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“LÁGRIMAS LIBERADORAS: DESCUBRIENDO EL PODER CURATIVO DEL LLANTO”

“Permitirnos llorar es un acto de amor propio y de autocuidado” Ahora ya lo sabes, no importa cuál sea la emoción por la que estés pasando, llorar siempre nos brindará la oportunidad de soltar esas emociones reprimidas y crear espacio para la sanación y el crecimiento personal. Es fundamental destacar que el llanto no debe convertirse en un estado permanente o en una forma de evasión. Es necesario equilibrar el tiempo que dedicamos a llorar con acciones que fomenten nuestra alegría, bienestar y crecimiento personal. La búsqueda de ayuda profesional, como la terapia psicológica, puede ser un complemento valioso para acompañarnos en este proceso de sanación y descubrimiento de nuestro ser más auténtico. No debemos temerle al llanto, sino abrazarlo como una herramienta para sanar y crecer.