EL GRAN DÍA DE NAVIDAD Érase una vez una familia que se preparaban para celebrar la noche de Navidad. Como todos los años el día comenzó con la mama preparando muchísima comida, pues las abuelas, titos/as y primos/as venían para celebrar la Noche Buena. Mi hermana y yo nos dedicamos a adornar el salón y poner la mesa para los invitados, éramos en total 12 personas las que comeríamos juntas. Llegó mi padre con las últimas compras de Navidad, marisco, jamón, bombones,… Todo estaba casi listo, cuando mi madre se dio cuenta de que faltaba Champán para brindar, entonces me dijo: - Martín ve con papá al Supersol y compra dos botellas de Champán. Rápidamente fuimos mi papá y yo. Al salir del supermercado vimos a tres vagabundos pidiendo algo de dinero para cenar esa noche, mi padre sacó de su cartera tres euros y se los dio. Al llegar a casa le dijo a mi madre lo que habíamos visto, y a todos nos dio mucha pena pensar que nosotros teníamos tanta comida y ellos nada, por lo que decidimos invitarlos a cenar. Bajé con mi padre para invitarles, y ellos muy agradecidos subieron con nosotros. Esa noche pasamos una Feliz Noche Buena, eran unas personas muy buenas y divertidas, nos contaron historias muy chulas, nos gustó mucho compartir esa cena porque de eso también se trata la Navidad. Al irse nos encontramos en el árbol de Navidad muchísimos regalos, era increíble, no nos lo podíamos creer, sin saberlo eran unas personas extraordinarias, y mi hermanita y yo nos encantó invitarles y los regalos que nos dejaron, que no sabemos de dónde lo sacaron. Fue algo mágico.
Martín Santana Puga 5ºA
Llegó Santa Claus Érase una vez un niño que al llegar al mundo sus primeras palabras fueron how, how, how. Llegó su cumpleaños y su hermano mayor no le regaló nada. Él se fue a un árbol y se subió, y empezó a hablar con un pajarito, el hermano cogió una sierra y cortó el árbol en el que estaba su hermano. Entonces se cayó el hermano que estaba subido al árbol con el pájaro, cuando se cayó miró hacia la casita del pájaro que se había roto. Él pensó que el pajarito se había hecho daño, pero le vio volando y se enfadó con el hermano. Cuando llegaron a casa le empezó a tirar manzanas
a la
cabeza. La madre le regañó, y le mandó a la cama sin cenar. Empezó a hacer decorativos navideños con lo que se encontró. Ellos eran pobres, y no se podían permitir cosas navideñas para decorar la casa. Realizó árboles navideños reciclados para toda su familia, con un simple y viejo paquete de espaguetis que se encontró en la basura. El niño con sus ahorros compró comida para la navidad que era al día siguiente y pudiese ser una navidad feliz. El niño fue haciéndose grande y empezó a practicar subidas y bajadas como santa Claus. Cuando bajaba decía HOW HOW HOW. Esa navidad se lo pasaron muy bien porque descubrieron que tenían un Santa Claus en la familia. Pasaron los años y el niño se iba pareciendo más y más a Santa Claus. Pronto llegaría el momento de partir con sus renos a repartir regalos por todo el mundo y desear una Feliz Navidad how, how, how.
TE ESPERA SANTACLAUS
El día de Navidad Érase una vez tres amigos llamados Daniel, Israel y Juan, los tres amigos eran muy malos. Para el día de navidad querían organizar unas gamberradas, Daniel propuso provocar un apagón de luz en toda la ciudad, Israel sugirió poner petardos en el centro comercial y Juan prefería ser bueno y no hacer gamberradas. Los tres amigos discutieron sobre que iban a hacer, como no se ponían de acuerdo al final decidieron hacerlo por votación y como resultado salió la idea de Daniel. -Ja ja ja ha salido mi idea ¡bien!- dijo Daniel, -jo, mi plan era mucho mejor- dijo Israel, -¡pues yo no pienso participar!- dijo Juan. Juan se fue muy preocupado a casa pensando que cuando estuviera con toda su familia cenando, se apagarían todas las luces de la ciudad y podría provocar un caos, llamo por teléfono a Daniel para intentar que cambiara de opinión, pero le dijo que había salido en votación su idea y no lo pudo convencer. Esa noche Juan se fue a la cama muy enfadado con sus amigos, no conseguía dormir tubo pesadillas, a la mañana siguiente cuando se despertó apareció una bombilla a los pies de la cama, tenía una etiqueta que decía ¡Feliz Navidad! . Juan se quedó sorprendido, no sabía que significaba eso, cogió la bombilla y sin ponerla en una lámpara, se encendió iluminando toda la habitación. –Es una bombilla mágica- dijo Juan. Se le ocurrió la idea de poner la bombilla en un lugar que representara a todos los habitantes de la ciudad, -¡ya lo tengo!, la pondré en el árbol de navidad del Ayuntamiento-. Llego el día de Navidad, Daniel iba a hacer su gamberrada, provoco un corto circuito en la ciudad y se quedó todo sin luz -jajaja lo conseguí- dijo Daniel.
