3 minute read

Educación Superior En Tiempos De Pandemia

El 06 de marzo del 2020, con la decisión del gobierno central de confinar a la población guatemalteca para prevenir contagios de COVID, inicia en la educación superior guatemalteca un periodo de transición de una educación presencial a una educación virtual. Algunas universidades estaban preparadas con la infraestructura digital para impartir clases en la modalidad virtual, otras no, por lo que el impacto del cambio tuvo consecuencias para el estudiantado. Por ejemplo, Universidad Mariano Gálvez contaba con la plataforma Blackboard, ya había impartido cursos a los docentes para su uso, y otras universidades con la plataforma Moodle, pero no habían preparado a los docentes.

En este artículo se hará un análisis de las consecuencias de la transición de modalidad: para iniciar es necesario resaltar que el cambio de modalidad no fue recibido positivamente. Posiblemente eso ocurre porque los programas de estudio, diseñados para una modalidad presencial, son los mismos para la modalidad virtual y únicamente se intenta paliar la ausencia de clases presenciales con clases remotas, utilizando plataformas comunicaciones, tales como zoom, meet, team, collaborate, y redes sociales como WhatsApp, etc.

Advertisement

Por lo anterior, se puede afirmar categóricamente que no fue un cambio de modalidad, sino un “ajuste emergente” que significó un cambio en el proceso formativo para pasar de presencial a remota o virtual, pero sin dejar de utilizar los procedimientos de las clases presenciales: sincronía del espacio tiempo, actividad oral explicativa y realizar tareas para retroalimentar, rigidez en los horarios y la misma cantidad de contenidos. A pesar de que en la Universidad Mariano Gálvez se reestructuraron los programas de estudio en guías didácticas, para ajustar los contenidos a una modalidad virtual, por la situación personal de los estudiantes y la reacción de algunos docentes, no varió demasiado para convertirse en un curso virtual.

También, es de considerar qué tan preparados estaban los estudiantes para recibir clases en modalidad virtual. Muchos de ellos no contaban con el equipo tecnológico para hacerlo y han tenido que utilizar sus celulares para recibir la información. En otros casos, el problema ha sido el internet por los costos, la inestabilidad en el servicio, la poca recepción en el área rural y las dificultades que el clima produce para recibir el servicio.

Otro factor es el perfil de los estudiantes, sus intereses y obligaciones, el mismo rango de edad, la falta de obligaciones financieras, les permite estar más relajados en su práctica habitual académica; por lo tanto, al verse inmersos en un proceso educativo que les impide desarrollar su rutina universitaria: como socializar rostro a rostro y compartir con otros compañeros, provoca en ellos estrés y malestar; muchos se conectan en la plataforma pero no están atentos a la información que proporciona el docente; otros perciben que los profesores no están preparados para el contexto virtual en el que se llevan a cabo las clases; otros consideran las actividades del curso, únicamente como tareas que el profesor les acumula; y por último, una deficiente calidad comunicativa, ya sea por las dificultades de conexión o por la forma de expresión de profesores y estudiantes a través de una plataforma.

Por último, el factor evaluativo, porque a pesar del cambio de modalidad, la evaluación permanece con los rasgos de una educación presencial y que con el uso de la tecnología facilita a los estudiantes el utilizar diferentes mecanismos o estrategias de apoyo para responder una prueba objetiva. Es más, en algunas universidades les han ampliado el tiempo de resolución de evaluaciones, porque lo que en la presencialidad los estudiantes respondían en dos horas, ahora tienen una semana para hacerlo y es una prueba objetiva similar a la utilizada en la presencialidad.

En conclusión, para que la educación superior sea totalmente virtual es esencial tener claro que los roles, de cada uno de los elementos del proceso formativo en educación superior, exigen un cambio de paradigma; convertir las debilidades en fortalezas y apropiarse cada uno de la responsabilidad que le corresponde. Además, se promuevan apoyos para que los estudiantes puedan contar con mejores accesos a internet y con precios favorables. Por último, se capacite más a los profesores para el uso de las estrategias de aprendizaje, la utilización de guías didácticas y la evaluación en la modalidad virtual. DOCTOR CARLOS EDUARDO CRUZ VELIZ

DIRECTOR CENTRO UNIVERSITARIO UNIVERSIDAD MARIANO GALVEZ DE GUATEMALA

This article is from: