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Irene Villa en el ‘Túnel del Tiempo

ENCUENTROS XCLUSIVOS

“NADIE PUEDE IMAGINAR LO DURA QUE ES MI VIDA” Nos decía en aquel mes de noviembre en el que cumplía 14 años; sin embargo hoy, nos confiesa que: “La única derrota es el desaliento”.

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Irene Villa es una mujer que ha superado como todos sabemos aquel atentado que por poco le cuesta la vida, a ella y a su madre María Jesús González. Convertida en escritora de éxito y en un ejemplo de pundonor y de solidaridad a través de diferentes canales sociales, recordamos hoy –al encontrarnos en el mes en el que cumple años-, la entrevista que siendo tan jovencita, le realizamos

recibiéndonos en aquel otro noviembre donde, con una sonrisa nos decía:

“El 12 de abril salí del hospital con las piernas ortopédicas y, este 21 de noviembre, cumplo 14 años o mejor debería decir que cumplo ¡¡mi primer año de vida!! ya que, el pasado 17 de octubre (de 1991) se cumplió el primer año del terrible atentado de ETA.”

Hoy, de Irene Villa, también recordamos algo más reciente que nos dijo en su casa cuando le preguntamos

¿cómo empezaría sus memorias? No dudó en respondernos que, tras años de esfuerzo y optimismo, la frase con la que empezaría sus memorias es:

“La única derrota es el desaliento”…

Sufrió lo indecible pero año tras año luchó por sobreponerse. Hoy es una reputada conferenciante, profesora de Psicología y Humanidades y Comunicación Audiovisual, además de –como decíamos-, haber escrito libros cuyos títulos lo dicen todo:

2020 NOVIEMBRE 32 ALGENTE - EN EL TÚNEL DEL TIEMPO

“NADIE PUEDE IMAGINAR LO DURA QUE ES MI VIDA” Nos decía en aquel mes de noviembre en el que cumplía 14 años; sin embargo hoy, nos confiesa que: “La única derrota es el desaliento”.

“Saber que se puede”, “Recuerdos y reflexiones de una víctima del terrorismo”, “Nunca es demasiado tarde, princesa…” Ya entonces, cuando estaba a punto de celebrar sus 14, Irene nos dejaba una muestra de su inconfundible personalidad que hoy recordamos en este “Túnel”, a raíz de una exclusiva que publicamos en esos años y en la que, a pesar de su sonrisa, nos confesaba:

“Nadie se puede imaginar lo dura que es mi vida y la vergüenza que me da cuando me señalan por la calle (…)No tengo tiempo para nada ya que practico una fuerte rehabilitación y no puedo ni debo bajar la guardia.”

Y nunca la bajó ya que Irene Villa se rehízo y hoy, con el paso de los años, como vemos y lo recordamos: es una mujer digna de admirar.

© Bayres/ALGENTE www algente.com FOTOS © LILIANA COZZI

Irene Villa

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