Juan puso la bombilla en el árbol de Navidad del ayuntamiento, toda la ciudad volvió a tener luz menos una casa, ¿ Sabéis cuál es ? FELIZ NAVIDAD, SER BUENOS.
David López González
Polar Expres Érase una vez un niño llamado Pablo, que no creía en Papá Noel, y no paraba de preguntarse ¿Papá Noel existe? Cuando llegó la Navidad llegó un tren que se llamaba Polar Exprés. Pablo se subió al tren. En tren se dirigía al Polo Norte. En el tren conoció a dos amigos, juntos fueron al Polo Norte El tren estaba completamente lleno de niños. Cuando llegaron al Polo Norte se perdieron. Se dirigieron dónde vivían los elfos. Pasaron por un túnel que se dirigía hasta el saco de Papá Noel. Llegaron al saco y unos elfos con un avión gigante lo subieron al trineo de Papá Noel. Los niños llevaron todos los regalos junto con Papá Noel a todos los niños del mundo.
Fin.
Eduardo Manuel Díaz García 5ª. .
Las Fantasías de Mario Érase una vez un niño de 11 años cuyo nombre era Mario, que no creía en fantasías. Era el 22 de diciembre de 2013 y al siguiente día ya no habría colegio, todos los niños hablaban de los regalos que se habían pedido para
los Reyes Magos. Cuando acabaron las clases todos los
niños empezaron a salir como balas de las clases menos Mario, que se dispuso a recoger tranquilamente sus cosas de la taquilla. Cuando llego a casa su madre le preguntó: - ¿Que tal tu último día de colegio? - ¡Fatal! He estado todas las horas escuchando los regalos que se habían pedido los niños de mi clase para los Reyes Magos -dijo Mario suspirando y un poco mosqueado. Los días fueron pasando poco a poco, hasta que llegó el 31 de diciembre, ¡se celebraría año nuevo! En cuanto pasara esa noche ya no sería 2013 sino 2014. Mario estaba aburrido, así que decidió ponerse a ver la televisión, pero en todos los canales o ponían dibujos relacionados con los Reyes Magos o en las noticias que también hablaban de ellos, así que no pudo ver la TV, le preguntó a su madre que si podía ir al centro a comprar algo con lo que pudiera entretenerse por lo menos un poco, la madre, Mónica, le dijo: - Vale, pero no tardes mucho. - Tranquila mamá, tardaré el menor tiempo posible -dijo Mario muy contento. - Ponte el chaquetón que hace mucho frío en la calle -le dijo Mónica a Mario antes de que pudiera salir por la puerta del salón. Mario cogió el chaquetón y salió de su casa, fue al centro y vio todo lleno de luces y un enorme árbol de navidad en medio de la plaza, a él no le importaba eso pero cuando entró en la primera tienda y vio todo lleno
de Papás Noel, Reyes Magos y más cosas de fantasías no pudo aguantarlo y salió de esa tienda corriendo por la multitud. Después de correr sin parar por toda la ciudad llegó a un bosque en el que oyó algo en su interior que le llamó la atención, Mario era un niño muy curioso así que se adentró en el bosque. Mientras se adentraba en él fue oyendo más y más cerca el ruido, hasta que vio delante suya un gran agujero. En él había un perrito marrón con los ojos negros. A Mario le dio un poco de lástima así que le ayudó a salir de allí, cuando consiguió sacarlo de allí el pequeño perrito empezó a lamer a Mario, le cogió cariño y decidió llevárselo a su casa. Cuando llegó a su casa lo primero que hizo fue preguntarle a su madre: - ¿Nos podemos quedar con él? Su madre vio al pequeño perro sediento y sucio y con una cara de pena y no pudo resistirse a decir que sí. Mario lo llevó a su habitación le dio de beber, lo limpió y lo arropo en su cama. Al día siguiente el perro, Spike, le despertó chupándole la cara, Mario estaba muy contento por haberlo encontrado. Fueron pasando los días hasta que llegó el día de los Reyes Magos, esa noche Mario se asomó por la ventana y vio una estrella que le dejó un mensaje: - La Navidad es muy especial pero la noche del 5 de enero es mágica, esa noche no puedes ni dormir, los nervios que te entran no te salen hasta la mañana siguiente, ahí te dices: - Yo creo en ellos. Mario comprendió ese mensaje y a partir de esa noche empezó a creer en fantasías. Al día siguiente bajó corriendo hasta el salón y vio muchísimos regalos, se sintió muy orgulloso.
