento y las necesidades de capacitación”. De esta forma, la primera experiencia de Amplitud Solidaria fue en agosto de 2007 en Daireaux, precisamente a 400 km de la Capital Federal, donde se dieron clases teóricas de radio, se realizó un programa de “Radio abierta” de dos horas y media, y se impulsaron acciones culturales. “El proyecto surgió como una idea y de a poco nos fuimos dando cuenta que había una necesidad auténtica y teníamos una misión clara, vimos que trabajábamos cuestiones que iban más allá de la práctica radial. En este tipo de actividades las personas trabajan sobre sus valores y conocen sus propias

“El proyecto surgió como una idea y de a poco nos fuimos dando cuenta que había una necesidad auténtica y teníamos una misión clara”.

“El talento está, sólo es cuestión de brindar las herramientas y que las personas encuentren un canal para expresarse”.

fortalezas, tiene que ver con la autoexploración”, cuenta el director de AS. “Para mí es como una metáfora de la vida. La labor de armar un programa y ver la forma que uno le va a dar se puede transpolar a lo que uno hace con su vida, tiene que ver con la idea de tener una esperanza, esforzarse por cumplir esa meta y superar las barreras que se interpongan”, reflexiona.

que cada radio pueda trabajar en la mejora de la calidad de su transmisión y consolidar una programación estable que contribuya a difundir ideas, valores y opiniones.

Dinámica de trabajo El objetivo de Amplitud Solidaria es que las comunidades puedan contar con su propia voz, aquella que las convierte en únicas y auténticas, ya que en nuestro país existen radios que cuentan con una señal para transmitir, pero no pueden explotarla en todo su potencial porque tienen limitaciones de recursos o conocimientos. De esta forma, AS intenta cambiar esta realidad pueblo a pueblo, persona a persona y comunidad a comunidad. Al abordar un proyecto, se realiza un diagnóstico de la radio del lugar, se diseña un programa de capacitación de acuerdo a los fines que se persiguen y se ofrece asistencia técnica para

“En base a las necesidades y al contexto, se elabora un plan junto a los protagonistas. Es un modo de ‘trabajar con’; no se trata de presentarse en el lugar y pararse al frente para dar una clase, sino de ir y hacer radio junto a las personas de esa comunidad. La actividad se centra más que nada en organizar y gestionar contenidos, emprendemos la labor con los protagonistas, elegimos el nombre de la radio y la artística junto a ellos”, describe Francisco.

Próximos pasos Amplitud Solidaria fue uno de los ganadores de la convocatoria realizada por la Dirección General de Fortalecimiento de la Sociedad Civil, del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Con el subsidio obtenido ejecutará un proyecto integral en la Colectividad Boliviana 6 de agosto, en el barrio Los Piletones


22 · Experiencias solidarias

“Es la excusa para transformar la realidad” María José Muller, cofundadora de Amplitud Solidaria

“En base a las necesidades y al contexto, se elabora un plan junto a los protagonistas; es un modo de ‘trabajar con’”. de Villa Soldati, donde hay una radio que está en desuso y se refaccionará para ponerla en funcionamiento. Asimismo, se reunieron con la organización un Techo para mi país para comenzar a trabajar en forma mancomunada. También brindarán capacitación a una radio en el barrio de Dock Sud, una escuela en Alberti y en el CAINA (Centro de Atención Integral a la Niñez y Adolescencia). “En este caso usaremos la radio como metodología para que los chicos cuenten con talleres de redacción, puedan expresarse y descubrir el talento de cada uno”, precisa Tezanos Pinto. “A partir del trabajo con las distintas comunidades nos damos cuenta de que el talento está, sólo es cuestión de brindar las herramientas y que las personas encuentren un canal para expresarse”, concluye el director de Amplitud Solidaria. •

La radio se transformó en la excusa que tenemos para transformar la realidad, para que un chico aprenda jugando, que un joven crea en sí mismo y forme su propia opinión, respete las ideas del otro y elabore las propias, para descubrir una vocación, unir una comunidad y aprender a trabajar en grupo. Me emociona ver que AS y, sobre todo su gente, son agentes de cambio. AS se acerca a un lugar para generar “algo” que suma y que a veces resulta difícil de describir. Tengo también la satisfacción de ver jóvenes comprometidos en la labor social, que salen de sí mismos para darse a otros, que entregan su tiempo y su alma a otros que no conocen. Nació de un modo y se fue transformando hacia un proyecto cada vez más rico, un “virus” que se contagia y suma cada año más jóvenes comprometidos con nuestra causa. Me conmuevo cuando veo la transformación de los que reciben, pero más aún cuando evidencio la transformación de los que se animaron a dar (y me incluyo, por supuesto).

www Para saber más sobre el proyecto o colaborar: www.amplitudsolidaria.com.ar

AVISO familia


24 · Ingenio y humor

Sudoku Es un juego matemático con un tablero de número dividido en bloques, en 3 filas y 3 columnas. Dentro de cada bloque hay 9 números, también colocados en 3 filas y 3 columnas. El objetivo del juego es completar, incorporando los números que faltan en las casillas vacías, respetando esta regla: Toda fila, columna y bloque debe contener los nueve números: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9. Cada número debe aparecer una vez y sólo en cada una de filas, columnas y bloque del tablero.

Humor



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