Calderas y Quemadores
95%
De eficiencia pueden alcanzar las plantas a vapor, con el uso de economizadores. Con estos dispositivos, las plantas de agua caliente pueden superar dicha cifra; mientras que las de fluido térmico bordearían el 92%.
Las plantas de vapor requieren un mantenimiento más exhaustivo.
a 95%. Si se utilizan combustibles exentos de azufre, es posible agregar equipos economizadores que permiten precalentar el agua que ingresa a la caldera usando los gases de combustión que salen por la chimenea, con lo cual se puede aumentar un poco más la eficiencia. El rendimiento global de la planta está dado por el rendimiento de la generación del calor en la caldera o calentador más el uso del calor en el proceso productivo. En este caso, fluctúa entre el 93.5% y 94.5% sin economizador. En las plantas térmicas de vapor, el costo de instalación es un poco superior al de agua caliente, y las eficiencias de combustible en la caldera van entre el 90% y 91%. Nuevamente, al utilizar combustibles limpios, se puede mejorar la eficiencia mediante economizadores y con ello llegar a alrededor del 95%. Para la planta completa, el rendimiento sin economizador se encuentra entre 75% y 76%, debido al 15% de las pérdidas de vapor ya mencionadas. La eficiencia de combustible en el equipo de fluido térmico se encuentra entre el 87% y 90%. En este tipo de plantas también es posible la utilización de un equipo economizador con el cual se puede llegar hasta un rango de eficiencia de entre el 90% y 92%. El rendimiento a nivel de planta completa fluctúa entre el 86% y 89% sin economizador.
Mantenimiento Finalmente, el mantenimiento de cada tipo de planta también es un punto que debe tomarse en cuenta. Si bien los tres tipos de plantas térmicas deben someterse a un plan de mantenimiento frecuente, en una instalación de agua caliente esta tarea puede ser mucho más simple y económica si el agua está bien tratada. En ese caso, la revisión se remite principalmente al sistema de combustión y verificación de sistemas de control. Una planta de vapor, en cambio, requiere un mantenimiento más exhaustivo, pues aparte de los sistemas de combustión, son críticos los sistemas de supervisión de presión, niveles de agua y calidad del agua tratada. En tanto, el mantenimiento de una planta de fluido térmico comprende principalmente el sistema de combustión, sistemas de control de temperatura (variable crítica en el manejo de aceite térmico), revisión de niveles del fluido térmico y revisión de fugas en bridas y juntas. En resumen, la determinación del tipo de planta térmica tiene que ver no sólo con el análisis del calor requerido sino también con las condiciones de operación, montaje, mantenimiento y eficiencia que la planta necesita y está dispuesta a solventar.
Planta de Vapor
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