mineria
Cambia, todo Cambia Alexandra Belaúnde advierte que, por la manera cómo se ha desarrollado la minería en el último tiempo a nivel local, se advierte un “cambio de cultura” en el sector. En efecto, los grandes proyectos que empiezan desde cero hoy son muy pocos. La mayoría corresponde a extensiones, tales como Andina 244, Nuevo Nivel Mina de Codelco- El Teniente, Chuquicamata Subterráneo y Candelaria 2030, entre otras. “Debido a que los planes mineros son extremadamente largos, el hecho de que una faena demuestre un comportamiento de acuerdo a la ley y cumpla sus compromisos durante la operación, significa que está colaborando en asegurar sus expansiones para los próximos 30, 40 o más años. Entonces, lo que hoy en día comenzará a marcar la pauta es el cumplimiento ambiental progresivo”, sostiene la ingeniero de Arcadis Chile. En su opinión, una herramienta eficaz para tener un nivel de cumplimiento adecuado son las buenas estrategias de cada compañía y una visión global y estratégica permanente. “Las consultoras son los ojos y las manos de las empresas mineras. Por ello, se conversa mucho y se toman decisiones consensuadas. Aunque la firma es la responsable de todo lo que se presenta ante la autoridad”, añade. Los profesionales de Arcadis estiman que el marco normativo es una oportunidad para que las empresas desarrollen sus proyectos adecuadamente.
parte de la Autoridad para definir si la acepta o no”, señala Marie Claude Plumer. Si la autodenuncia se acoge, agrega la abogada, entonces surge un segundo instrumento que es el programa de cumplimiento, a través del cual se identifican las acciones y medidas que se adoptarán para corregir la situación. La abogada añade: “Cuando se inicia un proceso sancionatorio contra un infractor, por ejemplo a partir de un proceso de fiscalización de la autoridad, se identifican eventualmente la o las infracciones. Luego se notifica al titular y el infractor puede presentar un programa de cumplimiento, siempre que se den los presupuestos para ello. Por ejemplo, procederá siempre para infracciones leves. A la fecha, la Superintendencia ha autorizado uno de estos planes, el cual está en ejecución”. La experta de Arcadis Chile precisa que si el programa se ejecuta adecuadamente, el titular tendrá el beneficio de la “no sanción”, ya que el sentido último de la nueva institucionalidad en materia de fiscalización es lograr el cumplimiento. No obstante, la jurista agrega que cuando aquello no es posible o se trata de infracciones gravísimas acreditadas, la SMA dispone de importantes facultades sancionatorias. Adicionalmente existe otra herramienta, que es el plan de reparación. Según Marie Claude Plumer, éste implica que cada vez que en el ámbito administrativo “se acredite que ha habido daño ambiental, surge el derecho para el infractor de presentar un plan de reparación. Aprobado y ejecutado satisfactoriamente el mencionado plan, extingue la acción por daño ambiental en el ámbito judicial”. Junto a esos tres instrumentos de incentivo al cumplimiento existen otros, tales como los programas de evaluación y certificaciones de conformidad, que requieren un reglamento para su aplicación. O bien las ya conocidas auditorías ambientales, que se han aplicado durante años en el marco del Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA).
Brechas de Cumplimiento Pero, ¿cómo las consultoras colaboran con las empresas mineras en detectar eventuales infracciones en que estén incurriendo? Aquí es donde se aplica el concepto de las “brechas de cumplimiento”, que aluden a falencias en la gestión de un titular, las cuales salen a la luz a 30
EDICIoN 122 MAyO - junio 2013
partir de la realización de un diagnóstico. “Primero se identifican los compromisos relevantes desde el punto de vista del impacto ambiental. Luego, se evalúa la ejecución material de todo eso. En esa etapa hay que ir a terreno, hacer informes, análisis y monitoreos para verificar cómo se están cumpliendo los compromisos”. Así lo explica Marie Claude Plumer. Desde otro punto de vista, Patricia Matus complementa: “La detección de las brechas de cumplimiento la hacemos evaluando de manera sistemática los compromisos (obligatorios y voluntarios) adquiridos al momento de la evaluación ambiental del proyecto y los comparamos con la situación actual de la faena”. La especialista de MYMA Ltda. añade que, en particular, se identifican las exigencias de permisos sectoriales y de diseño establecidas en la DIA o el EIA. Adicionalmente, Matus precisa que se evalúa si durante la operación se han producido conflictos con autoridades sectoriales y/o ambientales, así como también cambios en los componentes ambientales y aparición de impactos no previstos. “Finalmente, evaluamos la existencia o no de daño y/o de daño potencial a las personas o patrimonio ambiental debido a las actividades desarrolladas por la faena. Todos esos aspectos permiten orientar a las empresas sobre el grado de cumplimiento y los riesgos que corren en materia de fiscalización”, concluye.
Acompañamiento Precoz Con todo, los consultores estiman que lo ideal es acompañar a los titulares desde lo antes posible. “Es recomendable iniciar el proceso en una etapa temprana. Se puede plantear una visión desde el inicio, de manera de acompañar al titular desde la misma elaboración del Estudio de Impacto Ambiental”, afirma Marie Claude Plumer. La experta de Arcadis Chile argumenta que el proceso de evaluación es fundamental, “no sólo en relación a la calidad de los estudios y declaraciones elaboradas por los titulares, sino también a cómo evalúa la autoridad y cómo se determinan los compromisos ambientales y las propuestas de medidas de mitigación y compensación. Ello, porque la forma cómo se construye es la misma en que en el futuro se debiera cumplir”, sentencia.