Ana Revilla 5ºA
El pajarito de Navidad Érase una vez un petirrojo que vivía en un hermoso bosque. Cuando llego el invierno, todos los pájaros del bosque decidieron partir. Solamente un pajarito decidió no partir y quedarse en su nido, que estaba hecho de paja y ramas pequeñas. El petirrojo quería, a toda costa, esperar el nacimiento de Jesús para pedirle una cosa. El invierno fue frío y nevó muchísimo. El pobre petirrojo estaba casi congelado, sediento y hambriento. Al final, llegó la noche de Navidad y el petirrojo fue volando hasta el niño recién nacido y le dijo: -Querido Jesús, ¿querrías decirle al viento invernal del bosque que no estropease mi nido? Así podría quedarme y esperar la primavera. El niño Jesús sonrió, llamó a un ángel y le dijo que se encargara de cumplir el deseo del pajarito. Desde entonces el petirrojo conserva su nido sano y salvo para la esperada primavera.
Lydia Pérez Maestre 5º A
Los Reyes Magos de Oriente Érase una vez una niña que estaba deseando que llegaran los Reyes de Oriente por Navidad. Esa niña se llamaba Susi, pero su sueño navideño en realidad era conocerlos en persona (igual que Papa Noel) . -Susi dijo: Pero, ¿Cuándo llegaran los reyes magos? -Mama de Susi: todavía quedan 3 días para la llegada de los Reyes Magos. Pasaron los 3 días y Susi estaba tan nerviosa que no podía dormir, y su madre le dijo: -Susi, duérmete, no estés nerviosa y si quieres vente a dormir con papá y conmigo. -¡Claro!- Le dijo Susi. Y eso hizo, a los 10 minutos
Susi escuchó decir a su
padre: -Guapa coge las cosas. Susi se durmió sabiendo que ya había conocido a los Reyes Magos (sus padres) …. FIN
FCO. Jesús Rodríguez García.
La Navidad de Alberto Un día de navidad un niño que se llama Alberto, tenía 9 años y a él le encanta la navidad el hizo una carta para Los 3 Reyes Magos Alberto estaba entusiasmado le pidió a su madre que pusiera el árbol de navidad. Cayó la noche y Alberto se quedó dormido en cuando se metió en la cama. A la mañana siguiente se encontró un montón de regalos, los abrió de uno a uno. Todos los regalos eran muy chulos a él le encanto su bicicleta nueva, toda la bicicleta era blanca con rallas azules, Alberto va a dar una vuelta con su bicicleta. En cuanto abrió la puerta estaba todo cubierto de nieve el desanimado dijo: - Jolín, como voy a dar una vuelta con mi bicicleta nueva. Alberto se puso a jugar con sus juguetes nuevos, al rato desayuno volvió a jugar. Se estaba aburriendo y se puso a hacer los deberes y luego a descansar y a ver un rato la tele. Almorzó y luego se echó una siesta, era la hora de merendar y se asomó por la ventana y vio que la nieve se había derretido, se le puso una gran sonrisa en la cara y dijo: - ¡Por fin, se ha derretido la nieve, ya puedo dar un paseo con mi bicicleta! Abrió la puerta y salió a dar una vuelta. Era la hora de cenar, después de cenar se fue al baño a lavarse los dientes y meterse en la cama. Alberto se lo pasó de maravilla esta Navidad.
