El trabajo actual de escritura es un intento de atrapar -sin solución ni fin posibles- los problemas, las preguntas, los desafíos y los momentos felices de una investigación creativa que quiere pensar a la danza como escritura corporal creadora de conceptos y al texto como acción creadora de espacio y tiempo; carne y tinta como hebras que devienen en tramas complejas, modos complejos de ser de la escena.