Resultados de PISA para el desarrollo
Cuadro 3.2. ¿Se pueden comparar la salud y el bienestar subjetivo entre países?
Hay que interpretar con prudencia los datos de PISA-D sobre la salud, el bienestar y las actitudes hacia el colegio y el aprendizaje. A pesar del minucioso proceso de desarrollo, traducción, adaptación y selección de las preguntas incluidas en los cuestionarios y de análisis de las respuestas de los estudiantes, no puede garantizarse una comparabilidad total entre países y subpoblaciones. Los cuestionarios de PISA utilizan las declaraciones de los propios estudiantes para obtener mediciones sobre su salud, bienestar y actitudes hacia el colegio y el aprendizaje. Las declaraciones de los estudiantes son informativas y útiles, pero susceptibles de incluir tres sesgos distintos: conveniencia social, es decir, la tendencia a dar respuestas más aceptables en el propio contexto social y cultural (Edwards, 1953), el sesgo del grupo de referencia, es decir, la influencia de un grupo de comparación implícito que el participante solo conoce en el momento de seleccionar valores dentro de una escala subjetiva, y los sesgos de estilo de respuesta, como la tendencia a escoger o evitar respuestas extremas. Estos sesgos pueden funcionar de manera distinta en los diferentes contextos culturales, limitando así la comparabilidad de las respuestas entre países (van Hemert, Poortinga, y van de Vijver, 2007). Además, al comparar las respuestas dadas en distintos idiomas, las diferencias sutiles por los matices de la traducción podrían añadir incertidumbre a las comparaciones; esta incertidumbre es especialmente difícil de identificar y delimitar en resultados medidos por una sola o unas pocas preguntas, tal y como se documenta en el informe técnico más adelante. Las comparaciones dentro y entre países también varían en función de las tasas de respuesta, que podrían ser distintas en los diferentes grupos de participantes. Para poder representar fielmente la distribución del rendimiento académico de la población, PISA-D incluye ajustes de no respuesta y asigna valores imputados (es decir, valores estimados a partir de un modelo, basados en información conocida sobre el participante) en sus cálculos de las competencias en lectura, matemáticas y ciencias; sin embargo, las no repuestas siguen afectando a los resultados autodeclarados, basados en mediciones de los cuestionarios, por ejemplo, cuando los estudiantes con un peor rendimiento tienen dificultades para completar el cuestionario. El nivel total de ausencia de datos en Ecuador debido a la no respuesta del cuestionario para los estudiantes es del 1,5% en la autopercepción de la salud, del 1,6% en la satisfacción con la vida y del 3,15% en el índice de actitudes hacia el colegio-valoración de los resultados de la escolarización. Fuente: OCDE, 2017a. Realización: Ineval, 2018.
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