FIN
Anabel Tocón Bermejo 5ºA
Roquita Érase un vez un cantante muy famoso cuyo nombre era Diego, al que llamaban Roquita porque era muy duro. Dos semanas antes del día de Navidad le llamaron para que cantase durante las fiestas junto a su grupo en Madrid, en una fiesta navideña. Él dudaba entre coger el contrato, necesitaba ganar dinero, o quedarse en casa en Navidad, tranquilo, disfrutando de su familia. Al final decidió ir, así que
preparó la maleta, ensayó las
veinticuatro canciones que tenía pensadas tocar con su grupo, ``Locos hasta en el cante´´, afinó su vieja y destartalada guitarra flamenca y se marchó en la furgoneta, con el logotipo del grupo. Por el camino angustiado.
estuvo
Billy,
pensando
Fito
y
en su
Pedrosa
le
familia estuvieron
mucho
y muy
tranquilizando
durante todo el camino de Badajoz a Madrid. - No te preocupes, no les pasará nada.- dijo Billy a Diego. Al final cogió el móvil y con lágrimas en los ojos llamó al que organizaba la fiesta. -
Perdone, les quiero preguntar algo: ¿se puede aplazar el
concierto?, al menos cuatro días después del 25 de diciembre - dijo Diego. Le dijeron que sí y él volvió a su casa en la que fue muy bien recibido. Esto es una historia para decir que
el
verdadero
tesoro
navidad está en la familia.
Marcos García del Castillo
de
la
Los renos están enfermos Unos días antes de Navidad, Papá Noel estaba preparando el trineo para repartir los regalos. Se acerca a él un elfo para decirle que los renos estaban enfermos. El veterinario dijo que los renos necesitaban guardar reposo. No podían tirar del trineo. Papá Noel tuvo que buscar unos sustitutos para poder tirar del trineo. Estuvo recorriendo varios lugares del mundo. Llegó a Almaraz y encontró un rebaño de ovejas. Le pidió por favor si le prestaba sus ovejas para ayudarle. El pastor emocionado al ver a Papá Noel le dijo que sí. Papá Noel y las ovejas se dirigieron al Polo Norte para preparar el trineo. Así en Navidad todo el mundo tuvo sus regalos.
Indara Blanco 5ºA
UN DIA DE NAVIDAD
En Madrid, a una niña llamada Blanca, la Navidad era su fiesta preferida. Todo el año, estaba esperando a que llegase el puente de la Inmaculada para poner el árbol y el portal, decorar la casa y a su perrito ponerle los cuernos de reno. Todos los días, Blanca le preguntaba a sus padres cuánto faltaba para Navidad. Sus padres le decían que mucho, pero ella sabía que no, que faltaba muy poco. En su casa veían videos de Navidad, cómo abrían los regalos los años anteriores y cómo lo disfrutaban. Pero sin duda alguna, lo que más le gustaba era estar con su familia riéndose y hablando de todo. Todos los años, la celebraban en una casa distinta. Casualmente, este año tocó en su casa. Con todos los preparativos de Navidad, a Blanca se le olvidó echar la carta al buzón. Blanca, preocupada toda la noche, no podía dormir, y en el instante en que se durmió los Reyes Magos pusieron los regalos debajo del árbol. Ella se despertó a las 7:30 y fue a despertar a toda su familia. Empezaron a abrir los regalos y lo único que quedó para Blanca fue una carta que decía:
-“Hola Blanca, somos los Reyes Magos de Oriente. Sabemos que has estado muy ajetreada con todos los preparativos de Navidad, aunque no sea motivo para no echar una carta al buzón. Bueno, no pasa nada, como has sido tan buena y responsable tienes todos tus regalos en la habitación de invitados”.
Blanca corrió hasta la habitación como si le fuese la vida en ello, cogió todos los regalos y fue corriendo hasta el salón para abrirlos entre todos. A Blanca le encantaron todos sus regalos y seguro que nunca más se le olvidará echar la carta al buzón.
FIN
Feliz Navidad a todos. Javier de Mora Pérez
Cuento de Navidad David, era un niño que no creía en Papá Noel, era un niño aventurero y que andaba siempre metido en líos. Vivía en una zona que no era muy buena y su casa estaba cerca de unas vías por las que nunca había visto pasar un tren; un día en vísperas de navidad mientras jugaba con unos perros abandonados en la calle, escuchó el silbato de un tren que se acercaba,-qué extrañoexclamó David mientras veía acercarse un gran tren dorado y que se paró ante su casa. Estaba muy asustado pero estuvo mucho más cuando escuchó que un hombre decía su nombre desde uno de los vagones. David, decía el revisor,-he venido a recogerte para hacer un gran viaje, este, confiado se montó sin decir palabra y el revisor le dio un billete que perdió al poco tiempo de empezar a moverse el tren. Al no encontrar su billete se asustó, pensó que lo castigarían y se tiró del tren. Al abrir los ojos estaba en el trineo de Papá Noel que le guiñó un ojo y arreó a sus renos con fuerza, y fueron a dar un mágico paseo para que entendiera lo que era el espíritu de la Navidad. Poco a poco se le fue alegrando la cara y quedó asombrado al ver que el tren iba haciendo el mismo recorrido que el trineo. Se dio cuenta que ese tren recogía niños y niñas que habían perdido la ilusión por la navidad, pero que después de este viaje veían la vida de otra manera. En definitiva, habían recuperado la ilusión por la navidad.
