
4 minute read
Road trip por Plugia
from Revista Lativa

Si hay un viaje que hemos planeado y cancelado sucesivas veces es nuestro road trip por La Puglia. Por fin este verano ha sido el verano. 5 días, 4 noches, carretera y manta.
Advertisement
Por Girly Girl Magazine Fotografía Girly Girl Magazine
Que comer
Y aquí el principal motivo de nuestro viaje siempre que viajamos a Italia, la gastronomía. Y es que lo sentimos mucho por las fans de “Como en España en ningún sitio”, pero es que nosotras somos muy pero que muy pro-italianas en este campo. Además de los básicos del país, te chivamos aquí las delicias locales que no puedes dejar pasar: Panzerotto: Masa frita rellena de mozarella, tomate y albahaca. Los hay con otro relleno, pero este es el básico y el primero que hay que probar. Amor a primer bocado. Prometido. Focaccia barese: Típica de Bari. Gruesa, esponjosoa, con tomate. Buenísima. Pasticiotto: Apúntate bien el nombre de este dulce porque lo vas a repetir muchas veces.

Tete delle monache: O lo que viene a ser “teta de monja”, no vamos a opinar del nombre, pero si os aconsejamos que probéis este bollito esponjoso porque es una maravilla. Marisco crudo: Al ser zona pesquera, se come mucho pescado y marisco. Además en la zona de Bari es típico comerlo crudo. Nosotras no nos atrevimos peeeero, ¿vosotras, qué? Bocadillo de pulpo: En general hay muchos sitios donde hacen bocadillos de pescado, pero el más típico es el de pulpo. Pillar uno para comer en la playa… placer inigualable. Stracciatella: No nos referimos al sabor del helado, no. Si no a la “pasta de queso” que va dentro de la burrata. Imagina pedirlo a cucharadas. Dreams come true.




Nuestra ruta
Bari
Empezamos nuestra ruta en Bari, una ciudad increíble donde la luz hace de las suyas al atardecer y puedes quedarte flipada paseando por sus callejuelas sin rumbo.
Polignano a mare
El primer pueblito costero que visitamos fue este, y aunque estaba llenísimo de turistas mereció la pena contemplar la típica estampa que todas tenemos en mente al imaginarnos playas italianas: calita turquesa, acantilados con casas de colores.
Ostuni
Llamada “La ciudad blanca”, Ostuni es una joya de interior con un casco antiguo precioso. Merece la parada.
Lecce
Otra parada obligatoria es Lecce, capital de la provincia del mismo nombre. Es bastante grande así que necesita un ratito para perderse, descubrir su catedral y sus edificios barrocos. Cenamos en la terraza de la pizzeria Vicé, con pizzas de estilo napolitano con un toque moderno.


Otranto
Hay que parar también en Otranto, con categoría de ciudad y una historia vinculada a España, ya que en su día llegó a formar parte de la corona de Aragón. Paseo para hacernos con un bocadillo de pulpo en “So fish” y tomarlo en el puerto, donde además puedes darte un baño antes de seguir el recorrido.
Castro
Paramos a dormir en Castro, que tiene dos zonas, la alta con su casco antiguo y su plaza llena de bares y la “marina”, que obviamente da al mar. Para lo pequeño que es el pueblo tiene ambientazo. Nosotras hicimos la bajada andando por unas escaleras cuyas vistas merecen la pena al atardecer y la subida… esa ya en tren, que a estas alturas del viaje las piernas empiezan a flaquear. Nos cogimos cena para llevar en “Belvedere di Geremia” y a descansar.
Tricase Porto
Antes de llegar a Tricase, donde encontramos una cala escondida entre rocas unos metros más allá del puerto, hicimos parada en uno de nuestros spots favoritos del viaje (sino el que más), King of mortadella: un puesto de bocadillos dentro de un supermercado donde nos hicimos con un manjar para comer en la playa a precio de risa. Por favor, no dejéis de ir. (Que conste que este tip como otros tantos del viaje, nos lo chivaron nuestrxs amigxs de @indandoutbarcelona)
Specchia y Presicce
Esa misma tarde la pasamos paseando por estos dos pequeños pueblos de la zona. Mención especial a la plaza principal del casco antiguo de Presicce, donde merece la pena acabar el día con un Spritz mientras se iluminan las luces alrededor de la iglesia.
Galipolli
El casco antiguo de Galipolli está separado del resto de la ciudad por un puente y una fortaleza. Paseo obligatorio por esas calles estrechas que, de una manera u otra, siempre acaban dando al mar.
Galatina
Lo confesamos, somos ese tipo de personas capaces de hacer km hasta un pueblo solo para visitar la pastelería que inventó el pasticiotto. Pero también somos las personas que no consultan el horario en google y llegan con elsitio cerrado. Asi que ya sabéis, si queréis ir a “Andrea “ascalone”, no olvidéis que solo abre por las mañanas, ejem.
Grottagle
Ya no nos daba tiempo a más, pero apuramos al máximo y hacemos una última parada en Grottaglie, conocido por su famosa cerámica. Nos vamos directas al “Quartiere delle ceramiche” y nos hacemos con unos cuantos platos y jarrones bellísimos y corriendo al aeropuerto de Bari.