LAMASA es fiesta e insurrección, un estado de la presencia alterado, somos densidad, continuo contacto indiscriminado de cuerpos que asumen sus misterios. Los límites se diluyen, nos tocamos y afectamos sin importar el quién y el cómo, somos movimiento, las decisiones son del ser colectivo que nos permite llegar juntos a la inestabilidad de las pulsiones.