Desde entonces David estaba deseando que llegase el mes de diciembre para ver si el tren volvía a parar ante su casa. Y cada año celebraba la navidad aunque no tuviesen nada que comer la noche de Nochebuena, ya que la ilusión de un niño está por encima de todas las cosas. Miguel González Orta 5ºA
Ya llegó la Navidad Érase una vez, un niño llamado Gonzalo, le encanta la Navidad, lo que más le gustaba era jugar con sus amigos, reunirse con su familia y ver a los reyes magos. ¡Y a quien no! todos los años le escribía una carta a los reyes magos de oriente y le dejaba un vaso de leche para sus camellos…. Pasaron los años y Gonzalo empezó a dejar de creer, él decía que los reyes magos eran los padres y perdió la ilusión. Incluso se lo contaba a todo el mundo. Un día, pero no un día cualquiera porque era el día de Navidad, Gonzalo se quedó despierto hasta muy tarde y de repente aparecieron los tres Reyes Magos. Gonzalo le dijo a los tres reyes – ¿sois de verdad los tres Reyes Magos?Los Reyes Magos respondieron a su vez –pues claro – Gonzalo les preguntó- ¿habéis traído algo para mí?Los Reyes Magos respondieron –no porque no crees en nosotros, solo un poco de carbón-
Los tres Reyes Magos dejaron los regalos de toda su familia y se marcharon a seguir repartiendo ilusión.
Nunca dejéis de creer y no perdáis la ilusión.
Elsa Benítez Gómez 5º A
HISTORIA DE NAVIDAD Érase una vez una niña llamada Lorena, que no creía en la verdadera magia de la Navidad. Para ella la Navidad sólo era poner el árbol, decorarlo y que le trajesen un montón de juguetes que después perdía, rompía y no les prestaba atención. Sus padres, desesperados por su niñita, le dijeron: - Como no juegues y trates bien a tus juguetes, Papa Noel no te traerá nada más -. Pero Lorena no se lo creía, sólo pensaba: - Yo me porto bien, pero lo que pasa es que mis padres me riñen por nada -. Y no era así, Lorena se portaba muy mal, era caprichosa y vanidosa. En el colegio no paraba de hablar, suspendía los exámenes, no hacía los deberes y mucho más. Una noche, Lorena soñó que conocía a Papa Noel que montaba en su trineo, que le regalaba todas las cosas a ella y lo peor de todo... ¡Ella era la nueva Mamá Noel! Cuando se despertó de su fantástica fantasía bajó corriendo las escaleras a desayunar y a contarle su sueño a sus padres. Cuando lo oyeron pensaron ambos: - ¡¿Ella la nueva Mama Noel?! ¡Puff, menos mal que solo ha sido un sueño! Porque si no....-.
Llegó la noche de Navidad y Lorena estaba encantadísima con sus regalos aunque pensara: - Esto no es lo que yo he pedido, ¡pero me gusta mucho!-. Lo que ella no sabía es que Papa Noel se había equivocado de niña, esos regalos eran para otra de su clase, mejor que ella, mientras sus padres se extrañaban llegaban los abuelos, las tías, los primos y toda la familia de Lorena. Pero Lorena estaba demasiado ocupada jugando para prestarle atención a su familia. Esa noche conoció a Papa Noel de verdad y éste le dijo: -Lorena, has sido muy mala, me llevaré todo lo que te traje.- Lorena muy asustada comprendió y dijo: - Papa Noel, para, he entendido tu mensaje, lo importante de la Navidad no son ni los regalos, ni los grandes festines, no, no, nada de eso.... es la familia.- Al oír esto Papa Noel le dio otra oportunidad, cuando Lorena se levantó les regaló amor a su familia y a sus juguetes.
Alba Rivera 5ºA