Autoayuda
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E
ste síndrome, en general, comienza desde el momento en que se constituye la pareja. Al continuar la interacción sexual en el tiempo, el cuadro clínico tiende a completarse. El afecto, en ocasiones, se incrementa, permitiendo la continuidad de la relación y en otros casos se desarrolla una discordia progresiva que conduce a la disolución de la relación. Las asociaciones más frecuentes son:
1. Cuando ella lo enferma a él: Mujer con vaginismo, el hombre en consecuencia desarrolla disfunción eréctil. Caso clínico: La pareja conformada por Luis y Sandra, lleva dos años de matrimonio con grandes dificultades en el sexo, ya que desde que comenzaron, él no ha podido penetrarla. En el primer año lo intentaban varias veces por mes y ella siempre tenía dolor en ese momento, terminaban teniendo sexo oral mutuamente y dejaban las cosas hasta ahí. En el segundo año de matrimonio, él insistió mas en la penetración hasta que comenzó a tener problemas en la erección, porque de tanto insistir la perdía luego varios intentos. Ahora ambos tienen problemas en el sexo. Comentario: Ellos evidencian el síndrome de disfunción sexual de la pareja. Ella tiene vaginismo y él, en consecuencia, desarrolla disfunción eréctil. En este punto es necesario tener claro que el “vaginismo” es la contracción espástica e involuntaria de los músculos de la vagina, provocada por la intención de penetración. El vaginismo puede ser tan grave hasta el punto que no permita consumar el matrimonio (como es el caso de esta pareja). Es interesante saber, que el síndrome tiene un alto porcentaje de asociación con la disfunción eréctil del compañero, y en muchos casos, el hombre se satisface con la eyaculación lograda a través de otro método como el sexo oral, sexo manual o con la penetración mínima y parcial de la vagina. La explicación es sencilla: la vagina en ese momento se convierte en una pared infranqueable e imposible de atravesar por el pene. Luego de varios años de intentos, el hombre naturalmente terminará teniendo problemas en la erección. Al no consultar a tiempo, ameritarán un tratamiento sexológico para ambos.
2. Cuando él la enferma a ella: Hombre con eyaculación precoz, la mujer desarrolla baja frecuencia de deseo sexual. Caso clínico: Paula, de 32 años, tiene una relación de pareja con Raúl, un joven de 23 años. Ella textualmente manifiesta: “Al principio, él me pareció perfecto porque era muy activo en el sexo, y realmente estaba apasionada por él. Pero no todo es perfecto y esa gran actividad sexual ocultaba una eyaculación precoz. Manteníamos relaciones sexuales una vez por semana, pero todas eran súper rápidas, o sea, duraban menos de un minuto. A mí no me da chance de excitarme totalmente y, por supuesto, no llego al orgasmo. En estos últimos seis meses la verdad no me provoca estar con él, y lo hacemos una vez por mes”. Comentario: En el caso de esta pareja, él tiene eyaculación precoz y ella, en consecuencia, desarrolla baja frecuencia en su deseo sexual, es decir, no le provoca tener relaciones sexuales con él y accede menos veces a sus encuentros sexuales. Lo común en estos casos es que mientras la excitación sexual de la mujer se encuentra elevada durante el precoito, y se mantiene por la penetración, ella deberá enfrentarse con una casi instantánea eyaculación y subsiguiente pérdida de la erección del pene. Entonces, se desarrollará un alto nivel de frustración femenina, en particular cuando esta respuesta masculina se repite en forma rutinaria, situación que complica la relación de pareja, desarrollando en la mujer, previamente sana, una disminución o casi abolición de la “frecuencia de deseo sexual” para evitar dicha frustración. En conclusión, se debe buscar ayuda especializada en Sexología si la persona tiene problemas sexuales con más de seis meses de evolución, y no esperar a que desarrolle una disfunción sexual en el otro miembro de la pareja. Los problemas sexuales, aunque sean individuales, siempre terminan afectando la sexualidad de los dos, por eso es importante la comunicación en pareja y perderle el miedo a consultar un Sexólogo. l JulIO / AgOstO 2016 spanish
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